El evangelismo
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El evangelismo

Elena G. de White, ACES

  1. 712 páginas
  2. Spanish
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El evangelismo

Elena G. de White, ACES

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Información del libro

Vivimos en las últimas horas de la historia del planeta, y el mensaje adventista, que se proclama con el fin de alistar a un pueblo para el regreso del Señor, debe convertirse en un grandioso fuerte clamor, para que resuene hasta en las regiones más apartadas de la Tierra. Esta edición completa de "El evangelismo" no solo presenta los bien establecidos principios guiadores que deben modelar la obra de los evangelistas e instructores bíblicos, sino que también ofrece una riqueza de consejos menudos con respecto a la aplicacón de esos principios. Debido a que expone ampliamente las preciosas instrucciones que el Señor ha dado a través de los años, constituye un verdadero manual para la evangelización masiva o casa por casa.

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Información

Año
2020
ISBN
9789877981193

1

El desafío a evangelizar

Proclamación del mensaje

La comisión de enseñar que dio Cristo-Las últimas palabras que Cristo dijo a sus discípulos fueron: “Yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo”. “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones” (Mat. 28:20, 19). Vayan hasta los más apartados confines del globo habitado y sepan que, doquiera vayan, mi presencia los asistirá...
A nosotros también se nos da la misma comisión. Se nos ordena que avancemos como mensajeros de Cristo con el fin de enseñar, instruir y persuadir a hombres y a mujeres, instándolos a prestar atención a la Palabra de vida. A nosotros también se nos asegura la permanente presencia de Cristo. Cualesquiera fueren las dificultades con las cuales tengamos que contender, cualesquiera las pruebas que debamos soportar, la siguiente promesa llena de gracia nos pertenece constantemente: “He aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo” [Mat. 28:20] (Manuscrito 24, 1903).
El mensaje es una fuerza dinámica-En el mandato dirigido a sus discípulos, Cristo no sólo esbozó su obra, sino que les dio su mensaje. Enseñen al pueblo, dijo, “que guarden todas las cosas que os he mandado” [Mat. 28:20]. Los discípulos habían de enseñar lo que Cristo había enseñado, y eso incluye lo que él había dicho, no sólo en persona, sino por todos los profetas y maestros del Antiguo Testamento. Excluye la enseñanza humana. No da cabida a la tradición, a las teorías y conclusiones humanas, ni a la legislación eclesiástica. Ninguna ley ordenada por la autoridad eclesiástica está incluida en el mandato. Nada de estas cosas han de enseñar los siervos de Cristo. “La ley y los profetas” [Mat. 22:40], con el relato de sus propias palabras y acciones, son el tesoro confiado a los discípulos para ser dado al mundo...
El evangelio no ha de ser presentado como una teoría sin vida, sino como una fuerza viva para cambiar la vida. Dios desea que los que reciben su gracia sean testigos de su poder (El Deseado de todas las gentes, p. 766 [1898]).
A la iglesia se le confió el mensaje-Vivimos actualmente en las escenas finales de la historia de este mundo. Que los hombres tiemblen al percatarse de la responsabilidad de conocer la verdad. El mundo está llegando a su fin. La consideración correcta de todas estas cosas inducirá a todos a consagrar a su Dios cuanto tienen y cuanto son...
Recae sobre nosotros la grave responsabilidad de amonestar a un mundo con respecto a su condenación venidera. De todas partes, de lejos y de cerca, nos llegan pedidos de ayuda. La iglesia, piadosamente consagrada a la obra, debe llevar este mensaje al mundo: “Vengan al banquete del evangelio; la cena está preparada, vengan...” Deben ganarse coronas, coronas inmortales. Debe conquistarse el reino de los cielos. Debe ser iluminado un mundo que perece en el pecado. Debe hallarse la perla perdida. Hay que volver a poner la oveja perdida a salvo en el redil. ¿Quién se unirá al grupo de los que buscan? ¿Quién llevará la luz a los que andan errantes en la oscuridad del error? (Review and Herald, 23 de julio de 1895).
La crisis actual-Debiéramos sentir ahora la responsabilidad de trabajar con intenso fervor en impartir a otros las verdades que Dios ha dado para este tiempo. No podemos excedernos en nuestro fervor... Ahora es el momento de dar la última amonestación. Hay un poder especial en la presentación de la verdad en el tiempo actual; pero ¿cuánto tiempo durará? Tan sólo un poquito. Si alguna vez hubo una crisis es ahora
Todos están decidiendo ahora su destino eterno. Es necesario despertar a los hombres para que comprendan la solemnidad del tiempo, la proximidad del día en que terminará el tiempo de prueba de los hombres. Deben hacerse esfuerzos definidos para presentar a la gente y en forma descollante el mensaje para este tiempo. El tercer ángel ha de ir con gran poder (Joyas de los testimonios 2:371 [1900]).
Nuestra verdadera obra es la evangelización-La obra evangélica, la tarea de abrir las Escrituras a otros, el amonestar a hombres y mujeres acerca de lo que sobrevendrá al mundo, ha de ocupar más y más el tiempo de los siervos de Dios (Review and Herald, 2 de agosto de 1906).
Acelerar la predicación del mensaje-Como pueblo, tenemos gran necesidad de humillar nuestros corazones ante Dios, implorando su perdón por haber descuidado su mandato misionero. Hemos establecido centros importantes en algunos lugares y dejado sin trabajar muchas ciudades populosas. Pongamos mano a la obra asignada, y proclamemos el mensaje que debe hacer comprender su peligro a hombres y a mujeres. Si cada adventista del séptimo día hubiese cumplido su parte, el número de creyentes sería ahora mucho mayor (Joyas de los testimonios 3:293 [1909]).
Invitación a trabajar fervorosamente-Si nuestros ministros comprendieran cuán pronto los habitantes del mundo habrán de comparecer ante el tribunal de Dios, para responder por lo hecho en el cuerpo, ¡con cuánto fervor trabajarían juntamente con Dios para presentar la verdad! ¡Cómo se esforzarían para inducir a la gente a que acepte la verdad! ¡Cuán incansablemente trabajarían para hacer progresar la causa de Dios en el mundo, proclamando de palabra y de hecho: “El fin de todas las cosas se acerca” [1 Ped. 4:7]! (Carta 43, 1902).
En medio de la confusión de los últimos días-Las palabras de Cristo fueron pronunciadas para nosotros los que vivimos ahora, en la etapa final de la historia de esta Tierra. “Cuando estas cosas comiencen a suceder, erguíos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está cerca” (Luc. 21:28). Las naciones están inquietas. Vivimos en tiempos de perplejidad. Rugen las olas de la mar; el corazón de los hombres desfallece por el temor y la expectación de las cosas que han de sobrevenir a la redondez de la Tierra; pero los que creen en el Hijo de Dios oirán su voz en medio de la tormenta, la cual les dirá: “Yo soy, no temáis” (Mat. 14:27)... Contemplamos el mundo que yace en maldad y apostasía. Pareciera casi universal la rebelión contra los mandamientos de Dios. En medio del tumulto de la excitación acompañado de confusión que reina por doquiera, hay una obra que debe ser hecha en el mundo (Manuscrito 44, 1900).
Plantar el estandarte en los lugares oscuros-Las huestes de Satanás son numerosas, y por eso el pueblo de Dios debe extenderse por todo el mundo para plantar el estandarte de la verdad en los lugares oscuros del planeta, y para realizar sus esfuerzos más fervorosos con el fin de destruir el reino de Satanás (Carta 91, 1900).
La obra más grande y elevada-El Señor quiere que la proclamación de este mensaje sea la obra más sublime y grandiosa que se lleve a cabo en el mundo en este tiempo (Joyas de los testimonios 2:365 [1900]).
Progreso más acelerado-En este país [Estados Unidos de Norteamérica] y en los países extranjeros, la causa de la verdad presente ha de hacer progresos más rápidos que los realizados hasta ahora. Si nuestros hermanos avanzaran por fe, haciendo cuanto pudieran para comenzar y si trabajaran de acuerdo con las directivas de Cristo, el camino se abriría ante ellos. Si manifestaran la energía necesaria para obtener el éxito, y la fe que avanza sin oponer objeciones, en obediencia al mandato de Dios, obtendrían ricos resultados. Resueltos a llevar a cabo precisamente lo que el Señor ha indicado que debe ser hecho, deben avanzar tan lejos y tan rápidamente como les sea posible. Deben poseer ímpetu y una fe fervorosa e inconmovible... El mundo debe oír el mensaje de amonestación (Manuscrito 162, 1905).

Influencia siempre creciente del evangelio

Circundar el planeta-La luz de la verdad ha de brillar por doquiera, con el fin de que los corazones que ahora duermen en la ignorancia puedan ser despertados y convertidos. En todo país y ciudad ha de proclamarse el evangelio...
Han de organizarse iglesias y elaborarse planes de trabajo para que los lleven a cabo los miembros de las iglesias recién constituidas. Esta obra misionera evangélica ha de continuar expandiéndose, anexando nuevos territorios, y ampliando las porciones cultivadas de la viña. El círculo ha de ensancharse hasta circundar el mundo (Carta 86, 1902).
Norte, Sur, Este y Oeste-El mensaje de amonestación ha de proclamarse de pueblo en pueblo, de ciudad en ciudad, y de país en país, sin una aparatosa ostentación, pero por hombres de fe que actúen por el poder del Espíritu.
Y es necesario que se realice el trabajo más perfecto posible. Ha llegado el tiempo, el momento importante, cuando se está desplegando el rollo ante el mundo mediante los mensajeros de Dios. La verdad contenida en los mensajes del primer ángel, del segundo y del tercero, debe llevarse a cada nación, tribu, lengua y pueblo; debe iluminar las tinieblas de cada continente y extenderse hasta las islas del mar...
Trácense los planes más prudentes para que la obra tenga buen éxito. Hay que realizar esfuerzos decididos para abrir nuevos campos en el norte, en el sur, en el este y en el oeste... Debido a que se ha descuidado durante tanto tiempo la presentación de la verdad, nuestros ministros y obreros deberían sentirse estimulados para ir a esos campos y no abandonar la obra hasta haber proclamado con toda claridad el mensaje (Manuscrito 11, 1908).
No se detiene ante barreras ni obstáculos-La verdad, pasando por alto a quienes la desprecian y rechazan, triunfará. Aunque a veces ha parecido sufrir retrasos, su progreso nunca ha sido detenido. Cuando el mensaje de Dios lucha con oposición, él le presta fuerza adicional para que pueda ejercer mayor influencia. Dotado de energía divina, podrá abrirse camino a través de las barreras más fuertes, y triunfar sobre todo obstáculo (Los hechos de los apóstoles, p. 480 [1911]).
Una obra sólida-La tarea que el evangelio abarca como obra misionera constituye una obra recta y sólida que brillará cada vez con más intensidad hasta alcanzar el resplandor del mediodía (Carta 215b, 1899).
Influencia que se ahonda y ensancha-La influencia de estos mensajes se ha ido ahondando y ensanchando, poniendo en movimiento los resortes propulsores de millones de corazones, fundando establecimientos de enseñanza, editoriales e instituciones de salud; todos ellos son instrumentos de Dios para cooperar en la gran obra representada en los mensajes del primero, el segundo y el tercero de los ángeles que vuelan por en medio del cielo con el fin de amonestar a los habitantes del mundo en cuanto a que Cristo viene otra vez con poder y grande gloria (Review and Herald, 6 de diciembre de 1892).
El mensaje en nuevos campos-Tenemos un mensaje sumamente urgente y probatorio para proclamar al mundo. Pero se ha dedicado demasiado tiempo a los que ya conocen la verdad. En lugar de emplear tiempo con quienes ya han tenido muchas oportunidades de aprender la verdad, vayan a la gente que nunca ha escuchado vuestro mensaje. Celebren sus reuniones de reavivamiento1 en las ciudades donde no se ha proclamado la verdad. Algunos asistirán a esas reuniones y recibirán el mensaje (Carta 87, 1896).
Los nuevos lugares son los mejores-Los lugares donde la verdad no ha sido proclamada son los mejores para trabajar. La verdad se posesionará de la voluntad de quienes no la habían escuchado hasta entonces. Ellos comprenderán la pecaminosidad del pecado, y su arrepentimiento será completo y sincero. El Señor obrará en los corazones que no han sido apelados con frecuencia, corazones que hasta entonces no habían visto la enormidad del pecado (Carta 106, 1903).
Si la verdad hubiera sido predicada vigorosamente-Se me presentó en un cuadro panorámico ciudad tras ciudad necesitadas de trabajo evangélico. Si se hubiera realizado un esfuerzo diligente en la obra de dar a conocer la verdad para este tiempo a las ciudades que todavía no fueron amonestadas, no serían tan impenitentes como lo son. Por la luz que me ha sido dada, sé que podríamos tener hoy millares más regocijándose en la verdad, si la obra hubiera sido propulsada, como lo demandaba la situación, en muchos ramos de actividad agresiva (Carta 94a, 1909).

Necesidad de obreros evangélicos

Cosecha abundante-El solemne y sagrado mensaje de advertencia debe proclamarse en los campos más difíciles y las ciudades más pecaminosas, en todo lugar donde todavía no brilla la luz del gran triple mensaje. Cada uno debe oír la última invitación a la cena de bodas del Cordero... Países largo tiempo cerrados a la predicación del evangelio están abriendo sus puertas y ruegan que se les explique la Palabra de Dios. Reyes y príncipes abren sus puertas, por mucho tiempo cerradas, e invitan a los heraldos de la cruz a entrar. Por cierto, la mies es mucha. Sólo la eternidad revelará los resultados de esfuerzos bien dirigidos hechos ahora (Obreros evangélicos, p. 27 [1915]).
Embajadores de Cristo-¡Ministros de Dios, con corazones ardientes de amor por Cristo y vuestros semejantes traten de despertar a los que están muertos en sus delitos y pecados! Penetren en sus conciencias vuestras súplicas y advertencias. Enternezcan sus corazones vuestras oraciones fervientes, y condúzcanlos arrepentidos al Salvador. Ustedes son embajadores de Cristo para proclamar su mensaje de salvación (Obreros evangélicos, p. 35 [1915]).
Cien obreros donde ahora hay uno-Queda poco tiempo. En todas partes se necesitan obreros de Cristo. Donde ahora hay uno solo, debería haber 100 obreros fervorosos y fieles, en la patria y en las misiones extranjeras. Todavía no se ha trabajado a lo largo de las rutas principales, y de los caminos secundarios. Habría que persuadir con urgencia a los obreros que ahora debieran estar dedicados al trabajo misionero por el Maestro (Fundamentals of Christian Education, p. 488 [1903]).
Distribución sabia de los hombres-Los siervos de Dios deben hacer planes para llevar a cabo una distribución atinada de las fuerzas de trabajo con el fin de realizar los propósitos de Dios en la tarea de amonestar a las ciudades. Con frecuencia los obreros que podrían ser de gran beneficio en las reuniones para el público, están ocupados en otros trabajos que no les dejan tiempo para dedicarse al ministerio activo entre la gente. Los administradores, hasta donde sea posible, deben procurar hallar hombres consagrados con preparación en el campo comercial, para encomendarles la dirección de los asuntos comerciales en los diversos centros de nuestra obra. Hay que precaverse constantemente contra la tendencia a relacionar con estos centros influyentes a hombres que podrían realizar un trabajo mayor y más importante en la plataforma pública al presentar las verdades de la Palabra de Dios ante los incrédulos (Review and Herald, 7 de abril de 1910).
Llamado supremo-Nadie debe degradar el ministerio evangélico. Ninguna empresa debería dirigirse en tal forma que arroje oprobio sobre el ministerio de la Palabra, porque este no constituye una ocupación inferior. Los que rebajan el ministerio están humillando a Cristo. El ministerio, con sus diferentes derivaciones, constituye la obra más elevada de todas; y siempre debería recordarse a los jóvenes que no existe una obra más bendecida por Dios que la que realiza el ministro del evangelio.
No se disuada a nuestros jóvenes de dedicarse al ministerio. Existe el peligro de que algunos, por causa de ciertas representaciones deslumbradoras, sean arrastrados lejos de las sendas por donde Dios les ordena que anden. Algunos han sido in...

Índice

  1. Tapa
  2. Portadilla
  3. Aclaraciones
  4. Prefacio
  5. 1 - El desafío a evangelizar
  6. 2 - Las masas metropolitanas
  7. 3 - Comunidades menores y zonas rurales
  8. 4 - Planificación para la campaña pública
  9. 5 - Organización de las reuniones evangelizadoras
  10. 6 - El esfuerzo público
  11. 7 - El mensaje y su presentación
  12. 8 - Predicación de las verdades distintivas
  13. 9 - Afirmar el interés
  14. 10 - Confirmación y retención de los nuevos conversos
  15. 11 - Obra en las grandes ciudades estadounidenses
  16. 12 - Proclamación del mensaje en otros continentes
  17. 13 - Obra personal
  18. 14 - El instructor bíblico
  19. 15 - Evangelización por medio del canto
  20. 16 - Evangelización médica
  21. 17 - Obra en favor de ciertas clases especiales
  22. 18 - Trato con la falsa ciencia, las sectas, los ismos y las sociedades secretas
  23. 19 - Calificaciones esenciales del obrero
  24. 20 - El triunfo del mensaje
Estilos de citas para El evangelismo

APA 6 Citation

White, E. (2020). El evangelismo ([edition unavailable]). Editorial ACES. Retrieved from https://www.perlego.com/book/1923055/el-evangelismo-pdf (Original work published 2020)

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White, Elena. (2020) 2020. El Evangelismo. [Edition unavailable]. Editorial ACES. https://www.perlego.com/book/1923055/el-evangelismo-pdf.

Harvard Citation

White, E. (2020) El evangelismo. [edition unavailable]. Editorial ACES. Available at: https://www.perlego.com/book/1923055/el-evangelismo-pdf (Accessed: 15 October 2022).

MLA 7 Citation

White, Elena. El Evangelismo. [edition unavailable]. Editorial ACES, 2020. Web. 15 Oct. 2022.