- 163 páginas
- Spanish
- ePUB (apto para móviles)
- Disponible en iOS y Android
Dos mentes para un alma
Información del libro
Dos mentes para un alma es un libro experimental que combina reflexiones en verso y prosa. Los textos fueron inspirados por las vivencias ocurridas al interior de un sanatorio, donde el autor tuvo la oportunidad de conversar con los pacientes y conocer su intimidad hasta el punto de percibir el mundo como lo hacen ellos.Una amarga desesperación recorre esta obra, pues plasma de forma fiel los deseos de ser aceptados por sus semejantes, las ansias de retornar a una vida normal y el torbellino de sensaciones que experimentan quienes sufren enfermedades psiquiátricas. Incapaces de identificarse con su yo físico y mental, estos hombres y mujeres no distinguen la realidad del mundo que se despliega en sus pensamientos. La hostilidad de las que son víctimas los lleva a tergiversar su manera de percibir la realidad: mientras algunos desarrollan mayor sensibilidad frente a los detalles de la vida, otros paladean la posibilidad de permanecer en el mundo de los sueños aunque signifique morir, o confunden su ser con una golondrina en su afán infinito de ser libres.Súplicas de amor, delirios en estados de euforia, anhelos de deleite sexual y fascinación por la naturaleza son algunas de las realidades que estremecerán al lector que se adentre en estas páginas.
Preguntas frecuentes
Información
Estadística
Lo difícil es llegar al lugar indicado en el momento correcto sin creer que uno es así, que su personalidad es así (es una enfermedad). Lo principal, cuando se hace insostenible, acudir al médico psiquiatra; repito: médico psiquiatra, no otro. Por supuesto, alejarse de falsos curanderos, brujas, adivinas y, por qué no decirlo, psicólogos. Es mi experiencia personal, la comparto.
Me tocó a mí. Sí, a muchos otros miles, pero también a mí.
Perder una pierna es duro y deprimente, hasta que uno se acostumbra; más aún depender de las drogas para no caer en algo peor, sin que existan verdaderos o importantes motivos. No solo es cruel para quien lo padece, es un pesar ridículo y muy en el fondo, malagradecido.
Hasta la depresión de una violación se comprendería más, pues su razón, aunque más cruel, sería más clara.
Se tiene todo, pero es como si no se tuviera nada: ingrato, insensible, desleal con el cielo e indiferente con el verdadero dolor. Dolor, mucho dolor, dolor cuyo único efectivo y mejor tratamiento lo constituye, para algunos, el suicidio. Ingrato, mil veces ingrato. En la mayoría de las ocasiones se tiene todo, no ha existido verdadero daño, mutilación, enfermedad o infinita pena (solo la propia).
En todo caso, algo lo desencadena o se vive con la potencial bipolaridad, en estado inerte. Tema de la psiquiatría, estadística variable, síntomas similares, pero distintas acciones.
Lo converso en el internado psiquiátrico con una joven madre soltera. Mientras ella se siente en las nubes y aprecia todo color de rosa en su etapa eufórica, yo soy un superhombre, atractivo y triunfador.
Al revés, en la etapa depresiva ella experimenta un mundo feo, muy feo y con los pies demasiado en la tierra. Yo, en cambio, fracaso, timidez, inseguridad, carencia de autoestima y, por sobre todo, dolor, mucho dolor.
De acuerdo con el pensamiento de nuestra psiquiatra común, es la misma enfermedad sin variantes ni innovaciones. Para mi desconcierto, sin alteraciones.
Soy un extraño
Siento en forma permanente que este no es mi mundo.
Estoy destinado a otra existencia que no logro adivinar ni presentir.
Me siento más que el resto; humildemente más; igual de preocupado por toda la creación, pero más.
Luchar sin parar tras nobles ideales, en cualquier mundo se hace necesario, pero este no es mi lugar.
Lo imagino romántico, aunque de fuerte lucha contra la infelicidad de la injusticia y la maldad; la belleza impregna todo. Paisaje griego, ficción medieval o ilusión. No importa, este no es mi lugar. Veo el horizonte, se apaga en luz crepuscular, mientras sueño y anhelo que me vengan, de una vez por todas, a buscar.
Me siento más humilde, más preocupado por la creación, distinto al resto. A pesar de eso, creo muy en mi interior, de forma contradictoria, que poseo algo que nadie tiene, una fuerza que cuesta despertar, un incomparable poder.
Ni gran héroe ni divinidad, pero sí con fuerzas sobresalientes, únicas y aventajadas.
Muchas veces no está tan claro, desconozco si es solo un interno deseo por ser alguien superior, alguien normal, o simplemente una increíble y necesaria evasión de una hostil realidad terrestre.
Deseo lo real, necesito lo real para mí, no puede seguir siendo así.
Deseo lo real, lo necesito, no puede seguir siendo solo una inconmensurable espera.
¿Corto esta vida o mantengo la esperanza?
Sueño y anhelo que me vengan, de una vez por todas, a buscar.
Ser único y superior
Sentí siempre que era el único ser con consciencia, una facultad de darme cuenta, la visión informativa de un cerebro singular. El resto de los humanos y los animales, solo meros seres programados con personalidad y capacidades propias, pero guiados por un egoísta y único instinto.
No poseían alma ni sentir.
Solo Dios y yo analizando el acontecer de esta evolución terrenal del tiempo (causa y efecto) hacia el futuro, bajo la absoluta seguridad de estar entre seres manejables y “ciegos” que solo colaboran y participan, mas no actúan por razonamiento propio.
Siempre me sentí un ser único y privilegiado, con una tarea maravillosa que se presentaría cuando así Dios lo estimara pertinente.
Fui llamado para algo superior, altruista, rebosante de maravillosos principios y sólidas bases valóricas, aunque con infinita humildad, sencillez y agradecimiento; agradecimiento hasta las lágrimas.
Quieran o no, solos en el cosmos inerte cual piedra de río, que por sí sola nada piensa ni espera.
Índice
- Amor, inicio y conquista
- Pérdida y agonía
- Belleza y empatía
- Libertad tras berrotes
- Naturaleza y entorno
- Meditaciones y desvaríos