"Se solicitan reporteros"

Historia oral del periodismo mexicano en la segunda mitad del siglo XX

Ana María Serna

• Editorial: Instituto Mora
• Año: 2017
• ISBN:
  9786079475543
• Categoría: Historia
• Categoría: Historia social

El periodismo es un oficio que logró importancia social en el siglo XIX, y durante el siglo XX experimentó cambios que le dieron una función central en el desarrollo de las sociedades democráticas. Nació la figura del reportero, se profesionalizó el oficio en escuelas especializadas y universidades, se privilegió la noticia sobre la opinión, nacieron nuevos géneros como el reportaje y la entrevista, y el periodismo se separó de la literatura. En México, el periodismo del siglo XX tuvo peculiaridades culturales y sociales enmarcadas por los efectos de una profunda revolución social que sacudió al país y se entronizó en un sistema de partido único de fondo antidemocrático, pero que se vio forzado a mantener una ficticia apariencia de apertura. En esta compleja circunstancia que ha ocupado a infinidad de historiadores, ejerció el periodismo un grupo de individuos que, con un talento particular, habilidades personales, una personalidad abierta y buena pluma enfrentaron la brega diaria de hacer un periódico y tejer la noticia. Aquí se recoge la narración de su experiencia de vida, compilada en un grupo de entrevistas.

Luis Javier Solana1

Nació en 1932 en la ciudad de México. Estudió la primaria, secundaria y preparatoria en el Instituto Bachilleratos antecedente del Instituto Patria, tres años de Arquitectura en la Academia de San Carlos y Filosofía y Letras en Mascarones y en la Ciudad Universitaria (1949-1956). Fue director-gerente de los talleres de Publicaciones Mañana (1955-1957), subgerente del diario Cine Mundial (1957-1964), director del noticiero diario de televisión Cine Mundial, Canal 4 (1962-1964), director gerente del diario Cine Mundial (1965-1968), director general de amex, primera agencia mexicana de Información Internacional (1968-1970), director del semanario Mañana (1971-1975), director editorial de El Universal y El Universal Gráfico (1976-1979), asesor editorial de la Agencia ami (Sindicación de las columnas diarias de: Manuel Buendía, José Luis Mejías y Miguel Ángel Granados Chapa), en ochenta periódicos de todo el país (1979), editor de Le Monde Diplomatique en español, América Latina, España y Estados Unidos (1982-1986), director del noticiero cinematográfico ala (1990 y 1994), asesor editorial, director editorial y presidente del Consejo de Administración del diario El Universal (1994-2007), asesor editorial de La Jornada (2009-2013). Fue coordinador de Comunicación Social de la Presidencia de la República (1979-1982), presidente de la Reunión de la unesco para la Comunicación 1982, director de Comunicación S. C. (1986-2014), director de Periodistas Asociados Latinoamericanos (pal) (1986-1990), presidente de la Comisión Taurina del Gobierno del Distrito Federal (2005-2013), fundador y consejero delegado del Consejo Ciudadano del Premio Nacional de Periodismo A. C. (2002-2014). Recibió el Premio Nacional de Periodismo en Reportaje (1992) y jurado del Premio Nacional de Periodismo 2001. Fundador del Grupo Oaxaca, grupo que realiza el proyecto y aprobación de la ley del ifai. Instituto Federal de Acceso a la Información Pública 2001-2002.

¿Podría hablarme de sus orígenes? ¿Dónde nació? ¿De dónde era su familia?

Mexicano nacido en el Distro Federal de padre oaxaqueño y madre poblana. Mi abuelo paterno nació en Santander, España, y mi abuela paterna zapoteca originaria de Huahuapan de León, Oaxaca. Mi abuelo construyó una fábrica de hilados y tejidos en Apizaco, Tlaxcala, un banco de esos que después fueron de bilimbiques y una hacienda productora de leche y carne también en Tlaxcala, en un lugar llamado San Diego Apatlahuaya. Muchos de mis tíos que nacieron en Puebla y se fueron a España un mes se sentían hispanos, españoles. No eran españoles, eran poblanos. Mis abuelos maternos eran originarios de Puebla. Mi abuelo materno trajo a México los primeros vitrales Art Noveaux, que se colocaron en un establo de vacas en la hacienda familiar de Santa Ageda en Puebla. Mi madre pertenecía a una familia muy católica. Mi padre y mi madre se conocen en Puebla porque la familia de mi padre se va a Puebla. Deciden las dos familias venir a la ciudad de México ya ellos siendo novios, el noviazgo duro un rato largo, no sé, cinco, siete años. Se casaron en la ciudad de México, en la época en que había la represión religiosa. Como no había culto, tuvieron que hacer la boda en una casa particular y ahí se ofició la misa y la boda con todos los ritos. Mi familia fue exageradamente católica.

Yo nací en la ciudad de México, en la calle de Mérida, en la colonia Roma. Ahí nacimos los siete hijos. De los hijos Solana Morales, seis nacieron en la casa, el menor no, Juan ya nació en el hospital. Mi hermana Concha la mayor, mi hermano Fernando el segundo, luego sigo yo que soy el tercero, Carmen mi hermana que murió, mi hermano Alejandro, el Güero, que también murió, Jaime y el más pequeño, Juan, que era la fiesta, la alegría de vivir, maravilloso, que se fue muy temprano, lamentablemente muy temprano. Era el tipo más divertido del mundo, llegaba a la casa y organizaba un baile, tenía un don para eso, lo quería mucho. La muerte de Juan fue a los 35 años, una muerte muy anticipada. Yo lo jalé, fue como mi hijo, yo le llevaba diez años de edad. Entonces a todo lo que yo hacía, me lo llevaba. Estuvo en Estados Unidos estudiando un año, pidió que se le mandara un traje de charro y una guitarra y así hizo una gira por todo Estados Unidos un año más. Juan era la fiesta, era la alegría de vivir, murió muy joven, demasiado joven.

¿Y usted, dónde estudió?

Yo estudié con los jesuitas. La primaria, secundaria y preparatoria en el Instituto Bachilleratos, antecedente del Instituto Patria y de la Universidad Iberoamericana, que pertenecía a la Compañía de Jesús. Recuerdo que ahí mismo en Bachilleratos había una academia que influyó mucho en nuestra formación: la Academia de cultura estética dirigida por el maestro Ubaldo Vargas Martínez. Ahí se impartían temas como literatura, música, oratoria y periodismo. Ahí se inició mi interés por el periodismo y el que lo hace realidad fue mi tío Daniel Morales en la revista Mañana.

Estudié tres años la carrera de Arquitectura en la Academia de San Carlos, siendo uno de mis maestros el arquitecto José Villagrán García. De ahí me fui a a la carrera de Filosofía y Letras, fueron dos años en Mascarones y tres en la Ciudad Universitaria. Algunos de mis maestros fueron el maestro de Lógica, Peschard, el maestro Eduardo Nicol que me dio Filosofía.

¿Y le parece que el interés en el periodismo y en la cuestión literaria fue específico de los jesuitas o del clero en general? ¿Por qué hay tanta relación?

A pesar de que existe un periodismo religioso, el periodismo en México, no tiene ni origen ni relacion alguna con ninguna orden religiosa. La primera escuela de periodismo que hay, la más antigua, es la Septién García. La fundación de la Carlos Septién García tiene que ver con que él fue un periodista destacado de El Universal, un hombre con un gran prestigio. Más que un periodista profesional era un escritor, un literato, aunque el periodismo es una forma de literatura. Este prestigio le permitió a don Carlos que la primera escuela de periodismo llevara su nombre. La Universidad Iberoamericana pretende ir más allá de lo que es el periodismo, se preocupa por la comunicación social. Había muchas carreras que se instalaron de arranque, ya en una segunda etapa yo creo que se incorporó la de periodismo. La carrera de periodismo la tienen en este momento muchas universidades en todo el país, algunas con el nombre de Ciencias y Técnicas de la Información.

¿Y usted cómo se inició en el periodismo? Alguna vez me contó que con su tío Daniel Morales.

La razón fue esa. Yo estaba estudiando ya la carrera en Filosofía y Letras y mi tío Daniel dirigía la revista Mañana, iba a montar unos talleres. Entonces yo tenía que chambear para pagar la escuela y todo lo demás. Me dijo: “Tú montas el taller.” “Yo no sé nada de eso”. “No importa, tú lo montas. Búscate alguien que sepa de esto”. Busqué una persona que sabía mucho, Agustín Allar que para mí fue un gran maestro. Era una persona que trabajó en la revista Mañana. Finalmente se montó el taller y además se imprime ahí Cine Mundial y me vuelvo un hombre de confianza de Daniel Morales. ¿Cómo me inicio en el periodismo? Pues así, a través de la revista Mañana.

¿Y qué otras cosas había hecho su tío Daniel antes de la revista Mañana?

Estuvo en la revista Hoy. Ahí tiene problemas funda la revista Mañana. Fue un personaje que se abocó de una manera muy personal a hacerse cargo de su casa desde muy chico, entonces estuvo trabajando y se fue abriendo camino.

¿Entonces serían los años treinta, cuarenta?

Treinta y nueve, cuarenta, época de las grandes revistas. La gran revista semanaria que duró en México la hizo Regino Hernández Llergo.2 Hernández Llergo había sido un periodista que se había formado mucho en la prensa en español de Estados Unidos, siendo de origen totalmente mexicano, en el periódico La Opinión. También inicialmente colaboró en El Universal de los años veinte.

El origen de El Universal es una promoción de Venustiano Carranza hecha con el propósito de defender el Constituyente. Quería que el ala izquierda no se fuera a cargar, tenía una posición progresista y, en consecuencia, le encargó a Fulgencio Palavicini que hiciera un periódico: El Universal. Pacta en función de los propósitos de Venustiano Carranza, con la intención de controlar que fueran altamente progresistas. Esa es la historia, ahí nace El Universal. Muy poco después, ya con la Constitución o con el Congreso Constituyente caminando surge el Excélsior, es posterior. Estos dos periódicos fueron centrales, básicos en México.

La Opinión de Los Ángeles, era un diario mexicano, hecho por mexicanos, escrito en español. Estuvo mucho tiempo en manos mexicanas. Acabó siendo propiedad de Los Angeles Times, pero ya por los años ochenta. Surgió a finales del siglo xix y principios del siglo xx.

¿Qué importancia tenía en Estados Unidos?

Tenía la importancia de que era el periódico en español de la ciudad con más hispanoparlantes que había en Estados Unidos; fue una salida, un escape, para que muchos periodistas mexicanos que tuvieron la oportunidad de irse a trabajar a Estados Unidos en su propia lengua y luego regresar a México. Regino entonces construye en los años treinta la revista Hoy, en un escenario con un gran prestigio, una gran fuerza y con una muy buena circulación. Y en ese Hoy llega a trabajar Daniel Morales. Llega a trabajar inicialmente como hombre de negocios, no como periodista y la primera acción, digamos, a la que su vocación lo llevó más allá de su visión financiera, económica, fue hacer un viaje por América Latina entrevistando a todos los presidentes de América, y se iban publicando en la revista Hoy.

Algunos problemas provocaron que saliera un grupo de esta revista y formaran la revista Mañana. Esto ha de haber sido en el año 1943 y la fundaron Regino Hernández Llergo con Juan Carrasco, Luis Alcayde y Daniel Morales. Don Regino era un hombre con carácter y capacidades que llevó a la revista Mañana, encauzó la revista por muy buen sendero y esa revista Mañana ocupó el lugar que la revista Hoy perdió al salirse este grupo de periodistas.

¿Sobrevivió, sobrevivieron durante algún tiempo?

Sí. El sobrino de don Regino, José Pagés Llergo,3 se quedó durante algún tiempo en la revista. Ahí surgió el problema este de la fotografía, y por el cual los nuevos dueños de Hoy lo sacan de la revista. Entonces sale y funda la revista Siempre!. Ese es el origen de la revista Siempre!, que fue, diríamos, la tercera época. La revista Siempre! fue una revista con peso y con una cierta independencia también, que tuvo esa imagen y esa representatividad.

¿Cuál fue el problema de la fotografía?

Por una foto que se publicó, de una mujer desnuda, una variedad equis. Éramos chavos entonces. Se publicó la foto y se armó el escándalo, porque en ese tiempo eso era terrible. Hoy, eso suena a vacilada, sin importancia, ¿no? Pero en aquel entonces, hace cincuenta años, sesenta, era un escándalo.

¿Me decía que Hoy era el primer semanario? ¿Cómo es eso? ¿El semanario era un nuevo estilo, representa un nuevo estilo periodístico o editorial? ¿Qué originalidad tuvo?

Creo yo que la actividad semanaria le daba ya una fuerza, una compatibilidad, una solidez. Luego la forma de trabajar ciertos géneros, sobre todo el reportaje y la crónica, dieron en muchos semanarios ya un tratamiento más moderno periodísticamente hablando. Ya se hacía un reportaje, concebido, planeado y hecho con ese propósito, porque antes no había un semanario que tuviera el significado de la información general o política. Había semanarios que tenían otro carácter, los que tenían cierto contenido, con intención política, tenían mucho que ver con el humor: Multicolor, El Hijo del Ahuizote, hacían una crítica política, pero que estaba sustentada generalmente en el humor. Y estos semanarios ya empezaron a trabajar el análisis de las situaciones a través de los reportajes, de las crónicas y de las entrevistas que hicieron de una manera más sistemática y funcional. En algun...

Índice

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• Agradecimientos
• Introducción
• Javier Romero
• Luis Javier Solana
• Miguel Ángel Granados Chapa
• Federico Campbell
• Humberto Musacchio
• Luis Gutiérrez Rodríguez
• Raúl Trejo Delarbre
• Roberto Rock
• Francisco Prieto Echaso
• Bibliografía
• Índice onomástico y toponímico
• Colofón
• Contraportada