Tabla
Contra la izquierda que claudica
Introducción.
Derrota del pensamiento, decadencia de la izquierda
Malos tiempos
Volver a ganar la batalla de las ideas
Los orígenes de la izquierda neoconservadora
i. El bonapartismo de izquierdas
La estrategia del choque
El partido del orden
El Estado de excepción permanente
ii. Occidentalismo e ideología de crisis
Retorno a los orígenes
¿Guerra «de civilización» o «de civilizaciones»?
El socioliberalismo sin complejos
iii. Neorrepublicanismo y exaltación de la identidad francesa
El soberanismo de los neorrepublicanos
El laicismo identitario
Nacionalidad y derechos de los inmigrantes
El método Valls
i. Clarificar
Denunciar a los biempensantes
Basta de ecología
ii. Controlar la agenda
iii. Triangular
iv. Transgredir
v. Culpabilizar
vi. La prueba del yihadismo
Estrategia de la tensión
La lucha contra el Estado Islámico: un vals a tres tiempos
Deconstruir el discurso de la izquierda neoconservadora
i. Guerra de palabras
ii. ¿Qué sociedad se quiere?
¿Universalismo o cosmopolitismo?
¿Asimilación o convivencia?
¿República o democracia?
Una derrota que viene de lejos
i. Intelectuales del Mayo del 68 que hoy son de derechas
ii. El rechazo a pensar el mundo que vendrá
iii. La profesionalización de las élites políticas
iv. La ruptura con la clase trabajadora
v. El fin de Europa, nueva frontera de la izquierda
vi. La guerra cultural que viene
Cambiar las formas de pensar
i. Proponer un nuevo relato
Un bloque identitario
Un bloque occidentalista
Un bloque cosmopolita
ii. El proyecto de la ecología social
«La hora de nosotros mismos» (Aimé Césaire)
Las razones de un exilio
Epílogo.
Un aventurero que quiere conquistar Cataluña
El pequeño Napoleón
El camaleón oportunista
El candidato de los círculos de ricos españolistas
Valls, un demócrata iliberal
Un nacionalista francés y español, portavoz de los unionistas
Valls, un monárquico republicano
Índice de nombres
Contra la izquierda
que claudica
Josep Ramoneda
El día en que Manuel Valls anunció su candidatura a la alcaldía de Barcelona, un amigo francés me mandó este mensaje: «Próxima etapa, Andorra». La aventura española de Valls es una consecuencia de su fracaso francés. Y digo aventura española —y no catalana— por dos razones: porque el propósito de Valls es utilizar la plataforma de Barcelona para ganarse un sitio en toda España, de la mano de Ciudadanos; y porque su proyecto es en clave española: hacer el trabajo que, según él, por dejadez, las élites catalanas no han sido capaces de afrontar, es decir, liberarlas de los independentistas y de los comunes.
Si Valls no hubiera fracasado en Francia, hoy no estaría aquí. Y por eso es interesante reseguir lo que pasó al otro lado de los Pirineos para que una carrera laboriosamente construida durante treinta años haya tenido un final tan abrupto con una huida tan inesperada. Y eso es lo que hacen Noël Mamère y Patrick Farbiaz, dos militantes ecologistas franceses de larga trayectoria, el primero de ellos diputado durante veinte años en la Asamblea Nacional por Los Verdes, que no solo han seguido la trayectoria de Manuel Valls, sino que han vivido la confrontación política con él.
Contra Valls reconstruye con detalle el proceso de construcción de un liderazgo autoritario y arrogante que evoluciona rápidamente hacia la asunción de los tópicos ideológicos y morales del neoconservadurismo, que asume la sumisión a la ortodoxia neoliberal más estricta (el libro recoge una cita extraordinaria de Serge Dassault, una de las grandes fortunas de Francia y director de Le Figaro: «Debo deciros que estamos muy contentos con su acción. […] Por eso cuenta con el apoyo de un periódico conocido por todos») y que erige en su guía el simplismo, el juego binario de buenos contra malos, siempre basándose en la descalificación y trasladando todos los problemas al campo de la intransigencia y del orden público. Así fue como alcalde, como ministro del Interior y como primer ministro francés, asumiendo por completo la agenda del Frente Nacional contra la inmigración y, con la complicidad del presidente François Hollande, convirtiendo la lucha contra el terrorismo yihadista en un discurso de guerra de civilizaciones.
Si en un primer momento, sobre todo cuando era ministro del Interior, una parte de la sociedad compró su discurso autoritario en tiempos de desconcierto, poco a poco el desbarajuste del gobierno socialista, su estilo —en que la arrogancia evidenciaba la ausencia de autoridad carismática—, su falta de empatía y su menosprecio por las desgracias de los ciudadanos, su asunción de los tópicos neoliberales sobre la autosuficiencia del individuo único responsable de sus desdichas, todo ello adornado por la reprobación moral de la cultura de la excusa, fueron desluciendo su figura. Valls abandonó el gobierno para ganar distancia respecto del bar...