Sigmund Freud: Obras Completas
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Sigmund Freuda? (1856-1939) fue un médico neurólogo austriaco de origen judío, padre del psicoanálisis y una de las mayores figuras intelectuales del siglo XX.Su interés científico inicial como investigador se centró en el campo de la neurología, derivando progresivamente hacia la vertiente psicológica de las afecciones mentales, investigaciones de las que daría cuenta en la casuística de su consultorio privado. Estudió en París, con el neurólogo francés Jean-Martin Charcot, las aplicaciones de la hipnosis en el tratamiento de la histeria. De vuelta a la ciudad de Viena y en colaboración con Josef Breuer desarrolló el método catártico. Paulatinamente, reemplazó tanto la sugestión hipnótica como el método catártico por la asociación libre y la interpretación de los sueños.? De igual modo, la búsqueda inicial centrada en la rememoración de los traumas psicógenos como productores de síntomas fue abriendo paso al desarrollo de una teoría etiológica de las neurosis más diferenciada. Todo esto se convirtió en el punto de partida del psicoanálisis, al que se dedicó ininterrumpidamente el resto de su vida.Freud postuló la existencia de una sexualidad infantil perversa polimorfa,? tesis que causó una intensa polémica en la sociedad puritana de la Viena de principios del siglo XX y por la cual fue acusado de pansexualista. A pesar de la hostilidad que tuvo que afrontar con sus revolucionarias teorías e hipótesis, Freud acabaría por convertirse en una de las figuras más influyentes del siglo XX. Sus teorías, sin embargo, siguen siendo discutidas y criticadas, cuando no simplemente rechazadas. Muchos limitan su aporte al campo del pensamiento y de la cultura en general, existiendo un amplio debate acerca de si el psicoanálisis pertenece o no al ámbito de la ciencia.La división de opiniones que la figura de Freud suscita podría resumirse del siguiente modo: unos le consideran más un gran científico en el campo de la medicina, que descubrió gran parte del funcionamiento psíquico humano; y otros lo ven especialmente como un filósofo que replanteó la naturaleza humana y ayudó a derribar tabúes, pero cuyas teorías, como ciencia, fallan en un examen riguroso.El 28 de agosto de 1930, Freud fue galardonado con el Premio Goethe de la ciudad de Fráncfort del Meno por su actividad creativa. También en honor de Freud, al que frecuentemente se le denomina el padre del psicoanálisis, se dio el nombre «Freud» a un pequeño cráter de impacto lunar que se encuentra en una meseta dentro de Oceanus Procellarum, en la parte noroccidental del lado visible de la Luna.

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Información

Año
2020
ISBN
9789176377437

XVII
LA INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS

Flectere si nequeo superos, acheronta movebo
1898-9 [1900]

PREFACIO A LA PRIMERA EDICIÓN

(1900)
AL proponerme exponer la interpretación de los sueños no creo haber trascendido los ámbitos del interés neuropatológico, pues, el examen psicológico nos presenta el sueño como primer eslabón de una serie de fenómenos psíquicos anormales, entre cuyos elementos subsiguientes, las fobias histéricas y las formaciones obsesivas y delirantes, conciernen al médico por motivos prácticos. Desde luego, como ya lo demostraremos, el sueño no puede pretender análoga importancia práctica; pero tanto mayor es su valor teórico como paradigma, al punto que quien no logre explicarse la génesis de las imágenes oníricas, se esforzará en vano por comprender las fobias, las ideas obsesivas, los delirios, y por ejercer sobre esa estos fenómenos un posible influjo terapéutico.
Mas precisamente esta vinculación, a la que nuestro tema debe toda su importancia, es también el motivo de los defectos de que adolece el presente trabajo, pues el frecuente carácter fragmentario de su exposición corresponde a otros tantos puntos de contacto, a cuyo nivel los problemas de la formación onírica toman injerencia en los problemas más amplios de la psicopatología, que no pudieron se considerados en esta ocasión y que serán motivo de trabajos futuros, siempre que para ello alcancen el tiempo, la energía y el nuevo material de observación.
Además, esta publicación me ha sido dificultada por particularidades del material que empleo para ilustrar la interpretación de los sueños. La lectura misma del trabajo permitirá advertir por qué no podían servir para mis fines los sueños narrados en la literatura o recogidos por personas desconocidas; debía elegir, pues, entre mis propios sueños y los de mis pacientes en tratamiento psicoanalítico. La utilización de este último material me fue vedada por la circunstancia de que estos procesos oníricos sufren una complicación inconveniente debida a la intervención de características neuróticas. Por otra parte, la comunicación de mis propios sueños implicaba inevitablemente someter las intimidades de mi propia vida psíquica a miradas extrañas, en medida mayor de la que podía serme grata y de la que, en general, concierne a un autor que no es poeta, sino hombre de ciencia. Esta circunstancia era penosa pero inevitable, de modo que me sometí a ella para no tener que renunciar, en principio, a la demostración de mis resultados psicológicos. Sin embargo, no pude resistir, naturalmente, a la tentación de truncar muchas indiscreciones omitiendo y suplantando algunas cosas; cada vez que procedí de tal manera no puede menos de perjudicar sensiblemente el valor de los ejemplos utilizados. Sólo me queda expresar la esperanza de que los lectores de este trabajo comprenderán mi difícil situación, aceptándola benévolamente, y espero, además, que todas las personas que se sientan afectadas por los sueños comunicados no pretenderán negar la libertad del pensamiento también a la vida onírica.

PRÓLOGO A LA SEGUNDA EDICIÓN

(1908)
EL hecho de que aun antes de completarse el primer decenio haya sido necesario editar por segunda vez este libro de tan difícil lectura, no se lo debo al interés de los círculos profesionales, a quienes me había dirigido con las presentes páginas. Mis colegas de la psiquiatría no parecen haberse esforzado por superar la extrañeza inicial que despertó mi nueva concepción del sueño; los filósofos de profesión, por su parte, acostumbrados a dar cuenta de la vida onírica cual si fuera un apéndice de los estados conscientes, concediéndole tan sólo unas pocas palabras -casi siempre las mismas que usan los psiquiatras-, no advirtieron a todas luces, que precisamente este hilo conduce a muchas cosas que han de provocar un profundo trastrueque de nuestras doctrinas psicológicas. La actitud de la bibliocrítica científica sólo prometía para esta obra mía la condena del silencio; la primera edición de este libro tampoco habría sido agotada por el pequeño grupo de animosos prosélitos que siguen mi guía en la aplicación médica del psicoanálisis y que interpretan sueños de acuerdo con mi ejemplo, para utilizar estas interpretaciones en el tratamiento de los neuróticos. En consecuencia, estoy en deuda con ese vasto círculo de personas ilustradas y ávidas de saber cuyo apoyo es para mí una invitación a emprender otra vez, al cabo de nueve años, esta tarea difícil y de tan múltiples aspectos fundamentales.
Me complace poder decir que hallé pocos motivos para introducir modificaciones. Aquí y allá inserté nuevo material, agregué algunos conocimientos surgidos de mi experiencia más extensa, intenté revisiones en unos pocos puntos; mas todo lo esencial sobre el sueño y sobre su interpretación, así como las doctrinas psicológicas derivadas del mismo, no sufrieron cambio alguno; por lo menos subjetivamente, han resistido la prueba del tiempo. Quien conozca mis restantes trabajos (sobre la etiología y el mecanismo de las psiconeurosis) sabrá que jamás hice pasar lo fragmentario por algo acabado y que siempre me esforcé por modificar mis formulaciones de acuerdo con el progreso de mis conocimientos; en el terreno de la vida onírica, en cambio, pude atenerme a mis palabras originales. En los largos años de mi labor con los problemas de la neurosis, muchas veces llegué a vacilar y en múltiples ocasiones me encontré confundido, pero siempre recuperé mi seguridad acudiendo a La interpretación de los sueños. Por consiguiente, mis adversarios científicos dan muestras de instintiva prudencia al no querer seguirme justamente en el terreno de la investigación onírica.
También el material de este libro -estos sueños propios, desvalorizados o superados en gran parte por sucesos ulteriores, estos sueños que me sirvieron para ilustrar las reglas de la interpretación onírica- demostró poseer, al revisarlo, una tenacidad que se oponía a toda modificación contundente. Para mí, este libro tiene, en efecto, una segunda importancia subjetiva que sólo alcancé a comprender cuando lo hube concluido, al comprobar que era una parte de mi propio análisis, que representaba mi reacción frente a la muerte de mi padre, es decir, frente al más significativo suceso, a la más tajante pérdida en la vida de un hombre. Al reconocerlo me sentí incapaz de borrar las huellas de tal influjo. Mas para el lector será indiferente en qué material aprende a considerar y a interpretar los sueños.
Cuando no me fue posible incluir en el contexto original una observación ineludible, indiqué mediante corchetes su pertenencia a la segunda edición.
Berchtesgaden, verano de 1908.

PRÓLOGO A LA TERCERA EDICIÓN

1911
MIENTRAS entre las dos primeras ediciones de este libro transcurrió un lapso de nueve años, la necesidad de una tercera edición ya se hizo notar a poco más del primer año. Bien puedo alegrarme por este cambio; pero tal como antes no acepté el desdén de mi obra por parte de los lectores como prueba de su escaso valor, tampoco puedo interpretar el interés ahora manifestado como demostración de su excelencia.
El progreso de los conocimientos científicos tampoco dejó de afectar a La interpretación de los sueños. Cuando redacté este libro en 1899, aún no había escrito Una teoría sexual y el análisis de las formas complejas de las psiconeurosis todavía estaba en sus comienzos. La interpretación onírica había de ser un recurso auxiliar que permitiera analizar psicológicamente las neurosis; desde entonces la comprensión profundizada de éstas repercutió a su vez sobre la concepción del sueño. La teoría misma de la interpretación onírica ha seguido desarrollándose en un sentido que no fue destacado suficientemente en la primera edición de este libro, pues gracias a la propia experiencia, como a los trabajos W. Stekel y de otros, pude prestar una consideración más justa a la amplitud e importancia del simbolismo en el sueño, o más bien en el pensamiento inconsciente. De tal manera, en el curso de estos años se han acumulado muchas cosas que exigían ser consideradas. He tratado de tener en cuenta estas novedades mediante múltiples agregados al texto e inclusión de notas al pie. Si estas adiciones amenazan romper algunas veces el marco de la exposición, o si en ciertas partes no fue posible llevar el texto primitivo al nivel de nuestros actuales conocimientos, ruego se considere benévolamente tales faltas del libro, ya que sólo son consecuencias e índices del acelerado desarrollo que actualmente sigue nuestra ciencia.
También me atrevo a predecir en qué sentidos se apartarán de éstas las futuras ediciones de La interpretación de los sueños -siempre que resulten necesarias-. Por un lado habrán de perseguir una vinculación más estrecha con el rico material de la poesía, del mito, los usos del lenguaje y el folklore; por otro, tratarán las relaciones del sueño con la neurosis y los trastornos mentales, aún más detenidamente de lo que aquí fue posible.
El señor Otto Rank me ha prestado grandes servicios en la selección de los agregados y ha tomado a su exclusivo cargo la corrección de las pruebas de imprenta. Tanto él como muchos otros que contribuyeron con colaboraciones y rectificaciones comprometen mi gratitud.
Viena, primavera de 1911.

PRÓLOGO A LA CUARTA EDICIÓN

1914
EL año pasado (1913) el doctor A. A. Brill, de Nueva York, concluyó la traducción inglesa de este libro (The interpretation of dreams, G. Allen & Co., Londres).
En esta ocasión el doctor Otto Rank no sólo se encargó de las correcciones, sino que también aportó al texto dos contribuciones propias (apéndice del capítulo VI).
Viena, junio de 1914.

PRÓLOGO A LA QUINTA EDICIÓN

1918
EL interés por La interpretación de los sueños tampoco ha decrecido durante la guerra mundial, planteando la necesidad de una nueva edición aun antes de que terminara aquella. Sin embargo, en esta edición no se pudo considerar plenamente la nueva literatura ulterior a 1914, pues, en lo que a la extranjera se refiere, ni siquiera llegó a conocimiento mío o del doctor Rank.
Una traducción húngara por los doctores Hollós y Ferenczi está próxima a su publicación. En mi Introducción al psicoanálisis, editada en 1916-17 por H. Heller, de Viena, la segunda parte, que comprende once conferencias, está dedicad a exponer el sueño de manera más elemental y en conexión más íntima con la teoría de las neurosis. En su conjunto estas conferencias constituyen un resumen de La interpretación de los sueños, aunque en determinados puntos presenten una conexión aún más minuciosa.
No pude decidirme a efectuar una reelaboración concienzuda de este libro, que si bien lo elevaría al nivel de nuestras concepciones psicoanalíticas actuales, destruiría, en cambio, su peculiaridad histórica. Creo que en su existencia de casi dos decenios ha quedado cumplida su misión.
Budapest-Steinbruch, julio de 1918.

PRÓLOGO A LA SEXTA EDICIÓN

1921
LAS dificultades que actualmente aquejan a las empresas editoriales tuvieron por consecuencia que esta nueva edición se retardara mucho más de lo que habría correspondido a la demanda y que por vez primera sea publicada como reimpresión fiel de la precedente. Tan sólo el índice bibliográfico, al final del volumen, ha sido completado y ampliado por el doctor O. Rank.
Mi presunción de que este libro habría cumplido su misión en casi dos decenios de existencia, no ha sido, pues, confirmada. Podría decir más bien que tiene una nueva misión que cumplir. Así como antes se trataba de ofrecer algunas nociones sobre la esencia del sueño, ahora no es menos importante contrarrestar los tenaces errores de interpretación a que están expuestas dichas nociones.
Viena, abril de 1921.

PRÓLOGO A LA OCTAVA EDICIÓN

1929
EN el lapso que media entre la última, séptima edición de este libro (1922), y la presente revisión, fueron editadas mis Obras completas por el Internationaler Psichoanalytischer Verlag, de Viena. En éstas el segundo tomo contiene el texto restablecido de la primera edición, mientras que todas las adiciones ulteriores están reunidas en el tercer tomo. En cambio, las traducciones aparecidas mientras tanto se ajustan a las publicaciones independientes de este libro, cabiendo mencionar la francesa, de I. Meyerson, publicada en 1926 con el título La Science des Rêves, por la Bibliothèque de Philosophie Contemporaine; la sueca (Drömtydning), efectuada en 1927 por John Landquist, y la castellana de Luis López Ballesteros y de Torres, que constituye los tomos VI y VII de las Obras completas. La traducción húngara, cuya inminente publicación anuncié ya en 1918, aún no ha aparecido.
También en la presente revisión de La interpretación de los sueños he tratado la obra esencialmente como documento histórico, introduciendo tan sólo aquellas modificaciones que me parecían imprescindibles para aclaramiento y la profundización de mis propias opiniones. De acuerdo con esta posición, he abandonado definitivamente el propósito de incluir en este libro la bibliografía aparecida desde su primera edición, excluyendo, pues, las secciones correspondientes que contenían las ediciones anteriores. Además, faltan aquí los dos trabajos «Sueño y poesía» y «Sueño y mito» que el doctor Otto Rank aportó a las ediciones precedentes.
Viena, diciembre de 1929.

PRÓLOGO A LA TERCERA EDICIÓN INGLESA DE «LA INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS »

1931
EN el año 1909 G. Stanley Hall me invitó a la Universidad de Clark, en Worcester, para que pronunciara allí mis primeras conferencias sobre psicoanálisis. El mismo año el doctor Brill publicó la primera de sus traducciones de obras mías, que al poco tiempo había de ser seguida por otras. Si el psicoanálisis desempeña hoy un papel en la vida intelectual de Estados Unidos o si está destinado a desempeñarlo en el futuro, gran parte del mérito deberá atribuirse a ésta y las demás actividades del doctor Brill.
Su primera traducción de La interpretación de los sueños apareció en 1913. Mucho ha ocurrido desde entonces en el mundo y mucho han cambiado nuestros conceptos acerca de las neurosis. Este libro, empero, con su nueva contribución a la psicología, que tanto sorprendió al mundo cuando fue publicado (1900), sigue subsistiendo sin modificaciones esenciales. Aún insisto en afirmar que contiene el más valioso de los descubrimientos que he tenido la fortuna de realizar. Una intuición como ésta el destino puede depararla sólo una vez en la vida de un hombre.
FREUD.
Viena, 15 de marzo de 1931.
Die Traumdeutung, en alemán el original, publicado por Franz Deuticke, Leipzig-Viena. La cita de Virgilio (La Eneida) la introduce Freud en una carta a Fliess el 4-12-1896; su traducción sería: «Si no puedo conciliar a los dioses celestiales, moveré a los del infierno.» (Nota del E.)
Estos corchetes fueron suprimidos en ediciones ulteriores.
A los trece años de publicarse la primera edición alemana. Abraham A. Brill tradujo por primera vez al inglés La interpretación de los sueños con el título de The Meaning of Dreams («El significado de los sueños»), George Allen & Co., Londres, 1913. En 1915 la misma casa dio una segunda edición. Publicada en 1930 la octava y última edición alemana con modificaciones sustanciales (véase el tomo XIX de estas Obras completas, págs. 203-234), el mismo Brill rehizo su anterior versión, adaptando incluso su título al original alemán: The interpretation of Dreams, tercera edición que fue publicada simultáneamente, en 1932, en Inglaterra y en Estados Unidos: George Allen & Unwin, Ltd., Londres y The Macmillan Company, Nueva York. En 1938 apareció una reimpresión popular editada por Random House, Inc., Nueva York. Para esta tercera edición Freud escribió el presente prólogo. (N. del T.)
Freud se refiere al volumen: Freud: Selected Papers on Hysteria and other Psychoneuroses, Nervous and Mental Disease Monograph Series, núm. 4, Nueva York, 1909. Para más detalles con respecto a las traducciones de Freud por Brill, véase la nota núm. 316. (N. del T.)

CAPÍTULO I
LA LITERATURA CIENTÍFICA SOBRE LOS PROBLEMAS ONÍRICOS

EN las páginas que siguen aportaré la demostración de la existencia de una técnica psicológica que permite interpretar los sueños, y merced a la cual se revela cada uno de ellos como un producto psíquico pleno de sentido, al que puede asignarse un lugar perfectamente determinado en la actividad anímica de la vida despierta. Además, intentaré esclarecer los procesos de los que depende la singular e impenetrable apariencia de los sueños y deducir de dichos procesos una conclusión sobre la naturaleza de aquellas fuerzas psíquicas de cuya acción conjunta u opuesta surge el fenómeno onírico. Conseguido esto, daré por terminada mi exposición, pues habré llegado en ella al punto en el que el problema de los sueños desemboca en otros más amplios, cuya solución ha de buscarse por el examen de un distinto material.
Si comienzo por exponer aquí una visión de conjunto de la literatura existente hasta el momento sobre los sueños y el estado científico actual de los problemas oníricos, ello obedece a que en el curso de mi estudio no se me han de presentar muchas ocasiones de volver sobre tales materias. La comprensión científica de los sueños no ha realizado en más de diez siglos sino escasísimos progresos; circunstancia tan generalmente reconocida por todos los que de este tema se han ocupado, que me parece inútil citar aquí al detalle opiniones aisladas. En la literatura onírica hallamos gran cantidad de sugestivas observaciones y un rico e interesantísimo material relativo al objeto de nuestro estudio; pero, en cambio, nada o muy poco que se refiera a la esencia de los sueños o resuelva definitivamente el enigma que los mismos nos plantean. Como es lógico, el conocimiento que de esas cuestiones ha pasado al núcleo general de hombres cultos, pero no dedicados a la investigación científica, resulta aún más incompleto.
Cuál fue la concepción que en los primeros tiempos de la Humanidad se formaron de los sueños los pueblos primitivos, y qué influencia ejerció el fenómeno onírico en su comprensión del mundo y del alma, son cuestiones de tan alto interés, que sólo obligadamente y a disgusto me he decidido a excluir su estudio del conjunto del presente trabajo y a limitarme a remitir al lector a las conocidas obras de sir J. Lubbock, H. Spencer, E. B. Taylor y otros, añadiendo únicamente por mi cuenta que el alcance de estos problemas y especulaciones no podrá ofrecérsenos comprensible hasta después de haber llevado a buen término la labor que aquí nos hemos marcado, o sea, la de «interpretación de los sueños».
Un eco de la primitiva concepción de los sueños se nos muestra indudablemente como base en la idea que de ellos se formaban los pueblos de la antigüedad clásica. Admitían éstos que los sueños se hallaban en relación con el mundo de seres sobrehumanos de su mitología y traían consigo revelaciones divinas o demoníacas, poseyendo, además, una determinada intención muy importante con respecto al sujeto; generalmente, la de anunciarle el porvenir. De todos modos, la extraordinaria variedad de su contenido y de la impresión por ellos producida hacía muy difícil llegar a establecer una concepción unitaria, y obligó a constituir múltiples diferenciaciones y agrupaciones de los sueños, conforme a su valor y autenticidad. Naturalmente, la opinión de los filósofos antiguos sobre el fenómeno onírico hubo de depender de la importancia que cada uno de ellos concedía a la adivinación.
En los dos estudios que Aristóteles consagra a esta materia pasan ya los sueños a constituir objeto de la Psicología. No son de naturaleza divina, sino demoníaca, pues la Naturaleza es demoníaca y no divina; o dicho de otro modo: no corresponden a una revelación sobrenatural, sino que obedecen a leyes de nuestro espíritu humano, aunque desde luego éste se relaciona a la divinidad. Los sueños quedan así definidos como la actividad anímica del durmiente durante el estado de reposo.
Aristóteles muestra conocer algunos de los caracteres de la vida onírica. Así, el de que los sueños amplían los pequeños estímulos percibidos durante el estado de reposo («una insignificante elevación de temperatura en uno de nuestros miembros nos hace creer en el sueño que andamos a través de las llamas y sufrimos un ardiente calor»), y deduce de esta circunstancia la conclusión de que los sueños pueden muy bien revelar al médico los primeros indicios de una reciente alteración física, no advertida durante el día.
Los autores antiguos anteriores a Aristóteles no consideraban el sueño como un producto del alma soñadora, sino como una inspiración de los dioses, y señalaban ya en ellos las dos corrientes contrarias que habremos de hallar siempre en la estimación de la vida onírica. Se distinguían dos especies de sueños: los verdaderos y valiosos, enviados al durmiente a título de advertencia o revelación del porvenir, y los vanos, engañosos y fútiles, cuyo propósito era desorientar al su...

Índice

  1. Cubierta
  2. Anteportada
  3. Portada
  4. Copyright
  5. Índice
  6. I CARTA SOBRE EL BACHILLERATO
  7. II PRÓLOGO Y NOTAS AL LIBRO DE BERNHEIM «De la Suggestion et de ses applications à la thérapeutique»
  8. III ESTUDIO COMPARATIVO DE LAS PARÁLISIS MOTRICES ORGÁNICAS E HISTÉRICAS
  9. IV UN CASO DE CURACIÓN HIPNÓTICA
  10. V CHARCOT
  11. VI ESTUDIOS SOBRE LA HISTERIA
  12. VI LAS NEUROPSICOSIS DE DEFENSA
  13. VIII OBSESIONES Y FOBIAS 1894
  14. IX LA NEURASTENIA Y LA NEUROSIS DE ANGUSTIA
  15. X CRÍTICA DE LA NEUROSIS DE ANGUSTIA
  16. XI PROYECTO DE UNA PSICOLOGÍA PARA NEURÓLOGOS
  17. XII LA HERENCIA Y LA ETIOLOGÍA DE LAS NEUROSIS
  18. XIII NUEVAS OBSERVACIONES SOBRE LAS NEUROPSICOSIS DE DEFENSA
  19. XIV LA ETIOLOGÍA DE LA HISTERIA
  20. XV LA SEXUALIDAD EN LA ETIOLOGÍA DE LAS NEUROSIS
  21. XVI LOS RECUERDOS ENCUBRIDORES
  22. XVII LA INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS
  23. XVIII LOS SUEÑOS
  24. XIX UNA PREMONICIÓN ONÍRICA CUMPLIDA
  25. XX PSICOPATOLOGÍA DE LA VIDA COTIDIANA
  26. XXI ANÁLISIS FRAGMENTARIO DE UNA HISTERIA
  27. XXII EL MÉTODO PSICOANALÍTICO DE FREUD
  28. XXIII SOBRE PSICOTERAPIA
  29. XXIV PSICOTERAPIA (TRATAMIENTO POR EL ESPÍRITU)
  30. XXV EL CHISTE Y SU RELACIÓN CON LO INCONSCIENTE
  31. XXVI TRES ENSAYOS PARA UNA TEORÍA SEXUAL 1905
  32. XXVII MIS OPINIONES ACERCA DEL ROL DE LA SEXUALIDAD EN LA ETIOLOGÍA DE LA NEUROSIS
  33. XXVIII LA ILUSTRACIÓN SEXUAL DEL NIÑO
  34. XXIX LA MORAL SEXUAL «CULTURAL» Y LA NERVIOSIDAD MODERNA
  35. XXX TEORÍAS SEXUALES INFANTILES
  36. XXXI PERSONAJES PSICOPÁTICOS EN EL TEATRO
  37. XXXII EL PSICOANÁLISIS Y EL DIAGNÓSTICO DE LOS HECHOS EN LOS PROCEDIMIENTOS JUDICIALES
  38. XXXIII EL DELIRIO Y LOS SUEÑOS EN LA «GRADIVA» DE W. JENSEN
  39. XXXIV LOS ACTOS OBSESIVOS Y LAS PRÁCTICAS RELIGIOSAS
  40. XXXV El POETA Y LOS SUEÑOS DIURNOS
  41. XXXVI FANTASÍAS HISTÉRICAS Y SU RELACIÓN CON LA BISEXUALIDAD
  42. XXXVII EL CARÁCTER Y EL EROTISMO ANAL
  43. XXXVIII GENERALIDADES SOBRE EL ATAQUE HISTÉRICO
  44. XXXIX LA NOVELA FAMILIAR DEL NEURÓTICO
  45. XL ANÁLISIS DE LA FOBIA DE UN NIÑO DE CINCO AÑOS (CASO «JUANITO»)
  46. XLI ANÁLISIS DE UN CASO DE NEUROSIS OBSESIVA («CASO EL HOMBRE DE LAS RATAS»)
  47. XLII OBSERVACIONES PSICOANALÍTICAS SOBRE UN CASO DE PARANOIA («DEMENTIA PARANOIDES») AUTOBIOGRÁFICAMENTE DESCRITO
  48. XLIII PRÓLOGO PARA LA PRIMERA EDICIÓN DE LA «RECOPILACIÓN DE ENSAYOS SOBRE LA TEORÍA DE LAS NEUROSIS, DE LOS AÑOS 1893 a 1906»
  49. XLIV PRÓLOGO PARA UN LIBRO DE WILHELM STEKEL
  50. XLV PRÓLOGO PARA UN LIBRO DE SÁNDOR FERENCZI
  51. XLVI PSICOANÁLISIS CINCO CONFERENCIAS PRONUNCIADAS EN LA CLARK UNIVERSITY (ESTADOS UNlDOS)
  52. XLVII EL PORVENIR DE LA TERAPIA PSICOANALÍTICA
  53. XLVIII EL PSICOANÁLISIS «SALVAJE»
  54. XLIX EJEMPLOS DE CÓMO LOS NEURÓTICOS REVELAN SUS FANTASÍAS PATÓGENAS
  55. L UN RECUERDO INFANTIL DE LEONARDO DA VINCI
  56. LI EL DOBLE SENTIDO ANTITÉTICO DE LAS PALABRAS PRIMITIVAS
  57. LII SOBRE UN TIPO ESPECIAL DE LA ELECCIÓN DE OBJETO EN EL HOMBRE
  58. LIII CONCEPTO PSICOANALÍTICO DE LAS PERTURBACIONES PSICÓGENAS DE LA VISIÓN
  59. LIV CONTRIBUCIONES AL SIMPOSIO SOBRE EL SUICIDIO
  60. LV FORMULACIONES SOBRE LOS DOS PRINCIPIOS DEL SUCEDER PSÍQUICO
  61. LVI EL SIGNIFICADO DE LA SUCESIÓN DE LAS VOCALES
  62. LVII EL EMPLEO DE LA INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS EN EL PSICOANÁLISIS
  63. LVIII LA DINÁMICA DE LA TRANSFERENCIA
  64. LIX CONSEJOS AL MÉDICO EN EL TRATAMIENTO PSICOANALÍTICO
  65. LX LA INICIACIÓN DEL TRATAMIENTO
  66. LXI EXPERIENCIAS Y EJEMPLOS DE LA PRÁCTICA ANALÍTICA
  67. LXII LA «FAUSSE RECONNAISSANCE» («DÉJÀ RACONTÉ») DURANTE EL PSICOANÁLISIS
  68. LXIII RECUERDO, REPETICIÓN Y ELABORACIÓN
  69. LXIV OBSERVACIONES SOBRE EL «AMOR DE TRANSFERENCIA»
  70. LXV ALGUNAS OBSERVACIONES SOBRE EL CONCEPTO DE LO INCONSCIENTE EN EL PSICOANÁLISIS
  71. LXVI CONTRIBUCIONES AL SIMPOSIO SOBRE LA MASTURBACIÓN
  72. LXVII SOBRE LA DEGRADACIÓN MÁS GENERALIZADA DE LA VIDA ERÓTICA
  73. LXVIII SOBRE LAS CAUSAS OCASIONALES DE LA NEUROSIS
  74. LXIX UN SUEÑO COMO TESTIMONIO
  75. LXX SUEÑOS CON TEMAS DE CUENTOS INFANTILES
  76. LXXI REPRESENTACIÓN DE LA «GRAN HAZAÑA» EN EL SUEÑO
  77. LXXII DOS MENTIRAS INFANTILES
  78. LXXIII LA DISPOSICIÓN A LA NEUROSIS OBSESIVA
  79. LXXIV TOTEM Y TABÚ
  80. LXXV MÚLTIPLE INTERÉS DEL PSICOANÁLISIS
  81. LXXVI EL TEMA DE LA ELECCIÓN DE UN COFRECILLO
  82. LXXVII EL «MOISÉS» DE MIGUEL ÁNGEL
  83. LXXVIII SOBRE LA PSICOLOGÍA DEL COLEGIAL
  84. LXXIX HISTORIA DEL MOVIMIENTO PSICOANALÍTICO
  85. LXXX CARTA AL DOCTOR FRIEDRICH S. KRAUSS SOBRE LA «ANTHROPOPHYTEIA»
  86. LXXXI «¡GRANDE ES DIANA EFESIA!»
  87. LXXXII PREFACIO PARA UN LIBRO DE OSKAR PFISTER
  88. LXXXIII PRÓLOGO PARA UN LIBRO DE MAXIM STEINER
  89. LXXXIV PRÓLOGO PARA UN LIBRO DE JOHN GREGORY BOURKE
  90. LXXXV HISTORIA DE UNA NEUROSIS INFANTIL (CASO DEL «HOMBRE DE LOS LOBOS»)
  91. LXXXVI COMUNICACIÓN DE UN CASO DE PARANOIA CONTRARIO A LA TEORÍA PSICOANALÍTICA
  92. LXXXVII INTRODUCCIÓN AL NARCISISMO
  93. LXXXVIII SOBRE LAS TRANSMUTACIONES DE LOS INSTINTOS Y ESPECIALMENTE DEL EROTISMO ANAL [1915] (1917)
  94. LXXXIX LOS INSTINTOS Y SUS DESTINOS
  95. XC LA REPRESIÓN
  96. XCI LO INCONSCIENTE
  97. XCII ADICIÓN METAPSICOLÓGIGA A LA TEORÍA DE LOS SUEÑOS
  98. XCIII DUELO Y MELANCOLÍA
  99. XCIV CONSIDERACIONES DE ACTUALIDAD SOBRE LA GUERRA Y LA MUERTE
  100. XCV LO PERECEDERO
  101. XCVI CARTA A LA DOCTORA VON HUG-HELLMUTH
  102. XCVII LECCIONES INTRODUCTORIAS AL PSICOANÁLISIS
  103. XCVIII VARIOS TIPOS DE CARÁCTER DESCUBIERTOS EN LA LABOR ANALÍTICA
  104. XCIX UN PARALELO MITOLÓGICO A UNA IMAGEN OBSESIVA PLÁSTICA
  105. C UNA RELACIÓN ENTRE UN SÍMBOLO Y UN SÍNTOMA
  106. CI UNA DIFICULTAD DEL PSICOANÁLISIS
  107. CII UN RECUERDO INFANTIL DE GOETHE EN «POESÍA Y VERDAD»
  108. CIII EL TABÚ DE LA VIRGINIDAD
  109. CIV SOBRE LA ENSEÑANZA DEL PSICOANÁLISIS EN LA UNIVERSIDAD
  110. CV LOS CAMINOS DE LA TERAPIA PSICOANALÍTICA
  111. CVI PARA LA PREHISTORIA DE LA TÉCNICA PSICOANALÍTICA
  112. CVII PEGAN A UN NIÑO
  113. CVIII ASOCIACIÓN DE IDEAS DE UNA NIÑA DE CUATRO AÑOS
  114. CIX LO SINIESTRO
  115. CX MÁS ALLÁ DEL PRINCIPIO DEL PLACER
  116. CXI INTRODUCCIÓN AL SIMPOSIO SOBRE LAS NEUROSIS DE GUERRA
  117. CXII SOBRE LA PSICOGÉNESIS DE UN CASO DE HOMOSEXUALIDAD FEMENINA
  118. CXIII PSICOLOGÍA DE LAS MASAS Y ANÁLISIS DEL YO
  119. CXIV SOBRE ALGUNOS MECANISMOS NEURÓTICOS EN LOS CELOS, LA PARANOIA Y LA HOMOSEXUALIDAD 1921 [1922]
  120. CXV OBSERVACIONES SOBRE LA TEORÍA Y LA PRÁCTICA DE LA INTERPRETACIÓN ONÍRICA
  121. CXVI J. POPPER-LYNKEUS Y LA TEORÍA ONÍRICA
  122. CXVII COMPLEMENTOS A LA TEORÍA ONÍRICA
  123. CXVIII EL SUEÑO Y LA TELEPATÍA
  124. CXIX PSICOANÁLISIS Y TELEPATÍA
  125. CXX OBSERVACIONES SOBRE EL INCONSCIENTE
  126. CXXI PSICOANÁLISIS Y TEORÍA DE LA LIBIDO
  127. CXXII UNA NEUROSIS DEMONÍACA EN EL SIGLO XVII
  128. CXXIII LA CABEZA DE MEDUSA
  129. CXXIV LA ORGANIZACIÓN GENITAL INFANTIL (ADICIÓN A LA TEORÍA SEXUAL)
  130. CXXV EL «YO» Y EL «ELLO»
  131. CXXVI ESQUEMA DEL PSICOANÁLISIS
  132. CXXVII NEUROSIS Y PSICOSIS
  133. CXXVIII LA PÉRDIDA DE LA REALIDAD EN LA NEUROSIS Y EN LA PSICOSIS
  134. CXXIX LA DISOLUCIÓN DEL COMPLEJO DE EDIPO
  135. CXXX EL PROBLEMA ECONÓMICO DEL MASOQUISMO
  136. CXXXI AUTOBIOGRAFÍA
  137. CXXXII LAS RESISTENCIAS CONTRA EL PSICOANÁLISIS
  138. CXXXIII EL «BLOCK» MARAVILLOSO
  139. CXXXIV PRÓLOGO PARA UN LIBRO DE THEODOR RElK
  140. CXXXV PRÓLOGO PARA UN LIBRO DE J. VARENDONCK
  141. CXXXVI PRÓLOGO PARA UN LIBRO DE JAMES J. PUTNAM
  142. CXXXVII PRÓLOGO PARA UN LIBRO DE MAX EITINGON
  143. CXXXVIII SR. D. LUIS LÓPEZ-BALLESTEROS Y DE TORRES
  144. CXXXIX EN MEMORIA DE JAMES J. PUTNAM
  145. CXL EN MEMORIA DE VÍCTOR TAUSK
  146. CXLI EN MEMORIA DE ANTON VON FREUND
  147. CXLII A SÁNDOR FERENCZI
  148. CXLIII LA EDITORIAL PSICOANALÍTICA INTERNACIONAL Y LOS PREMIOS PARA TRABAJOS PSICOANALÍTICOS
  149. CXLIV COMUNICACIÓN DEL DIRECTOR DE LA «REVISTA INTERNACIONAL DE PSICOANÁLISIS»
  150. CXLV CARTA A LA REVISTA «LE DISQUE VERT»
  151. CXLVI INHIBICIÓN, SÍNTOMA Y ANGUSTIA
  152. CXLVII LA NEGACIÓN
  153. CXLVIII LA SIGNIFICACIÓN OCULTISTA DEL SUEÑO
  154. CXLIX LOS LÍMITES DE LA INTERPRETABILIDAD DE LOS SUEÑOS
  155. CL LA RESPONSABILIDAD MORAL POR EL CONTENIDO DE LOS SUEÑOS
  156. CLI ALGUNAS CONSECUENCIAS PSÍQUICAS DE LA DIFERENCIA SEXUAL ANATÓMICA
  157. CLII PSICOANÁLISIS: ESCUELA FREUDIANA
  158. CLIII ANÁLISIS PROFANO
  159. CLIV EL PORVENIR DE UNA ILUSIÓN
  160. CLV FETICHISMO
  161. CLVI EL HUMOR
  162. CLVII UNA EXPERIENCIA RELIGIOSA
  163. CLVIII DOSTOYEVSKI Y EL PARRICIDIO
  164. CLIX EL MALESTAR EN LA CULTURA
  165. CLX PREMIO GOETHE DE 1930
  166. CLXI LA PERITACIÓN FORENSE EN EL PROCESO HALSMANN
  167. CLXII SOBRE LOS TIPOS LIBIDINALES
  168. CLXIII SOBRE LA SEXUALIDAD FEMENINA
  169. CLXIV SOBRE LA CONQUISTA DEL FUEGO
  170. CLXV CARTA A MAXIM LEROY SOBRE UN SUEÑO DE DESCARTES
  171. CLXVI MI RELACIÓN CON JOSEF POPPER-LYNKEUS
  172. CLXVII NUEVAS LECCIONES INTRODUCTORIAS AL PSICOANÁLISIS
  173. CLXVIII EL PORQUÉ DE LA GUERRA
  174. CLXIX PREFACIO PARA UN LIBRO DE AUGUST AICHHORN
  175. CLXX NOTA PARA UN TRABAJO DE E. PICKWORTH FARROW
  176. CLXXI PRÓLOGO DEL FOLLETO «DÉCIMO ANIVERSARIO DEL INSTITUTO PSICOANALÍTICO DE BERLÍN»
  177. CLXXII MENSAJE PARA LA «MEDICAL REVIEW OF REVIEWS»
  178. CLXXIII PALABRAS PRELIMINARES PARA UN LIBRO DE EDOARDO WEISS
  179. CLXXIV PREFACIO PARA UN LIBRO DE HERMANN NUNBERG
  180. CLXXV PRÓLOGO PARA UN LIBRO DE MARIE BONAPARTE
  181. CLXXVI A ROMAIN ROLLAND (1926)
  182. CLXXVII A ERNEST JONES, EN SU QUINCUAGÉSIMO ANIVERSARIO
  183. CLXXVIII MENSAJE PARA LA INAUGURACIÓN DE LA UNIVERSIDAD HEBREA
  184. CLXXIX CARTA SOBRE LA POSICIÓN FRENTE AL JUDAÍSMO
  185. CLXXX DISCURSO A LOS MIEMBROS DE LA SOCIEDAD B’NAI B’RITH
  186. CLXXXI CARTA A DAVID EDER
  187. CLXXXII CARTA AL BURGOMAESTRE DE LA CIUDAD DE PRIBOR
  188. CLXXXIII CARTA A PAUL FEDERN
  189. CLXXXIV EN MEMORIA DE JOSEF BREUER
  190. CLXXXV EN MEMORIA DE KARL ABRAHAM (1926)
  191. CLXXXVI EN MEMORIA DE SÁNDOR FERENCZI (1933)
  192. CLXXXVII MOISÉS Y LA RELIGIÓN MONOTEÍSTA: TRES ENSAYOS
  193. CLXXXVIII LA SUTILEZA DE UN ACTO FALLIDO
  194. CLXXXIX A THOMAS MANN, EN SU SEXAGÉSIMO ANIVERSARIO
  195. CXC UN TRASTORNO DE LA MEMORIA EN LA ACRÓPOLIS CARTA ABIERTA A ROMAIN ROLLAND, EN OCASIÓN DE SU SEPTUAGÉSIMO ANIVERSARIO
  196. CXCI CARTA A BARBARA LOW
  197. CXCII BORRADOR DE UNA CARTA A THOMAS MANN
  198. CXCIII LOU ANDREAS-SALOMÉ
  199. CXCIV ANÁLISIS TERMINABLE E INTERMINABLE
  200. CXCV CONSTRUCCIONES EN EL ANÁLISIS
  201. CXCVI LA ESCISIÓN DEL «YO» EN EL PROCESO DE DEFENSA
  202. CXCVII COMPENDIO DEL PSICOANÁLISIS
  203. CXCVIII ALGUNAS LECCIONES ELEMENTALES DE PSICOANÁLISIS
  204. CXCIX UN COMENTARIO SOBRE EL ANTISEMITISMO
  205. CC CARTA AL EDITOR DE «TIME AND TIDE» SOBRE EL ANTISEMITISMO EN INGLATERRA
  206. CCI TRES CARTAS A THEODOR REIK
  207. CCII DOS CARTAS A DAVID ABRAHAMSEN SOBRE WEININGER
  208. CCIII CARTA A CHARLES BERG SOBRE SU LIBRO «WAR IN THE MIND»
  209. CCIV CONCLUSIONES, IDEAS, PROBLEMAS
  210. CCV LOS ORÍGENES DEL PSICOANÁLISIS
  211. [DIE VERDRÄNGUNG]
  212. GLOSARIO DE TÉRMINOS ALEMANES Y VARIANTES DE TRADUCCIÓN