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eBook - ePub
Un momento bajo la lluvia
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Índice
Citas
Información del libro
Dios bendice a los niños Para reconocerte e imaginarte me bastan los pájaros de las tapias, estas cuatro esquinas llenas de flores y el carmín desgarrado de tus ansias en el cuello sucio de mi camisa. Puesto ya en tiempo de amores, elevo a la claridad todas mis plegarias.Grito al mundo que tuve otras palomas anidando en el hueco de mi almohada y hasta alguna promesa de sonrisa ingenua para el muladar de mi alma.Pero que ninguna fue tan gozosa en el tardo menguar de la jornadas como aquella que al marchar te dejaste olvidada en el confín de mis sábanas.
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Información
Categoría
LiteraturaCategoría
PoesíaNo he puesto en hora el reloj
No he puesto en hora el reloj.
No tengo cita con nadie.
En el café no me esperan,
ni en el cine de la esquina
ni en el cuarto del hotel
ni en la orilla de la playa.
Nadie me saluda al verme
quizá acaso ni me ven
o si me ven no me han visto
por lo que pueda pasar,
por lo que pueda ocurrir
y todavía no ha sido.
Hoy no es martes, no es otoño,
no tengo prisa en marcharme,
no tengo sitio dónde ir,
y apenas me reconozco
cuando me miro en el vidrio
del espejo del armario.
Por si acaso he recogido
la ropa del tendedero,
he lavado las cortinas,
he fregado los cacharros
y ahora me siento a la mesa
a esperar advenimientos.
Velatorio sentimental
Jaime Gil
Esta tarde me puse,
para darte mi adiós,
la corbata de seda,
mi camisa de raso,
zapatos italianos
y mi traje, escogido
en el fondo de armario.
Y escuché con paciencia
un absurdo sermón.
Las sombras en tu casa
entraban y salían
y no eran más que trazos
que apenas el recuerdo
de tu nombre traían.
De los dos eras tú
quien mejor escribía.
Yo sólo puse en verso
lo que tú en el silencio
con la luz de tu cuerpo
al pasar me decías.
Mientras tanto ha llovido
en el patio del tiempo,
y sus charcos reflejan
lo que yo ya sabía:
que las flores del campo
son los mejores versos.
Evocación de la tarde en un café
Esta tarde no soy nada
Patrick Modiano
Yo estaba en un café, sentado en un café
Lorenzo Martín del Burgo
A esta hora del café
soy nada. Menos que nada,
una silueta transparente
sentada en la terraza.
A esta hora soy la tarde
que se sienta en un café
y espera a que pase nada,
a que pase la tarde en el café.
A esta hora en que soy nada
y me siento solitario en el café,
llega una multitud transparente
y se sienta a solas en la terraza.
Soy nada y no me siento
en la terraza del café
por temor a que esta tarde
transparente sea nada.
A esta hora soy la tarde
en el café. Más que nada,
soy una tarde transparente
que espera la nada en un café.
Soy el café de la tarde transparente
esperando una tormenta de verano.
Soy nada de nada en el café
o una silueta vaga de la tarde.
No sé qué vagos presagios
traerán hasta aquí las golondrinas,
a esta terraza de un café.
Quizá todo. Quizá nada.
A esta hora de la tarde
en el café. No hay nada
que hacer salvo sentarse
un rato en la terraza transpare...
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