El altar vacío

Un libro ilustrado para debatir sobre la falta de curas

Lobinger, Fritz

• Editorial: Herder
• Año: 2015
• ISBN:
  9788425436383
• Categoría: Teologia e religione
• Categoría: Chiesa cristiana

Ideas complejas se pueden hacer más sencillas y comprensibles a través de ilustraciones; y éstas pueden ayudar a la reflexión compartida. El objetivo de este libro es promover el debate en torno a la escasez de sacerdotes actuales: ¿La solución sería tener dos tipos diferentes de presbíteros? ¿Cómo hacerlo sin generar confusión? ¿Qué hacer para que colaboren entre todos en lugar de competir? ¿Serían precisos cambios en la formación de los curas actuales? ¿Qué papel desempeñarían las comunidades?

EL ALTAR VACÍO

UN GRAN PROBLEMA: EL ALTAR VACÍO

El altar está vacío. La asamblea de los creyentes se reúne los domingos para la misa, pero no hay sacerdote. Es un problema enorme.

¡Pero mirad cómo se colocan alrededor del altar! Esto demuestra que son una comunidad. Quieren estar cerca del altar sin dejar de estar juntos.

Nuestra ilustración también muestra a un grupo de líderes locales, hombres y mujeres, que han sido formados para desempeñar diversos ministerios dentro de la comunidad. Fueron escogidos por la comunidad, preparados y autorizados.

Tienen un gran problema, pero están dispuestos a buscar una solución. No esperan ser servidos, están listos para servir. Están dispuestos a usar sus carismas.

Reflexión:

• Haremos una lista de las muchas consecuencias negativas (no una, sino muchas) de la falta de curas.

DOS PROBLEMAS IMPORTANTES: EL ALTAR VACÍO Y LA PASIVIDAD

Aquí podemos ver más de un problema que necesita resolverse. Aparte del altar vacío, también existe la dificultad de una comunidad pasiva, que parece estar falta de espíritu comunitario.

Además de estos dos grandes problemas puede haber otros. Por ejemplo, quizá la fe no sea fundamental en sus vidas. Puede que sea porque han esperado que el cura lo haga todo o que adopte el rol de los servicios sociales. El sacerdote no tiene que conocer todos los problemas sociales de sus fieles. Quizá haya una falta de formación espiritual por parte de éstos.

Reflexión:

• Hagamos una lista de las muchas consecuencias negativas de estos problemas.

• ¿Cómo han surgido estos problemas?

• En estas situaciones debe haber chispas de esperanza. Vamos a hacer una lista.

CELEBRAR EL DÍA DEL SEÑOR DE FORMA INCOMPLETA

Los fieles de esta comunidad saben que el cura no puede venir este domingo a celebrar la eucaristía, pero se reúnen para celebrar el Día del Señor. Siempre que dos o tres se reúnen en su nombre, Dios está presente. Sabemos que Él está en la celebración de la Palabra, aunque sea una manera incompleta de vivir el Día del Señor.

Felicitamos a los miembros de esta comunidad porque, aunque el sacerdote no pueda ir muchos domingos, ellos no se quedan en casa. También los elogiamos por estar dispuestos a guiar la celebración de la Palabra.

Sin embargo, esta ilustración nos entristece. En nuestros días, un domingo cualquiera, miles de comunidades católicas (un cincuenta por ciento de ellas) sólo pueden reunirse de esta manera incompleta. No es justo que se limiten a esta incompleta vida de fe. Aunque ya haga varias décadas que sucede, no podemos aceptarlo como una realidad invariable. Tiene que cambiar.

En la Biblia leemos: «El primer día de la semana nos encontramos para partir el pan» (Hch 20,7). La celebración de la santa misa todos los domingos se presenta en nuestro Catecismo como una obligación.

EL DÍA DEL SEÑOR Y LA CENA DEL SEÑOR ESTÁN INTRÍNSECAMENTE RELACIONADOS

El Día del Señor y la Cena del Señor son dos realidades que van de la mano; no deben separarse. ¿Por qué? Porque el Día del Señor es el día de la Resurrección, y la Cena del Señor es la celebración de este Retorno.

Desde los comienzos de la Iglesia primitiva, la forma de celebrar el Día del Señor fue siempre la celebración de la Cena.

No podemos acostumbrarnos a la triste realidad de que un gran número de comunidades no pueda tener eucaristía los domingos por falta de cura. No debemos verlo como algo que no se puede cambiar y que, por tanto, debe aceptarse. Por el contrario, hagamos todo lo posible por encontrar nuevas formas de ayudar a las comunidades en su celebración de la eucaristía dominical.

Reflexión:

• Hagamos una lista de las razones por las cuales el domingo y la eucaristía dominical están intrínsecamente relacionados.

• ¿Sabemos que algunas comunidades católicas se acostumbraron tanto a tener sólo una celebración de la Palabra los domingos que ya no lamentan este hecho?

• Compartimos nuestras experiencias al respecto.

• ¿Qué podemos hacer para recordarnos que domingo y eucaristía forman un todo?

AÑORAR LOS «BUENOS TIEMPOS» NO VA A AYUDARNOS

Esta ilustración podría titularse «Cada comunidad con su cura». Muchos de nosotros crecimos acostumbrados a ver y vivir esta realidad. En cada parroquia había una iglesia y una casa parroquial donde vivía el cura. Si la parroquia era grande, quizás hubiera sacerdotes auxiliares. Los curas atendían todas las necesidades religiosas del pueblo.

Pero muchos otros nunca vivieron tal situación. Ni siquiera pueden imaginarse que eso sea posible.

Reflexión:

• Vamos a hacer una lista de los numerosas consecuencias positivas de esta situación y otra de las muchas consecuencias negativas.

• Constantemente rezamos para que haya más vocaciones al sacerdocio. ¿Qué es lo que pedimos exactamen...

Índice

• Cubierta
• Portada
• Créditos
• Índice
• Introducción
• El propósito de este libro ilustrado
• EL ALTAR VACÍO
• Conclusión
• Anexo
• Información adicional