Y tienen un plan...

Estudios críticos sobre Battlestar Galactica (2003-2009)

Noemí Novell, Isabel Clúa Ginés

• Editorial: Bonilla Artigas Editores
• Año: 2016
• ISBN:
  9786078450374
• Categoría: Scienze sociali
• Categoría: Scienze della comunicazione

La serie Battlestar Galactica (2003-2009), reimaginada a partir de la original de los años setenta, constituye un hito en la industria del entretenimiento no sólo por su factura audiovisual y narrativa, sino también porque desarrolla tramas complejas profundamente imbricadas en la sociedad de nuestro tiempo. La democracia y las tensiones entre los poderes, la equidad, los avances científicos y tecnológicos, la identidad, el terrorismo y la espiritualidad, son algunos de los discursos presentes en las temporadas de esta serie de ciencia ficción.Este libro reúne textos de especialistas y estudiosos, que van desde la historia y trascendencia de Battlestar Galactica como producto televisivo, el pensamiento que pone en marcha las motivaciones de sus personajes, sus propuestas en torno al Estado, la familia, la cultura, la justicia, la figura de las mujeres, las nociones de la valía humana como especie, la finalidad de la vida individual y en comunidad, la viabilidad o necesidad del mestizaje con los clyons, etc. Desde muy variables perspectivas, estos estudios pretenden arrojar luz sobre aspectos clave de su funcionamiento textual y su significación espectacular y cultural.

Roles dislocados:
Estructuras míticas en Battlestar Galactica

Soad Lozano Peters

Universidad Autónoma de Barcelona

Como cualquier producto popular, Battlestar Galactica es una serie televisiva que se inserta dentro del marco de producción del discurso hegemónico y, aunque una de las finalidades primordiales de este tipo de productos de mass media es el entretenimiento, ello no significa que sea incapaz de desarticular sus paradigmas desde dentro. Una de las estrategias que emplea este programa para hacerlo, es su inscripción en el género de la ciencia ficción: ésta le da la posibilidad de desviarse de la norma y ofrecer a sus espectadores una perspectiva crítica. Además, a pesar de que utiliza como referente el mundo empírico, no pretende ser su retrato fiel; por lo tanto, elementos familiares pueden verse problematizados al plantearse en un contexto alternativo. La ciencia ficción

may provide us with some form of uncommon perspective in our world, perhaps by projecting the story into the future so that our own time is seen in a broader context than is usual or perhaps by allowing us to view ourselves from [another] point of view […]. Science fiction shares the generic ability of romance to treat large themes, and […] it has been one of the few contemporary fictional forms that can deal directly with broad philosophical issues. (Rose, 1976: 2-3)

Esta inusual perspectiva del mundo empírico es uno de los rasgos distintivos del género, en cualquiera de sus presentaciones (cine, literatura, televisión). De hecho, Darko Suvin llega a hablar de aquél como la literatura del extrañamiento cognitivo, en donde esta actitud se convierte en su marco de referencia formal (“formal framework”) (1976: 61).1 Agrega que es “a literary genre whose necessary and sufficient conditions are the presence and interaction of estrangement and cognition, and whose main formal device is an imaginative framework alternative to the author’s empirical environment” (1976: 62). BSG logra un efecto de extrañamiento de distintas maneras, pero una de las más importantes es a partir del tratamiento de temas religiosos: en el momento en que los cylons, una raza de máquinas, hablan de la palabra y los designios de un Dios único, el espectador occidental se ve obligado a reubicar nociones ya interiorizadas, como las del pensamiento cristiano, y rechazar una lógica maniquea en la que hay “buenos” y “malos”. ¿Cómo demonizar a una raza mecánica que cree en Dios? La cosmovisión de los cylons le resultará, entonces, mucho más cercana y tendrá que reevaluar si en verdad existe una división de ese tipo. La mencionada cualidad del género permite revertir el modelo hegemónico que domina la realidad empírica de la que surge el texto. Al emplear modelos reconocibles pero que no se corresponden exactamente con ella, se mueve en un mundo ficcional capaz de reflejar el entorno al violentarlo:

desde sus inicios este género ha sido un caldo de cultivo y un laboratorio de experimentación no sólo de ideas nuevas, sino también de reproducción, reflejo o contestación de lo que ocurre en el momento sociocultural en que surge. Incluso películas cuyas intenciones intelectuales son bastante básicas y que no aspiran más que a recaudar millones de dólares en taquilla, pueden llegar a presentar asuntos de gran importancia cultural, aunque sea de manera inadvertida. (Novell, 2008: 142)

En un contexto posterior al ataque del 11 de septiembre del 2001 a las Torres Gemelas de Nueva York, en el que se libra una guerra con un enemigo cuyo discurso es eminentemente religioso, el planteamiento de BSG es un tanto disruptivo. Pone en tela de juicio el ya mencionado maniqueísmo —vivo aún en los discursos de la clase política dominante— al presentar a un enemigo cuyas similitudes son mayores que sus diferencias.

La miniserie plantea muchos de los elementos religiosos que serán una constante en el resto de la serie: así como Leoben —Número Dos— ve los patrones,2 el espectador se verá obligado a encontrar aquellos que determinarán la evolución de la serie. Ésta se formula a partir de repeticiones no sólo de discursos, sino de imágenes y música de fondo. Es importante llamar la atención sobre los componentes míticos que se refieren, además de a la creencia de los cylons, a la fe humana retratada aquí. Desde la primera leyenda que aparece en la pantalla, el espectador halla referencias bíblicas recontextualizadas dentro del marco de la serie:

The Cylons were created by man. They were created to make life easier on the twelve colonies. And then the day came when the Cylons decided to kill their masters. After a long and bloody struggle, an armistice was declared. The Cylons left for another world to call their own. […] No one has seen or heard from the Cylon in over forty years. (Battlestar Galactica: la miniserie)

Este fragmento ubica al espectador inmediatamente en un plano ciencia ficcional: aún sin saber de cierto qué es un cylon, queda claro que algo creado por el hombre —no construido— se rebela contra él. Sin embargo, quiero enfatizar algunos de los indicios que empiezan a delimitar el aspecto religioso que permeará toda la serie: las Doce Colonias traen a la memoria, entre otras, a las doce tribus del pueblo judío, los hijos de Israel, a los doce apóstoles del Nuevo Testamento (los modelos humanos de los cylons son también doce) y a las doce legiones de ángeles de las que habla Mateo. Los cuarenta años en los que los cylons desaparecen y buscan un nuevo mundo que reclamar como suyo, recuerdan a los cuarenta días y noches del diluvio, pero, en mayor medida, a los cuarenta años del Éxodo en busca de la Tierra Prometida. Mientras que la serie avanza, la alusión a éste adquiere mayor significado: los cylons se identifican con una visión del mundo judeocristiana; son los esclavos tras libertad y justicia. Este tratamiento no es inusual en la ciencia ficción: “What finally links religious aspirations and the best science fiction is a common interest in transcending our present reality. Both have a cosmic dimension. Both have a common focus on the future of man, an interest especially built into Judaism and Christianity” (Woodman, 1979: 128). No hay mejor modo de escapar a las fronteras temporales que la alusión a mitos bien posicionados en la cultura occidental.

Los humanos de las Doce Colonias creen en los Señores de Kobol, mismos que pueden ser identificados con los dioses helénicos: Zeus, Atena, Artemisa, Aurora, entre otros. Curiosamente, en el discurso religioso de la raza humana representada en la serie se incluyen conceptos que no se corresponden con su referente real. La cosmogonía clásica no habla de infierno, de pecado, de vida eterna, de misericordia y, mucho menos, de escrituras sagradas que fundamenten sus creencias. La representación de la religión humana en BSG se presenta como un sincretismo de las visiones griega y judeocristiana, aunque esta última no es autoconsciente: forma parte del discurso de manera irreflexiva. Dicho sincretismo es el que permitirá que la construcción de la serie dé cabida a una estructura bíblica:

William Adama: Are they [los muertos] the lucky ones? […] Where should we go? What shall we do? “Life here began out there”. Those are the first words of the Sacred Scrolls and they were told to us by the Lords of Kobol, many countless centuries ago, and they made it perfectly clear that we are not alone in this universe. Elosha, there is a thirteenth Colony of the human kind, is there not?

Elosha: Yes, the Scrolls tell us that a thirteenth tribe left Kobol in the early days. They travelled far and made their home in a planet named Earth […].

William Adama: It’s not unknown, I know where it is. Earth, the most guarded secret we have […]. For now, we have a refuge to go to. A refuge that the Cylons know nothing about. It won’t be an easy journey, it’ll be long and arduous, but I promise you one thing on the memory of those lying here before you, we shall find it. And Earth will become our new home. So say we all. (Battlestar Galactica: la miniserie)

Aun cuando el Comandante de la flota, William Adama, no tiene la ubicación de la Tierra —de hecho, está convencido de que es una leyenda—, reconoce la importancia de la religión, de los símbolos, como fuente de esperanza en tiempos de crisis. La serie juega con estos elementos y, lo que en primera instancia pareciera ser simple superchería, adquiere una dimensión mítica y profética que comienza a trascender sus límites legendarios. Northrop Frye (1991: 10) dice con respecto a la estructura bíblica:

As a book to be read consecut...

Índice

• Portada
• I. CONTEXTO GENÉRICO Y TELEVISIVO
• II. ESPECULACIONES DE FUTURO Y DISCURSO UTÓPICO
• III. IDENTIDAD Y FILOSOFÍA
• IV. MÍSTICA Y RELIGIOSIDAD
• V. REESCRITURAS DE LA IDENTIDAD: EL CASO DEL GÉNERO