Norte de la Costa Brava
El sector litoral más septentrional de Catalunya se caracteriza por un relieve accidentado, donde diversos sistemas montañosos caen sobre el mar formando escarpados acantilados que le atorgan un aspecto agreste y salvaje. De ahí el apelativo de Costa Brava.
El Empordà es una de las demarcaciones históricas más antiguas de Catalunya, que corresponde a grandes rasgos al condado medieval de Empúries, y constituye geográficamente una gran llanura costera entre los Pirineos y Les Gavarres. Se divide administrativamente en las comarcas del Baix Empordà y Alt Empordà. Esta última se emplaza en el sector más septentrional, en la llanura aluvial del río Muga y el Fluvià, y tiene a Figueres como capital, que desplazó a las ciudades históricas de Castelló d’Empúries y Peralada gracias a su privilegiada situación en un cruce de comunicaciones. Cuenta con el encanto que le confiere la belleza del paisaje mediterráneo, con viñedos y olivares que trepan por las laderas montañosas a través de bancales o terrazas, antiguas masías diseminadas y pequeños núcleos agrupados en torno a las iglesias o a los antiguos castillos y casas señoriales. Hacia el litoral, una serie de sistemas montañosos se precipitan abruptamente sobre el mar Mediterráneo y forman una costa accidentada, de acantilados rocosos que le otorgan un aspecto adusto y salvaje, con pinedas que llegan hasta la misma orilla del agua y playas escondidas entre los salientes.
Los aspectos del paisaje más característicos de esta costa están reunidos en la zona protegida del Parc Natural del Cap de Creus, una península que se adentra diez kilómetros en el mar y forma un litoral extremadamente abrupto, de aguas profundas, con altos acantilados, islotes y arrecifes de rocas descarnadas por la erosión, y recónditas calas de aguas transparentes accesibles solo por mar.
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Castelló d’Empúries
Antigua capital y residencia de los condes de Empúries, esta villa condal preserva los vestigios de su capitalidad medieval, con un recinto histórico que mantiene su trazado original, parte de las murallas y uno de sus portales de entrada.
Su monumento más destacado es la iglesia de Santa Maria, construida entre los siglos XIII y XV con una estructura y unas dimensiones propias de una catedral, dignidad a la que nunca accedió, y convertida hoy en uno de los ejemplos más interesantes de la arquitectura religiosa gótica de Catalunya. Bautizada como "la catedral de l'Empordà" por Josep Pla, destaca su gran portada gótica con arcos de mármol finamente trabajados y, en el espacio interior, paradigma del gótico mediterráneo, sus fuentes bautismales románicas, un notable retablo mayor de alabastro del siglo XV y el retablo dels Dolors del siglo XVIII, entre otros elementos de interés. En el Museu Parroquial se expone una notable colección de imágenes, objetos de orfebrería, adornos litúrgicos y piezas arqueológicas de diversa cronología.
Cerca de la catedral se encuentra el Portal de la Gallarda, antigua entrada al recinto fortificado situado en la base de una torre rectangular gótica, desde donde se domina toda la extensión de lo que un día fue la laguna de Castelló y una zona de marismas, desecada a partir del siglo XVII. Por este portal se podía acceder a la villa en las barcas que llegaban navegando desde el mar. Este hecho justifica la presencia de otro de los edificios relevantes de la población, la antigua Lonja del Mar, que conserva la estructura de finales del siglo XIV, con el gran escudo en relieve en la fachada, un espacio interior con bóveda de crucería gótica y las aperturas laterales con columnas y capiteles.
El antiguo palacio condal, levantado durante el siglo XIV, y que el conde Pere II legó a los frailes dominicos en el año 1401, acoge hoy las dependencias del ayuntamiento y varios servicios municipales. Destacan también otros edificios interesantes como la antigua prisión del siglo XIV, el lavadero público magníficamente restaurado, el Ecomuseu-Farinera y la Casa Gran, un bello edificio residencial de la nobleza castellonesa de la baja Edad Media.
Una buena forma de disfrutar del contacto con la natuleza es el Butterfly Park, un invernadero de 2.000m2 que ha recreado una selva tropical, donde las mariposas, las aves y otros animales son los protagonistas. Algunas de las curiosidades que se pueden encontrar en el parque son la mariposa más grande del mundo, la Attacus Atlas, también la paloma más grande, el Goura Victoria, y los Muntiacos, unos fabulosos ciervos asiáticos, entre muchos otros animales.
El festival Terra de Trobadors, que se celebra a mediados de septiembre, rememora los tiempos del Castelló condal con un gran mercado medieval, pasacalle y conciertos de música trovadoresca, entre otras actividades.
Oficina de turismo de Castelló d’Empúries Plaça dels Homes, 1. Castelló d’Empúries. Tel. 972 156 233. Abierta todo el año, en julio y agosto 10-14 h y 16-20 h. https://castelloempuriabrava.com
Ecomuseu Farinera c/. Sant Francesc, 5-7. Castelló d'Empúries. Tel. 972 250 512. Abre todo el año, en julio y agosto lu-do 10-14 h y 17-20 h. Entrada general: 3,70 €. www.ecomuseu-farinera.org
Butterfly Park c/. Sta. Clara, s/n. Castelló d’Empúries. Tel. 972 450 761. Abierto todos los días de las 10 h hasta el anochecer. Entrada general: 10 €. www.butterflypark.es
Empuriabrava
La Marina de Empuriabrava, ubicada entre los Aiguamolls de l'Empordà y la bahía de Roses, en el término de Castelló d'Empúries, es una de las marinas residenciales más grandes de Europa. Su puerto deportivo dispone de 5.000 puntos de amarre, situados a lo largo de 23 kilómetros de canales navegables. En este enorme entramado de canales y viviendas, las calles son de agua y sus habitantes pueden salir de casa navegando.
Empuriabrava dispone de una playa de 1,5 km de largo que se extiende por el norte desde la acequia Salins, en el límite con Roses, hasta la desembocadura del río Muga, al sur, a partir de donde se ingresa en el Parque Natural dels Aiguamolls de l'Empordà.
El Aeródromo de Empuriabrava tiene como actividad principal el paracaidismo, y es en la actualidad uno de los centros más importantes del mundo en número de saltos.
Oficina de turismo Marina de Empuriabrava. Av. Pompeu Fabra s/n. Empuriabrava. Tel. 972 450 802. Abierta todo el año, en julio y agosto 10-14h y 16-20 h. https://castelloempuriabrava.com
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Figueres
Situada en el centro de una extensa llanura fluvial, la ciudad de Figueres es un importante nudo de comunicaciones. La población actúa como centro económico, comercial y cultural del Alt Empordà, y se ha convertido en un polo de atracción turística del nordeste de España y sur de Francia.
La Rambla, flanqueada por grandes plátanos, es la arteria principal y un espacio emblemático de la ciudad. El lecho del río se cubrió durante el siglo XIX y dio lugar a este paseo arbolado y salpicado con bellos edificios neoclásicos y modernistas, como la Casa Cusí (Rambla, 20) o la Casa Puig-Soler (Rambla, 27), obras ambas del arquitecto figuerense Josep Azemar i Pont. En 1917, coincidiendo con la renovación de la parte superior del paseo, se levantó el monumento dedicado al uno de los hijos insigne de la ciudad, Narcís Monturiol, inventor del submarino, el Ictíneo.
Entre los edificios más interesantes de la ciudad destaca la iglesia de Sant Pere, citada por primera vez en 1020 cuando, a su alrededor, se constituyó el núcleo de Figueres. Del templo románico de los siglos X y XI quedan restos de los muros de la cara norte como una aspillera al pie del campanario. En los siglos XIV y XV el rey Pere el Ceremoniós ordenó reconstruir la iglesia en estilo gótico, siguiendo los cánones de la época. De entonces se conserva una nave con bóveda de crucería, que durante el siglo XVIII se amplió con una cúpula. Junto a la iglesia se levanta el Teatre-Museu Dalí (véase recuadro), inaugurado en 1974 sobre las ruinas del antiguo Teatre Principal. Éste había quedado destruido al final de la Guerra Civil y el propio Dalí se entregó durante más de una década a transformarlo en museo, diseñando hasta los detalles más mínimos. Destaca la estructura transparente con forma de cúpula geodésica que corona el edificio. Posteriormente el museo se amplió con la Torre Galatea, donde el artista murió en 1989.
Otra de las colecciones interesantes de la ciudad, para pequeños y mayores, es la del Museu del Joguet de Catalunya, instalado en el antiguo Hotel París de Figueres. Reúne unos 4.500 juguetes, buena parte de los cuales pertenecía a Josep Maria Joan Rosa, que fundó el museo en 1982; luego se sumaron numerosas donaciones, como un caballo de cartón de Ernest Lluch, un siurell (silbato mallorquín) de Joan Miró o una cocina catalana del chef Ferran Adrià.
A las afueras de la ciudad, sobre una colina, se levanta el castillo de Sant Ferran, una fortificación construida en el siglo XVIII, considerada el monumento de mayores dimensiones de Cataluña y la fortaleza del siglo XVIII más grande de Europa. Para tener una idea de sus dimensiones bas...