6. VINCULACIÓN ENTRE CAUSA PRIMERA Y CAUSA SEGUNDA
En el PUNTO 6 se tratará sobre la aplicación del tema idea y vida a la relación entre causa primera y causa segunda, entre Dios y creación, entre Dios y el hombre. Se da por supuesta la visión filosófico-teológica de dicha relación.
Además se abordará el hecho de que un pensamiento unilateralmente ideísta experimentará, pensará y formulará “mecanicistamente” la necesaria distinción entre causa primera y causa segunda. Lo hará yuxtaponiendo las partes, o bien estructurándolas como pisos de un edificio, sin comunicación alguna entre sí. A la hora de contemplar esos pisos “uno en el otro”, el pensamiento unilateralmente ideísta teme en exceso hacer una mezcla indebida, caer el panteísmo. Por esa vía Dios acabará siendo pues un dios lejano, sin contacto ni con el hombre ni con la creación.
El alma, con su pensamiento vital-orgánico, experimenta ese contexto entre causa primera y causa segunda espontáneamente como unidad, mientras que el pensamiento aludido más arriba no se lo impida. Así lo observó y señaló continuamente el P. Kentenich.
“El pensamiento de hoy ve a menudo una contraposición insubsanable donde la vida presenta una unidad y totalidad coherentes. (…) La manera de pensar que hemos caracterizado aquí desgarra lo que constituye una totalidad viva. Como en todas partes, también en este punto rige la constante: Sólo un pensamiento orgánico muy sano puede hacerle plena justicia a la vida.”
Cuando el P. Kentenich observa más de cerca la vida (con particular acento en aquella del alma), descubre allí, con contornos más nítidos, la actitud de vincular causa primera y causa segunda, tal como él lo formula en la “ley de traspaso y transferencia orgánicos”. Más abajo se tratará este tema con mayor detalle.
Resulta interesante que el P. Kentenich utilice la terminología abstracta “causa primera y causa segunda” en lugar de creación y/u hombre. Con el concepto “causa” se acentúa más claramente que la creación, y particularmente el ser humano, son auténticas causas.
*Herbert King: Paradigma Organismuslehre. Psychologie der Zweitursachen. En: Regnum 31 (1997), 122-134.
*Paul Vautier: Artikel “Zweitursache”. En: Schönstatt-Lexikon.
*Herbert King: Im Dienst echt menschlicher Religiosität, Parte I y II.
En: Regnum 34 (2000), 105-118 y 150-160.
*Del mismo autor: Die Erfahrung des Marianischen [und seine Reflexion]. Der Beitrag Schönstatts zum Weg mit Maria. En: Regnum 22 (1988), 56-72.
*Del mismo autor: Ein neues Gottesbild für eine neue Kultur. Zur Bedeutung der Zweitursachen [María als Zweitursache und ihre Bedeutung für das Gottesbild]. En: Regnum 25 (1991), 59-71.
*Del mismo autor: Was sage ich, wenn ich Maria sage? Prozess der Entstehung des Marienbildes. En: Regnum 27 (1993), 119-130.
(a. Estructura global divino-humana)
6.1 Programa de vinculación entre Dios y el hombre
De: Carta del de abril de 1949
Le hacemos frente a toda concepción naturalista que separe religión de vida, que separe Dios de hombre, mundo sobrenatural de mundo natural, o bien debilite esa vinculación entre las partes. Nuestra teoría de la organicidad procura siempre poner de relieve la armonía entre causa primera y causa segunda. Habla de las leyes del traspaso y transferencia orgánicos. Allí donde se trate de obediencia, pone en primer plano no al hombre sino a Dios y vincula imagen reflejada con imagen original. Tenemos y enseñamos un sistema teórico cuidadosamente diseñado de unión entre naturaleza y gracia, y tenemos asimismo el coraje de aplicarlo en la vida cotidiana, hasta en las mínimas cosas.
De: Studie 1963, 101-102
Se trata en primer lugar de dos leyes teológicas y filosóficas fundamentales que revisten carácter supratemporal y que, por ende, conservan siempre su importancia.
La primera de estas leyes es: Deus operatur per causas secundas liberas. De este modo se delimita la relación fundamental entre causa primera y causa segunda en el orden de la creación y de la redención.
La segunda es: gratia praesupponit, gratia non destruit, sed elevat et perficit naturam.De este modo se remonta a un último denominador las relaciones entre orden natural y orden de la gracia.
Las crisis de la vida moderna exigen que la vertiente psicológica de estos principios - que aún no ha sido investigada suficientemente y mucho menos aplicada a la vida práctica - sea acentuada con mayor fuerza y puesta en primer plano con mayor decisión. Desde este punto de vista se habla, en el primer caso, de la ley de traspaso y transferencia orgánicos; en el segundo, de la relación entre el organismo de vinculaciones natural y sobrenatural.
En este sentido, Schoenstatt cree tener una misión especial. Y tenerla desde sus inicios; naturalmente siempre en subordinación a la jerarquía eclesiástica. Por una parte - de manera particular - la misión de colaborar para vencer la mentalidad bolchevista; y por otra - de manera general - la misión de colaborar en la transformación del mundo y de la Iglesia. Una transformación querida por Dios, que Dios ha previsto, según su plan divino, para los tiempos novísimos.
En este sentido Schoenstatt se anticipó en alrededor de ٥٠ años al Concilio Vaticano II, y no sólo desde el punto de vista teórico, sino también desde el punto de vista de la praxis. Y siempre lo hizo basándose en que ambos órdenes son, el uno para con el otro, expresión (o símbolo), medio y seguro. Para el orden inferior con respecto al superior, esto vale en el pleno sentido del término; para el superior con respecto al inferior, hasta un cierto grado. Con sumo cuidado e inexorable consecuencia, y a despecho de todos los escollos, Schoenstatt se ha mantenido fiel a estos contextos del ser y de la vida y resistido con actitud consecuente todo intento de achatamiento y objetivización, sea cual fuere la parte de donde viniese, todo intento de forzar y quebrar una estructura de vida que es sólida, coherente y presenta muchos estratos.
De: Studie 1961, 271
El P. Lombardi dice que el catolicismo de los siglos pasados ha descuidado en gran medida la labor de dar forma a la vida. En este punto nosotros podemos llamar expresamente la atención sobre nuestra concepción de teología y filosofía, de psicología y sociología, así como de pedagogía de las causas segundas.
De: Carta al P. Menningen 1955, 9
Nuestra teoría del organismo de vinculaciones y su aplicación en la vida diaria es fuente inagotable d...