Niños hospitalizados
eBook - ePub

Niños hospitalizados

Guía de intervención psicológica en pacientes infantiles

  1. 172 páginas
  2. Spanish
  3. ePUB (apto para móviles)
  4. Disponible en iOS y Android
eBook - ePub

Niños hospitalizados

Guía de intervención psicológica en pacientes infantiles

Detalles del libro
Vista previa del libro
Índice
Citas

Información del libro

La intervención psicológica en un niño hospitalizado es un proceso complejo donde se deben tomar en cuenta los ámbitos personal, familiar, educativo, recreativo y social del paciente.El proceso de adaptabilidad requieren de la participación de un equipo de profesionales y de personal de apoyo que trate, directamente, al paciente y a sus padres.

Preguntas frecuentes

Simplemente, dirígete a la sección ajustes de la cuenta y haz clic en «Cancelar suscripción». Así de sencillo. Después de cancelar tu suscripción, esta permanecerá activa el tiempo restante que hayas pagado. Obtén más información aquí.
Por el momento, todos nuestros libros ePub adaptables a dispositivos móviles se pueden descargar a través de la aplicación. La mayor parte de nuestros PDF también se puede descargar y ya estamos trabajando para que el resto también sea descargable. Obtén más información aquí.
Ambos planes te permiten acceder por completo a la biblioteca y a todas las funciones de Perlego. Las únicas diferencias son el precio y el período de suscripción: con el plan anual ahorrarás en torno a un 30 % en comparación con 12 meses de un plan mensual.
Somos un servicio de suscripción de libros de texto en línea que te permite acceder a toda una biblioteca en línea por menos de lo que cuesta un libro al mes. Con más de un millón de libros sobre más de 1000 categorías, ¡tenemos todo lo que necesitas! Obtén más información aquí.
Busca el símbolo de lectura en voz alta en tu próximo libro para ver si puedes escucharlo. La herramienta de lectura en voz alta lee el texto en voz alta por ti, resaltando el texto a medida que se lee. Puedes pausarla, acelerarla y ralentizarla. Obtén más información aquí.
Sí, puedes acceder a Niños hospitalizados de Luis Oscar Velásquez Aguilar en formato PDF o ePUB, así como a otros libros populares de Psicología y Psicoterapia. Tenemos más de un millón de libros disponibles en nuestro catálogo para que explores.

Información

Categoría
Psicología
Categoría
Psicoterapia

Capítulo 1. El impacto psicológico ante la enfermedad y la hospitalización

Se han realizado estudios e investigaciones sobre las repercusiones psicológicas ante los diferentes problemas psicosociales que suele padecer un niño en nuestro país, como son los casos de abandono, maltrato físico o psicológico, pandillaje, barras bravas, drogas, etcétera; sin embargo, poco se ha estudiado el impacto y las secuelas psicológicas que puede dejar en un niño una enfermedad aguda o enfermedad crónica terminal, así como las reacciones emocionales ante la inevitable estancia hospitalaria que tendrá que experimentar.
La enfermedad en la infancia puede tener importantes repercusiones en el desarrollo psicosocial y sus efectos son todavía más negativos cuando se precisa hospitalización. Dicho procedimiento requiere de estudios desde los ámbitos social y psicológico, debido al impacto que representa en el infante separarlo de su medio natural e introducirlo en un contexto que, en muchos casos, resultará altamente estresante.
Cabe resaltar que las condiciones de hospitalización infantil han ido cambiando a lo largo del tiempo en diversos centros, lo cual ha conllevado un incremento de la calidad de los mismos. Años atrás, los niños eran internados, en la mayoría de los casos, en ambientes que desmotivaban y entristecían su estancia hospitalaria, debido a que vivían en condiciones traumáticas, como privación de la presencia de los padres, normas y reglas muy estrictas, etcétera.
Sin embargo, en la actualidad, se están considerando cada vez más las necesidades biopsicosociales de los niños hospitalizados con la finalidad de proporcionar una asistencia integral, que considere tanto las condiciones de la hospitalización como las reacciones que generan tales condiciones en el niño y su familia.
La hospitalización, así como los procedimientos médicos de diagnóstico (extracción de sangre, rayos X, tomografías, resonancia magnética, etcétera), tratamiento (hidroterapia, curaciones, quimioterapia, diálisis) e intervenciones quirúrgicas, con frecuencia generan diversas reacciones emocionales en los niños que no permiten un adecuado proceso de adaptación al medio hospitalario. Tal como lo sostienen los autores Antonio Fernández-Castillo e Isabel López-Naranjo en el artículo científico «Transmisión de emociones, miedo y estrés infantil por hospitalización»:
«La aplicación de procedimientos médicos percibidos como amenazantes, dolorosos o peligrosos, unida al propio malestar causado por la enfermedad, podrían originar consecuencias inmediatas durante el tiempo de estancia en el hospital, así como después de la misma. Algunas de estas manifestaciones, además de estrés, incluirían pesadillas, trastornos de sueño, cambios de conducta o temores y miedos (Trianes, 2002). Existen evidencias de que los niños pequeños (entre 6 meses y 4 años de edad) con varias estancias hospitalarias, están en riesgo de presentar problemas de conducta y dificultades de aprendizaje en la edad escolar y la adolescencia. Además, existe riesgo de alteraciones emocionales debidas a las hospitalizaciones repetidas en la infancia» (Fernández-Castillo y López-Naranjo 2006: 633).
A continuación se presentan las reacciones emocionales más frecuentes:
  • El temor a ser abandonado. Los niños creen que una vez que son internados, van a quedarse solos en el hospital sin la compañía de la madre. Esas creencias les generan angustia y, por lo tanto, reaccionan con actitudes de protesta, como gritos y llantos fuertes.
  • Alteraciones en el sueño. A veces reaccionan con pataletas al despertar o experimentan pesadillas nocturnas.
  • Pérdida de apetito. También existen casos en los que los niños no quieren comer los alimentos del hospital.
  • Desobediencia a las indicaciones del personal de salud y rechazo al tratamiento. Esto ocurre debido a que los niños no se ajustan a las normas y reglas del hospital. En algunos casos, adoptan actitudes y un lenguaje agresivo y hostil contra el personal de salud.
  • Negativa ante los medicamentos y los exámenes de diagnóstico. Se niegan a procedimientos como extracción de sangre, toma de placas radiográficas, exámenes especiales (como ecografía, tomografía axial computarizada, resonancia magnética), etcétera. En general, los niños no obedecen las indicaciones brindadas por el médico o enfermera.
En países latinoamericanos, como en Chile, se estima que cerca de un 25% de los niños y adolescentes menores de 18 años han sido hospitalizados al menos una vez, de este grupo entre un 10% y un 37% presentan alteraciones psicológicas importantes, las cuales son secundarias al evento de la hospitalización misma. Así, también se afirma que el desarrollo socioemocional de los niños permitirá grados de resiliencia mayores frente al proceso de hospitalización.1
Es frecuente que las alteraciones psicológicas que experimentan los niños estén relacionadas con una intervención quirúrgica o la hospitalización. Los niños sienten temor, inseguridad y rechazo, sentimientos que incrementan sus niveles de ansiedad, estos a su vez se relacionan con la idea de separación y alejamiento de sus padres. Como consecuencia de lo anterior, los niños van a demandar más la presencia de sus padres.2
En otros casos, se ha observado también que, luego de que los niños han sido sometidos a una intervención quirúrgica, experimentan reacciones emocionales de tristeza, llanto, dependencia afectiva, aislamiento y algunas incluso podrían convertirse en actitudes regresivas. Esto último significa que asumen conductas propias de niños menores de la edad que tienen. Por ejemplo, ya no desean comer solos y prefieren que la mamá los alimente en la boca; ya no comunican con antelación sus necesidades fisiológicas, por lo tanto, no pueden controlar esfínteres, etcétera. Asimismo, pueden observarse conductas agresivas, miedo a la oscuridad y a la soledad (quedarse solos). Finalmente, luego del alta, algunos niños presentan problemas en su conducta cotidiana y en su rendimiento escolar.
De acuerdo a un estudio estadístico realizado en el Hospital Nacional Guillermo Almenara Irigoyen (EsSalud), se reportó que anualmente se hospitalizan más de 4.000 niños y aproximadamente un 10% de esta población, entre niños y padres, presentan reacciones emocionales que dificultan la administración de un procedimiento médico o de una intervención quirúrgica, lo cual revierte el proceso de adaptación a la experiencia hospitalaria. Sumándose a estas dificultades, tenemos problemas de tipo financiero, el cual genera altos costos por los largos periodos de hospitalización, operaciones suspendidas, complicaciones en el tratamiento médico y estrés en el personal de salud.3
Cabe destacar que una de las áreas de cirugía más crítica para niños, padres y personal de salud es la Unidad de Quemados, por el tipo de tratamiento al que es sometido el niño y las secuelas físicas y emocionales poshospitalarias. Frente a este problema, desde el 2003 se ejecutó el Programa de Preparación Psicológica para los Niños Quemados Hospitalizados, dirigido por el autor de este libro en la Unidad de Quemados del Hospital Nacional Guillermo Almenara Irigoyen, con el objetivo principal de ayudar a mejorar la salud de forma integral y a disminuir la frecuencia de reacciones y problemas emocionales durante la hospitalización o intervención quirúrgica.

1.1 IMPORTANCIA Y PROPÓSITO DE LA PREPARACIÓN PSICOLÓGICA EN EL NIÑO

Debido a las diversas alteraciones psicológicas durante la hospitalización, además de los procedimientos de diagnóstico y cirugía en los infantes, las necesidades psicosociales de estos han sido consideradas de gran importancia y preocupación en los profesionales de la salud; no obstante, esto es relativamente reciente. En 1944, se estableció en el Hospital John’s Hopkins (Baltimore, EE. UU.) el Helen Schnetzer Child Life Department, un servicio profesional para pacientes pediátricos diseñado para estrechar la brecha entre el ambiente del hogar y el hospitalario. Una pionera en la preocupación sobre los efectos de la hospitalización, relacionados con el cuidado de los niños en las salas del hospital, fue Emma Plank quien, acompañada de numerosos seguidores, participó activamente en la formación de los programas de Educación y Recreación, los cuales en la actualidad se conocen como programas de Vida Infantil (Child Life Program). Estos buscan un enlace coyuntural entre los pacientes, los padres, el personal de enfermería, los médicos y los servicios de salud.
Hoy, más de 350 programas de Vida Infantil operan dentro de los departamentos de Pediatría como parte integral de los servicios hospitalarios en países como Estados Unidos, Gran Bretaña, Canadá y otros.4
El Programa de Vida Infantil o Child Life Program es un plan diseñado para promover el óptimo desarrollo de niños, adolescentes y sus familias con la finalidad de minimizar el trauma psicológico relacionado con la hospitalización. Esta iniciativa provee soporte emocional, psicosocial, educacional y diversas formas de juego, para ayudar a los niños y a sus padres a contrarrestar el miedo, el estrés y la ansiedad provocados por el internamiento y la enfermedad.
«Los especialistas en el programa preparan al niño y a sus padres fomentando un cuidado pediátrico centrado en la familia (family centered care). La planificación incluye, idealmente, a la mayoría de niños y adolescentes (0-18 años) que ingresan por un internamiento planeado o de emergencia. Los miembros del programa procuran que las familias y los pacientes conlleven la experiencia en forma positiva y que se produzca una oportuna adaptación al agobiante ambiente hospitalario» (Alfaro 1995: 49).
Contrario a este proceso, algunos hospitales de Latinoamérica que atienden niños no cuentan con la infraestructura y equipos adecuados ni con programas de preparación psicológica para niños hospitalizados. Generalmente, cuentan con un ambiente que a menudo no permite la libre expresión de los sentimientos de los niños, ya que como institución de salud existe un conjunto de normas y directivas que deben cumplirse.
Cuando a un niño no se le informa o prepara sobre la experiencia hospitalaria que va a vivir, es posible que piense que la causa de su enfermedad y la hospitalización se deba a una mala conducta realizada en casa y; por lo tanto, durante la permanencia en el hospital, opta por mantenerse callado y ensimismado por temor a decir algo inadecuado que empeore su situación con relación al castigo, debido a que el niño lo asume como tal. Por esa razón, es importante que el niño tenga la oportunidad de expresar sus sentimientos y obtener así una comprensión más clara de la situación.
Muchas veces, la fase de aceptación del paciente infantil sobre su hospitalización es insuficiente, ya que se requiere un tiempo determinado para procesar esta experiencia. Por ende, es adecuado que se otorgue información y preparación antes que los niños sean internados. En esto concuerda el libro Hospitalización infantil: repercusiones psicológicas. Teoría y práctica, de Juan Manuel Ortigasa y Francisco Méndez, en el cual se llegó a la conclusión que existen casos en que dicho proceso es difícil de prevenir y solo dura algunas horas. Por consiguiente, el niño o adolescente muchas veces cree que va ser recluido o abandonado en un lugar a causa de un mal comportamiento realizado en casa o por descuido de su salud.5
Cuando el niño no es preparado para el internamiento, suele hacer preguntas con mucha frecuencia, especialmente sobre el porqué de su hospitalización, por lo cual consideramos que, para una mayor comprensión, la información tiene que ser brindada en reiteradas oportunidades y progresivamente.
El aporte del psicólogo no solo debe limitarse a brindarle un soporte emocional durante la hospitalización, sino a ayudarlo a enfrentarse a la hospitalización que, como se mencionó anteriormente, implica un suceso amenazante para el niño. Por ello, no solo surge la conveniencia, sino también la necesidad de elaborar programas con el objetivo de tener la certeza de que los niños y adolescentes vivan, en lo posible, esta experiencia de manera satisfactoria. También se requieren distintas preparaciones considerando que existe una variedad de circunstancias por las que el niño debe ser ingresado en un centro hospitalario, como las admisiones repentinas por algún proceso agudo (apendicitis, peritonitis, neumonía, accidentes, quemaduras, etcétera) o planificadas (hernia, leucemia, cáncer, trastornos renales, etcétera). Además, como explica María Pilar Palomo del Blanco en su libro El niño hospitalizado:
«Se ha encontrado que los niños utilizan, de forma espontánea, conductas de afrontamiento ante situaciones amenazantes como la hospitalización. Se entiende como conductas de afrontamiento al conjunto de esfuerzos internos y externos que un individuo lleva a cabo para hacer frente al estrés que se experimenta en situaciones de hospitalización y/o cirugía o, en otros casos, utilizan formas de enfrentarse que no son las más adecuadas para ayudarles a afrontar eficazmente los sucesos a los que están expuestos. Por ello, es necesario prepararlos para que consoliden, adquieran, desarrollen y generalicen estrategias de afrontamiento» (Palomo del Blanco 1999: 161).
Por todo lo anterior, el desarrollo de programas de preparación psicológica infantil en los hospitales beneficiará no solo al niño y la familia, sino también al centro hospitalario.
Los beneficios que se pueden obtener al aplicar los programas de preparación psicológica en la hospitalización infantil son los siguientes:
  • Ayudar a proporcionar un mejor cuidado de la salud mental de los niños hospitalizados y, con ello, a disminuir los niveles de ansiedad relacionados con la enfermedad y la hospitalización. En el peor escenario, al menos no aumentarán.
  • Facilitar los procesos de adaptación psicológica de los niños a la experiencia hospitalaria, logrando así una mejora en la salud psicológica.
  • Recuperar, de forma más rápida, la salud física de los niños, además los procedimientos médicos se llevarán a cabo de forma más ligera, ya que el niño tendrá conocimiento de lo que le va a suceder y, por ende, colaborará en la aplicación de los procedimientos de diagnóstico y tratamiento.
  • Recuperar el estado emocional de los padres o cuidadores de los niños, debido a que al observar a los niños emocionalmente menos inestables, se sentirán más tranquilos y consolados al saber que las necesidades emocionales de sus hijos están siendo satisfechas.6
  • Disminuir gastos de hospitalización dentro de la institución de salud. De acuerdo a los reportes estadísticos de los años 2000 y 2001 en las áreas de Pediatría del Hospital Nacional Guillermo Almenara Irigoyen, aproximadamente, el 25% de los pacientes pediátricos han presentado, durante el periodo de internamiento, los problemas ya anteriormente mencionados. También es importante señalar que existe un número de operaciones suspendidas, que no deja de ser importante, ya que el 40% de estos casos no colaboran con los procedimientos preoperatorios o los padres de familia no autorizan la intervención quirúrgica, etcétera7. En consecuencia, estas dificultades van a afectar al sistema hospitalario porque se alteran las programaciones, se pierden turnos quirúrgicos, se retarda el periodo de hospitalización, lo que implica gastos como alimentación, cama, ropa, atención médica, etcétera.

1.2 OBJETIVOS DEL PROGRAMA DE PREPARACIÓN PSICOLÓGICA EN EL NIÑO

Este programa tiene como objetivo preparar a los niños para afrontar las diferentes situaciones que encontrarán durante la hospitalización o intervención quirúrgica. Para ello, se considerarán los siguientes aspectos:

1.2.1 Disminuir la vulnerabilidad del niño y los padres al estrés y la hospitalización

Generalmente, la hospitalización conlleva a los niños y sus padres a experimentar vivencias estresantes a causa de diversos procedimientos diarios, como los exámenes médicos auxiliares, y los procedimientos de tratamiento médico, como la quimioterapia, en caso de cáncer; hemodiálisis, en pacientes con trastornos renales; baños y curacione...

Índice

  1. Hoja de créditos
  2. Contenido
  3. Sobre el autor
  4. Prólogo
  5. Introducción
  6. Capítulo 1. El impacto psicológico ante la enfermedad y la hospitalización
  7. Capítulo 2. Efectos de un programa de preparación psicológica para niños quemados hospitalizados
  8. Capítulo 3. Programa de Intervención Psicológica en Niños Oncológicos Hospitalizados
  9. Capítulo 4. Proyecto de un programa de preparación psicológica para una adecuada adaptación en la hospitalización de los niños
  10. Anexos
  11. Bibliografía
  12. Recientes publicaciones de Editorial UPC