¿Cómo ser una persona positiva?

Transforme los hábitos que le impiden ser una persona positiva y alcanzar la felicidad

Federico Uzcátegui

• Editorial: Plutón Ediciones
• Año: 2018
• ISBN:
  9788417477585
• Edición: 1
• Categoría: Desarrollo personal
• Categoría: Éxito personal

En estas páginas encontrará la guía para lograr sus metas y alcanzar la felicidad a través de una vida diaria más plena y feliz. En estas páginas encontrará la guía para lograr sus metas y alcanzar la felicidad a través de una vida diaria más plena y feliz.

Capítulo 1
La personalidad

¿Qué es la personalidad?

Los seres humanos adquieren patrones de comportamiento, costumbres y preferencias desde muy temprana edad, y estos rasgos, junto a aquellos que se atribuyen a la herencia, se acentúan con el tiempo determinando la personalidad del individuo. También puede decirse que el conjunto de características mentales, cualidades y defectos que determinan la manera de pensar y comportarse de una persona, forman parte de la personalidad.

Cuando mencionamos las cualidades de una persona solemos hablar de: honestidad, paciencia, convicciones, inteligencia, lealtad, sinceridad, buena memoria, ecuanimidad, optimismo. Mientras que si hablamos de los defectos, mencionamos: egoísmo, indiscreción, inseguridad, soberbia, hipocresía, deshonestidad, conformismo e inconstancia, entre otros. Ahora bien, cuando en un ser humano prevalecen sus cualidades y es capaz de mantener sus defectos bajo control, decimos que estamos frente a un individuo con personalidad positiva; mientras que por el contrario, si esta persona está dominada por sus defectos y se deja llevar por sus pensamientos equivocados, decimos que estamos frente a un individuo con personalidad negativa.

Ningún individuo es 100% positivo o 100% negativo. La personalidad humana es una combinación de ambos temperamentos, de allí que lo fundamental es ser lo más positivo posible, es decir, que nuestras cualidades sean las que dominen nuestro pensamientos y acciones y no nuestros defectos.

No existen seres humanos carentes de cualidades o defectos, hasta el ser más insignificante posee algo de inteligencia y también lo contrario, por ello es importante desarrollar las cualidades al máximo y mantener los defectos bajo control.

La personalidad negativa

Nadie posee una personalidad negativa absoluta, es decir, hay personas que abarcan dos o más tipos de comportamientos negativos, a saber:

El apático-conformista

Son personas que detestan los cambios. Creen que todo aquello que los rodea debe mantenerse siempre igual y piensan del mismo modo con relación a su forma de actuar y su apariencia física. No sienten deseos de superación, ni de lucha; no les interesa aprender cosas nuevas, y tampoco tienen objetivos ni metas propias. No evolucionan y se concentran solo en asegurar su supervivencia.

En el área laboral es evidente su falta de ambición, por lo que pueden permanecer siempre en el mismo puesto hasta el momento de su jubilación. Su presentación personal suele ser muy descuidada ya que no les preocupa su apariencia personal y es común que no les importe engordar excesivamente.

Son individuos que viven resignados a lo precario de sus sueldos y estancados mentalmente. Su satisfacción la proyectan en los logros de terceras personas, ya sean hijos, parientes o extraños, pero nunca trabajan en sus propios logros.

El señor pretexto

Estas personas poseen “invariablemente” una excusa o razón para justificar cualquier fracaso o dificultad. Es como si dentro de ellos habitara una voz que les va diciendo: “la responsabilidad es de otro”, “naciste con mala suerte”, “es cuestión del destino”, “naciste pobre”, “fuiste víctima de la situación”, “nadie te comprende”. Así mismo, cuando esta persona tiene una idea o decide emprender un proyecto, su voz interna comienza a decirle: “tienes que hacer mucho esfuerzo”, “no es el momento indicado”, “no es tan buena idea”... en fin, son seres que poseen una lista infinita de pretextos que los mantiene paralizados.

El desviador de energía

Cuando hablamos de desvío de energía, nos referimos a todo el tiempo y, por supuesto, la energía invertida en hacer cosas superficiales e inútiles, con la única intención de sobresalir o llamar la atención.

Son aquellas personas que quieren demostrar que están muy bien informadas, divulgando chismes y hechos ocurridos en su lugar de trabajo o vivienda. Se hacen los listos haciendo todo tipo de trampas a las personas más ingenuas sólo para parecer más inteligentes. Si asisten a una fiesta quieren bailar mejor que todos los presentes o entablar discusiones que solo ellos ganarán aunque no tengan la razón o demostrar que son quienes aguantan más consumiendo alcohol. Suelen ser unos maestros al contar chistes, decir piropos, hacer trucos y gastar bromas. También son muy buenos con los videojuegos, haciendo piruetas con la patineta, ganando las peleas callejeras y practicando el vandalismo, es decir, desperdiciando su tiempo y su energía.

Eso sí, cuando se trata de tomar una decisión importante o tienen que enfrentar una situación donde se deben asumir responsabilidades y resolver problemas serios son totalmente torpes, indecisos e incapaces.

El envidioso

La envidia es un sentimiento que provoca mucha frustración y rencor en quien la siente. El envidioso se caracteriza por manifestar mucho desagrado cuando se entera de los logros económicos, de los ascensos laborales o de los reconocimientos obtenidos por otras personas. Ni se mencione si los demás proyectan una mejor imagen, aumentan su popularidad, viajan o adquieren un nuevo auto.

El envidioso desea —muy calladamente— que a los demás se les acabe la suerte y sufran todo tipo de contratiempos porque él se siente inferior. Si esta persona envidiosa pasa por una mala racha, no soporta ver a los demás alegres o sonrientes y menos si son personas conocidas. Y cuando se entera de los problemas ajenos, o de sus fracasos, se burla y se alegra muy dentro de sí, sintiendo un gran alivio.

En casos extremos, el envidioso es capaz de interferir en la vida de otros para crearle obstáculos, problemas y dificultar sus logros. Cuando se entera de los planes de alguien, le da consejos negativos y trata de desanimarlo. Suele ser hipócrita y desahoga su frustración tratando de dañar la autoestima de los demás. Sus frases favoritas son:

• ¡Qué mayor te ves!

• ¡Qué ridículo eres! ¡Ay!, disculpa, fue sin querer...

• ¡Pareces idiota!

• ¡Siempre tan aburrido!

• ¡Estás demasiado gordo —o flaco—!

• ¿Es otra de tus ocurrencias?

Si quiere sugestionar negativamente a otra persona le dirá:

• ¡Te ves muy mal! ¿te pasa algo?

• ¿Estás enfermo?

• ¿Por qué luces tan decaído?

Y si se trata de sembrar el inconformismo en los demás, dirá:

• ¡Te complicas demasiado! Yo prefiero estar tranquilo.

• ¡Trabajas como un esclavo!

• ¿Y para qué estudias tanto?

• ¡Ese peinado es horrible! (cuando le luce muy bien)

• ¡Tu pareja está pasada de bruta! (cuando es muy inteligente)

• ¡Qué ropa tan extraña! (cuando le luce muy bien)

• ¡Siempre tan fajado en tu trabajo! (cuando cumple con su responsabilidad)

• ¡Tienes amigos muy molestos! (el envidioso no tiene amigos)

Es importante resaltar que las personas positivas utilizan la envidia de forma constructiva, es decir, lo que sienten se convierte en un estímulo para obtener aquello que desean y las personas que despiertan su envidia, se convierten en ejemplos a seguir para lograr sus deseos.

El obtuso

Son personas que no reconocen sus errores, ni aceptan consejos. Creen que no se equivocan nunca y que todos a su alrededor sí están equivocados, también creen que todas las críticas que reciben son solo para fastidiarlos.

Es muy fácil identificarlos. Son muy inflexibles cuando discuten, no aceptan razones de nadie, poco les importa si tienen razón o no, o irse de gritos e insultos, con tal de ganar la discusión. Para no admitir que los demás pueden tener razón, ...

Índice

• Introducción
• Capítulo 1. La personalidad
• Capítulo 2. Otros modelos de comportamiento negativo
• Capítulo 3. Falsas creencias
• Capítulo 4. Mejorando su apariencia
• Capítulo 5. Revisión de algunos sentimientos
• Capítulo 6. Economía
• Capítulo 7. Salvando obstáculos
• Capítulo 8. Un futuro positivo