© 2019 by Joaquín Antonio Peñalosa
© 2019 de la presente edición, by
Ediciones Rialp, S.A. - Colombia 63 - 28016 Madrid
ISBN (versión impresa): 978-84-321-5179-8
ISBN (versión digital): 978-84-321-5180-4
Depósito Legal: M-30744-2019
Printed in Spain - Impreso en España
PRÓLOGO
Fue en el despacho del catedrático de literatura Ángel Esteban, en Granada, cuando por primera vez escuché hablar de Joaquín Antonio Peñalosa, un polifacético escritor mexicano nacido y fallecido en San Luis Potosí (1921-1999), sacerdote católico, profesor universitario y fundador de un orfanato, entre otras ocupaciones, quien desarrolló una de las poéticas más entrañables y optimistas en lengua española del último siglo.
Tras leerlo por primera vez en la antología poética titulada Un pequeño inmenso amor, elaborada por Miguel d´Ors, entonces también profesor de la Universidad de Granada, me pareció tan refrescante que no dudé en dedicarle el extenso tiempo de investigación que supuso la tesis doctoral Joaquín Antonio Peñalosa en la tradición poética mexicana y el trabajo de edición, junto con Fidel Villegas, director de la editorial Fundación Altair, de su poemario póstumo Río paisano. Extenso tiempo, entre otras cosas, porque no es fácil encontrar los poemarios en España, de modo que, desde entonces, rumiaba en mi mente la publicación de esta antología para mejorar el acceso a una amplia selección de poemas de este autor.
El hecho de que su poesía fuera conocida particularmente en Granada se debe originariamente a la amistad epistolar que Joaquín Antonio mantuvo con Gabriel M. Verd Conradi, bibliotecario de la Facultad de Teología de la Universidad de Granada, a quien el mexicano enviaba sus poemarios según los iba publicando, dada la intención de Verd Conradi de elaborar una antología de poesía religiosa. Alguno de estos libros se puede consultar hoy con sus amistosas dedicatorias en la mencionada biblioteca.
¿Qué le cabe esperar al lector que hoy tome entre sus manos esta antología de poemas? Por supuesto, poesía religiosa, al modo que esbozaremos más adelante; pero no solo eso. La poesía de Joaquín Antonio es moderna y está viva en sus contenidos, pues los asuntos que trata son los que preocupan hoy a una buena parte de los movimientos sociales.
Quienes han comentado la poética de Joaquín Antonio destacan de ella su franciscanismo y se refieren a él como un observador y un amante de lo pequeño, de lo aparentemente insignificante. En sus versos poetiza todo tipo de seres menudos y descomplicados1, y llama la atención sobre su importancia, su belleza, sus problemas, sus anhelos. En su poesía el protagonismo lo adquieren los que no tienen voz ni cabida en la sociedad, donde solo se valora el éxito y lo productivo. Las motivaciones de Peñalosa coinciden con la creciente y actual sensibilidad hacia los discapacitados, hacia las mujeres y la maternidad, los animales, el cuidado del entorno natural, la belleza de lo diferente… No podemos, pues, dejar de pensar que Peñalosa fue un precursor en literatura de pasiones contemporáneas.
El cambio climático, por ejemplo, parece haber sensibilizado a muchos sobre la importancia de los pequeños seres de la naturaleza para conservar el equilibrio ecológico y sobre el valor enorme de la ecología para la construcción de una vida lograda. Creo que ambas ideas están presentes en la obra de Joaquín Antonio, aunque sus conceptos de ecología y de persona trascienden un sentido meramente material. Para Peñalosa el hombre está en el mundo, pero su integración en él supone no solo una casualidad evolutiva, sino un hermanamiento, una comunión que exige respeto, atención y cuidado hacia las cosas de este, incluidas las inertes, pues el ser humano es también criatura que comparte creador, Dios Padre. Este mensaje que está en el centro de su obra, lo consigue comunic...