SUROESTE - Torre del reloj sobre la ciudadela de Gjirokastra.
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El sudoeste es la región más turística de Albania. Muy influenciada por Grecia (antigua y moderna), posee un patrimonio de una excepcional riqueza tanto en el plano cultural como paisajístico.
Patrimonio – El yacimiento arqueológico de Butrint, en el extremo sur, no tiene nada que envidiar a los sitios más bellos de Grecia. Esta antigua ciudad está inscrita desde 1992 en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Lo mismo sucede con Gjirokastra, apodada la «ciudad de piedra», un excepcional ejemplo de ciudad otomana. Sin olvidar, los encantadores pueblos que, suspendidos en las laderas de las montañas, dominan magníficamente el mar Jónico.
Naturaleza – El otro activo de esta región son sus paisajes. En el litoral, llamado Bregdeti y conocido también con el nombre de «Riviera albanesa», las montañas (la cumbre más alta, el monte Papingut, alcanza los 2.489 m), sumergiéndose en el mar y con sus valles unidos por cañones y puertos, crean un conjunto heterogéneo y salvaje. Desgraciadamente, las aguas de esta parte del litoral están muy contaminadas. Al sur de Saranda, la costa vuelve a ser plana y húmeda. Aquí, en el extremo sur de Albania, se encuentra el lago de Butrint, también clasificado como Patrimonio Mundial por la Unesco. Desde un punto de vista geológico, esta parte de Albania es relativamente pobre en tierras de cultivo. En la época comunista, se realizó un importante movimiento de tierras que, por desgracia, no se valora actualmente (plantaciones de olivos). La flora también es escasa y los únicos bosques se encuentran en cotas altas.
Clima – El sudoeste de Albania tiene varios tipos de climas que varían en función del relieve. En la costa, el clima es de tipo mediterráneo. En Saranda, por ejemplo, la temperatura media alcanza los 17,6 ° C y el índice de radiación solar es uno de los más altos de Albania. En las colinas, más hacia el interior, las temperaturas suelen ser más suaves y las precipitaciones más importantes. Las zonas más montañosas del litoral, como Llogara, tienen un clima continental seco con vientos que pueden ser fríos.
Los 5 imprescindibles de la región
Butrint – Este yacimiento arqueológico y natural declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco es un imprescindible de la región, del país e incluso de los Balcanes.
Gjirokastra – La ciudad de Ismail Kadaré es la mejor preservada del país, clasificada como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Porto Palermo – En la «Riviera albanesa», esta bahía es magnífica y ofrece un buen resumen de la historia del país con su exbase soviética y su fortaleza de Ali Pacha.
Las iglesias ortodoxas – Las de la Dormición de la Virgen, cerca de Libohova (
región de Gjirokastra), y la de San Nicolás de Mesopotam (
cerca de Saranda) son auténticas perlas.
Paso de Llogaraja – Entre Vlora y Saranda, es un paso obligado que ofrece unas impresionantes vistas de la costa jónica.
VLORA (VLORË) - La ruta de la Riviera.
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Vlora es una gran ciudad portuaria del sur de Albania, situada al noreste de un golfo que lleva su nombre. Situada entre Tirana (a 150 km) y Saranda (a 130 km), y capital del distrito que lleva su nombre, la ciudad, en pleno desarrollo, cuenta actualmente con 80.000 habitantes. Su puerto es el segundo del país después de Durrësi.
Naturalmente protegida por un brazo de la costa y por Sazan (la única isla que verdaderamente pertenece a Albania), es relativamente estratégica ya que está situada en el punto de separación de los mares Adriático y Jónico, que permite controlar el acceso. Pero, sobre todo, es el único puerto en este lado de los Balcanes capaz de recibir barcos de gran calado.
En la actualidad, la industria agroalimentaria, los materiales de construcción, la industria química y del vidrio, son las principales actividades industriales de la región. Existen nuevos proyectos importantes y estratégicos, pero cuentan con la oposición de quienes están preocupados por la preservación de la región. Se trata de proyectos como la implantación en la bahía de Vlora de una central termoeléctrica, una refinería y una plataforma petrolífera. Un proyecto estadounidense de construcción de un oleoducto entre Bourgas (Bulgaria), sobre el Mar Negro y Vlora, pasando por Macedonia, parece haberse abandonado temporalmente. Este habría permitido llenar, con el petróleo del mar Caspio, petroleros de 300.000 toneladas que no pueden pasar por el Bósforo. Esto demuestra que el interés estratégico de Vlora sigue siendo valorado.
En el plano turístico, Vlora marca la entrada a la Riviera albanesa. Hacia el sur, el agua se vuelve más clara y las playas de arena se codean con las playas rocosas, tan características de la costa jónica. El desarrollo urbano de Vlora a lo largo de la avenida que conduce al puerto es bastante impresionante. Además de los hoteles, numerosos edificios de viviendas, modernos y coloridos, están en construcción. Este desarrollo responde sin duda a una fuerte demanda de vivienda. En efecto, en la playa de Vlora, al norte de la zona portuaria, sigue habiendo numerosas cabañas y barrios de chabolas de los ex candidatos a la emigración. La ciudad es espaciosa y con amplias avenidas. Varios de los lugares de interés se concentran alrededor de la plaza de la Bandera (mezquita, bazar, museo histórico y museo etnográfico). La playa de arena, que bordea Vlora al norte del puerto, no es de interés para el baño (poco profunda y con muchos detritus). Las playas más agradables están al sur del puerto: extensiones de arena, calas agradables y, luego, playas de guijarros se suceden unos 14 km hasta Orikumi. Vlora es también un centro cultural y universitario (universidad, escuela naval y escuela del aire), con un teatro, bibliotecas y museos.
En coche – No hay ningún problema para llegar a Vlora desde Fier, Durrësi y Tirana (
aproximadamente 2.30 h). La carretera de la Riviera hasta Saranda (
aproximadamente 3 h) es bastante buena, pero sinuosa y estrecha.