La fiesta del Espíritu
eBook - ePub

La fiesta del Espíritu

Espiritualidad y celebración pentecostal

  1. 174 páginas
  2. Spanish
  3. ePUB (apto para móviles)
  4. Disponible en iOS y Android
eBook - ePub

La fiesta del Espíritu

Espiritualidad y celebración pentecostal

Detalles del libro
Vista previa del libro
Índice
Citas

Información del libro

Basado en el Nuevo Testamento, el autor describe los rasgos de una espiritualidad integral y analiza la acción permanente del Espíritu Santo en la vida y la misión de la iglesia. Esta acción es la que produce un nuevo estilo de vida que fundamentalmente implica "ruptura radical con los valores que informan y moldean el estilo de vida de la sociedad predominante". ¿Por qué el culto es la fiesta del Espíritu?¿Qué rasgos caracterizan a una espiritualidad integral?¿Qué elementos configuran la identidad pentecostal y cómo ésta describe una forma especial de ser evangélico en América Latina?¿Qué correctivos serían necesarios en un contexto de un marcado énfasis en el "poder" o la "unción" que muchas veces no presta la debida atención a la santidad y la ética?Basado en el Nuevo Testamento, el autor describe los rasgos de una espiritualidad integral y analiza la acción permanente del Espíritu Santo en la vida y la misión de la iglesia. Esta acción es la que produce un nuevo estilo de vida que fundamentalmente implica "ruptura radical con los valores que informan y moldean el estilo de vida de la sociedad predominante". ¿Por qué el culto es la fiesta del Espíritu?¿Qué rasgos caracterizan a una espiritualidad integral?¿Qué elementos configuran la identidad pentecostal y cómo ésta describe una forma especial de ser evangélico en América Latina?¿Qué correctivos serían necesarios en un contexto de un marcado énfasis en el "poder" o la "unción" que muchas veces no presta la debida atención a la santidad y la ética?

Preguntas frecuentes

Simplemente, dirígete a la sección ajustes de la cuenta y haz clic en «Cancelar suscripción». Así de sencillo. Después de cancelar tu suscripción, esta permanecerá activa el tiempo restante que hayas pagado. Obtén más información aquí.
Por el momento, todos nuestros libros ePub adaptables a dispositivos móviles se pueden descargar a través de la aplicación. La mayor parte de nuestros PDF también se puede descargar y ya estamos trabajando para que el resto también sea descargable. Obtén más información aquí.
Ambos planes te permiten acceder por completo a la biblioteca y a todas las funciones de Perlego. Las únicas diferencias son el precio y el período de suscripción: con el plan anual ahorrarás en torno a un 30 % en comparación con 12 meses de un plan mensual.
Somos un servicio de suscripción de libros de texto en línea que te permite acceder a toda una biblioteca en línea por menos de lo que cuesta un libro al mes. Con más de un millón de libros sobre más de 1000 categorías, ¡tenemos todo lo que necesitas! Obtén más información aquí.
Busca el símbolo de lectura en voz alta en tu próximo libro para ver si puedes escucharlo. La herramienta de lectura en voz alta lee el texto en voz alta por ti, resaltando el texto a medida que se lee. Puedes pausarla, acelerarla y ralentizarla. Obtén más información aquí.
Sí, puedes acceder a La fiesta del Espíritu de Darío López R. en formato PDF o ePUB, así como a otros libros populares de Theology & Religion y Christian Denominations. Tenemos más de un millón de libros disponibles en nuestro catálogo para que explores.

Información

Año
2020
ISBN
9786124252013
Parte 1: La fiesta del Espíritu
Introducción
Desde su inserción en el escenario religioso mundial, las iglesias pentecostales de distinto trasfondo histórico, se caracterizaron por la alegría desbordante de sus cultos y por una ruptura radical con los patrones culturales y sociales de segregación racial y de marginación de su tiempo; una clara señal de rechazo al mundo y sus valores que hizo de los pobres y de los excluidos, protagonistas activos de la misión7. Sus cultos festivos, participativos y populares han sido, desde entonces, los espacios colectivos en los que se reúnen aquellos que los sectores dominantes han calificado y califican usualmente como los harapientos y los parias del mundo.
Aunque su composición social ha cambiado un tanto en las últimas décadas, ya que muchas iglesias pentecostales han experimentado un proceso de «adecentamiento» (pues sus miembros ya no son tan pobres como sus padres y abuelos) y se han hecho aceptables a la sociedad y son tratadas con beneplácito por quienes detentan el poder político, todavía la mayoría de los miembros de estas iglesias forma parte de los estratos pobres de la sociedad, y un alto porcentaje de ellas están localizadas en los cinturones de pobreza de las grandes urbes y en las zonas campesinas del sur del mundo. Y sus cultos siguen siendo todavía espacios colectivos inclusivos, el momento en el que los fieles se reúnen para dar testimonio de su identidad como pueblo de Dios en misión, y el piso común en el que los creyentes adoran libremente al Dios de la vida en un clima de fiesta generado, animado y sustentado por el Espíritu8.
¿Qué se transmite en sus cultos? ¿Qué ocurre durante sus tiempos de reunión colectiva en los que el canto, la oración, el testimonio y la predicación son ingredientes infaltables que le dan un sabor especial a ese tiempo de comunión intensa tapizado de alegría, lágrimas, abrazos, sonrisas, manos levantadas, gritos de júbilo y silencio reverente?
A lo largo de todos estos años, cuatro rasgos distintivos han articulado y modelado el culto de estas iglesias, valorado y celebrado como La fiesta del Espíritu: La oración ferviente y espontánea, el canto alegre y festivo, el testimonio cotidiano y la predicación apasionada.
La oración ferviente y espontánea da cuenta de la intensidad y de la novedad de su compromiso con Dios. Un compromiso que está conectado con las preocupaciones de cada día, con los problemas sociales y políticos inmediatos y con todas las necesidades humanas, porque el Dios con el cual dialogan —y de cuya inmediatez no dudan en ningún momento— camina al lado de ellos en todo tiempo.
El canto alegre y festivo expresa tanto una inmensa gratitud al Señor por sus innumerables favores como una afirmación colectiva de su esperanza inquebrantable en el poder liberador del Dios de la vida, dentro de una sociedad marcada por la miseria, la muerte y la violencia. El testimonio cotidiano traduce la existencia de una relación fresca y continua con Dios en cada circunstancia de la vida humana. Expresa una comunión constante con el Dios de la vida en cada tramo y en cada espacio de su peregrinaje espiritual. Esto explica por qué un creyente pentecostal afirmaría públicamente de manera espontánea: Yo sé que el Señor su mano ha puesto en mí. Y afirmaría también: Por la gracia de Dios soy una nueva criatura. O afirmaría: Yo no era nadie. Pero el Señor me salvó y me transformó.
La predicación apasionada indica que entienden su vocación misionera como una tarea indeclinable cuya urgencia no se discute, porque se trata de un encargo innegociable que los impulsa a proclamar en todo tiempo el evangelio completo, el evangelio del reino, el evangelio quíntuple: Cristo Salvador, Sanador, Santificador, Bautizador con Espíritu Santo, y Rey que viene otra vez (Faupel 1996: 28–30; Land 1997: 18)9. Evangelio completo que constituye no solamente el corazón teológico del pentecostalismo, sino también una plataforma de acción mediante la cual se expresa tanto su similitud como sus diferencias con las otras ramas del cristianismo (Thomas 2004: x).
_______________
7 Este no es un análisis exhaustivo del culto pentecostal, las partes constitutivas del mismo o del papel de los pastores y de los líderes en el desarrollo de la reunión comunitaria. Lo que se describe son cuatro de sus rasgos distintivos que son los vehículos individuales y colectivos a través de los cuales se articula su propuesta teológica formulada en un lenguaje popular y utilizando la forma de comunicación propia de los pobres y de los excluidos: hablar sin mediación alguna y cantar de manera libre y espontánea.
8 Las manifestaciones del Espíritu, como el hablar en lenguas extrañas y la profecía o discurso inspirado, son normales —no hechos extraños o fuera de lo común— en el culto de estas iglesias. Estas dos formas de hablar dan cuenta de la naturaleza inclusiva de las iglesias pentecostales. Naturaleza inclusiva que cuestiona los patrones culturales de exclusión que caracterizan a las sociedades humanas.
9 Otros autores dirían que más bien el patrón cuádruple: Cristo Salvador, Santificador, Sanador y Rey que viene, «parece representar adecuadamente la tradición común del pentecostalismo» (Míguez 1995: 65). Aquí se tiene que precisar que, aunque Míguez cita a Donald Dayton para apoyar su punto de vista sobre el patrón cuádruple (Miguez 1995: 65), parece equivocarse en su comprensión de la perspectiva de este autor, para quien el patrón cuádruple sería más bien: Cristo Salvador, Bautizador con el Espíritu Santo, Sanador y Rey que viene (Dayton 1991: 9–10). Lo que refleja más adecuadamente el piso común que caracteriza a todos los pentecostales. Esto es así porque todos los pentecostales afirman que Cristo bautiza con Espíritu Santo, precisamente, un punto medular que está ausente en el planteamiento de Míguez. Además, sobre el patrón cuádruple, Dayton afirma que: «Aunque el patrón de los cinco puntos es históricamente anterior y por lo tanto merece nuestra atención, el patrón de los cuatro puntos expresa con más claridad y de manera más transparente la lógica de la teología pentecostal. Más aún, al estar contenida dentro del patrón más complejo, posee el derecho de ser considerada, sino históricamente, al menos lógicamente anterior al patrón de los cinco puntos. Estos cuatro puntos son prácticamente universales dentro del movimiento y aparecen [...] en todas las ramas y variedades del pentecostalismo, mientras que el tema de la santificación total es en última instancia característico tan sólo de la rama de la santidad» (Dayton 1991: 9).
Capítulo 1
El culto como fiesta
Teniendo en cuenta el calor y la dinámica de sus reuniones colectivas, como ya se ha señalado en otro momento, resulta bastante apropiado referirse a los cultos de estas iglesias como La fiesta del Espíritu, ya que en estos espacios de encuentro con el Dios de la vida, la espontaneidad y la alegría, el compañerismo y la mutua aceptación, el libre acceso y la recuperación de la Palabra, le otorgan precisamente ese sabor de fiesta y ese aroma característico de encuentro de amigos entrañables, de compañeros de ruta, de reunión familiar, que tiene la fiesta en el contexto de América Latina. Al respecto, un destacado teólogo pentecostal señala que «el papel de la fiesta en la cultura y la sociedad latinoamericana es profundamente significativo» (Villafañe 1996: 22). Y precisando que se trata de «un maravilloso sentido de comunidad que celebra la vida por medio de la fiesta», subraya también que:
[...] mezclada con la experiencia de la opresión, la dominación y la lucha por la mera supervivencia, la fiesta —con juegos y rituales, música y danza, comida y familia— habla elocuentemente de la alegría, la esperanza y la vida (Villafañe 1996: 23).
Para Harvey Cox, «la fiesta representa un momento en que la cultura popular y la cultura dominante, premoderna y moderna, entran en abierto conflicto» (Cox 1984: 238). Y según este teólogo:
[...] las elites culturales, incluidas las religiosas, casi siempre consideran las fiestas como algo peligroso, porque generan una energía que no es posible detener y desencadenan pasiones que no son fácilmente controlables (Cox 1984: 238).
Teniendo en cuenta estas opiniones sobre el sentido de la fiesta en el mundo de los pobres y de los excluidos, parece acertada la perspectiva de Elida Quevedo, para quien el culto pentecostal:
[...] se convierte [...] en un jubileo cristiano, donde el gusto por la vida prevalece ante todo lo que hacemos. Esto es posible gracias a la acción de su Espíritu. El Espíritu de Dios vuelve al culto una Fiesta. En esta Fiesta reina la alegría; en esa fiesta los abrazos y gestos humanos acompañan el canto, la intercesión mueve la solidaridad, provocando muestras de cariño, la proclamación reanima la esperanza, ofrendar es un acontecimiento feliz, porque hasta el más humilde y pobre puede entregar sus dones. El afecto y la ternura se comparten, se suelta la lengua, se desatan las inhibiciones, las emociones se liberan, los sentimientos afloran, los sentidos se llenan del poder del Espíritu, todo se vuelve fiesta. Fiesta que reúne a los pobres, fiesta que celebra el amor, la justicia, la paz, la hermandad, la solidaridad. A través de esta Fiesta, Dios recrea la fiesta del mundo, volviéndolo más humano y más libre (Quevedo 1999: 78).
Pero se tiene que precisar también que el culto está relacionado íntimamente con la forma como los pentecostales entienden la comunidad de fe o la iglesia, el discipulado y la ética, las que a su vez se reflejan y convergen en el culto entendido y valorado como la fiesta del Espíritu. Esa es la razón por la que antes de tratar sobre los aspectos distintivos del culto de estas iglesias, resulta apropiado comenzar precisando cómo se entiende la comunidad de fe, la forma en que se forja a los discípulos dentro de esa comunidad de fe, y la comprensión que tienen de la ética como una dimensión insoslayable de su testimonio individual y colectivo.
Todo esto indica que el culto es el espacio común de producción teológica de la comunidad pentecostal; y que el substrato teológico básico de estas iglesias no se encuentra necesariamente en sus centros de formación pastoral, en las burocracias denominacionales, en los círculos académicos o en las bibliotecas especializadas, sino en la experiencia cotidiana de los creyentes «de a pie» que cada día hacen teología, una teología forjada en el camino y que converge en el tiempo de culto común. Como lo señaló hace varios años atrás un distinguido teólogo para el caso de las iglesias evangélicas latinoamericanas: «el culto es el reflejo más claro de la teología de la comunidad de fe» (Costas 1975: viii).
Capítulo 2
La comunidad pentecostal
La comunidad pentecostal puede ser definida como una sociedad alternativa o como una contracultura en la que más que una protesta simbólica contra los poderes de este siglo —políticos, económicos, sociales e incluso religiosos— que ejercen dominio y violencia, se gesta una nueva humanidad que con su naturaleza inclusiva y con su práctica liberadora y concientizadora, desacomoda a los acomodados de este mundo que no ven con buenos ojos la fiesta de los pobres y de los oprimidos10.
En otras palabras, el solo hecho de que en las comunidades pentecostales los excluidos por el sistema predominante recuperen la capacidad de hablar públicamente mediante la oración, el canto, el testimonio y la predicación, ya constituye en sí misma una clara señal de que algo nuevo ha comenzado y de que se está forjando una nueva sociedad en la que desaparecen todas las diferencias que separan a los seres humanos11. La comunidad pentecostal se constituye así en una comunidad de resistencia activa en la que los fieles adquieren conciencia de su valor y dignidad como personas y en un movimiento de redención social que convierte a las víctimas del sistema predominante en misioneros, y a los desesperanzados del mundo en visionarios que miran más allá de la relatividades del tiempo presente.
El Dios Trino y Uno confesado, exaltado y anhelado en el culto, y que se presenta como Padre de todos en un mundo lleno de huérfanos de af...

Índice

  1. Cover
  2. Sinopsis
  3. Portada
  4. Créditos
  5. Dedicatoria
  6. Prólogo
  7. Prefacio
  8. Introducción general
  9. Parte 1: La fiesta del Espíritu
  10. Parte 2: La vida en el Espíritu
  11. Parte 3: Los dones del Espíritu
  12. Bibliografía
  13. Acerca del autor