Capítulo 1
Los informes financieros de las empresas
Las empresas generan información económica, financiera e impositiva que debe ser registrada y procesada de manera que sirva a los intereses de todos los actores relacionados con ellas. En las sociedades, los directivos realizan estados o reportes contables y financieros de su gestión cada año (o lo hacen a través de estudios profesionales especializados), los cuales debe ser aprobados por los socios de la empresa. Estos estados van acompañados por una memoria en donde explican las condiciones en las que la empresa operó y cuáles son las expectativas para los próximos años, entre otras cosas. El objeto fundamental de esta información contable y financiera es defender los intereses de terceros (ajenos a la empresa en sí), incluyendo socios, acreedores y Estado.
Aunque no todos los negocios están obligados a llevar libros de comercio, debo entender qué tipo de información contienen esos estados o reportes, y para qué me sirve saber todo eso. Como inversor propietario de mi negocio tengo que aprender a leer y entender las ideas principales de los informes contables y financieros. Esto me ayudará a comprender, con el paso del tiempo, la situación que vive mi empresa.
Los informes contables y financieros pueden clasificarse en cuatro grandes grupos: i) el estado de situación patrimonial, el cual me otorga información sobre mis activos, pasivos y mi patrimonio; ii) el estado de resultados, que me dice si mi negocio produjo pérdidas o ganancias; iii) el estado del flujo de efectivo, el cual arroja información sobre la capacidad de mi negocio de generar caja (dinero), y desde dónde y hacia dónde se movió el dinero, y, finalmente, iv) el estado de evolución del patrimonio, que refleja los cambios ocurridos en el capital entre el momento de inicio y de cierre del ejercicio, cambios que incluyen los resultados, aportes y distribuciones de ganancias, entre otras cosas. A estos reportes se le suman notas con aperturas en detalle y otros conceptos más.
Las empresas con oferta pública de sus acciones o con emisión pública de deuda, deben presentar estos reportes a sus inversores con mayor frecuencia, de manera que quienes invierten sepan lo antes posible cualquier información que pueda afectar a sus intereses. Sin embargo, para el resto de las sociedades estos datos son anuales y privados, y tienen un objetivo fiscal y de resguardo de los intereses de terceros ajenos a la empresa. Si bien en muchos casos es necesario recurrir a la contabilidad de gestión para realizar ajustes que adecúen de una mejor manera los principios de la contabilidad a la realidad de la empresa, la estructura de funcionamiento no varía. Aunque un pequeño emprendimiento personal puede no requerir llevar libros de comercio, es importante entender el rol que juegan estos informes y de qué manera me sirven para tomar decisiones, a fin de replicar los principios generales para generar informes que me ayuden en la gestión.
El estado de situación patrimonial
El estado de situación patrimonial es un informe contable que me dice, en una fecha determinada, cuáles fueron mis activos, mis pasivos y mi capital. Los activos son los bienes y créditos a mi favor, tanto tangibles como intangibles (físicos o no). Por otro lado, un pasivo es todo lo que representa una obligación, ya sea de dar o de hacer a favor de terceros. El capital o patrimonio de los accionistas viene a ser la diferencia entre ambos, los activos menos los pasivos; por tanto, este patrimonio pasa a llamarse “neto” o limpio.
Activo – pasivo = capital
Entonces:
Activo = pasivo + capital
Esta última ecuación me dice que el activo (todo lo que tengo a mi favor y lo que necesito para generar riqueza) está conformado o financiado por dos grandes rubros: el pasivo y el capital (de los accionistas). Estas son las dos grandes fuentes de financiamiento del negocio. Es decir, cualquier aumento del activo deberá indefectiblemente ser afrontado por obligaciones con terceros (pasivo) o por el capital de los accionist...