Platón II
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Platón II

Platón, Conrado Eggers Lan, M.ª Isabel Santa Cruz, Álvaro Vallejo Campos, Néstor Luis Cordero, M.ª Ángeles Durán, Francisco Lisi

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Platón, Conrado Eggers Lan, M.ª Isabel Santa Cruz, Álvaro Vallejo Campos, Néstor Luis Cordero, M.ª Ángeles Durán, Francisco Lisi

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Información del libro

Platón, el padre de la filosofía occidentalCreador de mitos fundamentales, como el de la caverna, instauró asimismo conceptos filosóficos esenciales: Justicia, Verdad, Belleza o Bien en su proverbial teoría de las Ideas. Su obra está plagada de conversaciones chispeantes y laberínticas, de irónicos discursos o graves sentencias, así como de imágenes poéticas y hasta de un tenue halo de erotismo.

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Información

Editorial
Gredos
Año
2016
ISBN
9788424930318
SOFISTA
Traducción y notas de
NÉSTOR LUIS CORDERO
NOTA DE TRADUCCIÓN
Para esta traducción se ha seguido, en general, la edición de J. Burnet, Platonis Opera , Oxford, 1905. No obstante, en los pasajes más controvertidos se ha recurrido directamente a las fuentes manuscritas que se encuentran en bibliotecas de París, Oxford, Cambridge, Viena, Venecia, Florencia, Roma, Cesena, Nápoles y el Vaticano.
TEODORO, SÓCRATES, EL EXTRANJERO DE ELEA, TEETETO
TEODORO 1 —Aquí estamos tal como corresponde, Sócrates, según habíamos [216a] acordado ayer, 2 y traemos además a este extranjero, 3 que es originario de Elea, 4 aunque diferente 5 de los compañeros 6 de Parménides y de Zenón; este hombre, no obstante, es todo un filósofo. 7
SÓCRATES —Si es así, Teodoro, en vez de un extranjero, ¿no traerás un dios, según decía Homero? Pues éste sostenía que a los hombres respetuosos de la justicia los acompañan los dioses, pero es primordialmente [b] el dios de los extranjeros quien controla tanto los excesos como la sensatez humanas. 8 Quizá también tú estás acompañado por uno de estos seres superiores, que, como un dios refutador, nos observará y nos contradirá ante la debilidad de nuestros argumentos.
TEOD . —No es ésta la índole del extranjero, Sócrates, sino que es más mesurado que los expertos en discusiones. Mi opinión es que este hombre no es en absoluto un dios, si bien es un ser divino, pues éste es [c] el calificativo que yo otorgo a todos los filósofos.
SÓC . —Y está bien, amigo mío. Pero esta especie no es más fácil de discernir, por decirlo así, que la divina; pues si bien toda esta clase de hombres tiene el aspecto de «merodear por las ciudades» 9 en medio de la ignorancia de la gente, aquellos que son realmente, y no [d] aparentemente, filósofos observan desde lo alto la vida de acá abajo, y así, para unos, no valen nada, mientras que para otros son dignos de todo. Algunas veces tienen el aspecto de políticos, otras de sofistas, y otras veces parecen estar completamente locos. Por esta razón, y si ello le agrada, me gustaría preguntarle al extranjero cómo los conciben y los llaman entre los suyos. [217a]
TEOD . —¿A quiénes?
SÓC . —Al sofista, al político y al filósofo. 10
TEOD . —¿Qué pretendes preguntar, en especial, y cuál es tu problema acerca de ellos?
SÓC . —El siguiente. ¿Conciben que todos ellos son uno solo, o dos, o puesto que hay tres nombres, consideran que hay tres especies, a cada una de las cuales le corresponde un nombre?
TEOD . —Sé que él no tendrá inconveniente en explicarlo. ¿O qué diremos, Extranjero?
[b] EXTRANJERO 11 —Así es, Teodoro, no tengo ningún inconveniente, y no es difícil decir que conciben que son tres. No obstante, distinguir con claridad qué es cada uno, no es una tarea fácil ni pequeña.
TEOD . —Ocurre, Sócrates, que el tema que has abordado se relaciona casualmente con los que discutíamos antes de llegar aquí, y la observación que él acaba de hacerte nos la hizo antes a nosotros, puesto que afirma haber aprendido lo suficiente sobre el tema, y no haberse olvidado.
[c] SÓC . —Entonces, Extranjero, no te resistas al primer favor que te pedimos, y responde a lo siguiente: para demostrar lo que deseas, ¿es más grato para ti explayarte en un largo discurso, o prefieres avanzar mediante preguntas, como solía hacer Parménides al desarrollar sus excelentes razonamientos, hace ya mucho tiempo, cuando yo era joven y él era ya una persona de edad avanzada? 12
EXTR. —Cuando el interlocutor es agradable y no incomoda, Sócrates, [d] es más fácil conversar con otro; si no es así, es mejor hablar uno mismo.
SÓC . —Y bien, tienes entonces la posibilidad de elegir entre los presentes a quien tú desees, pues todos te responderán con docilidad; pero, si tú me lo permites, te aconsejo elegir a uno de los jóvenes, a Teeteto, 13 por ejemplo, o a algún otro que te venga a la mente.
EXTR . —Lo cierto es que estoy un tanto avergonzado, Sócrates, pues en este primer encuentro con vosotros, en vez de avanzar poco a poco, palabra por palabra, tendré que desarrollar una profusa argumentación, [e] ya sea conmigo mismo, ya sea hacia otro, como si pronunciara una conferencia. La cuestión que ahora abordamos no es, en realidad, tan fácil de responder como podría esperarse, sino que requiere un discurso prolongado. No obstante, no complacerte ni a ti ni a los demás, máxime después de haberte expresado tal como lo hiciste, me parecería tosco e indigno de un huésped. Acepto, entonces, sin reserva alguna a Teeteto como interlocutor, no sólo en razón de haber [218a] hablado ya con él en otras ocasiones, sino también porque tú ahora me lo recomiendas.
TEOD . —¿Acaso 14 así, Extranjero, tal como dijo Sócrates, nos complacerás a todos?
EXTR . —Es probable que sobre este asunto nada quede por decir, Teeteto; de ahora en adelante, según parece, la argumentación recaerá sobre ti. Si llegaras a quedar agotado por el peso de la tarea, no me acuses de ello a mí, sino a éstos, tus compañeros.
[b] TEET . —Creo que por el momento no abandonaré, pero si llegase a ocurrir algo por el estilo, podremos recurrir a este otro Sócrates, que es el homónimo de Sócrates; 15 tiene mi misma edad y se ejercita conmigo, por lo cual está acostumbrado a compartir muchas de mis penurias.
EXTR . —Bien dicho. Eso lo resolverás en privado a medida que avance el razonamiento. Pero primero debemos investigar en común, tú y yo, comenzando ahora, según me parece, por el sofista, 16 con el [c] objeto de buscar y de demostrar, mediante una definición, qué es. 17 Pues, por el momento, sólo su nombre tenemos en común tú y yo. El hecho que designa, en cambio, es probable que cada uno de nosotros lo conciba a su modo. Respecto de todo, siempre es necesario ponerse de acuerdo acerca del objeto mismo gracias a las definiciones, en vez de atenerse al nombre solo, 18 sin su definición. 19 Qué es la raza que ahora nos proponemos investigar, la del sofista, no es más fácil de captar que las otras. No obstante, todos saben desde muy antiguo que los grandes problemas, aquellos que cuesta mucho esfuerzo resolver adecuadamente, deben abordarse en ejemplos pequeños y fáciles antes de [d] encararse con los casos importantes. 20 Por eso, Teeteto, te propongo ahora lo siguiente: como ambos pensamos que la especie del sofista es difícil y dura de capturar, 21 practiquemos en un objeto más fácil el camino 22 que nos llevará a ella, a no ser que tú propongas una vía de acceso más directa.
TEET . —No tengo ninguna que proponer.
EXTR . —¿Quieres entonces que, ocupándonos de un objeto simple, intentemos ponerlo como modelo 23 de algo más grande?
[e] TEET . —Sí.
EXTR . —¿Qué podríamos proponer como fácil de conocer y pequeño, pero cuya definición no sea inferior a la de lo más grande? La persona que pesca con una caña, 24 por ejemplo, ¿no es algo conocido por todos y no digno de mayor interés?
TEET . —Así es.
[219a] EXTR . —Creo, no obstante, que el camino y la definición que a ella conduzcan serán beneficiosos para lo que deseamos.
TEET . —Estaría bien.
EXTR . —Bien. Comencemos por él, y de este modo. 25 Dime: ¿sostendremos que él posee una técnica o que, si carece de ella, tiene alguna otra capacidad?
TEET . —No carece de técnica, sin duda.
EXTR . —Pero, en realidad, hay dos Formas 26 que incluyen a la totalidad de las técnicas.
TEET . —¿Cómo?
EXTR . —La agricultura y todo lo que tiene que ver con el cuidado de los cuerpos mortales, así como lo que se refiere a las cosas compuestas [b] y fabricadas, que denominamos manufacturas, y, finalmente, también la imitación: justificadamente, todo esto podría quedar abarcado por un solo nombre. 27
TEET . —¿Cómo? ¿Cuál?
EXTR . —Cuando alguien lleva a ser todo aquello que antes no era, es denominado ‘productor’, y lo que ha sido llevado a ser es llamado ‘producto’.
TEET . —Correctamente.
EXTR . —Y todas las técnicas que hemos enumerado poseían la capacidad de hacer eso.
TEET . —La poseían, en efecto.
EXTR . —Para reunirlas a todas en un solo nombre, las llamaremos técnica productiva.
TEET . —Sea. [c]
EXTR . —Después de esta Forma está aquella que concierne a todo lo que se aprende y al conocimiento de lo que es propio de los negocios, de la lucha y de la caza; ella no fabrica, en efecto, ninguna de estas cosas, sino que apresa, o impide que sea apresado, mediante razonamientos o acciones, todo lo que existe ...

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