Rigor y vigor en los estudios de gobierno y políticas públicas: diseño, análisis y exposición

Adolfo Eslava Gómez, Carlos Andrés Olaya Mesa, Germán Darío Valencia Agudelo, Pablo Zapata Tamayo

• Editorial: Universidad EAFIT
• Año: 2018
• ISBN:
  9789587204865
• Categoría: Politics & International Relations
• Categoría: Politics

Esta Cartilla constituye una apuesta por una ruta académica y científica para realizar con rigor y vigor –como lo afirman sus autores– un trabajo de investigación capaz de expresar en él la formación y los conocimientos adquiridos sobre los fenómenos y los problemas de gobierno, los avatares de la gobernanza democrática, la acción pública, la gestión gubernamental y sus relaciones con la sociedad; todo ello reflejado en la claridad en la formulación de un problema, las preguntas en torno al mismo y las hipótesis o afirmaciones provisionales que configuran la propuesta de investigación.Si bien su objetivo es apoyar al estudiante de la Maestría en Gobierno y Políticas Públicas, también le será útil a cualquier persona que realice el trabajo intelectual de elaborar su trabajo de grado. Presenta una fundamentación que le permite al estudiante abordar el camino de la investigación científica, así como la exposición de los hallazgos. En síntesis, se presentan elementos prácticos, a modo de orientaciones y sugerencias, que permiten asumir el reto de hacer un trabajo de grado y escribirlo.

Capítulo 1
Diseño

Este apartado se centra en el origen del proyecto, en la definición y delimitación del problema de investigación, y para ello resalta la centralidad de la pregunta como punto de convergencia entre la amplitud de un tema y la especificidad de las categorías de análisis. Se argumenta que el diseño consta de problema, pregunta e hipótesis –PPH–.

Introducción

Este apartado esboza la primacía de la pregunta y se adhiere a la afirmación según la cual no hay método para enseñar a preguntar.² Puesto que la pregunta nos interpela y en muchas ocasiones somos en la pregunta que investigamos, también resulta preciso acometer la tarea de reconocer lo que no se sabe y de ver qué es lo cuestionable (Gadamer, 1993).

En particular, se busca tender puentes entre recomendaciones generales de metodología de la investigación y las exigencias concretas del caso objeto de estudio que, en esencia, consisten en resolver interrogantes alrededor del cómo o el por qué. En general, el capítulo presenta esta etapa inicial como el paso obligado para cumplir a cabalidad con los retos de diseño, análisis y exposición.

Así pues, en esta fase inicial del proceso, la amplitud del tema social se somete al filtro de la pregunta para descifrar las características esenciales del caso y, con base en ello, comenzar a pensar las categorías y relaciones entre categorías que el caso permite ejemplificar. De este modo, es posible contribuir a la exploración de interconexiones entre el sustrato teórico de los casos y superar barreras para el intercambio de hallazgos.

Problema, pregunta, hipótesis

Cada día la Universidad asume búsquedas de nuevos conocimientos. Esa búsqueda no es competencia exclusiva de investigadores distinguidos; por el contrario, profesores y estudiantes de un curso de pregrado o posgrado también estamos en capacidad –y en la obligación– de asumir esa tarea con ilusión, esfuerzo y rigor.

En general, la investigación se mueve en tres grandes planos: analítico, empírico y práctico. El primero piensa los fenómenos, problematiza, cuestiona y construye formas de resolución por medio de marcos teóricos (MT) y categorías analíticas (CA); el segundo aborda los fenómenos en su dimensión empírica: en esencia, tiene lugar la lectura del hecho y la construcción del dato, razón por la cual se estudia el caso o los casos que mejor ilustran el fenómeno en cuestión por medio del contraste entre teoría y realidad. En el tercero se desarrolla el campo normativo de la investigación, que ofrece lecciones y recomendaciones para la toma de decisiones.

Un trabajo de grado pretende hacer el contraste entre las ideas del plano analítico y las pruebas del plano empírico. Para ello, aquí se sugiere acudir al caso, uno con el que se tenga algún grado de familiaridad. En esencia, el inicio del proceso consiste en poner los conocimientos acerca del estado de la cuestión y de las condiciones de contexto del caso seleccionado al servicio de la elaboración del contraste entre idea y realidad. Luego, la dimensión práctica se alimenta de la experticia del autor para incursionar o no en terrenos normativos, esto es, las conclusiones son necesarias, pero las recomendaciones de política pueden dar un margen de espera hasta contar con los resultados del diálogo con otros estudios y otras perspectivas.

El ejercicio PPH es una actividad básica que tiene como propósito dotar de factibilidad las ideas iniciales. Todo inicio de investigación se caracteriza por la ambición, lo cual es bueno, pero pronto las aspiraciones se deben decantar. Se busca por tanto conjugar los verbos descartar y delimitar, esto es, aplazar o abandonar aristas para focalizarse en un asunto concreto.

Así, el punto de partida de la búsqueda de conocimientos es el caso objeto de estudio. La realidad plantea situaciones y fenómenos que el investigador convierte en problemas, preguntas e hipótesis (PPH). Su formulación es determinante para la indagación de los asuntos analíticos, empíricos y prácticos, esto es, la delimitación del fenómeno es el desencadenante del proceso de investigación:

PPH → MT → CA → Caso → HR

En breve, la terna problema-pregunta-hipótesis es determinante porque allí inicia el proceso que avanza hacia el marco teórico, define categorías analíticas, aborda el caso aplicado y termina con la declaración de los hallazgos o resultados (HR).

En consecuencia, el primer ejercicio tiene que ser un texto que presenta un problema de investigación y plantea su afinidad con el campo de los estudios de las políticas; que formula una pregunta pertinente y razonada, y que muestra avances en la construcción de una conjetura o hipótesis de la que puede derivarse un objetivo conciso y concreto. Vale decir que la conjetura es un buen punto de partida que pronto requiere adquirir el rango de hipótesis.

Con relación a la pregunta vale la pena señalar que un buen interrogante ofrece elementos de respuesta desde su formulación. En ese sentido, es conveniente adjetivar la indagación y evitar la formulación en plural con el fin de poner linderos a la ambición y erradicar las imprecisiones. En este caso particular, no se puede perder de vista el componente empírico del asunto en términos de cuestionar cifras, testimonios y experiencia.

Con esos ajustes en la formulación de la pregunta y teniendo en cuenta que en el proyecto de investigación tiene lugar la impronta personal (lo que implica comprometerse desde la vivencia y hacia la construcción de conocimiento pertinente para la toma de decisiones), la hipótesis hace explícitas esas intuiciones de respuesta, dejando margen para la sorpresa que el proceso pueda arrojar, pero encaminando la búsqueda hacia algún factor determinante, algún hito excepcional o algunas situaciones de contexto que enmarcaron las decisiones y actuaciones fijando límites o brindando oportunidades.

Además, una adecuada elaboración del texto PPH debe tomar en consideración lo siguiente:

• Exponer el argumento de tal manera que, en lugar de estar presentando una propuesta de investigación, se observe que se está frente a un trabajo en desarrollo que muestra avances. Así, por ejemplo, debe dar cuenta de decisiones respecto a la ubicación espacial y temporal.

• Conectar el hilo argumentativo alrededor de la pregunta y de la hipótesis, de tal manera que se brinden luces de la ruta categorial que orienta la pesquisa venidera en cuanto a los componentes conceptuales y empíricos.

• En este sentido, vale la pena contar con la representación mental de la conexión entre categorías (puede ser del estilo Y = f (X); por supuesto, con total libertad para asumir un camino cuantitativo, cualitativo o mixto).

Tabla 1.1 Dificultades en la definición y delimitación del problema de investigación

Dificultades comunes

Delimitar. Este es el verbo que toda investigación intenta conjugar, no hay lugar a elucubraciones aparentemente ingeniosas; el planteamiento tiene que cumplir a cabalidad las dos condiciones de un buen texto: concisión y concreción.

Hay tema, no hay problema. Las problemáticas sociales son amplias, es imposible no sentirse aludido por algunas de ellas; al momento de emprender la investigación es necesario traducir ideas e intuiciones en un problema de investigación. Justamente la selección del caso permite poner linderos al problema social para detenerse en los matices del caso de estudio. En suma, es preciso hacer una clara distinción entre problema social y problema de investigación.

Casuística vulgar. Los casos solo dan luces a una investigación cuando están ceñidos a la técnica científica, el investigador que hace alarde de casos desde la mera vivencia personal pierde el tiempo y se lo hace perder a los demás. En breve, se trata de construir argumentos, no de compartir opiniones.

Comodidad. La investigación en ciencias sociales siempre enfrenta el dilema muy corriente de avanzar por el camino de la excelencia o detenerse en el regodeo de la mediocridad. A pesar del conjunto de restricciones, siempre es posible ir por más. En términos de Giandomenico Majone se puede asegurar que el investigador “debe ser capaz de mantener una tensión dialéctica entre lo practicable y lo ideal, entre la investigación de los límites de la política y el esfuerzo por extender el campo de lo políticamente posible” (2005 [1989], p. 110).

Fuente: elaboración propia.

La centralidad de la pregunta

La pregunta, en singular, es el momento central del inicio del proceso de indagación. Es un filtro que exige decisiones, restringe ambiciones y fija alcances. Por ello, el proceso de planteamiento de la pregunta es difícil; hereda preocupaciones, pero avizora un camino transitable.

¿Qué quiero comprender? Este interrogante hace alusión al problema y a la hipótesis. La forma más concisa de plantearlos es mediante la elección de un título que logre acatar la recomendación del biólogo Scott M. Lanyon: “la cuestión seleccionada debe ser de interés para una audiencia general y las implicaciones más amplias del estudio estrictamente focalizado deben ser exploradas y comunicadas” (Lanyon, 1995, p. 41).

Dado que preguntar es decidir, en los estudios del gobierno y las políticas conviene definir el encuadre del cuestionamiento. Por ejemplo, a pesar de las críticas al ciclo de las políticas, la pregunta orientadora debe elegir una de las etapas como centro del análisis. Asimismo, Subirats y sus colegas europeos establecen tres conjuntos de variables determinantes de la gestión de las políticas públicas: instituciones, actores y recursos (Subirats, Knoepfel, Larrue y Varone, 2008). También resulta preciso enfocarse en uno de ellos para delimitar el estudio.

Así, por ejemplo, un analista que esté interesado en indagar por las reglas del juego para inscribir un asunto particular en la agenda pública, tiene los elementos necesarios para plantear una pregunta propia del campo de los estudios del gobierno y las políticas. Con la justificación correspondiente, estas dos decisiones –fase del ciclo y variable de gestión– depuran la amplitud de intenciones propia de la primera etapa del análisis y también brindan guías para las posteriores implicaciones metodológicas.

En breve, la pregunta es un recipiente, uno pequeño, que contiene lo sustancial de los antecedentes, el propósito y el alcance del análisis.

De manera sucinta, el inicio del proceso recoge problema, pregunta e hipótesis. Primero se elige una de las aristas del tema que interesa analizar, se da cuenta de estar al tanto de la cuestión para luego plantear la pregunta orientadora, una que implique búsqueda y señale un derrotero. Finalmente, se enuncia una hipótesis como intuición razonada que tiende puentes entre el mundo de las ideas y el mundo de los hechos, entre el problema y la solución buscada.

Tabla 1.2 Recomendaciones para la definición y delimitación del problema de investigación

Problema No existe grado cero del estudio. Se requiere ubicar el problema en el ámbito de lo cuestionable, de la mano de soportes teóricos y empíricos.	Pregunta Preguntar es buscar. Una buena pregunta define contornos del análisis y la búsqueda exige tomar conciencia de la ignorancia de la respuesta.	Hipótesis La hipótesis es una respuesta provisional a la pregunta y cumple una función mediadora entre lo indagado y lo ignorado.
Contar una historia plausible. Los elementos centrales de la formulación se pueden describir mediante el recurso de la descripción de un hecho real. “Mediante la narración de una historia se pue...

Índice

• Cubierta
• Portada
• Créditos
• Contenido
• Presentación
• Prólogo
• Capítulo 1. Diseño
• Capítulo 2. Marco teórico
• Capítulo 3. Evidencia
• Capítulo 4. Exposición
• Notas al pie
• Autores
• Contracubierta