- 228 páginas
- Spanish
- ePUB (apto para móviles)
- Disponible en iOS y Android
Coaching y salud
Información del libro
Una nueva forma de comunicación para mejorar la salud. El coaching es una metodología que favorece el cambio y ayuda a conseguir objetivos en la vida personal y profesional. El coaching para pacientes centra sus objetivos en al salud: facilita que ellos mismos puedan conseguir mejorar hábitos saludables, cumplir los tratamientos en las enfermedades crónicas y que, por tanto, mejoren su calidad de vida. En el libro se muestra cómo aplicarlo de una manera práctica ya que todos los casos descritos pertenecen a pacientes reales. En Coaching y salud los profesionales sanitarios (médicos, enfermeras, fisioterapeutas, psicólogos...) descubrirám nuevos recursos que podrám incorporar con facilidad en su consulta diaria. Con la mayoría de pacientes bastará sólo utilizar alguna técnica de coaching para obtener mejores resultados. Por ejemplo: escuchar de manera activa, preguntar más y aconsejar menos, dejar decidir al paciente, felicitar y celebrar sus mejoras. Los pacientes también pueden beneficiarse de su lectura, y que les ayudará a comprender mejor el proceso de su enfermeda y les dará herramientas para mejorarse. Consulta la web de la autora en coachingsalut.com
Preguntas frecuentes
Información
Segunda parte Casos reales
de coaching para pacientes
1. Ansiedad,
exámenes y coaching
Primera sesión
–¿Cuántas asignaturas tiene el curso que has hecho y cuántas has aprobado?–El curso tiene ocho y he aprobado cuatro. ¡Dos por cuatrimestre es muy poco! –contesta con cara de preocupación–. ¡Es imposible que en septiembre pueda aprobar cuatro!
–Judith, trabajar y estudiar al mismo tiempo tiene mucho mérito. Es posible que tengas otros compañeros de clase que también hayan suspendido y no hacen nada más que estudiar.–Sí, es verdad, pero a mí no me parece que tenga mérito. –Se queda pensativa y añade–: Hasta ahora, nunca me lo habían dicho.
–Está muy bien que los demás nos digan que valemos, pero nosotros mismos también debemos aprender a apreciarnos. Si quieres, antes de seguir adelante, te plantearé un ejercicio que te irá bien.–Yo estoy dispuesta a todo para aprobar. ¡Si paso curso, la moral me subirá!–Es genial que estés dispuesta a todo –le repito para reforzar su decisión–. Si me permites, te diré una cosa.–De acuerdo.–Pues que me parece que la moral debería depender más de cómo eres tú y no de que pases curso.–Pero al menos he de aprobar dos asignaturas –dice muy preocupada.
–Si apruebas dos, estudiando sólo dos meses, ¿te sentirías satisfecha?–Creo que sí, quizá cuatro es demasiado ambicioso, pero quiero intentarlo.–Supongo que dependerá de la nota que sacaste en junio y de lo preparadas que llevabas las asignaturas. –Pretendo que reflexione.–En una saqué un cuatro y medio y el profesor me suspendió. Se pasó, ¿verdad? –lo dice con énfasis.
–Así que tú sólo estudias para pasar los exámenes –se lo digo en tono de broma.–Sí, y también para aprender –me responde rápidamente.–¿Y de quién depende, de los profesores o de ti?–Ya veo por dónde vas… –Deja la frase a medias y me sonríe.
–Le podrías decir a tu profesor que viniera a hacer coaching para aprobar a las chicas que sacan un cuatro y medio.–¡Ja, ja, ja! –Y después de reír mi broma, dice–: De acuerdo. Depende de mí.–El coaching facilita los objetivos que sólo dependen de ti –le recuerdo lo que ya le había explicado al inicio de la entrevista.
–Perdona que me ponga pesada, ¿me dejas que ahora te dé el ejercicio?–De acuerdo. Aunque suspenda, soy muy trabajadora.–¡Manos a la obra!
–Sólo se me ocurren cinco. Hace rato que me estoy exprimiendo mis neuronas y no consigo ninguna más –me contesta un poco desanimada.–A mucha gente le sucede lo mismo porque al principio cuesta encontrarlas. Para sumar más, piensa qué añadiría a tu lista una amiga, tu madre… O quizá qué te diría un compañero de clase al que le has prestado tus apuntes. –Después de una pausa, le digo con contundencia–: Como mínimo, has de conseguir veinte cualidades. Estoy segura que lo conseguirás.
–¿De qué te ha servido el ejercicio?–Ha sido fabuloso. He recordado habilidades que había olvidado que tenía.–¿Como qué? –me intereso yo.–Las «madalenas» me salen muy buenas. Hacer pasteles me relaja –afirma muy satisfecha; para ella es como si hubiera hecho un gran descubrimiento.–Un día que las cocines, me las puedes dejar probar. –Sin esperar su respuesta, le pregunto–: Cocinar es una habilidad, y de tus cualidades, ¿qué me cuentas?–Me ha resultado mucho más difícil, pero al final lo he conseguido –lo expresa con orgullo.
–Desde el primer momento en que te he visto, he creído que tenías muchas capacidades porque eres capaz de trabajar y estudiar al mismo tiempo –se lo vuelvo a repetir porque lo pienso de verdad.
–Te quiero hacer una propuesta: el próximo día traes todo esto escrito en una libreta; te recomiendo que te compres una pequeña que te quepa en el bolso y así la tengas a mano como recordatorio de tus mejoras. A otros pacientes, esta herramienta les ha funcionado muy bien.–De acuerdo, lo pasaré a limpio. Ya te he dicho que soy aplicada y tengo muchas ganas de mejorar. Y de cara a mis estudios, ¿de qué me servirá? –me dice con curiosidad, no en tono de reclamación.
–¿A ti qué te parece? –le devuelvo la pregunta.–Si me siento más capaz… mmm… –piensa un rato.–Antes me has dicho que eres trabajadora –le doy una pista.–Pues que seré capaz de estudiar porque yo misma he dicho que soy aplicada. –Se queda sorprendida de sus propias palabras, y después añade–: ¡Uy! ¡En qué lío me has puesto!–Eres tú quien te has liado y tú misma te has de desliar. –Confío en que ella al final saldrá del atolladero.–Me parece que la solución es… –Se para y al final dice–: Cuando salga de aquí trataré de estudiar un poco.–¡Genial! ¡Ya has dado tu primer paso! –Le muestro mi entusiasmo.
–¿Qué significa para ti tratar?–Estudiar un poco –me repite.–¿Conoces el dicho: «Poco a poco se hace camino»?–Sí, como haré yo –dice satisfecha.–Es fantástico que te sientas identificada con esto porque así es como se consiguen las grandes empresas. Hablando de poco, ahora te pediré que concretes un poco más.
–¿Quieres...
Índice
- Cubierta
- Portada
- Créditos
- Dedicatoria
- Agradecimientos
- Índice
- Prólogo
- Introducción
- Primera parte. Teoría y aplicación práctica del coaching
- Segunda parte. Casos reales de coaching para pacientes
- Anexos
- Notas
- Colofón