La Sagrada Familia de Barcelona

Cuando las piedras gritan

Rodolfo Puigdollers

• Editorial: Centre de Pastoral Litúrgica
• Año: 2014
• ISBN:
  9788498059717
• Edición: 1
• Categoría: Teología y religión
• Categoría: Denominaciones cristianas

Visitar la Sagrada Familia es siempre una peregrinación, una peregrinación de cambio interior, una peregrinación de encuentro con Aquel que es la Belleza infinita. Así describe el autor de este libro el impacto que esta extraordinaria construcción provoca en el creyente que quiere aproximarse a ella con un espíritu abierto. Su inmensa riqueza arquitectónica, estética y simbólica es el vehículo para esta peregrinación. Este escrito es una excelente ayuda para adentrarse en este espacio privilegiado que es la Sagrada Familia de Antoni Gaudí. El autor nos acompaña por todos los rincones del edificio, los coloca ante nuestra vista, y nos aproxima a todo su sentido y contenido. Un maravilloso viaje.

La fachada de la Pasión

Del Nacimiento a la Pasión

Si la fachada oriental es la fachada del Nacimiento, la occidental –la de poniente– es la de la Pasión. De esta forma en el recorrido de la salida del sol hasta el ocaso queda significada toda la vida de Jesús. No se trata de una referencia puntual a su Nacimiento o a su Pasión, sino más bien la mirada de aquel que nació entre nosotros –«la Palabra se hizo carne» (Jn 1,14)– y murió y resucitó por nosotros –«Cristo murió por nuestros pecados, como decían ya las Escrituras, y fue sepultado; resucitó al tercer día, como decían ya las Escrituras, y se apareció a Cefas y después a los Doce» (1Cor 15,3-5).

El término Pasión con el que se conoce esta fachada no se refiere únicamente al sufrimiento y muerte de Jesús en la cruz. La lectura del Passio en el Domingo de Ramos ha sido precedida por las aclamaciones victoriosas de la procesión con las palmas y los palmones. La lectura en el Viernes Santo se encuentra dentro de la dinámica del Triduo Pascual, que acabará con el Aleluya de Pascua. Si en la Pasión según san Mateo de Bach hay las palabras de la dulce despedida «Mein Jesu, gute Nacht!», la respuesta final del coro está llena de esperanza: «Que tus ojos duerman aquí gozosos», con la mirada puesta en la resurrección. Pero es en las representaciones tradicionales de la Pasión –Cervera, Ulldecona, Olesa de Montserrat, Esparreguera, etc.– que se ve claramente cómo el término Pasión contiene el doble sentido de Muerte y Resurrección. No es adecuado, por tanto, contemplar la fachada del Nacimiento como la fachada de la Vida, mientras la fachada de la Pasión sería la de la Muerte. Esta última está representando «el gran sufrimiento» del misterio de la cruz, en el que Jesucristo se manifiesta como «camino, verdad y vida» (Jn 14,6) y la cruz como «cruz gloriosa». El mismo Gaudí la llama «Portal de la Pasión y Resurrección» (álbum de 1925).

Esquema de la fachada de la Pasión

1. La última Cena

2. La traición de Judas. El cuadrado mágico. La serpiente

3. Jesús en la columna

4. Las negaciones de Pedro. El gallo. El laberinto

5. Ante Pilato: Ecce homo y Lavatorio de manos

6. Jesús cae en el suelo y es ayudado por Simón de Cirene

7. El Evangelista. La Verónica. Jesús encuentra a las mujeres de Jerusalén

8. El centurión con la lanza

9. Los soldados se reparten los vestidos de Jesús

10. El Calvario: Jesús en la cruz, con su madre María, Juan Evangelista, María Magdalena y la otra María

11. Sepultura de Jesús

12. Los nombres de los patriarcas

13. Los nombres de los profetas

14. El título Iesus Nazarenus Rex Iudeorum

15. Vitral de la Resurrección

16. El Espíritu Santo

17. La Ascensión de Jesús al cielo

18. Santiago el Menor (torre)

19. Bartolomé (torre)

20. Tomás (torre)

21. Felipe (torre)

El proyecto original de Gaudí

Esta fachada de la Pasión Gaudí la empezó a estudiar en 1905 y la proyectó durante su estancia en Puigcerdá, a causa de una enfermedad, el año 1911. Había realizado una maqueta de yeso y llevaba el dibujo de la fachada en el bolsillo el mismo día de su muerte. Pero no fue hasta el año 1954 que no se empezaron las obras, a partir de las indicaciones de Gaudí. La parte arquitectónica quedó acabada el año 1976, con la culminación de las torres. Finalmente, el año 1987 el escultor Josep M. Subirachs empezó la parte escultórica, que quedó fundamentalmente acabada el año 2009.

Según el proyecto de 1911, en contraposición a la vitalidad y exuberancia de la fachada del Nacimiento, la fachada de la Pasión tenía que tener formas duras, llenas de sobriedad y austeridad. Desde el punto de vista arquitectónico, consistiría en un gran pórtico formado por seis columnas inclinadas, muy estilizadas. No se trata de huesos –estos han de estar en el pórtico superior–, sino de troncos pelados de secuoyas, árboles originarios del norte de América, cuyas hojas siempre son verdes, tienen madera roja y alcanzan alturas superiores a los cien metros. La austeridad de los troncos evoca la realidad del sufrimiento y de la muerte, pero al mismo tiempo muestra cómo nos encontramos ante el Árbol de la cruz, que –en el interior del templo y en los pináculos exteriores de las naves laterales– mostrará su vitalidad y sus frutos de vida. Encima de las columnas del pórtico debería haber una lonja de toda la anchura: galería en ángulo con 18 pequeñas columnas, cuyas formas evoque –estas sí– huesos humanos. Habría, pues, en la parte arquitectónica de esta fachada, una doble dimensión: una dimensión de vida entregada (gran pórtico) y una dimensión de muerte (pórtico superior), que representa «el limbo», el lugar apartado donde los justos esperan la redención del género humano.

Gaudí explicaba así las diversas escenas representadas según su proyecto original: «La imagen de Jesús crucificado presidirá la puerta central de las tres que tendrá, con la Virgen y san Juan a los pies, y a ambos lados del portal, los que asistieron a la agonía de Jesús: los buenos a la derecha [izquierda de quien contempla] –el centurión Longinos, el de la lanzada, las mujeres que le acompañaron en el camino del Calvario, y el buen ladrón– y los malos a la izquierda [derecha de quien contempla] –los soldados que se repartieron los vestidos, le ultrajaron y le dieron hiel y vinagre, y el mal ladrón–. Encima del Santo Cristo estará la palabra Veritas, queriendo decir que él es la Verdad (...) En la parte superior [segundo nivel] estará Jesús lavando los pies a los apóstoles en prueba de humildad y de amor –con el nuevo mandamiento del amor–, con la palabra Vita, significando que la vida no es posible sin el amor. Más arriba [tercer nivel] estará la Última Cena con la institución de la Eucaristía y en la cima [cuarto nivel] la Resurrección, simbolizada por el sepulcro vacío, el ángel –sentado sobre la losa– y las tres Marías.

»En las partes laterales, otras escenas relacionadas con la Pasión llevarán la palabra Via, que quiere decir camino. A la derecha [izquierda de quien contempla, primer nivel], la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén –entre palmas y ramos de olivo–; y a la izquierda [derecha de quien contempla] la salida con la cruz a cuestas camino del Calvario. Otras escenas del proceso que tuvieron lugar en los interiores serán representadas en unos cuadros en forma de nichos [segundo nivel: a la izquierda, los sumos sacerdotes –Jesús interrogado por Caifás– y Herodes Antipas –que lo trata de loco–; a la derecha, Poncio Pilato, que se lava las manos, la escena de la flagelación y del Ecce homo].

»Un frontón terminal incluirá representaciones de las virtudes teologales –los patriarcas, llenos de fe; y los profetas, que predicaron la esperanza en el Mesías– e irá coronado por la Cruz gloriosa –expresión máxima del amor– que los ángeles llevan al cielo».34 Rematan el conjunto, en los extremos laterales del frontón, «el cordero del sacrificio de Isaac, enredado en la zarza, que se entrega a la muerte (Gn 49,9-12), y el león de Judá (Gn 49,9-12), vencedor de ella»,35 como signos de Cristo, vencedor de la muerte, y del Cordero de Dios que quita el pecado del mundo (Jn 1,29), el Cordero en pie e inmolado (Ap 5,6).

34 Martinell, Gaudí i la Sagrada Familia, 47-48.

35 Templo expiatorio de la Sagrada Familia, álbum, 1916.

Otra descripción del portal central, esta vez de arriba a abajo, sería: «La oración en el huerto de Getsemaní; la Última Cena, la institución de la Eucaristía, con la inscripción: Vita; Cristo en la cruz con la inscripción: Veritas; al pie, la Virgen y san Juan».36 El creyente, pues, ha de caminar en la via de Jesús, que es camino de cruz, en la fe, pero que es camino de victoria, en la esperanza; es vivir en y a partir de la verdad, que es Cristo muerto y resucitado, que se entrega libremente en el amor a la humanidad y que se hace vida y comunión eucarística.37

36 Puig-Boada, El pensament, 233: J. Bergós, Gaudí, l’home i l’obra, 134.

37 La idea de seguir el proyecto escultórico de Gaudí se mantenia aún el año 1965. Se había recibido ya una piedra procedente del Calvario, enviada por la orden franciscana, desde Jerusalén, para ser colocada al pie del gran Cristo que había de presidir la fachada. Igualmente la inscripción Veritas estaba ya realizada sobre la puerta central, así lo muestran fotografías de 1965 y 1974. Cf. A. Llopis, «Renacimiento de la Sagrada Familia», La Vanguardia, 24 de diciembre de 1965, p. 51.

La realización del escultor Josep M. Subirachs

La realización escultórica de la fachada de la Pasión se encargó el año 1986 al escultor Josep M. Subirachs (Barcelona 1927-2014), que en el mes de enero del año 1987 se instaló a vivir en el taller mismo de la Sagrada Familia. Su escultura expresionista ...

Índice

• Introducción
• Historia de un templo
• Una visita en 4D
• La cripta
• La fachada del Nacimiento
• La fachada de la Pasión
• Las torres y los cimborrios
• La fachada de la Gloria
• El interior
• El exterior
• Conclusión
• Bibliografía
• Colección Emaús – Últimos títulos