El libro joven del mundo clásico
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El libro joven del mundo clásico

Las cosas que te gustaría haber aprendido en el colegio

  1. 200 páginas
  2. Spanish
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  4. Disponible en iOS y Android
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El libro joven del mundo clásico

Las cosas que te gustaría haber aprendido en el colegio

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Información del libro

Una aproximación sencilla a la mitología, el arte, la cultura y el teatro, la historia y las costumbres griegas y romanas, de gran utilidad para entender nuestra propia cultura.¿Cuánto sabes sobre el mundo clásico, además del Veni, vidi, vici?¿De dónde proceden las palabras "patrimonio" y "matrimonio"?¿Por qué el talón se llama "de Aquiles"?¿Quién era Homero, Cicerón, Pitágoras o Julio César?¿Qué era Troya, Maratón o las Termópilas?¿Dónde y por qué nacen la democracia, el teatro o las Olimpiadas?Nunca es tarde para conocer nuestras raíces.

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Información

Año
2016
ISBN
9788432146398
Edición
1
Categoría
Historia

V. Cosas de historia (II): la Roma antigua

Cuando lleguemos al capítulo sobre literatura veremos que el antepasado de los romanos era un príncipe troyano llamado Eneas. Esto te resultará un poco confuso si pensabas que Roma fue fundada por Rómulo y Remo. Es otro de esos espacios en que la mitología se funde con la historia y tienes que asumirlo.
RÓMULO Y REMO
La historia que conecta a los descendientes de Eneas con Rómulo y Remo es complicada, pero resumiendo, Numitor, el rey de una antigua ciudad italiana llamada Alba Longa, tenía una hija llamada Rea Silvia. Esta tuvo dos hijos gemelos con el dios Marte, los cuales fueron arrojados al río Tiber por el rival de Numitor. Milagrosamente los bebés llegaron a la orilla, los encontró y amamantó una loba, los crió un pastor y más tarde fueron reconocidos por todos los que tenían que reconocerlos. En un momento clave, unos pájaros que volaban por ahí, sugirieron que los muchachos debían construir una ciudad nueva y que Rómulo debería ser el rey. Como es de suponer Remo estaba un poco molesto por semejante favoritismo. En un ataque de orgullo, y con una deplorable falta de tacto, teniendo en cuenta que su hermano estaba a punto de convertirse en el rey de la ciudad más importante del mundo, fue al lugar donde estaban comenzando las obras y dijo: “Esto no es una muralla”. Y no lo era, porque los constructores acababan de empezar, antes se habían dedicado a otros trabajos. Tras decir esto, Remo saltó por encima con desprecio. Rómulo lo mató y siguió construyendo.
Para proporcionar esposas a sus seguidores, Rómulo trajo a algunas mujeres de una tribu vecina (escena representada en un famoso cuadro de Poussin, El Rapto de las Sabinas, en el Louvre) y se convirtió en el primer rey de Roma.
La fecha tradicional de la fundación de la ciudad es el 735 a. C. y las fechas romanas se calculaban basándose en esta: AUC o ab urbe condita, “desde la fundación de la ciudad”.
LAS SIETE COLINAS DE ROMA
Todo el mundo sabe que Roma está construida sobre siete colinas. Son los montes Palatino, Quirinal, Viminal, Capitolino (que hoy en día abarca gran parte del centro de Roma), Celio, Esquilino y Aventino. Aunque el asentamiento de Rómulo comenzó en el Palatino, el capitolio o ciudadela de la cumbre del Capitolino era donde se encontraban los templos más importantes de los primeros tiempos, el Templo de Júpiter Óptimo Máximo (el mejor y el más grande, así que no te equivoques con él) y el de Juno y Minerva. La historia dice que cuando los Galos invadieron (y arrasaron) Roma en el 390 a. C., estaban subiendo la colina en plena noche y los guardias se despertaron por los graznidos de los gansos que vivían en el templo y estaban consagrados a Juno. El Capitolino fue defendido con éxito; y los gansos continuaron consagrados (y alimentados con gran gasto público) durante siglos.
El Capitolino era también el lugar donde estaba la Roca Tarpeya, desde la que eran despeñados los traidores.
Al principio del imperio, el Palatino era la zona del mercado. Si subes la colina por detrás del Foro se pueden ver las ruinas de los palacios que pertenecían a Augusto y su mujer Livia. Pero nos estamos adelantando. Mucho antes existía….
LA MONARQUÍA ROMANA
Después de Rómulo hubo otros seis reyes:
• Numa Pompilio
• Tulio Hostilio
• Anco Marcio
• Tarquinio Prisco
• Servio Tulio
• Tarquinio el Soberbio
Soberbio no en el sentido de magnífico sino de “orgulloso y tiránico”, y Tarquinio tenía mucho de eso[29], así que en el 510 a. C. los romanos lo expulsaron y fundaron una república. Si eres lo suficientemente viejo como para haber leído Cantos populares de la Antigua Roma de Macaulay, quizá recuerdes que se trata del tiempo en que Horacio y dos compañeros “guardaron el puente” y retuvieron a las fuerzas de Lars Porsenna de Clusium, que apoyaba a Tarquinio, para que los romanos tuvieran tiempo de destruir la plataforma después de pasar, evitando de este modo que el enemigo cruzara el Tíber y entrara en Roma. Horacio dijo a los otros dos que corriesen rápidamente por el puente justo antes de que se cayera, después se tiró al río y lo cruzó buceando —para gran regocijo de una parte y fastidio de la otra—.
UN POCO SOBRE LA GALIA
¿Por qué hablamos ahora de La Galia? ¿No se refiere a Francia?
No exactamente, pero no te preocupes, no va a ser muy largo.
En tiempos realmente antiguos, gran parte de Italia septentrional estaba ocupada por tribus celtas, los galos, y la zona se llamó Galia Cisalpina (lo que significaba que estaba a este lado de los Alpes, según el punto de vista de los romanos). Desde ese momento los galos hicieron incursiones en Roma. También las hicieron en la época en que fueron atronados por los gansos (ver p. 81), hasta que al final los romanos se hartaron y ocuparon toda la zona en el siglo I a. C.
Al otro lado de los Alpes estaba la Galia Transalpina (es fácil cuando le coges el tranquillo, ¿no?). Esta fue una de las primeras áreas que conquistaron los romanos —la llamaron “nuestra provincia” o simplemente “Provincia”, la actual Provenza—.
Sin embargo, cuando César escribió que “toda la Galia estaba dividida en tres partes”, hablaba más o menos de la Francia moderna, con un poco de Bélgica y de Holanda. Definiendo las tres partes, explicó que el río Garona separaba Aquitania de la Galia, y esta ocupaba la zona del norte alrededor de París y el este, hacia Suiza; más allá estaban los belgas. Entre los años 58 y 51 a. C., César conquistó todo el lote. El último general que resistió fue Vercingetorix, que obtuvo una gran victoria en Gergovia, no lejos de Clermont-Ferrand, pero poco después fue derrotado.
De modo que ese fue el fin de la resistencia gala —excepto, por supuesto, una pequeña aldea habitada por Astérix y Obélix, que resiste. O eso quiero pensar—.
LA REPÚBLICA ROMANA
La República Romana[30] era sobre todo una aristocracia, en el sentido original de la palabra, lo que significa que estaba gobernada por los “pijos” —conocidos con el nombre de patricios. El resto de ciudadanos romanos eran plebeyos, que significa “la gente común”.
El núcleo del gobierno lo constituía el Senado, compuesto al principio por trescientos patricios (más tarde admitieron también a plebeyos) que se encargaban de aconsejar a los magistrados en casi todos los aspectos del gobierno militar y civil. La palabra “aconsejar” es una especie de eufemismo, porque en realidad tenía que haber una razón muy poderosa para que un magistrado se pusiera en contra de la voluntad del Senado.
El sistema no mejoró de la noche a la mañana, pero por mucho tiempo los magistrados fueron elegidos por votación popular (entre los varones, por supuesto) y ocupaban ese puesto durante un año. Los más importantes eran los cónsules, que actuaban como jueces, supervisaban la administración pública y dirigían el ejército (la palabra que describe el derecho a dar órdenes al ejército es imperium, de la que deriva “imperial”, “emperador” e “imperio”, de lo que hablaremos más tarde). Los cónsules eran dos, y tenían que estar de acuerdo sobre cualquier decisión. Cada uno de los dos tenía el derecho de veto (veto en latín significa prohibir). Sus guardaespaldas, los lictores, llevaban un haz de varas, que a veces incluía un hacha; se llamaban fasces (que significa “haces”, pero de ahí deriva fascismo). Por debajo de los cónsules estaban los pretores, encargados de las leyes civiles, pero también con derecho a dirigir el ejército[31]; después estaban los ediles, que se encargaban de todo tipo de asuntos internos, desde organizar los juegos hasta arreglar las cloacas. Y por último, los cuestores, que estaban a cargo de varios asuntos relacionados con los gastos públicos.
Había además dos censores, que se elegían para un periodo de dieciocho meses cada cinco años, con el fin de dirigir un censo y llevar a cabo la purificación ritual. Parece que se dedicaban casi todo el tiempo a castigar a la gente —incluso hasta el punto de expulsar a algunos del Senado o despojarlos de su ciudadanía romana—.
También se constituyeron dos asambleas de plebeyos, una militar y una civil, y dos tribunos de la plebe, que representaban los intereses de la gente y eran los únicos que tenían derecho de veto sobre el Senado.
Este sistema se mantuvo durante más de 400 años, intentando equilibrar el poder entre el Senado, los cónsules, y el tribuno, que se tambaleaba hacia atrás y hacia adelante según la personalidad de los individuos en cuestión, dependiendo de las necesidades económicas del momento y de la decisi...

Índice

  1. El Libro Joven del Mundo Clásico
  2. Índice
  3. Antes de empezar
  4. I. Cosas sobre palabras: las lenguas clásicas
  5. II. Cosas inventadas: la mitología
  6. III. Un desvío: Creta
  7. IV. Cosas de historia (I): la Grecia clásica
  8. V. Cosas de historia (II): la Roma antigua
  9. VI. Cosas sofisticadas: La literatura clásica
  10. VII. Cosas creativas: arquitectura y arte
  11. VIII. Cosas para pensar (I): matemáticas, ciencia e inventos
  12. IX. Cosas para pensar (II): filosofía y “artes liberales”
  13. X. Un poco sobre el relevo de antorchas: los Juegos
  14. Bibliografía
  15. Personajes
  16. Créditos