Si no lo escribe, no existe
Error 1. Dedicarse a algo por lo que no sienta pasión
La finalidad del ser humano es crearse un alma. [Gurdjieff]
[…] cuando ante ti se abran muchos caminos y no sepas cuál recorrer, no te metas en uno cualquiera al azar: siéntate y aguarda. Respira con la confiada profundidad con que respiraste el día en que viniste al mundo, sin permitir que nada te distraiga: aguarda y aguarda más aún. Quédate quieta, en silencio, y escucha a tu corazón. Y cuando te hable, levántate y ve donde él te lleve.
[Donde el corazón te lleve, Susana Tamaro]
Cuando tengas que elegir entre dos caminos, pregúntate cuál de ellos tiene corazón. Quién elige el camino del corazón no se equivoca nunca.
[Popol Vuh]
Todas las sendas son iguales; no conducen a ninguna parte […]. ¿Tiene corazón este sendero? Si lo tiene, el sendero será bueno. Si no, no sirve […]. Ambos senderos conducen a ninguna parte, pero uno tiene corazón y el otro no. Uno significará un viaje alegre; mientras lo recorras, serás parte de él. El otro puede arruinar tu vida. Uno te hará fuerte; el otro te debilitará.
[Don Juan, un guerrero yaqui,
según se lo contara a Carlos Castaneda]
Resulta fácil encontrar en Internet el discurso de Steve Jobs al comienzo del año académico 2005 en la Universidad de Stanford. Allí, delante de una audiencia compuesta por los estudiantes de esta Universidad, el creador del Mac pronunció un discurso que encuentro muy inspirador. Y a mí me sienta bien escuchar palabras inspiradoras de vez en cuando. Parece escrito especialmente para emprendedores aunque de hecho no fue así. Coincido plenamente con él cuando dice: Tenéis que encontrar lo que amáis y esto sirve tanto para el trabajo como para el amor. El trabajo llenará gran parte de vuestra vida y la única forma de estar satisfecho es hacer lo que consideréis un trabajo genial. Y la única forma de tener un trabajo genial es amar lo que hagáis. Si no lo habéis encontrado, seguid buscando. No os conforméis. Como en todo lo que tiene que ver con el corazón, lo sabréis cuando lo hayáis encontrado. Si no lo habéis encontrado, seguid buscando.
Sobre todo me quedo con lo de «seguid buscando». A lo que yo añadiría: siempre.
Todos los seres humanos somos especialmente buenos en algo. Ese algo suele ser desarrollando una actividad que nos apasiona. Incluso aunque piense que en su caso es diferente, no es así. Ahora bien, es posible que aún no la haya encontrado. Los seres humanos tenemos un gran potencial, que correctamente conducido nos permite lograr casi cualquier cosa que nos propongamos. Así que la fórmula es sencilla: si consigue trabajar de eso que le gusta y en lo que por tanto será bueno, trabajar será una experiencia gratificante. Seguro que conoce personas que han encontrado ese algo y tienen éxito en lo profesional. Por cierto ese algo no tiene porque ser EL ALGO. No se asuste. Si mañana no le gusta, puede cambiar.
Una diseñadora de moda me comentaba recientemente que desde que ha empezado su negocio y tiene una ocupación que la motiva, no sólo ya no se queda remoloneando en la cama por las mañanas sino que de hecho se levanta antes y deseando sentarse a trabajar porque desea lanzar su marca adelante. No es que necesite menos horas de sueño, lo que sucede es que simplemente ha encontrado la actividad que le estimula.
Así que ya se imagina lo primero que tiene que hacer: saber a qué se quiere dedicar. Si ya se dedica a algo que realmente le apasiona, este capítulo no le hará tanta falta. Aunque redefinir sigue siendo necesario de vez en cuando. No es fácil, pero la búsqueda merece la pena. Una vez que sepa qué quiere hacer, el resto del camino se dibujará delante de usted como por arte de magia. Tendrá que solucionar pequeños o grandes problemas, pero estos no le impedirán que vea la meta clara al final del camino ni le supondrán una merma de energía en su día a día. No hay nada que incremente más la energía de una persona que saber a dónde se dirige. No se me ocurre nada más estimulante que levantarse por la mañana con una meta clara en la vida.
Si está leyendo este libro es porque o bien es emprendedor y quiere mejorar determinados aspectos de su trabajo, o bien está pensando en empezar a trabajar por su cuenta. Sea cual sea el caso, tómese el tiempo que necesite para entender e interiorizar bien lo siguiente: el error más grande que puede cometer como emprendedor es dedicarse a algo que no le apasione hacer (mejor) cada día.
Antes de seguir leyendo, ¿ha comprendido bien lo anterior? ¿Sí? Entonces continuemos.
De hecho, si comete este error, aunque subsane el resto de fallos en los que pueda incurrir, dará absolutamente igual porque su trabajo seguirá sin ser satisfactorio para usted. Y sin ese algo que le apasione hacer mejor cada día, todo lo demás que pueda hacer pierde su sentido. Este es el peor error que puede cometer. Por eso hablamos de esto en el primer capítulo del libro. Encuentre lo que le gustaría hacer. Sueñe si es necesario. ¿Cuánto lleva sin soñar? ¿Cuánto lleva sin cerrar los ojos y decir «me encantaría hacer…»? No tenga vértigo, conecte con su yo interior, ése al que probablemente no escucha a menudo, y déjele hablar. Tómese su tiempo. El que quiera, pero hágalo. Concédase ese lujo.
Mejor aún. Vamos a darnos ese lujo ahora mismo. Tome su pluma, un papel y un rato sin móvil, sin pareja, sin familia, sin amigos y sin televisión y dispóngase a responder a la siguiente pregunta con todo lujo de detalles.
¿Cómo sería su día ideal?
No tema. Es sólo un juego. Defina su día ideal. Atención: no le he pedido que lo piense, le he pedido que lo escriba. Si lo escribe el ejercicio tiene mucho más efecto, así que manos a la obra. Cuando haya terminado, tendrá muchas pistas de por dónde tiene que empezar a buscar.
Con un poco de creatividad, es muy probable que pueda ganar dinero haciendo lo que le gusta o al menos haciendo algo muy parecido. Vivimos en una sociedad compleja y variada, donde cada vez más se demandan productos y servicios de lo más heterogéneo. Seguro que puede encontrar la manera de trabajar haciendo lo que le gusta. Y la experiencia demuestra que es más fácil de lo que pensamos.
Todos conocemos personas que se dedican a las profesiones más variadas e inexplicables. Conozco una persona que trabaja y vive de ser inventora. Otra que ofrece, al mismo tiempo, sesiones de coaching y de entrenamiento físico. Otra que lo que hace es asesorar a sus clientes sobre su manera de vestir y dónde pueden comprar la ropa que llevan. Cada vez hay más profesiones de lo más variado y esto es una tendencia que va en aumento. El hecho de que le digan que es imposible hacer lo que usted quiera, no significa nada. Bueno, de hecho, sí: que es imposible en la mente de quien lo afirma. Y eso vale también para usted si es el dueño de esa vocecita que le está repitiendo «es imposible, es imposible, es imposible…».
El otro momento que me gusta del discurso de Jobs es cuando dice: No dejéis que el ruido de las opiniones de los demás ahogue vuestra propia voz interior. Tened el coraje de seguir a vuestro corazón y a vuestra intuición. De algún modo ellos ya saben lo que tú realmente quieres ser. Todo lo demás es secundario. […] Seguid hambrientos. Seguid alocados.
Siga hambriento, siga alocado. No desperdicie su talento haciendo algo que no le motiva lo suficiente y que no le aporta bienestar –pero bienestar entendido en un sentido amplio y no sólo económico– a su vida y a la de los demás. Cuando esté a punto de morir, ¿estará orgulloso de lo que hace ahora mismo? Desarrolle una actividad que le apasione, una profesión cuya práctica le haga sentirse bien. Un trabajo que cuando surjan los problemas, porque siempre acaban por aparecer, le motive lo suficiente para no tirar la toalla. Tiene que encontrar el talento único que de todas las personas del mundo sólo tiene usted. Y créame cuando le digo que lo tiene.
Por favor, no vea el hecho de que nadie se dedique a lo que usted hace o quiere hacer como una limitación o como una prueba de que no hay mercado. Véalo más bien como una oportunidad. Esto lo aprendí en el libro Las 22 leyes inmutables del marketing, de Al y Laura Ries. Cada año nacen cientos de categorías nuevas de productos y, aunque no todas sobreviven, muchas acaban por consolidarse en el mercado. Lo mismo vale para las profesiones y los profesionales. Encuentre su hueco, o como suele decirse, nicho de mercado, y lidérelo. Invente, si es preciso, una nueva categoría y conviértase en el número uno de ésta. El que da primero da dos veces.
Es probable que se esté preguntando: Perfecto, ¿y cómo encuentro yo esa oportunidad? Le regalo otros dos ejercicios que le ayudarán en el caso de que el anterior no lo haya hecho.
Ofrece buenos resultados responder a la...