GuíaBurros La orquesta y sus instrumentos musicales

Conoce los instrumentos musicales de una orquesta

Edgar Martín

• Editorial: Editatum
• Año: 2019
• ISBN:
  9788417681838
• Edición: 1
• Categoría: Medios de comunicación y artes escénicas
• Categoría: Música clásica

GuíaBurros La orquesta y sus instrumentos, conoce los instrumentos musicales de una orquesta, desde los tipos de orquesta, pasando por las diferentes secciones, hasta la figura del director de orquesta.Los GuíaBurros son manuales básicos para aprender a utilizar una herramienta, realizar una actividad o adquirir un conocimiento determinado de manera sencilla y fácil.

Introducción

Querido lector:

En este libro vamos a descubrir los diferentes instrumentos de la orquesta. Sintiéndolo mucho, no aparecerán todos los instrumentos que existen, pero sí todos los que son más comunes en la orquesta cuando vamos a un concierto.

Como veremos a lo largo del libro, estos instrumentos se dividen en familias. Los violines, violas, violonchelos y contrabajos pertenecen a la familia de la cuerda frotada; la flauta, oboe, clarinete y fagot, a la familia del viento madera; la trompa, trompeta, trombón y tuba, a la familia de viento metal; los timbales, platos, bombo, caja, etc., a la familia de los instrumentos de percusión. Como observamos, cada una de estas familias podríamos decir que tiene cuatro instrumentos divididos de agudo* a grave*, como si de un coro se tratase, formando las cuatro voces principales: soprano, contralto, tenor y bajo, o diciéndolo con otras palabras: agudo*, medio agudo, medio grave y grave*.

Para escribir este libro, querido lector, he contado con la inestimable ayuda y colaboración de mis compañeros de orquesta, los cuales han escrito los diferentes capítulos individuales de los instrumentos. La intención de este formato es otorgarle más personalidad a cada uno de los instrumentos; al mismo tiempo, usted podrá observar también cómo la personalidad del músico muchas veces va ligada directamente a la personalidad del instrumento. Es muy interesante observar que muchas veces la personalidad de los diferentes instrumentistas es similar al instrumento que tocan: los violinistas son de una determinada manera, los clarinetistas son de otra... ¿El músico hace al instrumento o el instrumento hace al músico? Es una pregunta que me hago muchas veces, ya que si bien es normal generalizar diciendo que los nacidos bajo el signo de Tauro son unos cabezotas, podemos también generalizar diciendo que los oboístas son detallistas y delicados. Personalmente, creo que es debido a las horas que pasan con su instrumento.

Me gustaría aclarar en esta introducción tres conceptos que usted, ávido lector, se va a encontrar varias veces a lo largo de los capítulos que han escrito mis compañeros. Se trata de la distinción entre estudiar, calentar y ensayar.

Estudiar: cuando un músico se encierra en su cuarto con su instrumento, lo que hace es estudiar, generalmente entre dos y ocho horas diarias. Durante el estudio practicamos la agilidad de nuestros movimientos en el instrumento y también buscamos la mejor sonoridad posible de este, para luego aplicarlo a la obra que tengamos que interpretar. Así mismo, también estudiamos las diferentes partituras que tendremos que interpretar durante el ensayo para que nos sepamos todas las notas casi de memoria. Por eso, escuchar estudiar a cualquier músico puede ser algo tedioso, ya que nos podemos pasar mucho tiempo con un solo pasaje, para que salga perfecto en cuanto a calidad de sonido y afinación*.

Calentar: cuando decimos o utilizamos la palabra «calentar», nos referimos a tocar un poco el instrumento antes del ensayo y estar, tanto la persona como el instrumento, preparados para empezar a tocar «en serio». Un deportista lo entenderá bien: no podemos empezar a correr sin antes haber calentado un poco los músculos. Pues en música nos ocurre igual.

Ensayar: el ensayo debemos empezarlo calientes y con la partitura estudiada. Si pensamos en un actor, seguro que lo entendemos… Un actor no va al ensayo de una obra de teatro a estudiarse el papel y aprenderse su texto, ¿verdad? El texto lo estudia en casa y en el ensayo pone más énfasis en unas palabras o en otras, con unos gestos o con otros, para que el diálogo con sus compañeros funcione correctamente. El director de escena detiene muchas veces el ensayo para corregir una expresión o que se repita una frase con otra entonación, pero el actor debe saberse su texto para poder trabajar todos estos aspectos. Pues en música ocurre exactamente lo mismo: cada músico debe saberse muy bien su texto (partitura), para que cuando comience el ensayo el director pueda trabajar diferentes matices en uno u otro instrumento, y que finalmente haya una cohesión perfecta.

Por lo tanto, un músico estudia en casa la técnica de su instrumento y su partitura, llega al ensayo quince minutos antes para calentar y por último, comienza a ensayar puntualmente con su cuerpo, cabeza e instrumento preparado.

En cuanto a la estructura del libro, he divido por bloques las diferentes familias, así como los diferentes tipos de orquesta que nos podemos encontrar. Todo ello ha sido distribuido desde el punto de vista de la evolución histórica. Por este motivo empiezo por la orquesta de cámara, ya que es la principal formación del barroco, y tras este capítulo introduzco a la familia de la cuerda frotada, ya que como explicaré es la sección más importante de una orquesta. Si una orquesta no tiene instrumentos de cuerda, sino únicamente instrumentos de viento, no recibe el nombre de «orquesta», sino de «banda de música».

Tras la cuerda frotada introduzco a la orquesta clásica, ya que es la principal formación del clasicismo. Como veremos, aumenta en tamaño, ya que se incorporan más instrumentos de viento. Por esa razón, tras este capítulo introduzco la familia de los instrumentos de viento madera.

Seguidamente hablo de la orquesta sinfónica, que comienza en el romanticismo e incorpora los instrumentos de viento metal y nuevos instrumentos de percusión. Es por ello que los siguientes capítulos sean los dedicados a los instrumentos de viento metal y a la percusión.

Finalizo la parte de instrumentos de la orquesta con tres instrumentos que no son comunes o regulares en la orquesta, pero que han sido muy importantes en diferentes periodos.

El capítulo sobre el director de orquesta lo he dejado para el final, ya que considero que una vez que conozca bien, intrépido lector, cómo ha evolucionado la orquesta a lo largo de la historia, podrá entender mejor cuál es la función del director.

A lo largo de este libro podrá encontrarse con alguna palabra técnica. He procurado poner asteriscos a todas las palabras técnicas, indicando que estarán en el glosario que hay al final del libro. Espero de todo corazón que entienda todo y disfrute de esta obra, para poder disfrutar aún más del maravilloso mundo de la música.

La orquesta de cámara

Se llama orquesta de cámara a aquella formación que cabe en una cámara (habitación). Este tipo de orquestas eran muy habituales en el siglo XVIII, donde era muy común realizar conciertos privados en las cámaras de los palacios reales.

Esta formación puede oscilar entre diez y veinticinco integrantes. Con menos de diez músicos no estaríamos hablando de una orquesta, sino de un grupo de cámara en el que la palabra orquesta se sustituye por el número de participantes: noneto (nueve músicos), octeto (ocho músicos), septeto (siete músicos), sexteto (seis músicos), quinteto (cinco músicos), cuarteto (cuatro músicos), trío (tres músicos) y dúo (dos músicos).

En la orquesta de cámara tienen cabida todos los instrumentos que vamos a ver en este libro: cuerda, viento madera, viento metal, y percusión. Sin embargo, podemos comprobar que por lo general las orquestas de cámara están formadas principalmente por cuerda y algún instrumento de viento madera, generalmente oboes y fagotes.

Una formación muy común de orquesta de cámara sería:

» 5 violines primeros
» 4 violines segundos
» 3 violas
» 3 violonchelos
» 1 contrabajo
» 2 oboes
» 1 fagot

Es decir, un total de diecinueve músicos.

Hay obras que requieren de algún otro instrumento de viento más o incluso percusión, pero la base de la cuerda es aproximadamente entre quince y veinte músicos. También podemos encontrarnos obras en las que no hay instrumentos de viento y tan solo está la sección de la cuerda; en este caso seguiríamos hablando de orquesta de cámara, aunque no sería incorrecto hablar de orquesta de cuerda.

Como iremos viendo a lo largo del libro, la evolución de la orquesta está muy ligada a la evolución de la historia, en la que cada vez se van a ir incorporando más instrumentos de viento, y por ello el cuerpo de la sección de la cuerda frotada va a ir aumentando en número.

El reto

Suites para orquesta, BWV 1066-1069, de J.S. Bach. No es realmente un reto por su dificultad, pero es el mejor ejemplo que se me viene a la cabeza para que usted, audaz lector, entienda a la perfección el término orquesta de cámara. El maestro de Leipzig compuso estas cuatro suites para cuatro diferentes formaciones de orquesta de cámara. El gran maestro Johann Sebastian Bach siempre es bueno para ser la primera recomendación musical de un bonito libro.

La sección de la cuerda frotada

La familia de los instrumentos de cuerda frotada que componen la orquesta son los violines, las violas, los violonchelos y los contrabajos. Cada uno de estos instrumentos los veremos específicamente en los siguientes capítulos, pero la generalidad que os quiero mostrar yo, es que todos ellos tienen la misma forma y tan solo cambian las dimensiones. El más pequeño, el violín, es el que nos producirá los so...

Índice

• La orquesta de cámara
• La sección de la cuerda frotada