This is a test
- 690 páginas
- Spanish
- ePUB (apto para móviles)
- Disponible en iOS y Android
eBook - ePub
Amalia
Detalles del libro
Vista previa del libro
Índice
Citas
Información del libro
The first portion of Amalia was published in 1844 as an autobiographical novel with a strong political background. It is considered a reference work in social romanticism.
Preguntas frecuentes
Por el momento, todos nuestros libros ePub adaptables a dispositivos móviles se pueden descargar a través de la aplicación. La mayor parte de nuestros PDF también se puede descargar y ya estamos trabajando para que el resto también sea descargable. Obtén más información aquí.
Ambos planes te permiten acceder por completo a la biblioteca y a todas las funciones de Perlego. Las únicas diferencias son el precio y el período de suscripción: con el plan anual ahorrarás en torno a un 30 % en comparación con 12 meses de un plan mensual.
Somos un servicio de suscripción de libros de texto en línea que te permite acceder a toda una biblioteca en línea por menos de lo que cuesta un libro al mes. Con más de un millón de libros sobre más de 1000 categorías, ¡tenemos todo lo que necesitas! Obtén más información aquí.
Busca el símbolo de lectura en voz alta en tu próximo libro para ver si puedes escucharlo. La herramienta de lectura en voz alta lee el texto en voz alta por ti, resaltando el texto a medida que se lee. Puedes pausarla, acelerarla y ralentizarla. Obtén más información aquí.
Sí, puedes acceder a Amalia de José Mármol en formato PDF o ePUB, así como a otros libros populares de Literature y Classics. Tenemos más de un millón de libros disponibles en nuestro catálogo para que explores.
Información
Capítulo XVI. De cómo don Cándido Rodríguez era pariente de Cuitiño
A las ocho de la mañana de uno de los últimos días de setiembre, el maestro de primeras letras de Daniel sorbía a grandes tragos espumoso e hirviente chocolate en una enorme taza de porcelana, mientras que su discípulo arreglaba, doblaba y sellaba papeles, teniendo ambos en sus rostros las señales de haberse pasado en vela toda la noche.
—Daniel, hijo, ¿no sería bueno que nos recostásemos un rato, un momento, algún tiempo?
—Ahora no, señor; más tarde. Todavía necesito de usted un momento.
—Pero que sea el último, Daniel; porque decididamente hoy me voy a los Estados Unidos. Sabes que hace cinco días que le he dado mi palabra a ese honrado y benemérito cónsul de pasar a residir en su territorio.
—Es porque no sabe usted lo que hay —dijo Daniel sellando un paquete.
—¿Lo que hay?
—O lo que puede haber en el territorio.
—No, a mí no me engañas. Todavía anoche, mientras escribías, me he leído cinco tratados de derecho de gentes, y dos manuales diplomáticos, en los capítulos que tratan de las inmunidades de los agentes públicos, y las casas de su residencia. Y sabes, Daniel, que hasta los coches son inviolables, de lo que he deducido que podré pasear, seguro, en el coche del benemérito cónsul, sin temor, sin zozobra, sin peligro, sin...
—Vamos a ver, mi querido maestro. Oiga usted bien lo que yo leo, y lea usted bien el original que me ha traído —y Daniel dio un papel a don Cándido y tomó otro.
—Este es el mío —dijo don Cándido.
—O más bien, el de don Felipe.
—¡Pues!, pero pertenece a mi secretaría privada.
—Vamos a ver —dijo Daniel, y leyó como sigue:
Individuos que han entrado a la cárcel desde el día 15 del presente mes de septiembre
Día15. Eustaquio Díaz Vélez, remitido por la policía.
»17 | Pedro Longinoti | remitido por la policía. |
»» | Lucas González | se ignora por quién. |
(Se entregó a las doce y mecha de la noche del día 18 a don Nicolás Mariño,
por orden verbal, y fue fusilado en su cuartel.)
Al acabar estas palabras de la copia del diario que leía, Daniel sacudió su cabeza y llevó su mano derecha a los ojos, permaneciendo así largo rato.
—¡Ah, Daniel, hasta el mismo don Felipe ha llorado al saber esta sensible pérdida!
—Al saber este horrendo asesinato, diga usted.., pero sigamos.
Día 18 | Ramón Carmona | por la policía |
»19 | José María Canaveri | íd.íd. |
»» | Ventura Ocampo | íd.íd. |
»21 | Ezequiel Serna | íd.íd. |
»22 | Luis Fernando Otero | íd.íd. |
»» | José Rico | íd.íd. |
»» | Bernardo Testas | íd.íd. |
»» | Gregorio Collazo | íd.íd. |
»» | Luciano Lizarreaga | íd.íd. |
»» | Juan Manuel Chaves | íd.íd. |
»» | Santiago Eleísa | íd.íd. |
»» | Bonifacio Aráoz | íd.íd. |
»» | Mateo Vidal | íd.íd. |
»» | Bernabé Márquez | íd.íd. |
»» | Miguel Rodríguez Machado | íd.íd. |
»» | Antonio Saldarriaga... |
Índice
- Créditos
- Presentación
- Explicación
- Parte I
- Capítulo I. Traición
- Capítulo II. La primera curación
- Capítulo III. Las cartas
- Capítulo IV. La hora de comer
- Capítulo V. El comandante Cuitiño
- Capítulo VI. Victorica
- Capítulo VII. El caballero Juan Enrique Mandeville
- Capítulo VIII. El amanecer
- Capítulo IX. El ángel y el diablo
- Capítulo X. Una agente de Daniel
- Capítulo XI. Donde aparece el hombre de la caña de la India
- Capítulo XII. Florencia y Daniel
- Capítulo XIII. El presidente Salomón
- Parte II
- Capítulo I. Amalia Sáenz de Olavarrieta
- Capítulo II. Cómo una sola puerta tenía tres llaves
- Capítulo III. Treinta y dos veces veinte y cuatro
- Capítulo IV. Quinientas onzas
- Capítulo V. La rosa blanca
- Capítulo VI. Veinte y cuatro
- Capítulo VII. Escenas de un baile
- Capítulo VIII. Daniel Bello
- Capítulo IX. Promesas de la imaginación
- Capítulo X. Donde continúan las escenas de un baile
- Capítulo XI. Escenas de la mesa
- Capítulo XII. Después del baile
- Parte III
- Capítulo I. En Montevideo
- Capítulo II. Conferencias
- Capítulo III. Continuación del anterior
- Capítulo IV. Indiscreciones
- Capítulo V. Monólogo en el mar
- Capítulo VI. Doña María Josefa Ezcurra
- Capítulo VII. La pareja
- Capítulo VIII. Preámbulo de un drama
- Capítulo IX. El primero acto de un drama
- Capítulo X. Una noche toledana
- Capítulo XI. Continuación del anterior
- Capítulo XII. De cómo se leen cosas que no están escritas
- Capítulo XIII. Cómo sacamos en limpio que don Cándido Rodríguez se parecía a don Juan Manuel Rosas
- Capítulo XIV. Los dos amigos
- Capítulo XV. Amalia en presencia de la policía
- Capítulo XVI. Todos comprometidos
- Parte IV
- Capítulo I. El 16 de agosto
- Capítulo II. El gobernador delegado
- Capítulo III. De cómo era y no era gobernador delegado don Felipe
- Capítulo IV. De cómo don Felipe Arana explicaba los fenómenos del magnetismo
- Capítulo V. Así fue
- Capítulo VI. Sor Marta del Rosario
- Capítulo VII. Cómo don cándido se decide a emigrar, y cuáles fueron las consecuencias de su primera tentativa
- Capítulo VIII. La guardia de Luján y Santos Lugares
- Capítulo IX. Manuela Rosas
- Capítulo X. Continuación del anterior
- Capítulo XI. De cómo empezó para Daniel una aventura de fábulas
- Capítulo XII. El despertar del cura Gaete
- Capítulo XIII. La casa sola
- Capítulo XIV. Aparición
- Capítulo XV. El jefe de día
- Capítulo XVI. Continuación del anterior
- Capítulo XVII. Patria, amor y amistad
- Parte V
- Capítulo I. Setiembre
- Capítulo II. Santos Lugares
- Capítulo III. Un vaso de sangre
- Capítulo IV. Donde aparece, como aparece siempre, nuestro don Cándido Rodríguez
- Capítulo V. Pílades enojado
- Capítulo VI. El contrabandista de hombres
- Capítulo VII. El jefe de ronda
- Capítulo VIII. La ballenera
- Capítulo IX. La ronda federal
- Capítulo X. Primavera de sangre
- Capítulo XI. De cuarenta, solo diez
- Capítulo XII. La ley de hambre
- Capítulo XIII. El traje de boda
- Capítulo XIV. Asilo inglés
- Capítulo XV. Mr. Slade
- Capítulo XVI. De cómo don Cándido Rodríguez era pariente de Cuitiño
- Capítulo XVII. El reloj del alma
- Capítulo XVIII. El velo de la novia
- Capítulo XIX. El tálamo nupcial
- Especie de epílogo
- Libros a la carta