Capítulo 1
LA EDUCACIÓN Y LA UNIVERSIDAD NORTEAMERICANAS
INTRODUCCIÓN
El despoblamiento europeo en el siglo XVI infló velas exploradoras hacia el septentrión de América. En 1532, hombres de Hernán Cortés costearon por California y, en 1565, navegantes españoles fincaron la colonia de San Agustín, en la Florida de hoy, asistida con escuelas, tres años después, para la evangelización de los indígenas. Los franceses llegaron a Acadia y Québec cuando apenas nacía el siglo XVII (1605 y 1608).
En 1624, inmigrantes alemanes y neerlandeses desembarcaron junto al Hudson y tras negociar tierras con los indígenas, las denominaron New Amsterdam, en 1626 el New York de los ingleses. Los suecos, en 1638, posaron sobre las márgenes del río Delaware. Judíos de Portugal, presbiterianos de Escocia, españoles y sectas religiosas alemanas se desperdigaron por doquier pudieron y les fue útil y grato. El mercado de la esclavitud embarcó razas africanas hacia el continente nuevo.
Los ingleses, llegados en abundancia, sembraron trece colonias a las brisas del Atlántico: Virginia, Massachusetts, Maryland, Rhode Island, New York, New Jersey, Connecticut, New Hampshire, Delaware, North Carolina, Pennsylvania, South Carolina, Georgia. Rencillas religiosas, luchas militares, ambiciones de dominio, alianzas de oportunidad con comunidades indígenas mediaron entre el estreno de las tierras vírgenes y el triunfo final de lo inglés: ley, lengua, educación, costumbres.
Los estudiosos atribuyen el dominio del Albión a la prosperidad educativa en tiempos de los Tudor y los Estuardo, dinastías sucesivas en 1603; al entrenamiento intencionado de las generaciones que retoñan en América para colonizarla y permanecer en tierra intacta. Y no falta quien lo diga, a esa curiosa mezcla de Dios, rey y riqueza agazapada en el fondo de los anglosajones.1
Dejamos estudiado el origen y desarrollo de la universidad en los Estados Unidos de América.2 Ahora, alguna breve remembranza de la historia nos será necesaria para trazar, en la primera parte, la composición de lo que pueda llamarse el sistema educativo de Norteamérica con énfasis en la educación superior, e indagar, en la segunda parte, el alma o filosofía de este estilo de universidad, catalogado por Paul Ricoeur entre las universidades de la idea.3
En ambos enfoques del imprecisable sistema prestaremos atención a la convergencia de las tres corrientes de la universidad europea decimonónica.4 En momento mañanero y a través del Harvard College modelado sobre el Emmanuel College de Cambridge, Inglaterra aportó un pequeño fragmento de su universidad: el protestant college desprovisto de las facultades profesionales de herencia medieval. De raigambre germana son la tradición científico-investigativa, el seminario y la libertad de pensamiento. De Francia y la Europa continental son las insinuaciones profesionales y el anticipado cuño francés el intento fallido en Norteamérica, de constituir la Universidad Nacional de los Estados Unidos.5 Estas tres corrientes importadas se asimilaron a lo norteamericano, en atención a necesidades domésticas y al fuego de la Declaración de Independencia (1776), uno de cuyos inspiradores fue Thomas Jefferson, universitario por excelencia.6
Concluiremos aludiendo a la expansión e influjo mundial de la universidad norteamericana.
Primera parte
CONFORMACIÓN O ANATOMÍA INSTITUCIONAL DE LA EDUCACIÓN Y LA UNIVERSIDAD NORTEAMERICANAS
Muy variadas son en los Estados Unidos las denominaciones institucionales referentes al alto nivel de la educación –higher education–, equivalentes y equiparables a la palabra university. A éstas aludiremos, y a las institutions7 subsiguientes, analizadas en consonancia con las tareas propias de la educación superior: la conservación e interpretación de los conocimientos y de las ideas; la búsqueda de la verdad y el cómo ganarse la vida mediante el ejercicio profesional, y la función universitaria de servicio.8
1. SISTEMA EDUCATIVO INICIAL
En el modo educativo9 norteamericano, las grammar schools corresponden al nivel elemental de otros arreglos escolares del mundo. Es la primaria, prolongada y confirmada en las high schools, no siempre equiparables al nivel secundario de los sistemas fieles al esquema napoleónico.
Estos niveles –o gran nivel inicial–, diferenciados en su interior desde los tiempos coloniales, son para todos. Las high schools no son selectivas, ni todas descuellan por su nivel académico o vocacional. Las hay de varias orientaciones atinentes a objetivos más o menos clásicos y literarios, o a la formación para ocupaciones menores. Los currículos, afectos a lo enciclopédico, están sobrecargados de asignaturas y actividades extracurriculares para enrumbar a la persona hacia la vida, sin por fuerza inducirle orientación alguna, científica o profesional definida. En el modo norteamericano, poco haría quien no diera paso adelante hacia el college.
2. LA UNIVERSITY Y LOS SCHOOLS O COLLEGES
Los schools o colleges y las graduate schools componen la secuencia institucional de la educación superior norteamericana, siempre orientada hacia el servicio.
Por lo general, los schools o colleges se dedican, con terminología muy propia, al pregrado o undergraduate level, en el cual, es curioso señalarlo, se mezclan dos aguas: la formación o educación pertinente a los planteles secundarios de otros países del mundo como los liceos de Francia, los gimnasios en Alemania y los colegios de bachillerato de España y Latinoamérica, y el aforo o bagaje preparatorio para la universidad.
Rudolph H. Weingartner nos advierte diferentes relaciones, similitudes o correspondencias entre las expresiones undergraduate level o undergraduate education con la higher education. Ésta parece aludir a la alta meta perseguida: la persona educada que a juicio del mencionado autor, en términos aristotélicos, “se conduzca bien a lo largo de su vida”. En la undergraduate education se busca modelar y cultivar los rasgos característicos personales, aunque no aún ajustados a profesión alguna. Esta es tarea del bachelor’s degree. La liberal education o aproximación desinteresada al acto educativo y la general education facilitan los logros del undergraduate level.
La general education se cifra en un juego de cursos o asignaturas señaladas, o dejadas algunas al arbitrio del estudiante y, en principio, precisa Weingartner, se ha de distinguir en ella entre las proficiencias o habilidades –proficiencies or skills– y las conversancies. Las primeras se sintetizan en la capacidad, comprensión y habilidades para el arte de leer y escribir –litteracy– para lograr algún manejo en lenguas extranjeras, matemáticas y en las destrezas con el computador –computer litteracy. Las conversancies significan la familiaridad con algo como la suficiente información sobre las ciencias y el pensamiento científico y la historicidad de todos los conocimientos humanos y de las relaciones internacionales, multiculturales y artísticas.
De los profesores dotados de habilidad y pericias pedagógicas y didácticas, se espera ser capaces de transformar la pasividad estudiantil en activo aprendizaje o “the transformation of student passivity into active learning”. Por fuera del aula de clase, las actividades no curriculares tienen, a la manera de un hidden curriculum o currículo oculto, profundos efectos en los propósitos educativos de la undergraduate education.
Es tanta la variedad y disparidad de formaciones logradas en los high schools, que los colleges y las universities, al seleccionar sus candidatos, confían en los recursivos y bien estructurados tests o pruebas de admisión practicadas por los más prestigiosos high schools y avalados por los accreditation boards. Los records escolares juegan papel secundario en el proceso selectivo. Weingartner acentúa la distinción entre el a priori view y el a posteriori view de la undergraduate education. Aquélla, selectiva o elitista, parte de cuanto la institución piense sobre la persona educada y educable. La segunda toma en cuenta las metas individuales del estudiante. Por supuesto, son visiones inseparables y conjugables.
En los colleges o schools de la universidad impera lo docente sobre lo investigativo, de la cual actitud y actividad buena parte significativa se recupera con la práctica del seminario. Los estudiantes se agrupan en las cuatro etapas sucesivas conocidas como freshmen, sophomores, juniors y seniors, modos verbale...