Reflexiones clínicas

Para el acompañamiento terapéutico

María del Socorro, Peláez Lozano

• Editorial: Sello Editorial Javeriano
• Año: 2018
• ISBN:
  9789585453296
• Categoría: Psychology
• Categoría: History & Theory in Psychology

"Este texto nace como un homenaje en primer lugar a las horas que consultantes y estudiantes han dedicado a la intensa búsqueda de sí mismos. Y en segundo lugar, es un inmenso reconocimiento a los autores que a través de su palabra han influido en mi vida. Contiene muchos de los mensajes que han compartido maestros, amigos, compañeras y compañeros del camino, y que hoy intento plasmar dando continuidad a la tradición de la palabra… Contar y volver a contar lo que nos hace humanos, lo que nos hace libres y lo que nos hace trascendentes."

El proceso terapéutico

Las personas vienen a consulta porque están muy agotados de llevar viejas cargas o sentirse paralizados. Andan buscando cómo renovar su vida, cambiar algunos significados y sanar las viejas heridas que aún están abiertas.

En esas primeras sesiones, suelo explicar cómo hace presencia la necesidad de actualizarnos, entonces acudimos a terapia para integrar áreas de nuestra vida que hemos venido negando durante mucho tiempo, replantear definiciones que quizá son obsoletas, resignificar viejas heridas con los recursos que ahora tenemos y, sobre todo, a afrontar con valentía el temor de asumir los cambios que queremos para nuestras vidas. Cuando tu proceso terapéutico esté más enfocado a un trabajo de espacios, tiempos, rutinas y lugares, es probable que estés perdido.

Las personas no asistimos a terapia necesariamente a “cambiar”, sino a descubrir quizá nuevas posibilidades de nosotros mismos que aún no hemos desarrollado.

Cuando el tiempo pasa y las sesiones transcurren, surgirá la pregunta de cómo saber si estamos listos para terminar un proceso. La respuesta se puede observar a través del movimiento real en sus vidas, en la actualización y en las nuevas verdades que haya logrado sin la necesidad de causar nuevas heridas.

Las personas cambiamos cuando, sin ostentar nada, nos damos cuenta de un sutil movimiento que empieza a replantear la relación con nosotros mismos y con quienes nos acompañan. La gran mayoría de los cambios suceden adentro y se reflejan afuera.

Los cambios conllevan responsabilidad con nosotros mismos y con la sociedad a la que pertenecemos.

• Los cambios son un proceso

Es importante que al iniciar un proceso busques tus mejores recursos para que tu consultante comprenda que no viene a obtener fórmulas y verdades, viene a poner en voz alta su propio discernimiento, viene a descubrir sus verdades más íntimas y a comprender que los cambios son un proceso, se construyen, se sufren, se descubren, se habitan.

• No se puede esperar cambios en una sola sesión

No te dejes atrapar por la vanidad. Aunque tu consultante te diga que es maravilloso todo lo que ha descubierto contigo en esas primeras sesiones, la verdad es que es muy probable que de nuevo el telón se cierre. Nosotros acompañamos un proceso de reflexión, observación, confrontación y toma de conciencia, permitiendo que los cambios provengan desde el alma, desde la estructura, desde las raíces.

Los cambios verdaderos sucederán como parte del proceso, sólo ahí empezamos a recorrer el camino de habitarnos a nosotros mismos, lo cual requerirá tiempo y persistencia.

• Trabajar por un proceso de empoderamiento

Toda tu energía debe estar enfocada en acompañar a tu consultante a llenarse de si mismo, a reencontrar su fuerza interior para satisfacer sus propias necesidades y evitar la malsana costumbre de poner en otros nuestras propias responsabilidades, de esperar milagros o a un salvador.

El proceso de empoderamiento implica una mirada interna profunda y reveladora más allá de directrices y cumplimiento de objetivos. Es reconectarnos con la fuerza interior que moviliza, sana y guía nuestro proyecto de vida. Es, como diría la Psicología Humanista, escuchar la tendencia actualizante, donde logremos mayor cercanía con la coherencia y la responsabilidad de nosotros mismos.

Empoderarse, es un proceso de potencializar al máximo nuestros recursos personales. Cuando nos actualizamos, logramos confirmar cuánto podemos descubrir en el pozo de nuestra propia existencia.

• Validar la realidad del otro

La realidad del otro, de quien está al frente nuestro es tan relevante e importante como la de todos: la del niño, la del adulto, la del anciano, la del hombre, la de la mujer. Tendríamos que preguntarnos: ¿cómo llegó a esa realidad? ¿cuáles son sus miedos?, ¿cuándo se alejó de sus objetivos?

Sin juicios, rechazos o reproches, sin fórmulas mágicas para salir de ahí. La realidad del otro es tan válida como la mía.

De igual forma, existen realidades sociales que parecieran desbordar cualquier reflexión terapéutica, y aún así, sin ninguna pretensión, podemos acompañar al otro a significar y resignificar sus realidades y encontrar nuevos recursos.

• Preguntas importantes

Desde el comienzo he insistido para que en estos renglones sólo encuentres “pistas” para descubrir tu propia forma de acompañar e incluso, de seguirte encontrando a tí mismo.

Algunas de las preguntas que formulo al iniciar un proceso terapéutico son:

• ¿Qué espera de este proceso?

• ¿A dónde quiere llegar?

• ¿Qué espera de un terapeuta?

• ¿Cómo es su red de apoyo?

• ¿A quién acude cuando está en un mal momento?

• ¿Toma algún medicamento? ¿Con qué propósito?

• ¿Está dispuesto a ser constante en su búsqueda?

• ¿Dedica tiempo real para sí mismo?

• Las primeras sesiones

Al iniciar un proceso terapéutico no estamos muy seguros de dónde vamos a terminar. Van a surgir tantas cosas, lograremos integrar unas con otras y veremos el propio orden de cada ser humano.

Sin embargo, para ver algo de la evolución, es importante que con tu consultante te formules algunos objet...

Índice

• Portada
• Portadilla
• Créditos
• Tabla de contenido
• Los consultantes
• El proceso terapéutico
• Yo, como terapeuta
• Reflexiones Clínicas
• Principios humanistas en la intervención clínica
• Epílogo
• Bibliografía de referencia
• Agradecimientos