Mallorca

Edición 2020

Varios autores

• Editorial: Ecos Travel Books
• Año: 2020
• ISBN:
  9788415563198
• Edición: 2
• Categoría: Desarrollo personal
• Categoría: Viajes

Esta guía de Mallorca recopila lo mejor de la isla para sacar el máximo provecho a una escapada de varios días. Se detallan los puntos de imprescindible visita, se proponen los mejores recorridos por Palma y por la isla (con mapas), se recomiendan restaurantes especialmente seleccionados para esta guía, así como tiendas de interés para el visitante y los principales eventos que tienen lugar en sus pueblos y ciudades.Todo actualizado en 2020 y acompañado de fotografías e información práctica sobre cómo llegar y moverse por la isla, gastronomía, paisaje y clima.

10 VISITAS IMPRESCINDIBLES

1 Catedral y Almudaina. Iconos de Palma

2 Sa Llotja. La joya medieval

3 Casco antiguo de Palma. Callejas históricas

4 Castillo de Bellver. La fortaleza redonda

5 Monasterio de Lluc. El corazón espiritual

6 Sóller y Deià. Refugios en la Serra de Tramuntana

7 Capdepera y Cala Rajada. Tesoros del noroeste

8 Alcúdia. La gran bahía del norte

9 Cuevas del Drach. Maravilla subterránea

10 Es Trenc y Ses Salines. Las reservas vírgenes del sur

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1 CATEDRAL Y LA ALMUDAINA DE PALMA

Iconos de Palma

Dominando una colina, la catedral (La Seu, como la llaman los mallorquines) es el monumento más imponente de Palma. Se construyó entre los siglos XIII y XV. Hoy diversas aportaciones han contribuido a que el interior de la catedral sea todavía más impresionante. Hay que detenerse en el baldaquino realizado por Antoni Gaudí, en la capilla decorada por Miquel Barceló y en el magnífico museo catedralicio.

Todas las crónicas aseguran que una noche de septiembre de 1229 el rey Jaime I el Conquistador se vio envuelto en una tempestad marina de tal magnitud que prometió a la Virgen construirle una catedral en Mallorca si se salvaba de morir. De esa circunstancia arrancaría la construcción de la cátedra del obispo, casi con toda seguridad edificada sobre una mezquita que se alzaba junto al palacio de la Almudaina. Hay que recordar que la isla había pertenecido a los árabes durante algo más de 300 años.

Lo más llamativo de la catedral es su emplazamiento, coronando el barrio de Canamunt y presidiendo el Parc de Mar, un ajardinamiento con estanque en el que a determinadas horas del día se refleja el templo.

La Seu se comenzó a construir en 1230 y se terminó a finales del siglo xv. Presenta tres pórticos: el Mayor es de estilo manierista y viene firmado por Miquel Verger, que lo realizó durante el siglo xvi, por lo que añadió motivos platerescos que en aquella época estaban de moda. El Portal de l’Almoina es el acceso habitual. De estilo gótico, su construcción está fijada en 1498. Finalmente, el Portal del Mirador es cien años más antiguo, por lo menos, y fue Guillem de Cabrera el arquitecto que lo llevó a cabo. Destaca en él una representación de la Última Cena.

La nave principal ocupa una superficie superior a los 6.000 metros cuadrados. Las catorce columnas principales sobrepasan los 21 metros de altura, sólo superadas en Europa por el Duomo de Milán.

El claustro y las salas capitulares se alinean junto al Portal de l’Almoina. La nave principal, de 44 metros de altura –una de las más elevadas del continente– admiten unos vitrales de entre los que destacan el gigantesco rosetón principal.

La catedral cuenta con dieciséis capillas. La considerada más valiosa por su carácter histórico es la de la Trinitat, que contiene las tumbas de los reyes Jaime II y Jaime III.

Alrededor del altar mayor está la sillería del coro, con 110 plazas esculpidas en madera y la silla episcopal, que es de mármol y tallada a mediados del siglo XIII.

MUSEO DE LA CATEDRAL

El museo y tesoro catedralicio ocupan la planta baja de la torre del campanario y dos capillas adyacentes. Se accede por la Casa de l’Almoina (Casa de la Limosna), llamada así pues era lugar de reparto de pan para los pobres. Aún está a la vista la mesa desde la que se realizaba la operación.

Los expertos otorgan especial valor a los rimonim, contenedores de plata para la Torá, las sagradas escrituras judías. Los que se encuentran aquí son del siglo XIV, procedentes de una sinagoga siciliana.

Una de las vitrinas principales está reservada a la monumental custodia, un delirio barroco realizado en plata dorada que pesa 120 kilos. Todavía se saca cada año para la procesión del día de Corpus Christi. También se exhiben retablos de gran valor. El que más llama la atención es el titulado Vida de Santa Eulàlia, realizado por Joan Lloret (que podría ser el anónimo Maestro de los Privilegios) en 1335. Cerca de él, el Martirio de San Sebastián, firmado en 1488 por Alonso Sedano.

También hay astillas que se afirma proceden de la Cruz e incluso tres de las espinas que formaban la corona con la que Jesucristo fue torturado durante su pasión.

Catedral de Palma Plaça de l’Almoina, s/n. Tel. [phone]. Abr-May, Lu-Vi, 10-17.15 h. Jun-Sep, Lu-Vi, 10-18.15 h. Nov-Mar, Lu-Vi, 10-15.15 h. Sa todo el año 10-14.15 h. Se realizan visitas a la terrazas de mayo a octubre. Entrada general, 8 €. https://catedraldemallorca.org.

De Gaudí a Barceló

Como casi todas las catedrales medievales, la de Palma integra una mezcla de estilos, fruto de su larga construcción. Pero si ahora hay unos elementos que la distinguen por encima de otras son sus incorporaciones más recientes, en concreto las reformas realizadas por el arquitecto Antoni Gaudí entre 1904 y 1914 y la decoración cerámica del artista Miquel Barceló acabada en 2007.

El obispo Pere Joan Camps encargó, a principios del siglo XX, que el arquitecto catalán Antoni Gaudí remodelara el interior de la catedral mallorquina. El genial creador de Reus propuso una transformación radical que, en su opinión, retornaría al templo las esencias góticas que había perdido con la superposición de varios estilos a lo largo de los años. Gaudí trabajó en la catedral, de forma intermitente, entre 1904 y 1914, y le dio tiempo a realizar unas incorporaciones que conforman de manera decisiva el aspecto actual de la nave principal. En primer lugar, levantó el coro de la zona central y lo dispuso arropando el altar mayor. Creó un baldaquino que sustituyó al barroco que entonces había. Su obra es de una levedad que pasa casi inadvertida, hasta que el visitante se acerca a ella y aprecia la riqueza de detalles y lo atrevido del diseño. Estas acciones, junto a la electrificación de la iluminación y la incorporación de originales lámparas, dejaron una nave central más diáfana y que parece aún mayor de lo que es.

El artista Miquel Barceló ha completado la reinterpretación de la capilla del Santísimo Sacramento, que ahora es uno de los rincones más buscados por los turistas. Una monumental placa en cerámica policromada reviste la pared del oratorio, con una alegoría acerca de la multiplicación de los panes y los peces tal y como la refleja el Evangelio según San Juan. La instalación se inauguró en 2007. La apuesta de Barceló está muy bien integrada en el conjunto.

PALAU DE L’ALMUDAINA

Presidiendo el mismo promontorio que la catedral pero casi empequeñecido por ésta, el Palau de l’Almudaina ha sido, a lo largo de los siglos, el centro de poder de las islas. Originalmente albergó a los walis árabes que gobernaban Mallorca y, tras la conquista, fueron los reyes mallorquines quienes ocuparon sus estancias.

El Palau de l’Almudaina fue ocupado por los walis (señores) árabes hasta la llegada de Jaime I. Enseguida se convirtió en residencia real. Este edificio de grandes salones sobrepasa los 20.000 metros cuadrados de superficie y las remodelaciones más modernas acabaron con algunos artesonados que ocultaban los arcos góticos.

Los visitantes acceden al edificio por el gran Pati del Rei. En ese espacio, en cuyo centro hay un pequeño estanque flanqueado por cuatro palmeras y cuyo elemento más importante es la escultura de un león islámico, encontramos una de las estancias más importantes: la capilla de Santa Anna. Es gótica en su conjunto pero su portada de acceso es románica. Impone por la presencia del retablo de Rafael Moger pintado en el siglo XV.

Subiendo por la escalinata de la esquina izquierda del patio se empiezan a acceder a las diferentes estancias: el Salón de Consejos con sus importantes tapices flamencos, el Comedor de Oficiales, la Sala de Guardia, los Baños Árabes, el Salón Mayor y el despacho del Rey.

Al salir a la terraza vemos la galería de arcos ojivales y las torres cuadradas de aspecto morisco. Dicen que en los subterráneos de la Torre de l’Àngel hubo unas mazmorras terribles. La vista que se obtiene desde la terraza sobre el Parc de Mar, el paseo marítimo de Palma y buena parte de la bahía tal vez sea la mejor de la ciudad.

Fue el rey Jaime II quien fijó su residencia aquí durante doce años a finales del siglo XIII. Ahora, los reyes de España utilizan el palacio para algunas recepciones oficiales.

Palau de l’Almudaina Palau Reial, s/n. 971 214 134. Oct-Mar, abierto Ma-Do, 10-18 h. Abr-Sep, Ma-Do, 10-20 h. Miércoles y jueves de 15 a 18 h. (octubre a marzo) y de 17 a 20 h. (abril a septiembre), entrada gratuita. Entrada general 7 €. www.patrimonionacional.es

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2 SA LLOTJA

La joya medieval

En el siglo XV palma se convirtió en uno de los puertos más importantes del Mediterráneo occidental fruto de la expansión de la corona catalanoaragonesa. Ello motivó la construcción de una lonja para los comerciantes que los expertos acuerdan en considerar como la obra culminante del arte gótico civil mallorquín.

El edificio de la lonja de comerciantes (Sa Llotja) se encuentra frente al mar, en el mismo emplazamiento donde fue construido a partir de 1426 en piedra arenisca de color caramelo extraída de canteras mallorquinas.

En el siglo XV la corona catalana era una de las potencias predominantes en el Mar Mediterráneo. De ahí que el puerto de Mallorca gozara de gran trasiego de mercancías que provenían e iban a cualquier punto del Mare Nostrum. Por ese motivo se construyó un edificio, llamado Colegio de Mercaderes, donde los tratantes se reunían a cerrar acuerdos y evaluar condiciones.

Las obras se prolongaron durante veinte años, hasta 1446. Sa Llotja se considera importante por haber concedido a un único arquitecto la posibilidad de firmar todo el edificio. La responsabilidad recayó sobre Guillem de Sagrera.

La estructura de Sa Llotja es muy regular, forma un rectángulo en cuyo interior s...

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