La otra orilla de la belleza

En torno al pensamiento de Eugenio Trías

Pérez Borbujo, Fernando

• Editorial: Herder Editorial
• Año: 2011
• ISBN:
  9788425427893
• Categoría: Philosophie
• Categoría: Histoire et théorie de la philosophie

La otra orilla de la belleza es un viaje fascinante a través de la obra de Eugenio Trías, quien en las últimas tres décadas ha forjado su propuesta de una "filosofía del límite". De un modo nada común, Fernando Pérez-Borbujo se remonta a las fuentes del pensamiento de Nietzsche y su diagnóstico de la muerte de Dios, con la consiguiente crisis de la metafísica y transvaloración de todos los valores, para introducirnos en el suelo de una nueva metafísica que concibe el ser como voluntad, deseo y anhelo.

NOTAS

1. Hans Jonas, Principio de responsabilidad, Herder, Barcelona, 1995.

2. Julián Marías, Acerca de Ortega, Espasa-Calpe, Madrid, 1991, pp. 121-131; 175-194.

3. Antonio Pintor-Ramos, Realidad y verdad. Las bases de la filosofía de Zubiri, Publicaciones Universidad Pontificia de Salamanca, Salamanca, 1994, pp. 31-51.

4. Hans Jonas, Principio de responsabilidad, op. cit., pp. 107-138. 20

5. El término eón (aion), de origen gnóstico, empleado por Trías en su libro La edad del espíritu para definir las distintas edades del mundo de acuerdo con la hegemonía de las distintas categorías que jalonan la marcha del Espíritu en la historia, hace referencia simultáneamente al espacio y al tiempo. Un eón significa un espacio y un tiempo nuevos, claramente escindidos y separados de lo anterior. Quizá este término hiciera alusión a los episodios de hundimiento y nacimiento alternativos y periódicos del mundo, ya presentes en las cosmologías estoica y pitagórica.

6. Étienne Gilson, El ser y los filósofos, EUNSA, Pamplona, 1996, pp. 247-278.

7. Friedrich Wilhelm Schelling, Investigaciones filosóficas sobre la esencia de la libertad humana y los objetos con ella relacionados, Anthropos, Barcelona, 1989, p. 147.

8. Platón, República, 508a-511e.

9. Friedrich Nietzsche, Así habló Zaratustra. Un libro para todos y para nadie, Alianza, Madrid, 2003, pp. 35-37.

10. El tema de la «variación» en la filosofía del límite exige, eminentemente, un ensayo aparte que abordaremos próximamente. Dicho ensayo debería llevar por título «Variación y repetición», y mostrar su raigambre histórica y metafísica, vinculando dicha noción a la de la «continuidad histórica». En las últimas páginas del presente ensayo hemos intentado esbozar dicha monografía anticipando la idea de que la tradición ha de ser siempre una tradición viva, basada en la comunicación de formas de vida y su sentido, lo cual exige un elemento más allá de la textualidad. Se corrije así la visión de Gadamer que, en una línea diferente, ha primado la textualidad como fundamento último de la historicidad del ser, sosteniendo que son los textos los que fundan por sí la comunidad hermenéutica de sentido que respecto a ellos se congrega y organiza. Recuperar un concepto más ontológico, más radical y fundamental de «tradición» es lo que se esconde en la afirmación ontológica triasiana de que lo único que hay es «el ser del límite que se recrea». Cf. Eugenio Trías, El hilo de la verdad, Destino, Barcelona, 2004, pp. 113-117.

11. Hans-Georg Gadamer, Verdad y método, Sígueme, Salamanca, 1997.

12. Una de las características más notables de esta filosofía del límite es su contemporaneidad, fruto de la absoluta «historicidad» de esta filosofía. La filosofía del límite es una filosofía histórica porque asume en sí misma, como fondo esencial de la propia actividad filosófica, el «peso de la tradición», la «historia del pensamiento filosófico», «recreándolo » movida por la exigencia de responder a las preguntas de nuestro tiempo, por definir la esencia del «ahora», pero proyectando dicho pensar simultáneamente hacia el presente y el pasado. Trías define la filosofía «como un pensar histórico» (Eugenio Trías: El límite, el símbolo y las sombras, Destino, Madrid, 2003, p. 22).

13. Aristóteles, Metafísica, libro IV, caps. I y II.

14. Una historia breve de la metafísica desde este concepto central del ser puede encontrarse en los clásicos trabajos de Étienne Gilson. Étienne Gilson, El ser y los filósofos, EUNSA, Pamplona, 1996 y Étienne Gilson, L'Etre et l'essence, Vrin, París, 1981.

15. Sin duda, la crítica de Nietzsche al cristianismo sólo puede justificarse desde su afirmación de que éste es «platonismo vulgar para el pueblo». Bajo este concepto de platonismo entiende, sin duda, la idea popularizada de la concepción metafísica de Dios como Ser puro, es decir, inmóvil, increado, inmutable, eterno, incapaz de padecer y de sufrir y, sólo de un modo impropio, por tanto, Creador. F. Nietzsche, El Anticristo. Maldición sobre el cristianismo, Alianza, Madrid, 1996, pp. 40-45. Sobre la importancia de la idea parmenídea del ser en su Poema sobre la Verdad véanse F. M. Cornford, Platón y Parménides, Visor, Madrid, 1989; Hans-Georg Gadamer, Scritti su Parmenides, Filema, Nápoles, 2002 y E. Severino, El parricidio fallido, Destino, Barcelona, 1991.

16. Nicolai Hartmann, La filosofía del idealismo alemán, Sudamericana, Buenos Aires, 1960.

17. Nadie, con tanta claridad como Martin Heidegger, parece haber asumido esta «disfuncionalidad» entre la historia metafísica de la muerte de Dios y la historia revelada de la muerte de Dios. El problema radica en que la historia revelada de la muerte de Dios sólo puede asumirse desde la fe y queda fuera de la esfera filosófica, no sólo en cuanto a su contenido sino en cuanto a su origen y fundamento.

18. Desde este punto de vista podríamos afirmar que si Otto introdujo la distinción «sagrado» y «santo» como característica esencial y diferencial del hecho religioso no lo es menos, considerando los relatos mitológicos que nos han llegado desde la Antigüedad, la distinción entre «mortales» e «Inmortales». Rudolf Otto, Lo Santo. Lo racional y lo irracional en la idea de Dios, Alianza, Madrid, 2001.

19. Creo que en la mística especulativa renana del Maestro Eckhart se percibe con nitidez lo que el autor llama el «autovaciamiento», kenosis, del ser en la nada. En un paroxismo lingüístico sin igual se puede percibir la clara torsión, giro o perversión, que la metafísica sufre en el inicio mismo de la Modernidad. Maestro Eckhart, El fruto de la nada y otros ensayos, Siruela, Madrid, 1999, pp. 87-95.

20. Sin duda el gran predecesor de las reflexiones nietzscheanas sobre la cuestión de la voluntad es Schopenhauer. En el ámbito de la historia de la metafísica Schopenhauer refuerza el giro que desde Leibniz, pero fundamentalmente desde Schelling, se da desde una «metafísica del ser» a una «metafísica de la voluntad». Entender el ser de manera dinámica, volitiva, es lo que condujo a Schopenhauer, en su obra El mundo como voluntad y representación, pero también en Sobre la voluntad en la Naturaleza, a pensar que el motivo desencadenante de un proceso volitivo, del querer en un plano metafísico y cosmogónico es querer la Nada como mecanismo para un querer que no quiere querer. En términos metafísicos todo esfuerzo humano por evadirse del mundo, por fundamentar sus valores políticos, culturales y sociales en una trascendencia vacía conduce irremisiblemente a la «muerte en vida». Eduard von Hartmann, Schellings positive Philosophie als Einheit von Hegel und Schopenhauer, Scientia, Aalen, 1979.

21. Kant, en su Crítica de la razón pura, define las ideas como «ilusiones trascendentales ». Immanuel Kant, Crítica de la razón pura, Alfaguara, Madrid, 1994, pp. 297-307.

22. Eugenio Trías, Teoría de las ideologías y textos afines, Península, Barcelona, 1987, pp. 151-155.

23. Escapa al objeto del presente ensayo realizar un análisis exhaustivo de la posmodernidad, con todos sus efectos e implicaciones, sus tensiones internas y sus contradicciones. En cualquier caso baste resaltar la aseveración de que la filosofía del límite escapa a esta posición porque no asume el nihilismo negativo, y no acaba diluyendo la filosofía en puro lenguaje ni en pura hermenéutica. Para la cuestión del debate sobre Modernidad y Posmodernidad consúltense Richard Rorty, Contingencia, ironía y solidaridad, Paidós, Barcelona, 1991; Jürgen Habermas, The Philosophical Discourse of Modernity, MIT Press, Cambridge (Mass.), 1987; Jean-François Lyotard, La condición posmoderna. Informe sobre el saber, Cátedra, Madrid, 1994.

24. El pensamiento de Freud está muy presente a lo largo de toda la obra de Trías, aunque su presencia se deje sentir de un modo más palmario a partir de mediados de los años setenta, sobre todo cuando entró en contacto con un grupo de freudianos-lacanianos en la ciudad de Buenos Aires. La impronta del psicoanálisis es continua, sobre todo la presencia del pensamiento de Lacan en torno a lo real, lo simbólico y lo fantasmático. Eugenio Trías, El árbol de la vida, Destino, Barcelona, 2003, pp. 432-442.

25. Hegel vio con claridad que el pensamiento filosófico se aleja diametralmente del pensamiento vulgar o común, no en cuanto a la verdad sino en cuanto a la forma de poseer dicha verdad. El camino que va de la posesión inconsciente de la verdad, presente de un modo mágico en el «sentido común», a la posesión consciente de la misma verdad, constituye precisamente el «camino del sabio» con la siempre latente tensión entre filósofo y opinión pública. G. W. F. Hegel, Glauben und Wissen oder Reflexionsphilosophie der Subjektivität in der Vollständigkeit ihrer Formen als Kantische, Jacobische und Fichtesche Ph...

Índice

• Portadilla
• Creditos
• Dedicatoria
• Indice
• Prólogo
• Introducción
• PARTE I EN BUSCA DEL DIOS MUERTO
• PARTE II EL SACRIFICIO PASIONAL
• PARTE III ETICA Y RELIGION
• PARTE IV LA FUNDACION DE LA CIUDAD
• PARTE V EL ARTE COMO METAFíSICA
• Epílogo
• Abreviaturas
• Bibliografía
• Notas
• Más Información