Líderes en crecimiento

Reflexiones sobre el liderazgo, la vida y Jesús

James Lawrence

• Editorial: Ediciones PUMA
• Año: 2020
• ISBN:
  9786124252587
• Categoría: Théologie et religion
• Categoría: Religion

Las iglesias de América Latina han experimentado, en las últimas décadas, un rápido y notorio crecimiento numérico en un contexto de mutación religiosa y pérdida de confianza en los líderes y en las constituciones. Por consiguiente, uno de los asuntos clave de la agenda actual de las iglesias está relacionado con la necesidad de formar líderes capaces de responder tanto a los grandes desafíos dentro de las comunidades de fe como a los que emergen de la sociedad y cultura cambiantes. El propósito de este libro es responder, desde la perspectiva cristiana, a esta necesidad.

Quinta parte

Los líderes en crecimiento cultivan su capacidad

En la quinta parte consideramos cuatro competencias esenciales en el liderazgo. Si los líderes no se lideran primero a sí mismos y a quienes están más cerca de ellos, tienen poca autoridad para liderar a otros; si no encarnan los valores que afirman, carecen de integridad; si no disciernen, articulan e implementan su visión, nadie sabrá a dónde se dirigen o cómo llegar, y si no capacitan a otros, no dejarán a nadie capaz de tomar la posta después de ellos. Todas esas condiciones surgen de partes anteriores del modelo y están íntimamente relacionadas con éstas.

Preludio 8

Jude (11), en su diario

Papá, eres genial. NO, no lo eres. VOLVIÓ a hacerlo. Prometió a mamá que regresaría a tiempo para llevarnos al cine, pero llegó tarde. Apenas logramos llegar, y mamá estaba muy angustiada. No entiendo por qué tiene que trabajar tanto. Sé que Jesús es muy importante, y es bueno que otras personas puedan conocerlo, pero ¿por qué mi papá tiene que dedicar todo el tiempo a trabajar por Jesús en la iglesia, y apenas treinta segundos por semana a nosotros? No es justo. Vive diciendo que lo lamenta, pero las cosas no cambian. Creo que por eso mamá está harta. La encontré llorando el otro día. Eso me pone triste. Eh, Jesús, ¿no puedes compartir a papá con nosotros? Nosotros también lo queremos.

Capítulo 8

Los líderes se lideran a sí mismos y a sus más cercanos

Autoliderazgo. Nadie —repito, nadie— puede hacerlo por nosotros. Cada líder tiene que hacer su trabajo solo, y no es fácil. De hecho, porque es un trabajo tan arduo, muchos líderes lo evitan. Preferimos intentar inspirar o controlar la conducta de otros que enfrentar el trabajo riguroso de la reflexión sobre uno mismo y el crecimiento interior.

— Bill Hybels104

¿Qué imágenes vienen a la mente cuando se menciona la palabra “líder”? Probablemente nuestra imaginación se llene de figuras de comandantes que lideran sus tropas en la batalla, políticos que lideran a su pueblo en tiempos turbulentos, héroes que conducen a sus seguidores fuera del peligro. Los cristianos posiblemente también piensen en personajes de la Biblia como Moisés liderando a su pueblo fuera de Egipto, David guiando a su pueblo en la batalla y Nehemías dirigiendo la reconstrucción de Jerusalén. Pero no podemos permitir que ése sea nuestro primer pensamiento. Retiremos entonces el video y pongamos una serie diferente de imágenes. En efecto, las epístolas pastorales y buena parte del Nuevo Testamento nos recuerdan que los líderes deben liderarse primero a sí mismos y a quienes les son cercanos, antes de pretender liderar a otros. Un periodista una vez preguntó al evangelista y ministro, D. L. Moody, qué personas le habían dado más trabajo. La respuesta inmediata del evangelísta fue: “He tenido más trabajo con D. L. Moody que con cualquier otra persona”.105

En el entusiasmo de lo que Dios está haciendo, la presión de las tareas por hacer y el cansancio del exceso de actividad, con frecuencia prestamos la menor atención al liderazgo de nosotros mismos y de los que tenemos más cerca. Seguramente, por eso Pablo anima firmemente a Timoteo a prestar atención a ese aspecto; por lo tanto, las dos primeras competencias para el liderazgo continúan nuestra exploración de los temas relacionados con el carácter.

Liderarnos a nosotros mismos

Al escribir a Timoteo, Pablo le aconseja: Ten cuidado de tu conducta y de tu enseñanza. Persevera en todo ello, porque así te salvarás a ti mismo y a los que te escuchen (1Ti 4.16). No se trata de una simple preocupación por salvarnos a nosotros mismos; se trata de honrar a nuestros oyentes, a quienes lideramos.

Más atrás en la carta, Pablo aconseja a Timoteo lo que debe buscar en los líderes potenciales (1Ti 3.1–13). Esta lista es un excelente punto de partida para cualquiera que quiera asumir un liderazgo, porque necesitamos abrirnos paso a través de esas áreas para evitar sucumbir a las tentaciones astutas y sutiles. Se han escrito libros enteros sobre la mayoría de esos temas, de manera que no puedo entrar en mucho detalle en unos pocos párrafos. En lugar de eso, mi meta es permitir que esta parte de la Biblia nos recuerde las áreas en las cuales fuimos llamados a liderarnos a nosotros mismos, y si fuera necesario, hacernos remorder la conciencia a fin de que se nos recuerde dónde puede Dios querer que cambiemos. En las notas al final he enumerado otros recursos por si desea explorar algún área con mayor detalle.

Irreprochable

La palabra “reprochar” (utilizada en la traducción Reina Valera) significa ‘culpar, reprender o censurar’. Si una persona es “irreprochable”, no hay nada en su vida que pueda dar pie al enemigo para atacarla o condenarla. La fuerza de la palabra utilizada aquí está en el presente: tiene que ver con cómo estamos viviendo ahora. ¿Somos irreprochables? ¿Hay algo actualmente en nuestra vida que nuestro periódico local podría utilizar como titular de tapa para escandalizar a la comunidad? La experiencia de trabajar con líderes me dice que, con mayor frecuencia de la que imaginamos, la respuesta a esa pregunta es “sí”. Generalmente, el único que conoce los “trapos sucios” es la persona implicada, que vive diariamente con el temor de ser descubierta. ¿Qué podemos hacer si estamos en esa situación? Podemos decírselo a alguien.106 Parte del poder de los “trapos sucios” radica en la habilidad del enemigo para generar en torno a ellos engaño, mentiras y aislamiento. Naturalmente, debemos ser sabios respecto a quién contárselo, pero alguien tiene que saberlo, y ayudarnos a pensar qué hacer. No hay manera de destacar esto lo suficiente.

Muchos excelentes líderes tienen algo guardado, creyendo que pueden manejarlo por su cuenta. Y luego, un día, alguien lo descubre. El escándalo que sigue no solamente daña o destruye al líder, sino también las relaciones, las comunidades cristianas y el nombre de Cristo. Luchar en soledad no es una opción segura. No importa lo grande o pequeño que sea el asunto; es fundamental encontrar a alguien en quien confiar y hallar alguna manera de salir adelante. A veces, en casos extremos, puede significar que el líder se haga a un lado de su posición como tal para resolver las cosas. Es mejor eso que traer mala reputación al nombre de Cristo y daño a aquellos que más nos interesan. Sin embargo, normalmente implica recibir el consejo sabio de un amigo, colega o consultor cristiano, y ubicarnos en un lugar seguro de cuidado y responsabilidad.

Esposo de una sola mujer

Se ha escrito mucho acerca de esta frase controvertida del versículo 2. Algunos sostienen que muestra claramente que los líderes cristianos deben ser hombres, casados y no divorciados. Otros argumentan que Pablo escribe a Timoteo acerca de la iglesia en Éfeso, y que las instrucciones eran para una situación específica de derrumbe de las prácticas normativas del liderazgo del Nuevo Testamento.107 Mi posición es que no importa lo que pensemos que quiere decir este pasaje, debemos ser fieles a él en forma completa, y no selectivamente. Por lo tanto, decir que impide que las mujeres tengan funciones de dirigencia en la iglesia, sin excluir también a los hombres solteros, no es una opción.

Dada la presencia de poligamia en su sociedad, el mandamiento de Pablo es literalmente “ser hombre de una sola mujer”. ¿Somos absolutamente fieles a nuestra esposa, no solamente en los hechos, sino también en pensamiento y palabra? ¿Cómo manejamos los pensamientos adúlteros, las aventuras que pasan por la mente, la conducta lujuriosa, el flirteo inapropiado y la pornografía? Conozco pocos hombres que no luchan con alguno de esos aspectos. También he descubierto que son una lucha para muchas mujeres. Ésta es otra área crítica en la que debemos liderarnos a nosotros mismos, en lugar de llenar nuestra mente con pensamientos que nos harán descarriar.

Para la mayoría de las personas, esto significará poner bajo sujeción nuestros esquemas de pensamiento, ser transformados por la renovación de nuestra mente (Ro 12.2), y no permitirnos abrigar pensamientos inapropiados. He descubierto que ayuda identificar el momento en que es posible que uno sea tentado, y construir defensas extra para esas oportunidades. Yo soy particularmente susceptible cuando estoy cansado, inmediatamente después de una “cumbre en el ministerio”, y cuando estoy lejos de casa. Un amigo mío siempre quita la antena aérea del televisor de la habitación del hotel si se aloja solo, y lo deja en su automóvil hasta que se va. También he descubierto que me resulta útil hablar con mi amigo más cercano, Rob, sobre las principales luchas que tengo en esta área, y pedirle que me haga responsable. El solo saber que otro sabe, con frecuencia es suficiente para impedirme hacer alguna insensatez. Pero reconozco que para algunos esta área es de gran...

Índice

• Cover
• Sinopsis
• Portada
• Créditos
• Comentarios sobre el libro
• Agradecimientos
• Presentación
• Prólogo
• Prefacio
• Introducción
• Primera parte: El liderazgo hoy
• Segunda parte: Los líderes en crecimiento saben que fueron elegidos
• Tercera parte: Los líderes en crecimiento disciernen el llamado de Dios
• Cuarta parte: Los líderes en crecimiento desarrollan un carácter como el de Cristo
• Quinta parte: Los líderes en crecimiento cultivan su capacidad
• Sexta parte: Los líderes en crecimiento lideran en comunidad
• Recursos
• Acerca del autor