A veces la vida

Esmeralda Berbel

• Editorial: Salto de página
• Año: 2020
• ISBN:
  9788418236129
• Categoría: Literature
• Categoría: Literature General

"Doquiera que el hombre va lleva consigo su novela", Benito Pérez Galdós en Fortunata y Jacinta. Este libro es un buen ejemplo. Porque son las historias de doce vidas, muchas de ellas al límite, rotas en algún momento contadas por sus protagonistas a Esmeralda Berbel y luego tamizadas por el talento literario de la autora sin perder su autenticidad y su verdad. Son historias condensadas pero con extravíos, éxitos y grandes fracasos que se leen conteniendo la respiración. Historias reales que marcan la fina línea entre el éxito y el fracaso, entre la desolación y las ganas de vivir. Vidas en crudo, sinceras, que dejarán al lector conmovido.

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Un mundo interior

BARCELONETA, 11 DE LA MAÑANA

EN EL BAR DEL MERCADO

22 de junio de 2010

Acabo de oír tu llamada, pero te he reconocido antes.

¡¿Cómo?!

Dijiste que dejarías un libro encima de la mesa y he visto el libro.

Es verdad. ¿Te parece bien aquí o prefieres otro sitio?

Está bien.

¿Qué quieres tomar?

Lo que sea.

¿Lo que sea?

Sí. Lo que sea.

Bueno, tendrás que pedir algo.

Lo que sea.

Un agua con gas.

He hablado con tu educador social y…

Sí, ya lo sé. Me parece bien.

Entonces ¿podemos empezar hoy?

Está bien.

¿Hasta qué hora tienes tiempo?

Hasta las dos, hoy no trabajo, aunque por la tarde empiezo a editar.

¿A editar?

Estoy rodando un documental. ¿Empiezo?

Sí, cuando quieras.

Ahora está bien.

Yo creía que iba a haber una guerra en España y entonces eché a andar, me puse a andar, me fui por el Empordà, me, o sea, yo quería salvar el honor de mi familia y quería conocer a los que, me cuesta un poco continuar, es que si lo escribes no me puedo concentrar. No puedo seguir, a lo mejor si me ayudas a organizarme un poco. Es que yo vivo en un mundo en que cualquier idea me lleva a otra. Yo veía en una tienda, por ejemplo, Muebles Molina y ya creía que era un mensaje. Y esto lo veía en todo, me pasaba con todo. Como si fueran mensajes del cielo. Todo quería decir algo. ¿Por dónde sigo? ¿Me puedes ayudar?

Empieza por el principio, dónde naciste, quiénes son tus padres…

Yo nací en Nuestra Señora del Pilar, en el año 74. Mi padre era un estudiante colombiano que vino aquí a estudiar Ingeniería y mi madre le alquiló una habitación. Ella se ganaba la vida haciendo bisutería y alquilando una habitación, en esa época ella vivía con mi abuela y mi hermana. Mi madre murió el año pasado, ahora vivo solo con mi padre, aquí, en la Barceloneta. Mi hermana es de otro padre, de uno que se portó muy mal con mi madre, un falangista radical que al final la dejó por otra. Le alquiló la habitación y empezaron a conocerse. Mi hermana se llama Olga, ella me cuida económicamente, pero no quiere que yo conozca a sus hijas. Creo que mi hermana está muy asustada porque una vez la llamé por teléfono y le dije que era una hija de puta porque yo tenía unos dolores muy fuertes y que era ella la que me los provocaba. Alguna vez me llama, pero casi no la veo. ¿Por dónde sigo?

Tu padre vino aquí a hacer una carrera, ¿la acabó?

No, no era buen estudiante. Yo tampoco. Mira, mi madre quiso que yo fuera a un buen colegio y me llevó al Sagrados Corazones, en Sarria, y a mí lo que me gustaba era estar con mis compañeros y ver las series de entonces. Estudiaba lo justo para aprobar y poder tener tiempo para ver Star Trek, que era una nave espacial que se dedicaba a explorar otros mundos; Cosmos, de Carl Sagan, que era un documental divulgativo científico y también hablaba de otros mundos, yo veía todo esto con doce o trece años y me fascinaba; ah, también Alfred Hitchcock presenta, que era una serie de media hora de historias diferentes, de cosas extraordinarias; La dimensió desconeguda, de esta me acuerdo muy bien porque era un hombre enamorado que se va al espacio a hacer un viaje interestelar y durante los ochenta años que dura el viaje solo piensa en la chica de la que está enamorado, y cuando vuelve se encuentran y ella ya es muy mayor, no me acuerdo del final, solo que él piensa siempre en ella. Eso era lo que más me gustaba y mi madre me dejaba ver todas las series que quería, le parecía bien, no me ponía límites porque ella era muy permisiva conmigo.

Cuando yo tenía cinco años no sé qué pasó que mi padre se fue a vivir a Colombia, me dijeron que aquí no encontraba trabajo, y volvió cinco años después. Nunca más volvieron a vivir juntos. Yo no recuerdo nada, no sé qué me pasó a mí, era muy pequeño, sí recuerdo que él me envió una carta para que fuera a verlo y ella no me dejó. Yo no podía hacer nada y además yo era muy de mi madre, la admiraba mucho porque era muy bonita, era muy bonita en su manera de ser. Luego él volvió y todo cambió, es que él tuvo un problema con mi hermana, es un poco íntimo de contar y yo todo eso lo supe más tarde. Antes de que él se fuera, mi hermana tenía diez años y se ve que abusó de ella alguna vez. Y cuando llegó, todo cambió, él se quedó en el piso de la Barceloneta y nosotros nos fuimos al de mi abuela, nos dividimos. Íbamos todos los días a comer o a cenar con él. Discutían mucho, pero a veces también se querían, tengo algún recuerdo muy bonito: los dos haciendo una paella y hablando, los recuerdo entendiéndose y eso me producía a mí felicidad. Sí. Otras veces discutían porque él no tenía nada para comer y ella llegaba tarde, y es que a mi madre se le acumulaba el trabajo y él se enfadaba, a mí me dolía mucho que discutieran, sí, me dolía. Yo no decía nada. Nunca. Veía una tormenta y esperaba a que pasara la tormenta. Mi madre tenía razón, pero se excusaba, no se enfrentaba, le decía: «He tenido que ir a una tienda a vender».

Ahora mismo, con mi padre hablo lo justo para que no se enfade. Para que haya un buen ambiente en casa, lo que hago es no hablar. Me ha dicho que a lo mejor se va a Colombia a pasar su vejez, pero yo creo que si lo necesito no se irá, que se quedará conmigo. Yo sé que él me quiere. Mi madre era un amor diferente, más sincero. Ella ahora me estaría esperando en el balcón y me diría: «Hola, David». Me estaría esperando. Él a veces me ha abrazado y a veces me dice de ir a dar un paseo, y eso me gusta. Yo creo que antes era muy machista y ahora se ha ido reciclando. Como las botellas. Sí. La vida lo ha moldeado un poco.

Nunca he hablado con él de los abusos. Él lo que me ha explicado es que ella iba detrás suyo. Mi hermana dice que él abusaba. A mí no me gusta hurgar. Lo que me explican es lo que sé. No hurgo en las heridas. Es posible que sea bueno hurgar, pero yo no he aprendido eso, no soy así. Yo tengo mi dibujo y con eso vivo. Ese es mi puzle. Mi hermana ha conseguido tener éxito en la vida, quizá por lo que le pasó se ha distanciado, se volvió muy independiente, no lo sé, yo la veo feliz. A veces me escribe correos porque ella me da dinero, pero no me explica nada. Esto me lo explicó porque era obligatorio. Yo preguntaba: «¿Por qué no quieres ver a mi padre?». Y ella me lo dijo. Recuerdo que fue mi abuela la que le dijo a mi padre que se fuera a otra casa, porque un día se encontraron y mi hermana cogió una botella y se la quería tirar a la cabeza. Ella sí que se rebeló. Mi abuela sabía lo de los abusos, pero no hizo nada, no. Mi madre todo lo que me explicó es que un día se los encontró en la cama. No sé cómo lo veían ellas, lo verían de otra manera cuando le dejaron volver a casa. A mí esto me ha hecho ser más hermético, no querer contar mis cosas, aunque ahora te las estoy contando, creo que me va bien, creo que esto de mi hermana me ha hecho más retraído. A otros niveles no sé en qué me ha afectado. Todo el mundo tiene problemas, esto es lo que me ha pasado a mí.

Mi madre me lo contó y me dijo algo más, pero no lo recuerdo. Sé que ella estuvo mucho tiempo muy preocupada, pero no sabía bien qué hacer. Mi hermana se ponía furiosa con mi madre por cualquier cosa; ella se ha puesto muy triste cuando se ha muerto, pero no la quería igual que yo. Mi hermana puede vivir sin ella y para mí ha sido muy fuerte. Nosotros estábamos las veinticuatro horas juntos menos cuando me dieron los delirios y me iba de casa, me iba a caminar por ahí y la dejaba sola. Eso fue un fallo mío. Tenía que haber estado más por ella. Ahora me siento culpable. Me siento culpable, sí, pero es que empezaron los delirios.

Empezaron en el 99, empezaron suaves, pero me fui a la mili y ahí me explotó todo. Todo se empezó a rebelar. Se empezó a expresar.

Nosotros hemos sido de palabras justas. Yo nunca he hablado más de la cuenta. En el delirio es mi mente la que habla sin parar, pero todo es interno, yo no hablo. Me doy y me quito la razón continuamente, pero no me pongo a hablar. No es una mente escindida, eso es un mito de la esquizofrenia. No es una doble personalidad. Tú siempre te sientes igual, pero ves las cosas diferentes. ¿Me entiendes? No estás escindido. Te crees que todo es causal y crees que hablas con los políticos y con la gente que habla por la tele. Oyes voces que vienen de todas partes. Cuando oigo voces me siento muy extraño, todo me empieza a dar asco y creo que me van a robar.

¿Puedo pedir más agua con gas?

Claro.

Mi madre me cuidó tanto, ya ves que me llevó a un buen colegio, a una escuela de pago. En tercero de BUP tuve un problema, suspendí el curso porque me había enamorado tanto que no podía estudiar, y no le decía nada a la chica porque siempre he pensado que si hablas más de la cuenta te va a ir mal. Eso lo he tenido siempre. Era muy tímido y solo hablaba con mi madre. Pues ahí estaba tan enamorado que no me podía concentrar en estudiar, y como mis amigos se iban a estudiar a Estados Unidos mi madre me buscó un contacto de una mujer que me podía acoger para que yo también me fuera a estudiar, sabía un poco de inglés y ahí aprendí del todo. Eso fue lo mejor que me ha pasado en la vida, irme allí. Estudiar no me interesaba, nunca me había interesado hasta ahora, ahora me interesa mucho, ahora estudio Biología, Química y Matemáticas, me cuesta mucho concentrarme, pero me lo impongo. Yo quería ser bioquímico, que es la biología de la vida, lo quería hacer porque mi idea era hacer productos audiovisuales científicos. He estado muchos años en BTV colaborando durante seis años, reportajes del barrio, de Ciutat Vella, noticias para los informativos,

Cuando volví de Estados Unidos estudié en la UNED, estudié Química, pero aprobé solo Biología, con un bien. A mí lo que me gusta es aprender, pero no soy bueno memorizando y por eso no me veo capaz de sacarme una carrera, no puedo memorizar porque mi dificultad es la falta de concentración, en cuanto me aburro me desconcentro. Y en BTV lo que me pasaba es que todo era entretenido y no estaba solo en una habitación estudiando. Tuve que dejar la carrera de la UNED, preferí el trabajo de la tele. Ahora aprendo solo y eso me gusta, voy a mi ritmo. Tengo la bibliografía de la universidad y me guío con eso.

Y aunque mi madre no está, yo siento que ella me está ayudando desde donde está, que me da fuerza; mira, justo al morir me dieron un trabajo. Me lo recomendó la novia de mi mejor amigo. Y también fue él quien me aconsejó que fuera a buscar el certificado de discapacitado, eso fue hace tiempo, pero no lo hice porque mi madre no quería que me lo dieran, eso era aceptar que yo estaba enfermo y ella no lo aceptaba. No quería que me medicaran, pero cuando ella se puso enferma nos quedamos sin dinero y mi padre insistió en que me lo dieran para que cobrara una paga; yo no tenía nada de dinero, mi madre tampoco y mi padre tampoco. Estábamos todos sin trabajo. Cogí el certificado y más tarde me fui a esa empresa a por el trabajo. Si me hubieran dado el trabajo cuando mi madre estaba viva, no lo hubiera cogido porque yo quería estar con mi madre. Ella se quedó sin habla. Murió a los setenta y nueve, era veinte años mayor que mi padre, eso no te lo había dicho. Se conocieron cuando él tenía veintitrés y ella cuarenta y tres. Él la iba a ver a la residencia, pero no era como yo, no sentía como yo. Todos los domingos íbamos juntos a verla. Yo creo que mi padre la quería a su manera, sí, porque ha tenido novias, pero nunca ha vivido con nadie. Dice que ella es una persona muy buena, que tenía mucha bondad. Solo los vi juntos para comer y cenar. No sé si tenían relaciones, ni idea.

Yo nunca me he acercado a decirle nada a una chica, no me atrevo. Puede que el amor de mi vida sea mi madre. En el entierro, una tía me dijo: «La teva mare n’estava molt de tu». Solo me separaba de ella cuando hacía algún viaje, y no la echaba en falta porque tenía tantas cosas nuevas que ...

Índice

• Cubierta
• En los jardines, con Pablo
• Opus Dei in memoriam
• La historia de Lo
• En las montañas de Luchon
• Llámame Candela
• Jana Hikikomori
• Yo soy Manuel
• Un mundo interior
• Yo también tengo mi historia
• Padre Cristian
• Safura
• Doctor Jaume Ollé