II. El Estado del siglo xxi
La recesión de 2008-2009 y sus lecciones
Óscar Dancourt
El desempeño macroeconómico —cuánto crece o decrece el empleo, la producción total y cuál es la inflación— de economías como la peruana —esto es, poco industrializadas— depende de tres factores básicos, independientes entre sí. El primer factor es el contexto externo, que puede ser favorable o adverso y que puede transitar súbitamente de una condición a otra, según enseña la experiencia. Las principales variables que componen este contexto externo son los precios de nuestras materias primas de exportación (altos o bajos), los movimientos de capitales (entran o salen del país) que, en parte, dependen de las tasas de interés que rigen en el centro de la economía mundial (bajas o altas) y de la situación de la economía mundial (si crece y está en auge o decrece y está en recesión).
El segundo factor es la política macroeconómica, que comprende la política monetaria a cargo del Banco Central (que regula el precio del dólar y la tasa de interés en soles) y la política fiscal a cargo del Poder Ejecutivo (que regula el gasto público y los impuestos).
El tercer y último factor es el modelo de crecimiento vigente en el país, noción algo elástica que se refiere a un conjunto de rasgos estructurales de la economía: cuánto Estado y cuánto mercado, cuánta industria manufacturera y cuánta exportación primaria, cuánta protección arancelaria y cuánto libre comercio, cuánto sindicalismo y cuánta represión o flexibilidad laboral, cuánta dolarización y cuánta desregulación financiera, cuán libre la movilidad de capitales, cuán extensa y eficaz la red de protección a los pobres y cuánta redistribución vía impuestos desde arriba hacia abajo, etcétera.
En la discusión política peruana se tiende a sobreestimar el efecto que este tercer factor —la estrategia o el modelo de crecimiento— tiene sobre el desempeño macroeconómico. En parte esto es así porque la economía peruana ha sido objeto de dos vastas reformas estructurales de signo opuesto, ejecutadas en menos de treinta años, durante los gobiernos de Velasco y Fujimori. Y, en parte, también debido a que el modelo de crecimiento determina en buena medida la distribución del ingreso entre las distintas clases y grupos sociales, cuando la inflación es baja.
En cualquier caso, el error más común que se comete al discutir sobre los distintos factores que explican los periodos de auge o las recesiones que experimenta la economía peruana, consiste en atribuir el desempeño macroeconómico exclusivamente al modelo de crecimiento, olvidando el papel que juegan los otros dos factores básicos. Con frecuencia, se intenta comparar dos modelos diferentes —en países distintos o en épocas distintas— sin descontar el efecto positivo o negativo que el contexto externo y la política macroeconómica tienen sobre el crecimiento del empleo y la producción, sobre la inflación y la pobreza. ¿Las cifras puras del producto por habitante pueden demostrar que el modelo de Pinochet es mejor que el de Velasco o viceversa?
Para comparar el desempeño histórico de estos diferentes modelos —una tarea compleja—, hay que tomar en cuenta que el contexto externo y la política macroeconómica son usualmente distintos. Si pudiéramos rebobinar la historia y hacer que el contexto externo y la política macroeconómica fueran iguales para todas las épocas y países donde han regido distintos modelos de crecimiento, la comparación y el veredicto sobre cuál es el mejor de estos modelos sería fácil de alcanzar. Pero en macroeconomía no hay laboratorios.
Un par de ejemplos pueden ayudar. En 1982-1983, las economías peruana y chilena sufrieron enormes recesiones (caídas de la producción y el empleo) acompañadas de fuertes alzas de la inflación y la pobreza. En Chile regía intacto el modelo de Pinochet y en el Perú el modelo opuesto de Velasco había sido desmontado parcialmente; ninguno de los dos modelos pudo impedir estas catástrofes macroeconómicas generadas tanto por un deterioro notable del contexto externo (caída de precios de los minerales y salida de capitales) como por muy malas políticas macroeconómicas.
También podemos comparar las dos últimas recesiones sufridas por la economía peruana: la de 1998-2000 y la de 2008-2009. Ambas recesiones fueron causadas por crisis externas que provocaron la caída de las exportaciones y una salida masiva de capitales. El modelo vigente fue el mismo: una versión radical del modelo neoliberal que Pinochet impuso en Chile. Sin embargo, como veremos, el desempeño de la economía peruana en 2008-2009 fue mucho mejor que en 1998-2000. ¿Cuál es la razón? Es difícil argüir que el contexto externo que enfrentó la economía peruana en 2008-2009 fue menos malo que el de 1998-2000, o que el modelo neoliberal sufrió un cambio notable entre ambas fechas.
La hipótesis de este capítulo es que las políticas macroeconómicas aplicadas en ambas recesiones fueron distintas y ese es el motivo principal que explica que el desempeño económico de 2008-2009 fuera mucho mejor que el de 1998-2000. En materia de política monetaria, durante 1998-2000 subieron tanto el precio del dólar como la tasa de interés en soles mientras que durante 2008-2009 se mantuvo constante el precio de dólar y bajó la tasa de interés. En materia de política fiscal, en 1998-2000 se recortó el gasto público, salvo durante la campaña por la reelección de Fujimori, mientras que en 2008-2009 se aumentó el gasto público, salvo al principio de la crisis. En suma, en 2008-2009 se aplicaron por primera vez políticas keynesianas en el Perú durante una recesión; opción que desde hace más de medio siglo se toma sistemáticamente en los países centrales de la ...