Comentario al Nuevo Testamento Vol. 6
eBook - ePub

Comentario al Nuevo Testamento Vol. 6

Juan II

  1. 344 páginas
  2. Spanish
  3. ePUB (apto para móviles)
  4. Disponible en iOS y Android
eBook - ePub

Comentario al Nuevo Testamento Vol. 6

Juan II

Detalles del libro
Vista previa del libro
Índice
Citas

Información del libro

William Barclay fue pastor de la Iglesia de Escocia y profesor de N.T. en la Universidad de Glasgow. Es conocido y apreciado internacionalmente como maestro en el arte de la exposición bíblica. Entre sus más de sesenta obras la que ha alcanzado mayor difusión y reconocimiento en muchos países y lenguas es, sin duda, el Comentario al Nuevo Testamento, que presentamos en esta nueva edición española actualizada. Los 17 volúmenes que componen este comentario han sido libro de texto obligado para los estudiantes de la mayoría de seminarios en numerosos países durante años.

Preguntas frecuentes

Simplemente, dirígete a la sección ajustes de la cuenta y haz clic en «Cancelar suscripción». Así de sencillo. Después de cancelar tu suscripción, esta permanecerá activa el tiempo restante que hayas pagado. Obtén más información aquí.
Por el momento, todos nuestros libros ePub adaptables a dispositivos móviles se pueden descargar a través de la aplicación. La mayor parte de nuestros PDF también se puede descargar y ya estamos trabajando para que el resto también sea descargable. Obtén más información aquí.
Ambos planes te permiten acceder por completo a la biblioteca y a todas las funciones de Perlego. Las únicas diferencias son el precio y el período de suscripción: con el plan anual ahorrarás en torno a un 30 % en comparación con 12 meses de un plan mensual.
Somos un servicio de suscripción de libros de texto en línea que te permite acceder a toda una biblioteca en línea por menos de lo que cuesta un libro al mes. Con más de un millón de libros sobre más de 1000 categorías, ¡tenemos todo lo que necesitas! Obtén más información aquí.
Busca el símbolo de lectura en voz alta en tu próximo libro para ver si puedes escucharlo. La herramienta de lectura en voz alta lee el texto en voz alta por ti, resaltando el texto a medida que se lee. Puedes pausarla, acelerarla y ralentizarla. Obtén más información aquí.
Sí, puedes acceder a Comentario al Nuevo Testamento Vol. 6 de William Barclay en formato PDF o ePUB, así como a otros libros populares de Theology & Religion y Biblical Commentary. Tenemos más de un millón de libros disponibles en nuestro catálogo para que explores.

Información

Año
2012
ISBN
9788482677224
LUZ PARA LOS OJOS CIEGOS
Juan 9:1-5
Cuando Jesús iba pasando por ahí, vio a uno que era ciego de nacimiento; y Sus discípulos Le preguntaron:
—Rabí, ¿quién fue el que pecó para que naciera ciego, él mismo o sus padres?
—No es porque pecaran ni éste ni sus padres —les contestó Jesús—; sino que sucedió para que hubiera en él una demostración de lo que Dios puede hacer. Tenemos que hacer las obras del Que Me envió mientras dure el día; se acerca la noche cuando nadie podrá hacer nada. Mientras esté en el mundo, Yo soy la luz del mundo.
Este es el único de los milagros que se nos narran en los evangelios en el que se dice que se trataba de una dolencia de nacimiento. En Hechos tenemos dos casos de personas que habían estado impedidas desde que nacieron: el cojo de la puerta Hermosa del templo en Hechos 3:2, y el paralítico de Listra en Hechos 14:8. Pero este ciego es la única persona de la historia evangélica que se encontraba en ese caso. Debe de haber sido un personaje conocido, porque los discípulos de Jesús ya sabían de él.
Cuando le vieron, aprovecharon la oportunidad para pre-sentarle a Jesús un problema que los judíos llevaban mucho tiempo discutiendo, y que sigue siendo enigmático. Los judíos consideraban que el sufrimiento seguía al pecado como el efecto a la causa hasta tal punto que suponían que tenía que haber habido algún pecado donde había sufrimiento. Así es que Le dirigieron a Jesús la pregunta que consideraban clave: «Este hombre —Le dijeron— está ciego. ¿Es su ceguera debida a su propio pecado, o al de sus padres?»
¿Cómo podría ser debida a su propio pecado, si era ciego de nacimiento? Los teólogos judíos proponían una de dos posibles respuestas a esa pregunta.
(i) Algunos de ellos sustentaban la extraña idea del pecado prenatal. De hecho, creían que una persona podía empezar a pecar cuando estaba en el vientre de su madre. En las conversaciones imaginarias entre Antonino y el rabino Judá el Patriarca acerca del origen del pecado en la vida personal, Antonino le preguntó a su interlocutor: «¿Desde qué momento ejerce su influencia la mala tendencia sobre una persona, desde que se forma el embrión en el seno materno o desde el nacimiento?» Y el rabino contestó al principio: «Desde que se forma el embrión.» Antonino no estaba de acuerdo, y convenció a Judá de su postura; porque Judá tuvo que admitir que, si la mala tendencia empezara con la formación del embrión, entonces el bebé rompería el vientre a patadas y saldría. Judá encontró un texto que respaldaba esta postura, Génesis 4:7: «El pecado está a la puerta,» que él interpretó como que el pecado está acechando a la puerta del seno materno tan pronto como nace el niño. El razonamiento nos parecerá ridículo, pero es una prueba de que la idea del pecado prenatal era, por lo menos, tema frecuente de discusión entre los judíos.
(ii) En tiempos de Jesús, los judíos creían en la preexisten-cia del alma. Realmente, esta idea la había tomado de los griegos; entre otros, de Platón. Creían que todas las almas existían antes de la creación de la raza humana en el huerto del Edén, o que estaban en el séptimo cielo o en una cierta cámara, esperando la oportunidad para entrar en un cuerpo. Los griegos habían creído que esas almas eran buenas, y que era la entrada en el cuerpo lo que las contaminaba; pero había algunos judíos que creían que las almas eran ya buenas o malas antes del nacimiento. El autor del Libro de la Sabiduría dice: «Ahora bien, yo era un niño bueno por naturaleza, y me tocó en suerte un alma buena» (Sabiduría 8:19).
En tiempos de Jesús, algunos judíos creían que la aflicción de una persona, aunque fuera de nacimiento, podía venirle de un pecado que hubiera cometido antes de nacer. Es una idea extraña, y que nos parecerá hasta fantástica; pero a su base se encuentra la idea de un universo infectado de pecado.
La alternativa era que los males que se padecían desde el nacimiento los causaba el pecado de los padres. La idea de que los niños heredan las consecuencias del pecado de sus padres está entretejida en todo el Antiguo Testamento. «Yo soy el Señor tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación» (Éxodo 20:5; cp. Éxodo 34:7; Números 14:18). El salmista dice del malvado: «Venga en memoria ante el Señor la maldad de sus padres, y el pecado de su madre no sea borrado» (Salmo 109:14). Isaías habla de las iniquidades de ellos y de «las iniquidades de sus padres,» y llega a decir: «Yo les mediré en el seno el pago de sus obras antiguas» (Isaías 65:6-7). Una de las ideas características del Antiguo Testamento es que Dios siempre visita, es decir, castiga, los pecados de los padres en los hijos. No debemos olvidar que nadie vive ni muere para sí mismo solamente. Cuando pecamos, ponemos en movimiento una cadena de consecuencias sin fin.
LUZ PARA LOS OJOS CIEGOS
Juan 9:1-5 (conclusión)
En este pasaje encontramos dos grandes principios eternos.
(i) Jesús no contesta directamente a la pregunta, ni trata de desarrollar o explicar la relación que existe entre el pecado y el sufrimiento. Dice que la aflicción de aquel hombre le vino para que hubiera una oportunidad de demostrar lo que Dios puede hacer. Esto es cierto en dos sentidos.
(a) Para Juan, los milagros son siempre una señal de la gloria y el poder de Dios. Los autores de los otros evangelios parece que tenían otro punto de vista, y los veían como una demostración de la misericordia de Jesús. Cuando Jesús vio la multitud hambrienta, tuvo compasión de ellos, porque Le parecían como ovejas sin pastor (Marcos 6:34). Cuando llegó el leproso con su angustioso ruego de limpieza, Jesús fue movido a misericordia (Marcos 1:41). Se suele insistir en que el Cuarto Evangelio es diferente en esto; pero no tenemos por qué verlo como una contradicción. Son sencillamente dos maneras distintas de ver la misma cosa. En el fondo está la suprema verdad de que la gloria de Dios se muestra en Su compasión, y que Él no revela nunca Su gloria más plenamente que cuando revela Su piedad.
(b) Hay otro sentido en que el sufrimiento humano es prueba de lo que Dios puede hacer. La aflicción, el dolor, la desilusión, la pérdida de seres queridos, son siempre oportunidades para que se despliegue la gracia de Dios. Primero, permite al paciente mostrar a Dios en acción. Cuando llega el desastre o la aflicción a una persona que no conoce a Dios, esa persona puede que se desmorone; pero cuando llegan a una persona que camina con Dios, sacan la fuerza y la belleza y la paciencia y la nobleza que hay en un corazón en el que está Dios. Se cuenta que, cuando estaba muriendo un santo de la antigüedad en una agonía de dolor, mandó a buscar a su familia diciendo: «Que vengan a ver cómo muere un cristiano.» Es cuando la vida nos asesta uno de sus golpes más terribles cuando podemos demostrarle al mundo cómo le es posible vivir y morir a un cristiano. Veamos un ejemplo:
Mientras más se prolonga el sufrimiento
más veo en él Tu cariñosa mano,
más cerca estoy de Ti, más puro siento
el amor que me aparta de lo vano
y a Ti me lleva en amoroso aliento.
Tú me has dado esta copa de amargura
con designio de amor; de otra manera
Tu mano paternal no me la diera,
porque no haces sufrir a Tu criatura
sin un plan que después haga patente
un designio de amor beneficente.
La recibo, Señor, con bendiciones;
pero hazme más humilde y resignado,
más grato a la riqueza de Tus dones,
en Tus promesas aún más confiado
y siempre alegre en lo que Tú dispones.
Y si, apurada la postrera gota,
permites que prolongue mi misión,
anunciaré Tu amor, que no se agota,
predicando en Jesús la Salvación.
Y si quisieres dar por concluida
esta misión, que realicé tan mal,
¡oh Roca de los Siglos, de guarida
sírveme ante el divino tribunal!
(Carlos Araujo Carretero, Última Rima, escrita un mes antes de su muerte).
Cualquier clase de sufrimiento es una oportunidad para que se muestre la gloria de Dios en nuestras vidas. (b) Segundo, ayudando a los que pasan por dificultades o dolores, les podemos demostrar a otros la gloria de Dios. Frank Laubach nos hace partícipes del gran pensamiento de que, cuando Cristo, Que es el Camino, llega a nuestra vida, «nos convertimos en parte del Camino. El Camino Real de Dios pasa por nosotros.» Cuando nos gastamos como una vela ayudando a los que pasan por dificultades, distrés, dolor o aflicción, Dios nos está usando como camino por el que Él envía Su ayuda a las vidas de los que sufren. El ayudar a un semejante necesitado es manifestar la gloria de Dios, que quiere decir mostrar cómo es Dios.
Jesús pasa a decir que Él y Sus seguidores deben hacer la obra de Dios mientras haya tiempo para hacerla. Dios ha dado a la humanidad el día para trabajar y la noche para descansar; cuando se acaba el día, también se acaba el tiempo de trabajar. Para Jesús era verdad que tenía que darse prisa con el trabajo que Dios Le había confiado porque faltaba poco para la noche de la Cruz. Pero es verdad que todas las personas disponemos de un tiempo limitado. Nuestra tarea la tenemos q...

Índice

  1. PORTADA
  2. PORTADA INTERIOR
  3. CRÉDITOS
  4. ÍNDICE
  5. MISERIA Y MISERICORDIA (7:53 - 8:11)
  6. MISERIA Y MISERICORDIA (7:53 - 8:11, continuación)
  7. MISERIA Y MISERICORDIA(7:53 - 8:11, conclusión)
  8. LA LUZ QUE NO RECONOCIERON (8:12-20)
  9. LA LUZ QUE NO RECONOCIERON (8:12-20, continuación)
  10. LA LUZ QUE NO RECONOCIERON (8:12-20, conclusión)
  11. FATAL INCOMPRENSIÓN (8:12-30)
  12. FATAL INCOMPRENSIÓN (8:12-30, continuación)
  13. FATAL INCOMPRENSIÓN (8:12-30, conclusión)
  14. EL VERDADERO DISCIPULADO (8:31-32)
  15. LIBERTAD Y ESCLAVITUD (8:33-36)
  16. LA AUTÉNTICA FILIACIÓN (8:37-41)
  17. HIJOS DEL DIABLO (8:41-45)
  18. TERRIBLE ACUSACIÓN Y FE RESPLANDECIENTE (8:46-50)
  19. LA VIDA Y LA GLORIA (8:51-55)
  20. LA PRERROGATIVA SUPREMA (8:56-59)
  21. LUZ PARA LOS OJOS CIEGOS (9:1-5)
  22. LUZ PARA LOS OJOS CIEGOS (9:1-5, conclusión)
  23. EL MÉTODO DE UN MILAGRO (9:6-12)
  24. PREJUICIO Y CONVICCIÓN (9:13-16)
  25. EL DESAFÍO A LOS FARISEOS (9:17-34)
  26. REVELACIÓN Y CONDENACIÓN (9:35-41)
  27. MÁS Y MÁS GRANDE (9)
  28. EL PASTOR Y SUS OVEJAS (10:1-6)
  29. EL PASTOR Y SUS OVEJAS (10:1-6, conclusión)
  30. LA PUERTA DE LA VIDA (10:7-10)
  31. EL PASTOR AUTÉNTICO, Y EL FALSO (10:11-15)
  32. LA UNIDAD DEFINITIVA (10:16)
  33. LA ELECCIÓN DEL AMOR (10:17-18)
  34. O LOCO, O HIJO DE DIOS (10:19-21)
  35. LA PRESENTACIÓN Y LA PROMESA (10:22-28)
  36. LA PRESENTACIÓN Y LA PROMESA (10:22-28, conclusión)
  37. CONFIANZA INALTERABLE Y SEGURIDAD INCONMOVIBLE (10:29-30)
  38. PROPONIENDO LA PRUEBA DEL FUEGO (10:31-39)
  39. LA PAZ QUE PRECEDE A LA TORMENTA (10:40-41)
  40. DE CAMINO A LA GLORIA (11:1-5)
  41. BASTANTE TIEMPO, PERO NO DEMASIADO (11:6-10)
  42. EL DÍA Y LA NOCHE (11:6-10, continuación)
  43. UNO QUE NO SE RETIRA (11:11-16)
  44. UNA FAMILIA EN DUELO (11:17-19)
  45. LA RESURRECCIÓN Y LA VIDA (11:20-27)
  46. LA RESURRECCIÓN Y LA VIDA (11:20-27, conclusión)
  47. LA EMOCIÓN DE JESÚS (11:28-33)
  48. LA VOZ QUE DESPIERTA A LOS MUERTOS (11:34-44)
  49. TRÁGICA IRONÍA (11:45-53)
  50. JESÚS, FUERA DE LA LEY (11:54-57)
  51. LA PRODIGALIDAD DEL AMOR (12:1-8)
  52. LA PRODIGALIDAD DEL AMOR (12:1-8, conclusión)
  53. EL PLAN PARA DESTRUIR LA EVIDENCIA (12:9-11)
  54. LA BIENVENIDA AL REY (12:12-19)
  55. LA BIENVENIDA AL REY (12:12-19, conclusión)
  56. LOS BUSCADORES GRIEGOS (12:20-22)
  57. LA SORPRENDENTE PARADOJA (12:23-26)
  58. LA SORPRENDENTE PARADOJA (12:23-26, conclusión)
  59. DE LA TENSIÓN A LA CERTEZA (12:27-34)
  60. DE LA TENSIÓN A LA CERTEZA (12:27-34, conclusión)
  61. LOS HIJOS DE LA LUZ (12:35-36)
  62. CIEGA INCREDULIDAD (12:37-41)
  63. LA FE DE LOS COBARDES (12:42-43)
  64. EL JUICIO INESCAPABLE (12:44-50)
  65. LA REALEZA DEL SERVICIO (13:1-17)
  66. LA REALEZA DEL SERVICIO (13:1-17, continuación)
  67. LA LIMPIEZA ESENCIAL (13:1-17, conclusión)
  68. LA VERGÜENZA DE LA DESLEALTAD Y LA GLORIA DE LA FIDELIDAD (13:18-20)
  69. LA ÚLTIMA APELACIÓN DEL AMOR (13:21-30)
  70. LA ÚLTIMA APELACIÓN DEL AMOR (13:21-30, conclusión)
  71. LA GLORIA CUÁDRUPLE (13:31-32)
  72. EL MANDAMIENTO DE LA DESPEDIDA (13:33-35)
  73. LA LEALTAD VACILANTE (13:36-38)
  74. LA PROMESA DE LA GLORIA (14:1-3)
  75. LA PROMESA DE LA GLORIA (14:1-3, conclusión)
  76. EL CAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA (14:4-6)
  77. LA VISIÓN DE DIOS (14:7-11)
  78. LA VISIÓN DE DIOS (14:7-11, conclusión)
  79. LAS TREMENDAS PROMESAS (14:12-14)
  80. EL AUXILIADOR PROMETIDO (14:15-17)
  81. EL CAMINO A LA COMUNIÓN Y A LA REVELACIÓN (14:18-24)
  82. EL LEGADO DE CRISTO (14:25-31)
  83. LA VID Y LOS SARMIENTOS (15:1-10)
  84. LA VID Y LOS SARMIENTOS (15:1-10, continuación)
  85. LA VID Y LOS SARMIENTOS (15:1-10, conclusión)
  86. LA VIDA DEL PUEBLO ESCOGIDO DE JESÚS (15:11-17)
  87. LA VIDA DEL PUEBLO ESCOGIDO DE JESÚS (15:11-17, conclusión)
  88. EL ODIO DEL MUNDO (15:18-21)
  89. EL ODIO DEL MUNDO (15:18-21, continuación)
  90. EL ODIO DEL MUNDO (15:18-21, conclusión)
  91. CONOCIMIENTO Y RESPONSABILIDAD (15:22-25)
  92. TESTIMONIO DIVINO Y HUMANO (15:26-27)
  93. ADVERTENCIA Y DESAFÍO (16:1-4)
  94. LA OBRA DEL ESPÍRITU SANTO (16:5-11)
  95. EL ESPÍRITU DE LA VERDAD (16:12-15)
  96. LA TRISTEZA QUE SE VUELVE ALEGRÍA (16:16-24)
  97. EL ACCESO DIRECTO (16:25-28)
  98. CRISTO Y SUS DONES (16:29-33)
  99. LA GLORIA DE LA CRUZ (17:1-5)
  100. LA GLORIA DE LA CRUZ (17:1-5, continuación)
  101. LA VIDA ETERNA (17:1-5, conclusión)
  102. LA OBRA DE JESÚS (17:6-8)
  103. EL SENTIDO DEL DISCIPULADO (17:6-8, conclusión)
  104. ORACIÓN DE JESÚS POR SUS DISCÍPULOS (17:9-19)
  105. ORACIÓN DE JESÚS POR SUS DISCÍPULOS (17:9-19, conclusión)
  106. UN ATISBO DEL FUTURO (17:20-21)
  107. EL DON Y LA PROMESA DE GLORIA (17:22-26)
  108. EL ARRESTO EN EL HUERTO (18:1-11)
  109. EL ARRESTO EN EL HUERTO (18:1-11, conclusión)
  110. JESÚS ANTE ANÁS (18:12-14,19-24)
  111. HÉROE Y COBARDE (18:15-18,25-27)
  112. EL HÉROE Y EL COBARDE (18:15-18,25-27, conclusión)
  113. JESÚS Y PILATO (18:25 - 19:16)
  114. JESÚS Y PILATO (18:25 - 19:16, continuación)
  115. JESÚS Y PILATO (18:25 - 19:16, continuación)
  116. JESÚS Y PILATO (18:25 - 19:16, continuación)
  117. JESÚS Y PILATO (18:25 - 19:16, continuación)
  118. JESÚS Y PILATO (18:25 - 19:16, continuación)
  119. JESÚS Y PILATO (18:25 - 19:16, continuación)
  120. JESÚS Y PILATO (18:25 - 19:16, conclusión)
  121. EL CAMINO DE LA CRUZ (19:17-22)
  122. EL CAMINO DE LA CRUZ (19:17-22, conclusión)
  123. LOS JUGADORES AL PIE DE LA CRUZ (19:23-24)
  124. EL AMOR DE UN HIJO (19:25-27)
  125. EL FINAL TRIUNFAL (19:28-30)
  126. EL AGUA Y LA SANGRE (19:31-37)
  127. LOS DONES PÓSTUMOS A JESÚS (19:38-42)
  128. AMOR ALUCINADO (20:1-10)
  129. EL GRAN DESCUBRIMIENTO (20:1-10, conclusión)
  130. EL GRAN RECONOCIMIENTO (20:11-18)
  131. COMPARTIENDO LA BUENA NOTICIA (20:11-18, conclusión)
  132. LA COMISIÓN DE CRISTO (20:19-23)
  133. EL ESCÉPTICO, CONVENCIDO (20:24-29)
  134. TOMÁS EN LO SUCESIVO (20:24-29, conclusión)
  135. EL PROPÓSITO DEL EVANGELIO (20:30-31)
  136. Juan 21
  137. EL SEÑOR RESUCITADO (21:1-14)
  138. LA REALIDAD DE LA RESURRECCIÓN (21:1-14, continuación)
  139. LA UNIVERSALIDAD DE LA IGLESIA (21:1-14, conclusión)
  140. EL PASTOR DEL REBAÑO DE CRISTO (21:15-19)
  141. EL TESTIGO DE CRISTO (21:20-24)
  142. EL CRISTO ILIMITADO (21:25)
  143. NOTA SOBRE LA HISTORIA DE LA MUJER SORPRENDIDA EN ADULTERIO (8:2-11)
  144. NOTA SOBRE LA FECHA DE LA CRUCIFIXIÓN
  145. PALABRAS GRIEGAS LATINAS Y HEBREAS
  146. NOMBRES Y TEMAS QUE APARECEN EN EL TEXTO
  147. AUTORES Y LIBROS QUE SE RECOMIENDAN