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Consciencia, camino para la libertad
Creo fervientemente que la consciencia comprendida y aplicada en todos los ámbitos de nuestra vida nos convierte en diferentes seres humanos, más sanos, más amorosos, mucho más eficientes en términos de productividad, más libres y por consiguiente mucho más exitosos.
Ser consciente de las cosas nos abre múltiples caminos; me gustaría citar un ejemplo: supongamos que mis hijos me sacan de quicio porque dejan desordenado el cuarto y los maltrato por ello; puedo optar por tomar consciencia de mi enojo y de la consecuencia que este ocasiona y aunque la molestia siga latente, puedo reaccionar de forma diferente; pues al optar por una reprimenda constructiva y no destructiva, o al establecer una regla u otro correctivo, estaré ayudando al crecimiento de mis hijos y al mío propio. Este y muchos ejemplos podría citar: con nuestros esposos(as) o compañeros(as) de vida, con nuestros padres, compañeros de trabajo, jefes, etc.
Ser conscientes de nuestra parte emocional nos puede revelar los más profundos sentimientos que la mayoría de las veces se encuentran ocultos: como la ira, la envidia, la culpa y muchos otros que en tantas oportunidades dan origen a nuestras acciones y a las cuales atribuimos causas completamente opuestas. Hablo de la parte emocional, porque es una de las más importantes y porque, creámoslo o no, en gran parte la razón de nuestras acciones son emociones.
Generalmente pensamos que somos una rueda suelta y solitaria caminando por la vida y que nuestros actos solo son nuestra responsabilidad y no tienen ninguna consecuencia hacia nuestro entorno, los adelantos científicos nos demuestran que esa visión se está revaluando completamente; el avance en las comunicaciones y la suma de la movilidad en ellas, los progresos de la biología molecular, de las neurociencias, de la astronomía y de muchas otras áreas, además de la información sobre el calentamiento global y la contaminación, nos demuestran fácilmente que lo que cada uno de nosotros hacemos afecta a nuestro entorno, creámoslo o no, querámoslo o no.
Vamos a ver cómo la realidad física tangible es afectada de manera especial y definitiva por nuestros impulsos de intención o de consciencia.
Las informaciones sobre el deterioro de la capa de ozono, la desaparición poco a poco de las nieves y los glaciares, la extinción de muchas especies de animales, la contaminación del aire, del agua, de la tierra y por consiguiente de los alimentos; la utilización de combustibles fósiles, la alteración de los climas, el hambre, la falta de una vida digna para grandes porcentajes de la población mundial; la vivencia de la vida sin ningún tipo de motivación de muchos de nosotros; todos estos son aspectos que sin duda alguna hacen que nos cuestionemos sobre nuestra calidad de vida.
Cada uno de nosotros tiene en sus manos el destino de los otros y de las generaciones venideras, y por consiguiente de la continuidad de la vida. ¿Un poco dramático, no? Pero nosotros podemos cambiar este panorama si nos detenemos a pensar y a considerar el aporte que podemos hacer, desde nuestra individualidad, y mucho más relevante desde nuestros pequeños cambios, donde nuestras decisiones opten por soluciones constructivas y no destructivas, y no estoy hablando solamente de reciclar la basura, hablo de la integralidad, de enviarle mejores pensamientos al vecino, al amigo, a ese ser que nos cae mal o nos hace enojar y con quien podemos actuar con mayor amor y comprensión. Todo eso es un cambio de actitud y de visión, eso es lo que a gritos está pidiendo la vida que se desarrolla en el planeta Tierra.
Creo que a todos nos encantan las canciones de los famosos que hablan de grandes amores y felicidad, pero cuántos de nosotros, allí donde es tangible la vida diaria, realmente actuamos con un gran desamor y odio, cuando alguien no es de nuestro agrado. Entonces las canciones y todo eso abstracto se queda ahí, en un espacio que es solo eso, que no podemos alcanzar.
De lo pequeño concreto, o sea nuestro concreto, de lo simple y decisorio es lo que vengo a hablarles, no de grandes sueños o utopías, de lo que puede ser real y nos puede cambiar la vida diaria, para realmente hacernos libres.
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Estructura molecular del agua
Indispensable y misteriosa: el agua
El desarrollo de la vida en el planeta Tierra tiene lugar en un medio acuoso, prácticamente ningún proceso metabólico es posible sin la presencia del agua. La existencia misma de la Tierra, de la especie humana, los animales y las plantas, tiene lugar gracias al agua.
El agua está presente en nuestro cuerpo, prácticamente en todos los sistemas; en las células, en la sangre, en el sistema linfático, en los jugos digestivos, en la saliva, en el líquido del cerebro. Cuando se gesta una vida, de hecho el feto está rodeado de agua o de líquido amniótico.
Uno de los indicadores que permiten determinar la existencia de vida fuera de la Tierra es la presencia de agua. Hace muy poco la NASA anunció la existencia de ríos subterráneos de agua en Marte, con lo cual se abriría la posibilidad de considerar la colonización de este planeta.
Compuesta por dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno, con una masa molecular de 18 g/mol, el agua es el líquido más importante para la Tierra. Más del 70 % del planeta está compuesto de agua, que existe en diferentes estados: sólido, líquido y gaseoso.
El ser humano, para mantenerse vivo, debe garantizar la ingesta de por lo menos 2,4 litros de agua, ya que es necesaria para los procesos metabólicos.
Muchos aseguran que el agua siempre ha estado presente y que por esa razón conserva una memoria gigantesca, guardada dentro de sí. Los átomos que la componen son de los más antiguos presentes en la evolución del planeta y del Universo, el hidrógeno y el oxígeno. Aseveran los científicos estudiosos de la formación del Universo que uno de los primeros átomos en aparecer fue el hidrógeno y enseguida el del oxígeno.
Los investigadores y estudiantes de disciplinas como biología y química conocen con propiedad la singularidad de la molécula de agua, ya que cuenta con unas extraordinarias y singulares propiedades físicas y químicas. A pesar de ser todo un tema bastante misterioso para la investigación, se puede afirmar que hoy todavía desconocemos muchas características y propiedades de este líquido tan preciado.
De hecho el agua, en su comportamiento, no obedece a las leyes físicas que conocemos. Un artículo publicado en el site de Portal de Inteligencia Intuitiva nos describe muy bien el tema; vamos a resumir sus partes más importantes, www.intuicion.net, ya que nos refiere un tema tan complejo con una metodología fresca y bastante inteligible:
El agua cuece a los 100ºC, a pesar de que, en base a su peso molecular, debería pasar a vapor a los 75ºC. La temperatura crítica está en 374,2ºC en vez de 50ºC. (Se denomina la temperatura por encima de la cual un gas a pesar de cualquier incremento de presión...