PRIMER ACTO
ESCENARIO
Taller de artista con obras por el suelo y esculturas. Al fondo, un caballete de modelado alto con una figura de barro encima. La figura tiene la forma de un torso de mujer sin llegar a serlo, está sin terminar. En el mismo taller, hay un sofá de dos plazas, una mesa y tres sillas. Encima de la mesa: un móvil, latas de bebida vacías, vasos, etc. De momento, el taller no se ve, queda oculto en la oscuridad del escenario. Es invierno.
ESCENA 1
Se ilumina la parte delantera del escenario, CRISTINA entra y camina con una libreta y un bolígrafo que va pasando de la boca a la mano mientras lee en voz alta un poema. Es un poema que está creando, por lo tanto, repite alguna frase, tacha, escribe y relee palabras y algún verso entero.
CRISTINA:
El tiempo, ese transcurrir medido en las unidades más quiméricas que el ser humano haya podido inventar ha transitado, sobre todo, en la oscuridad del silencio.
Tiempo de silencio, de callar, de no decir, de disimular de hacer mención siquiera delante de mí misma. De reprimir pasiones, todas las ideas, recuerdos anclados en los deseos. De buscar donde hay nada que encontrar.
Tiempo de ausencia de mí misma, de no ser, de pretender estar sin ser.
Ser, solo se puede cuando se está.
Tiempo de no memoria. La evocación como enigma de la supervivencia.
Tiempo de vida disipada girando sin sentido, cargada de lo dable, sin peso, vacía de sí misma, desleída en la nada, rozada con la vida de otros.
De ese tiempo es de donde regreso.
Pero el tiempo no existe para ser llenado el tiempo se construye en cada minuto a trechos con lo que obramos.
CRISTINA pasa páginas, se detiene en un nuevo poema, lee en silencio, retoca con el bolígrafo y lee en voz alta, ahora sí, de un tirón.
Sé lo que voy a encontrar ha sido constante en mis días de búsqueda. Disfrazada de curiosidad, la pregunta es la misma. El tiempo transcurrido es inmenso la historia, lo ha hecho espeso.
Lo que no sé, y eso me abruma, si ese abismo habrá transformado sus esencias no físicas, sus fotos están por internet sino aquellas que hicieron crecer lo que ahora me asfixia.
Rememoro todo lo que de él proviene con la seguridad de que solamente el miedo grabado en el alma desde el inicio de los días fue lo que me impidió acceder.
CRISTINA sale.
ESCENA 2
Se ilumina todo el escenario dejando al descubierto el taller. DANIEL, que está trabajando, mira el reloj y se apresura a recoger lo que ha estado haciendo, coloca bien los cojines del sofá, coloca las sillas en la mesa, recoge las latas vacías que están encima de la mesa y deja el móvil. Se muestra nervioso, vuelve a mirar el reloj, se arregla el pelo. Suena el timbre. Acude a abrir.
CRISTINA: (desde fuera del escenario)
Hola Daniel.
DANIEL:
Cristina, ¡qué ilusión volver a verte!
CRISTINA:
Sí, yo también estoy muy contenta.
Entran en el taller.
CRISTINA: (mira a su alrededor)
Me parece imposible volver a estar aquí.
DANIEL:
Sí, ha pasado mucho tiempo.
CRISTINA:
Casi once años.
DANIEL:
¿En serio? Yo no lo hubiera sabido con tanta exactitud.
CRISTINA:...