Psicoanálisis y familia

Nicolò, Anna Maria

• Editorial: Herder Editorial
• Año: 2015
• ISBN:
  9788425431975
• Categoría: Psicología
• Categoría: Historia y teoría en psicología

El libro hace un repaso histórico del desarrollo de la terapia familiar y revela la influencia, aportaciones y evolución de los recursos psicoanalíticos que se han ido implementando con el paso del tiempo, en Francia, Italia, Argentina y España. Las reflexiones recogidas en estas páginas analizan cuestiones como el funcionamiento interpersonal, patologías, vínculos, sueños, mitos, traumas, la violencia en la pareja y en la familia, y vienen avaladas por casos clínicos y experiencias contrastadas, que facilitan la comprensión de ciertas situaciones actuales, tales como la dificultad de la toma de decisiones, las nuevas formas de parentalidad o el papel de los sentimientos y los afectos.

1. Psicoanálisis familiar: una mirada retrospectiva ^*

Los profundos cambios de carácter cultural, social y económico que han caracterizado el panorama italiano y del resto del mundo occidental de finales del siglo XIX, es decir, la urbanización, el progreso tecnológico y la difusión del bienestar, han determinado, en el mismo período, la emergencia de un nuevo interés hacia la institución de la familia. Tanto en el ámbito de los estudios sociológicos como de los psicológicos, esta se ha transformado en el objeto de la investigación científica: dentro del enfoque sociológico nace, en aquel período, la sociología de la familia, mientras que en el ámbito de las disciplinas psicológicas se van delineando diferentes teorías pertenecientes a distintas orientaciones. En esta obra, analizaré las directrices principales que caracterizan al psicoanálisis aplicado a la familia.

Recordemos que en el ámbito del psicoanálisis, las primeras y embrionarias referencias ya aparecen en los escritos de Sigmund Freud. A pesar de que siempre ha centrado el eje del trabajo clínico en el individuo y nunca en la familia o la pareja, el fundador del psicoanálisis remonta la pulsión social y «los comienzos de su formación pueden ser hallados en círculos más limitados; por ejemplo, el de la familia» (Freud, 1921, p. 10). El pequeño Hans, cuyos problemas fóbicos se abordaron a través de un trabajo realizado por Freud sobre el padre, puede ser considerado el primer caso ante litteram de intervención familiar. La fobia de Hans, entre otros significados, tenía el objetivo –según Freud– de llamar la atención de los padres y hacer que el padre acudiera en ayuda del hijo (Freud, 1909).

En 1910, el estudio sobre Leonardo da Vinci centró nuevamente la atención en la constelación familiar, parte causal –según Freud– en la generación de la homosexualidad de Leonardo, unido a su madre por un vínculo muy intenso. Sin embargo, Freud permaneció reticente en toda su obra con respecto a «la intrusión de los conjuntos» en el análisis de pacientes individuales, e incierto con respecto al tratamiento de otros familiares. No obstante, a través de la teoría de las identificaciones introdujo en el plano teórico el tema de la intersubjetividad, y en Psicología de las masas y análisis del yo, dio un gran salto epistemológico.

La oposición entre psicología individual y psicología social o colectiva, que a primera vista puede parecernos muy profunda, pierde gran parte de su significación en cuanto la sometemos a más detenido examen. La psicología individual se concreta, ciertamente, al hombre aislado e investiga los caminos por los que el mismo intenta alcanzar la satisfacción de sus instintos, pero solo muy pocas veces y bajo determinadas condiciones excepcionales le es dado prescindir de las relaciones del individuo con sus semejantes. En la vida anímica individual aparece integrado siempre, efectivamente, «el otro», como modelo, objeto, auxiliar o adversario, y de este modo, la psicología individual es al mismo tiempo y desde un principio psicología social, en un sentido amplio, pero plenamente justificado.

Las relaciones del individuo con sus padres y hermanos, con la persona objeto de su amor y con su médico, esto es, todas aquellas que hasta ahora han sido objeto de la investigación psicoanalítica, pueden aspirar a ser consideradas como fenómenos sociales (1921, pp. 9-10).

Podríamos decir que, en la actualidad, este ha sido uno de los caminos marcados por el fundador del psicoanálisis que todavía sigue siendo desarrollado.

Elementos relativos a estas temáticas, todavía no formuladas de forma explícita, se pueden entrever de forma más consistente en los contemporáneos y discípulos de Freud.

Paul Federn, en sus estudios sobre psicosis, introdujo el concepto fundamental de «enfermedad de las fronteras del yo», cuyo origen ha de situarse en las alteraciones de la relación madre-hijo.

Sándor Ferenczi, que en la última fase de su vida llegó a una visión que se puede definir como interpersonal, dio también gran importancia a la relación madre-niño, convencido de que los traumas más profundos estaban relacionados con la calidad de esta relación en la primerísima infancia.

Con Melanie Klein y Anna Freud el psicoanálisis del niño y de la relación madre-niño crece y evoluciona hasta el punto de que sus teorías llegarán a constituir una importante referencia a la que el sucesivo desarrollo sobre psicoanálisis de la familia seguirá haciendo referencia.

Se debe a Klein la definición del concepto de «identificación proyectiva», entendida como la fantasía de poder liberarse de aspectos de sí mismo proyectándolos en otro y de poder controlarlos en el otro; dicha identificación puede ser considerada un mecanismo de funcionamiento relacional, en la medida en que el objeto de la identificación proyectiva es obligado a modificarse a causa de ella.

Anna Freud introdujo en el lenguaje psicoanalítico conceptos importantes, como el mecanismo de desplazamiento y de identificación con el agresor; conceptos que se prestan a explicar los juegos interactivos que se establecen entre individuos.

Las posiciones de Frieda Fromm-Reichmann y de Harry Stack Sullivan están aún más lejanas del enfoque centrado en lo intrapsíquico y, por el contrario, ponen de relieve la importancia del contexto y de las relaciones. Frieda Fromm-Reichmann, estadounidense de origen alemán, alejándose de la postura freudiana y aportando una revisión sustancial de la relación clínica con el esquizofrénico en el setting psicoanalítico, introdujo el concepto de «madre esquizofrenógena» (1948), dando forma de esta manera a una de las primeras interpretaciones relacionales del etiopatogénesis de un trastorno psicótico.

En el análisis de la personalidad, Sullivan realizó sucesivamente un desplazamiento de las relaciones y de los conflictos intrapsíquicos a las dinámicas interpersonales, de lo que se deduce que una persona es básicamente el producto de las relaciones con otros seres humanos. «Por lo que yo sé, cada ser humano tiene tantas personalidades como sus relaciones» (Sullivan, 1950). A partir de este concepto el autor llega a afirmar, de alguna manera, la grupalidad psíquica del sí mismo, con mucha antelación con respecto a los descubrimientos de las teorías...

Índice

• Cubierta
• Portada
• Créditos
• Índice
• Prólogo
• 1. Psicoanálisis familiar: una mirada retrospectiva
• 2. Los vínculos subjetuales y las patologías transpersonales
• 3. La folie à deux: hipótesis-modelo de un funcionamiento interpersonal
• 4. El sueño en la pareja y la familia
• 5. La familia y la psicosis. Un punto de vista psicoanalítico sobre las patologías transpersonales
• 6. Mitos familiares y vínculos patológicos
• 7. La familia recuerda: defensas transpersonales y traumas en la familia
• 8. La violencia en la pareja
• 9. Nuevas formas de parentalidad. Reflexiones a partir de un caso de reproducción asistida
• 10. La técnica en la psicoterapia psicoanalítica con la familia
• 11. La mediación familiar psicoanalítica
• Información adicional