BIBLIOGRAFÍA COMENTADA
Flapper de los años veinte en plena lectura.
INTRODUCCIÓN
La definición de G. Stanley Hall de la adolescencia como «los años entre los catorce y los veinticuatro años» aparece en Hall, G. S.: Adolescence, New York, D. Appleton and Company, 1904, prefacio, XIX. Las citas posteriores: «una nación fiat» y «El mismo hecho», provienen de la misma fuente, XVI y XVII.
La cita de John Lennon «América era el templo de la juventud» proviene de The Beatles: Antología, Barcelona: Ediciones B, 2000, (sin trad.), «John Lennon», 10. En lo relativo a Dick Hebdige, véase Hebdige, D.: Subcultura: el significado del estilo, Barcelona, Paidós, 2004, (trad. Carles Roche). Para más detalles sobre la tienda del número 430 de King’s Road, véase Savage, J.: England’s Dreaming: los Sex Pistols y el punk rock, Barcelona, Random House, 2009, (trad. Marc Viaplana), caps. 1, 5-8, 14 y 20. Véase también Mulvagh, J.: Vivienne Westwood: An Unfashionable Life, London, HarperCollins, 1998, cap. 3: «Prankster Retailing» y cap. 4: «Cartwheeling to Casualty».
La crítica que hace J. M. Greenwood de Adolescence aparece en Greenwood, J. M.: «President Hall’s Work on Adolescence», Educational Review, abril de 1905, 342-364 (reproducido en Collected Papers of G. Stanley Hall, Robert Hutching Goddard Library, Clark University, Worcester).
CAPÍTULO 1. EL CIELO Y EL INFIERNO
La cita: «El hombre, en general, no está hecho para permanecer siempre en la infancia», proviene de Rousseau, J. J.: Emilio, o de la educación, Madrid, Edaf, 1985, (trad. Luis Aguirre Prado), libro 4. Los extractos del diario de Marie Bashkirtseff provienen de la última traducción al inglés: Bashkirtseff, M.: I Am the Most Interesting Book of All, San Francisco, Chronicle Books, 1997, (trads. Phyllis Howard Kernberger y Katherine Kernberger). Es un texto bien presentado que restaura todo lo que la madre de Marie suprimió en la edición original. Puesto que se trata de un primer volumen, concluye en mayo de 1876 [ed. en esp.: Bashkirtseff, M.: Diario de mi vida, Madrid, Austral, 1941, (trad. María Elena Ramos Mejía); pero solo incluye los diarios entre 1877 y 1884 y el prefacio]. Otros datos ofrece Creston, D: Fountains of Youth: The Life of Marie Bashkirtseff, New York, Dutton, 1937, entre ellos, detalles de la correspondencia de Marie con Guy de Maupassant.
En los últimos años, Marie Bashkirtseff se ha convertido en icono feminista y muchos de los resultados al buscar su nombre en internet siguen esta línea.
Gran parte de los cuadros de Marie Bashkirtseff fue destruida durante la Segunda Guerra Mundial, pero existe un «museo virtual» en [www.geocities.ws/mbashkirtsef] que contiene reproducciones de los que sobrevivieron (incluido Un meeting y la turbadora Les saintes femmes au tombeau). Marie fue también representada como personaje principal en una película austriaca de 1935, realizada en alemán y dirigida por Henry Koster (el adivino asume gran protagonismo). En 1999, la obra teatral inglesa Brief Candle, de Carlo Arditi, resumía su vida, si bien no despertó más que indiferencia.
Hall, G. S.: Adolescence, cap. 8: «Adolescence in Literature, Biography and History», contiene un resumen detallado del diario de Marie. Hall lo consideraba «en cierto sentido, una contraparte femenina de las confesiones de Rousseau, pero en algunos aspectos un documento psicológico de más valor que cualquier otro para la elucidación del fermento adolescente en un alma excepcionalmente vigorosa y dotada». También menciona un libro de adolescencia de Ada Negri, Negri, A.: Fatalità, Milano, Treves, 1892, que contiene un himno gótico a Marie: «En su ataúd entre gusanos, el cráneo sonriente y enseñando los dientes».
La cita «poder hacer todo y alcanzarlo todo» proviene de Rousseau, J. J.: Las confesiones, Madrid, Alianza, 1997, (trad. Mauro Armiño), 2.º libro.
Hall también señala a Jesse Pomeroy como joven destacado: un «notorio asesino pubescente» que personifica el abusón infantil llevado a la enésima potencia (Hall, G. S.: Adolescence, cap. 5: «Juvenile Faults, Immoralities, and Crimes»). Hawes, J. M.: Children in Urban Society: Juvenile Delinquency in Nineteenth-Century America, New York, Oxford University Press, 1971, cap. 1: «The Awful Tragedy of Jesse Pomeroy» utiliza la historia de Jesse Pomeroy para introducir la materia: cómo la amenaza de la delincuencia juvenil pesaba sobre Estados Unidos en el siglo XIX y las diferentes aproximaciones para combatirla. Con un análisis que abarca a Hall, Lombroso, Dickens y Carpenter es un libro inestimable a la vez que ameno.
Esta última obra, en el cap. 7: «Ragged Dick and Huck Finn: Juvenile Delinquency and Children’s Literature», es también la fuente para el diálogo entre Pomeroy y James T. Fields. El resto de los datos proviene de Schechter, H.: Fiend: The Shocking True Story of America’s Youngest Serial Killer, New York, Pocket Books, 2000. Una obra detallada y bien investigada que alcanza hasta la muerte de Pomeroy (aún en prisión) en septiembre de 1932. Pomeroy también aparece a modo de cameo en Carr, C.: El alienista, Barcelona, Ediciones B., 2017, (trad. Antoni Puigròs).
Profundizar en la literatura juvenil anterior a 1870 supera las fronteras de este libro, pero la siguiente obra fue de utilidad: Kiell, N.: The Universal Experience of Adolescence, Boston, Beacon Press, 1964. En ella, se estructuran citas y textos seleccionados de escritores tan diversos como Aristóteles, Jean-Jacques Rousseau, Marie Bashkirtseff, Goethe, Simone de Beauvoir y Ana Frank en capítulos temáticos que configuran una argumentación convincente, si bien general y subjetiva, a favor de la adolescencia como estado fisiológico y cultural.
La cuestión de la juventud y el Romanticismo daría para varios libros, pero me he limitado a los siguientes: utilicé la traducción de 1911 de Barbara Foxey del Emilio de Jean-Jacques Rousseau (Everyman, London, 1993, reimp.) y la edición de 1989 de Penguin de The Sorrows of Young Werther, (trad. Michael Hulse) [ed. en esp.: Goethe, J. W.: Penas del joven Werther, Madrid, Mestas, 2002, (trad. José Mor de Fuentes, 1835)]. Ambos tienen introducciones informativas, mientras que el último continúa siendo un documento fundacional de lo que hoy se denomina cultura juvenil; hay secciones que todavía se leen como si se hubieran escrito ayer.
Holmes, R.: Coleridge: Early Visions, London, Hodder and Stoughton, 1989 aporta una mirada al poeta romántico en relación con las contracorrientes hacia 1780, en un lugar y un tiempo revolucionarios. Coleridge se vio inspirado por la Declaración de Independencia de Estados Unidos, así como por la Revolución francesa y fue uno de los pioneros de la obsesión romántica con la juventud. Shelley, M.: Frankenstein, Madrid, Nórdica, 2013, (trad. Francisco Torres Oliver) puede entenderse como una parábola sobre la relación paternofilial ante las tensiones de la pubertad.
Levi, G. y Schmitt, J. C. (eds.): Historia de los jóvenes, Madrid, Taurus, 1996, (trad. María Barberán et al.), contiene en sus dos tomos gran riqueza de datos. En el segundo, el texto de Michelle Perrot: «La juventud obrera. Del taller a la fábrica», es excelente en su relato del cambio de los patrones sociales y de trabajo en el siglo XIX, mientras que el ensayo de Sergio Luzzato: «Jóvenes rebeldes y revolucionarios (1789-1917)», es un recuento útil de la actividad juvenil revolucionaria desde la Revolución francesa, pasando por los cartistas, hasta la Comuna de París y los nihilistas.
Baldick, R.: The First Bohemian: The Life of Henri Murger, London, Hamish Hamilton, 1961, narra la historia del esforzado escritor parisino cuyas Escenas de la vida bohemia fueron un superventas a mediados de siglo. El artista en dificultades puede convertirse en un hermoso cisne, aunque no con facilidad. Baldick observa que, una década antes de su prematura muerte, Murger glorificó el éxito material y «volvió la espalda a la bohemia, ridiculizando a aquellos artistas y escritores que siguen su vocación en la pobreza y la oscuridad sin intentar nunca alcanzar la fama».
Para aquellos que quieran profundizar más, Schama, S.: Ciudadanos: Crónica de la Revolución francesa, Buenos Aires, Javier Vergara, 1990, (trad. Aníbal Leal) es, en 900 páginas, una visión de conjunto magistral de 1789 y la Revolución francesa. Hingley, R.: The Nihilists: Russian Radicals and Revolutionaries in the Reign of Alexander II (1855-81), London, Weidenfeld and Nicolson, 1967 es una breve pero fascinante descripción del grupo de jóvenes que consiguió asesinar al zar Alejandro II. Se trata de un texto muy informativo para quienes busquen iluminación sobre las raíces del terrorismo, así como un resumen de los grupos revolucionarios de mediados del siglo XIX.
Chesney, K.: The Victorian Underworld, London, Pelican, 1972 es un texto clásico para aquellos que quieran comprender los desastrosos efectos de la incontrolada expansión urbana en el siglo XIX. Varios capítulos examinan la realidad de la juventud que se esconde detrás de la ficción de Dickens. Por último, Biddiss, M. D.: The Age of the Masses: Ideas and Society in Europe Since 1870, New York, Harper Colophon, 1977 es una exploración definitiva de los cambios sociales, políticos y culturales experimentados por Europa a finales del siglo XIX y principios del XX.
CAPÍTULO 2. NACIONALISTAS Y DECADENTES
La cuestión de la juventud ocupa una pequeña parte de La nación en armas; Goltz, C. von der: Das Volk in Waffen, Berlin, 1883 [ed. en esp.:, Goltz, C. von der: La nación en armas, Toledo, Viuda e hijos de Juan Peláez, 1895, que no se ha podido consultar para esta edición]. La expresión «la fortaleza de una nación reside en su juventud» fue sacada de contexto para adornar la tienda de inspiración punk Boy (King’s Road, Londres, 1977), donde se asumió ampliamente que era una cita nazi. De hecho, el libro de Von der Goltz fue influyente tanto en Alemania como en Gran Bretaña, con dos ediciones en los últimos veinte años del siglo XIX (entre otros motivos, porque el teórico alemán señalaba las deficiencias estratégicas de Reino Unido).
Existe mucho material sobre las escuelas públicas británicas del siglo XIX. Simon, B. y Bradley, I.: The Victorian Public School, London, Gill and Macmillan, 1975 contiene once ensayos de diversos colaboradores. Fueron útiles en particular Scott, P.: «The School and the Novel: Tom Brown’s Schooldays»; Vance, N.: «The Ideal of Manliness» y Best, G.: «Militarism and the Victorian Public School». Más detalles sobre la revolución educativa de Thomas Arnold pueden encontrarse en Simpson, J. B. H.: Rugby Since Arnold, London, Macmillan, 1967.
Tras el éxito de la novela de Thomas Hughes, [Hughes, T.: Tomás Brown en la escuela, Madrid, Calpe, 1923, (trad. M. Ortega y Gasset)], las ficciones centradas en las escuelas públicas se convirtieron en un subgénero menor pero significativo. Algunos ejemplos son Eric, Or Little by Little (1858), del deán Frederic Farrar; Stalky & Co. (1899), de Rudyard Kipling [ed. en esp.: Kipling, R.: Stalky & Co., Barcelona, Bruguera, 1982, (trad. Antonio Ribera)]; y The Hill, de H. A. Vachell (1906). Ya en el siglo XX, el piadoso enfoque de religiosos como Farrar se fue viendo superado por los vínculos de amistad enfatizados en la novela de Kipling. Se entiende que estos lazos producen mayores tasas de reclutamiento que cualquier apelación al cristianismo muscular.
Los intentos por definir y controlar a la juventud durante este periodo los analiza Gillis, J. R.: Youth and History: Tradition and Change in European Age Relations 1770-Present, London/New York, Harcourt Brace Jovanovich, 1974. El capítulo 3: «Boys Will Be Boys: Discovery of Adolescence 1870-1900», aborda el sistema de escuelas públicas, el gimnasio alemán y la Boys’ Brigade. Cita el inmortal cántico de réplica ante un desfile de la brigada: «Aquí viene la Boys’ Brigade / toda cubierta de mermelada, / con un gorro de pega / y galones de medio metro».
Springhall, J.: Youth, Empire and Society: British Youth Movements, 1883-1940, London, Croom Helm, 1977, igualmente riguroso, contiene una descripción detallada de la organización de la Boys’ Brigade y de las diversas brigadas religiosas hasta llegar a los Boy Scouts y posteriores. El vínculo entre la religión y la preparación premilitar era explícito. Como declaró Alexander Smith, fundador en 1887 de la Boys’ Brigade, «al asociar el cristianismo con todo cuanto era noble y masculino a ojos de un niño recorreríamos un largo camino para hacerlo salir del error de que hay algo débil o afeminado en el cristianismo».
Rimbaud ha contado con generaciones de biógrafos y cada cual moldea de nuevo esta juventud proteica para sus lectores. Entre ellos encontramos: Rickword, E.: Rimbaud: The Boy and the Poet, New York/London, Knopf, 1924; Hanson, E.: My Poor Arthur, London, Secker and Warburg, 1959; Nicholl, C.: Rimbaud en África, Barcelona, Anagrama, 2001, (trad. Javier Calzada); y Robb, G.: Rimbaud, Barcelona, Tusquets, 2001, (trad. Daniel Aguirre Oteiza). Todos tienen algo por lo que merece la pena recomendarlos, aunque las últimas biografías cuentan con más datos y una investigación más actualizada.
El firmado por Graham Robb es particularmente claro en sus esfuerzos por ir más allá de la mitificación romántica que ha hecho de Rimbaud el avatar para el siglo de la juventud rebelde. Como señala en su introducción: «Para numerosos lectores (entre ellos el autor de este libro), la revelación de la poesía de Rimbaud constituyó uno de los acontecimientos decisivos de la adolescencia». No obstante, al presentar constantemente «el salvaje cinismo del poeta», Robb ha tratado de «dejar crecer a Rimbaud». [Las citas de la obra de Rimbaud provienen de Rimbaud, A.: Prosa completa, Madrid, Cátedra, 1991, (trad. José Antonio Millán Alba); excepto las cartas a George Izambard y Paul Demeny, que aparecen en Rimbaud, A.: Prometo ser bueno: cartas completas, Barcelona, Barril & Barral, 2009, (trad...