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La anti-productividad
Así como estamos funcionando no está funcionando
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La anti-productividad
Así como estamos funcionando no está funcionando
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La antiproductividad, es uno de los pocos libros con el poder de transformar profundamente el modo en que trabajamos y vivimos. El paradigma "más cantidad, más grande y más rápido" impone una serie de costos secundarios perjudiciales que disminuyen nuestra energía, concentración, creatividad y pasión.
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Sí, puedes acceder a La anti-productividad de Tony Schwarz, Jean Gomes, Catherine McCarthy en formato PDF o ePUB, así como a otros libros populares de Economics y Economic Theory. Tenemos más de un millón de libros disponibles en nuestro catálogo para que explores.
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Categoría
EconomicsCategoría
Economic TheoryCapítulo 8
Menos es más
Hablar de nutrición es meterse en un avispero. ¿Cómo es posible explorar el flujo interminable de estudios contradictorios, consejos opuestos y datos confusos?
Sabemos a ciencia cierta que cuanto más comemos, más engordamos, más energía consumimos y menos saludables llegamos a ser. Y es innegable que estamos ingiriendo más comida.
Así como la ética de “más cantidad, más grande y más rápido” domina el ámbito laboral, también ha llegado a definir nuestra manera de comer; con costes similares en nuestra productividad y sostenibilidad. Muchos de los alimentos que nos dan energía en el corto plazo son perjudiciales a través del tiempo.
Consideremos esto: entre 1960 y 2000, el peso medio de los hombres norteamericanos de entre 21 y 29 años aumentó de 73,90 kg a 86 kg, y el de las mujeres pasó de 63 kg a 74,40 kg.137 Esta es una pesada carga que llevamos encima.
El índice de masa corporal (imc) es la medida estándar para determinar si pesamos lo que deberíamos, estamos un poco excendidos de peso o somos obesos. Un imc entre 18 y 25 se considera normal. Uno por encima de 25 es sobrepeso, y si supera 30 es obesidad. Por un lado, el índice de masa corporal es una estimación burda e inexacta, que no tiene suficientemente en cuenta las diferencias de género, el tipo de cuerpo y el porcentaje de grasa corporal en relación con la masa muscular. Por ejemplo, de acuerdo con el imc, la mayoría de los jugadores profesionales de baloncesto serían considerados demasiado pesados u obesos, lo cual no es cierto. Sin embargo, una persona con un imc superior a 30 –digamos, una mujer de 1,64 m de altura que pese 81 kg o un hombre que mida 1,77 m y pese 95 kg– sería innegablemente obesa.
En respuesta a los aumentos similares de peso en todo el planeta,138 la Organización Mundial de la Salud acuñó, en 1998, el término “globesidad” para describir lo que sus investigadores concluyeron que es una epidemia global. Durante la última década esta situación ha empeorado. Más de 550 millones de personas en todo el mundo se consideran ahora obesas, mientras que 1.600 millones están excedidas de peso. En los Estados Unidos, un tercio de los ciudadanos tiene sobrepeso y otro tercio es obeso, los porcentajes más altos en el mundo desarrollado.139 Pero incluso en los países con poblaciones tradicionalmente delgadas, las cifras han aumentado en forma alarmante. Por ejemplo, en Francia el porcentaje de las personas con sobrepeso se ha incrementado un 50% durante la última década, y ahora es del 42% (porcentaje que incluye al 12% de personas que son obesas).140
La obesidad, como el tabaquismo, es la causa más evitable de muerte y hoy es responsable de más de 100.000 decesos por año. Un estudio realizado por el National Cancer Institute,141 en más de medio millón de norteamericanos, reveló que un obeso de 50 años era dos veces más propenso a morir que una persona de esa misma edad con peso normal que controla otros factores de riesgo. Incluso un hombre de 50 años con un ligero sobrepeso tiene un riesgo del 20 a 40% más alto de morir prematuramente. El peso excesivo o la obesidad también nos exponen al riesgo de desarrollar enfermedades crónicas como hipertensión, afecciones cardíacas, apoplejía, artritis y varias formas de cáncer, además de diabetes, la enfermedad más claramente asociada con la gordura excesiva.
Por cada medio kilogramo de sobrepeso, el riesgo de desarrollar diabetes aumenta 4%.142 La incidencia de la diabetes del tipo 2 se ha duplicado durante los últimos 30 años y se espera un aumento similar hacia 2025.143 También sorprende que la enfermedad sea casi completamente evitable solo mediante cambios en el estilo de vida. Un estudio de 3.000 adultos con alto riesgo de contraer diabetes del tipo 2,144 efectuado por los National Institutes of Health, reveló que sus probabilidades de desarrollar la enfermedad se podrían reducir en casi 60% a través de un programa destinado a una modesta pérdida de peso –del 5 a 7%– y 30 minutos de ejercicios cinco días por semana. Para los empleadores, el gasto asociado con el sobrepeso y la obesidad –una suma estimada en 150.000 millones de dólares por año– se refleja no solo en las más altas primas de seguro, sino también en el ausentismo y las indemnizaciones por invalidez, así como en modos más indirectos, como energía y resistencia más bajas y una significativa incidencia de depresión entre los empleados.
La influencia inmediata de la comida se aprecia en los niveles de energía. Además del oxígeno, el alimento es nuestra forma más esencial de combustible, pero a la mayoría de las personas le cuesta comer de un modo que sea saludable, energético y placentero a la vez. No obstante, siempre estamos oscilando entre uno y otro de estos objetivos, a menudo durante un solo día, sin siquiera pensar que estamos recibiendo el sustento y la satisfacción que buscamos.
Desde el punto de vista de la energía, la clave de la nutrición es mantener un nivel estable y equilibrado de azúcar en la sangre. La comida es nuestra principal fuente de glucosa, y esta alimenta nuestro cerebro y el resto de las células. Cuando los niveles de glucosa en la sangre son demasiado altos o muy bajos durante mucho tiempo, nuestro organismo funciona con menos eficiencia y finalmente enfermamos. La insulina es la hormona que regula el azúcar en sangre; ayuda a introducirla en las células y elimina las cantidades excesivas de la sangre. Cuando los altos niveles de azúcar en la sangre son crónicos, se sufre hiperglucemia.
La diabetes del tipo 1 –que se inicia en la etapa juvenil– se presenta cuando somos incapaces de producir insulina. El tratamiento consiste en inyectar esta hormona directamente en el flujo sanguíneo a intervalos regulares y vigilar los niveles de azúcar en la sangre. Cuando comemos demasiados alimentos ricos en azúcar, los niveles de glucosa en la sangre aumentan y la insulina llega a ser menos eficiente para eliminar el exceso. El resultado puede ser la diabetes del tipo 2. Ahora, la American Heart Association recomienda a las mujeres no consumir más de seis cucharillas o 100 calorías de azúcar refinada por día, y a los hombres no más de nueve cucharillas o 150 calorías diarias.
Por el contrario, cuando los niveles de azúcar en la sangre son demasiado bajos, como después de un largo período sin comer, experimentamos hipoglucemia y sus síntomas acompañantes, que incluyen somnolencia, aturdimiento, inestabilidad, irritabilidad, e incluso desvanecimiento. Todos los alimentos influyen en los niveles de azúcar en sangre, pero lo hacen a diferentes velocidades, durante períodos variables y con un mayor o menor coste para nuestra salud y agudeza mental. Sin embargo, tenemos el poder para regular y estabilizar los niveles de glucosa en la sangre y, por lo tanto, nuestros niveles de energía y nuestra salud a largo plazo. La clave no solo es el alimento que elegimos comer, sino también la cantidad y la frecuencia.
La dieta del luchador de sumo
El primer problema que tienen nuestros clientes, provocado por las crecientes demandas en sus vidas, es que a menudo pasan largos períodos sin comer nada. El resultado es que los niveles de glucosa ...
Índice
- Portada
- Ediciones Granica
- Créditos
- Una nueva manera de trabajar
- Cada vez más, cada vez menos
- No podemos cambiar lo que no advertimos
- Somos criaturas de hábito
- Sostenibilidad / Cuerpo
- Sentir el pulso
- Dormir o morir
- Hacer pausas
- Úselo o piérdalo
- Menos es más
- Crear una cultura que late
- Seguridad / Emociones
- La guerra entre los estados
- Si usted no tiene orgullo, no tiene nada
- Los hechos y las historias que contamos
- Una nueva propuesta de valor
- La manifestación de la propia personalidad / mente
- La pobreza de atención
- Una cosa a la vez
- Usar todo el cerebro
- Autonomía para la responsabilidad
- Trascendencia / Espíritu
- ¿Quién es usted y qué desea realmente?
- Todos estamos juntos en esto
- El propósito de la pasión
- Las grandes ideas
- Bibliografía
- Agradecimientos
- Acerca de los autores
- Contratapa