Tecnologías de la visibilidad

Reconfiguraciones contemporáneas de la comunicación y la política en el siglo XXI

Jorge Iván Bonilla Vélez, Camilo Tamayo Gómez, Ana Cristina Vélez López

• Editorial: Universidad EAFIT
• Año: 2017
• ISBN:
  9789587204049
• Categoría: Technology & Engineering
• Categoría: Engineering General

?Esta colección de artículos académicos presenta diferentes exploraciones que nos permiten comprender y ampliar la mirada sobre los cambios sociales en los que están participando las nuevas tecnologías de la información –en especial el internet–, concretamente en la configuración de nuevas formas de acción política. El mapa que se nos propone posibilita entender el rol de la comunicación y las tecnologías en los tiempos contemporáneos y obtener respuestas preliminares sobre el rol de nuevos actores y agendas políticas, geopolíticas y públicas en la sociedad.

Segunda parte

Poderes globales: entre la ira, la acción y la democracia

Tecnologías de la visibilidad. La transmedialidad como estrategia de comunicación en contextos políticos y de movilización social^*

Mauricio Vásquez Arias y Diego Montoya Bermúdez

La política ofrece respuestas de ayer a las preguntas de hoy. Está surgiendo una nueva forma de “política”, con modos de operar que aún no hemos advertido.
El “living room” se ha convertido en un cuarto oscuro electoral. La participación a través de la televisión en Marchas de la Libertad, en la guerra, la revolución, la corrupción y otros hechos está transformando todo.

Marshall McLuhan, El medio es el masaje

El presente capítulo se ocupa de hacer un breve recorrido por la noción de tecnologías de la visibilidad y las maneras como estas, en el contexto de la cultura de convergencia, han desembocado en fenómenos como el de la transmedialidad. Así, en una primera parte, revisamos la noción de tecnologías de la visibilidad y las formas como ha sido tratada por diferentes autores; en segunda instancia introducimos el concepto transmedia y su especificidad en contextos políticos y de movilización social, y en un tercer momento mostramos cómo en el contexto contemporáneo, a partir de un par de casos de transmedialidad –el presidente Obama como líder mediático y la figura de Harry Potter como motivador para acciones sociales–, las tecnologías de la visibilidad han servido como estrategias narrativas para visibilizar campañas políticas y propiciar acciones de movilización social en el contexto de la convergencia.

Tecnologías de la visibilidad

Con la designación de tecnologías de la visibilidad exploramos los potenciales políticos de un fenómeno estético: el de la cultura de convergencia¹ (Jenkins, 2008) en la configuración de regímenes de visibilidad, esto es, en la composición de modos de ver y hacerse visibles, que son capitalizados bien por los Estados, bien por la sociedad civil, los ciudadanos, los habitantes urbanos o las multitudes digitales.

Pese a que la visibilidad no ha sido un vector dominante en las reflexiones políticas concentradas en la constitución de esferas públicas (Habermas, 1981), definidas, a lo sumo, a partir de los órdenes de lo oral y lo escriturario, las reflexiones contemporáneas reclaman, a la par del surgimiento de otras formas de acción social y de otras modalidades de lo público, el análisis de la relación entre las plataformas tecnológicas, los discursos y, más recientemente, los flujos de imágenes, datos, interacciones y formas de copresencia por medio de lo virtual.

Esta desatención de lo que Néstor García Canclini denomina “las bases estéticas de la ciudadanía” (García Canclini, 1995) responde, fundamentalmente, a algunas taras y límites de la reflexión política concentrada más en el contenido de los discursos y las ideologías, que, primero, desconocen la capacidad de afectación que operan los dispositivos que median los discursos políticos y, por esta vía, el potencial configurador de nuevos modos de lo público y del público, agenciados por tecnologías, en su momento, emergentes; segundo, refunden el potencial político de las configuraciones estéticas advertidas en el pensamiento más recalcitrantemente moderno, representado tanto en los planteamientos kantianos, como en la interpretación romántica de este pensamiento a manos de Schiller; y tercero, delegan en la crítica airada a los medios masivos de comunicación o al ámbito de reflexiones instrumentales –encasilladas en el contexto del marketing político– los problemas de la imagen, la visibilidad, los lenguajes y las narrativas.

Tales omisiones proporcionan una oportunidad interesante para una reflexión que intercepte los potenciales políticos de las tecnologías, en tanto que configuradoras de entornos de relación, intercambio y participación que poseen sus propias lógicas, sus propios lenguajes, y que, por esta vía, demandan otras competencias en términos de comprensión, acción y, si se quiere, operación.

Se trata de un abordaje denominado por Regis Debray como mediológico, esto es, una perspectiva teórica que acude a un “método que tiene por eje la conexión controlada de la historia noble de las creencias y las instituciones con la historia prosaica de las herramientas y las máquinas” (Debray, 1995: 11). Conexión esta que les permite a las ideas, los símbolos, las ideologías y los sistemas inscribirse públicamente y circular abiertamente, instalarse en las sociedades humanas, transmitirse y perdurar en el tiempo, todo esto mediante diversas formas de lo que Debray entiende como “eficacia simbólica”. Lo que se intenta esencialmente es establecer correlaciones entre nuestras

‘funciones sociales superiores’ (ciencia, religión, arte, ideología, política) y nuestros procedimientos de memorización, representación y desplazamiento. Explorar las intersecciones entre ‘lo noble’ y ‘lo trivial’ –lo que a menudo se traduce por: enlazar un macro– en un microfenómeno, aún a riesgo de precipitarse hacia abajo (pequeñas causas, grandes efectos) (Debray, 2001: 102).

Es probablemente Michel Foucault (2003) quien iniciara una empresa intelectual con este talante, ocupada de develar las prácticas discursivas y las formas de saber-poder operadas en dispositivos de control, por demás, diseminados en el cuerpo social y, de esta forma, presentes simultáneamente en los ámbitos carcelario, educativo y de producción, todo ello como una manera de sustraerse a la metafísica subyacente en las reflexiones que, por un lado, desconocen la base material de los discursos y del sentido y, por otro, derivan en un tipo de crítica que le atribuye a la técnica, a la tecnología y a los medios de comunicación el origen de todos los males sociales.²

Recogemos aquí entonces este interés por reconocer el influjo de la base material y, más específicamente, tecnológica y comunicativa, en la configuración de modos de ejercicio del poder. Un poder que, por demás, se entiende tanto en el plano de los ejercicios de administración estatales y corporativos, que al hacer visibles a los individuos –sus deseos y sus miedos–, o a sí mismos, introducen algún tipo de intensidad en las relaciones, provocan alguna adhesión o reclaman algún tipo de sujeción; así como en el ámbito de los micropoderes que atraviesan las relaciones cotidianas y los modos no explícitos de intervención sobre el cuerpo, formas de poder que se instalan, a veces invisiblemente, sobre el plano de la vida en sus estructuras más básicas, mínimas o imperceptibles.

Todo ello desde una perspectiva que cruza, insistimos, ideas con dispositivos, y a partir del recorrido...

Índice

• Cubierta
• Portada
• Créditos
• Contenido
• Listado de imágenes
• Introducción
• Primera parte La polis tecnológica: cotejar agendas, repensar sujetos
• Segunda parte Poderes globales: entre la ira, la acción y la democracia
• Tercera parte Interfaces: arte, política y memoria (local)
• Los autores
• Notas al pie
• Contracubierts