La dimensión narrativa de la catequesis

Equipo Europeo de Catequesis

• Editorial: PPC Editorial
• Año: 2013
• ISBN:
  9788428825221
• Categoría: Teología y religión
• Categoría: Educación religiosa

La Asociación Española de Catequetas (AECA) promueve la edición de libro este sexto, que contiene los materiales del Congreso del Equipo Europeo de Catequesis celebrado en Cracovia (Polonia) del 26 al 31 de mayo de 2010. En el conjunto de los lenguajes de la fe, la narración no aparece como uno más sino como el lenguaje fontal de todos ellos. Toda otra expresión o formulación ritual, doctrinal, argumentativa, existencial de la fe nace siempre de la "memoria" de un acontecimiento y de su renovado e ininterrumpido relato.El presente volumen pretende ayudarnos a todos a comprender, valorar y mejorar los materiales catequéticos que se utilizan. Imprescindible para formadores de catequistas e interesados por la catequética en su conjunto.

PONENCIAS

1. La noción de narratividad en Paul Ricoeur. «La narración es la expresión viva de la experiencia viva»

DENIS VILLEPELET

2. El análisis narrativo y la fuerza transformante de la narración

AUGUSTO BARBI

3. La fe tiene una historia. La estructura narrativa de la transmisión y su regulación eclesial

CHRISTOPH THEOBALD

4. La narración biográfica y de relatos como formas elementales de aprendizaje en la catequesis

MONIKA SCHEIDLER

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La noción de narratividad en Paul Ricoeur.
«La narración es la expresión viva de la experiencia viva»

DENIS VILLEPELET

Profesor del Instituto Superior de Pastoral Catequética

de la Universidad Católica de París

Esta exposición tiene por objeto presentar las grandes líneas del trabajo del filósofo Paul Ricoeur (nacido en 1913 y muerto en 2005) sobre el concepto de narratividad y la acción de narrar. Se trata de filosofía, pero pensamos que esta reflexión sobre el «hacer narración» puede ser fecunda para nuestro trabajo catequético común. Paul Ricoeur es un cristiano de confesión protestante. Él jamás puso su fe bajo el celemín, sino que siempre procuró mantener una distancia entre el mundo de esta fe y su camino filosófico. En los límites de esta exposición, respetamos dicha opción ética y epistemológica y concentramos nuestras miradas en el camino filosófico que condujo a Paul Ricoeur a la noción de narratividad y de identidad narrativa.

Se trata de dar buena cuenta de un camino, porque para P. RICOEUR (1969) «la filosofía no es un rompecabezas de ideas, una mezcolanza de temas dispersos que se podrían poner en cualquier orden; la manera en la que la filosofía procede y prosigue es la única pertinente; su arquitectura manda su temática. Por eso mis ideas importan menos filosóficamente que la manera en la que se articulan dialécticamente». Este camino reflexivo y crítico que se desarrolla a lo largo de la vida del filósofo es tan importante como su discurso sobre las nociones de relato, de ficción, de intriga o de narración porque permite comprender los desafíos a la verdad de las mismas.

En el artículo «De la interpretación» que introduce el libro Del texto a la acción (libro bisagra que data de 1986), Paul Ricoeur explicita la tradición filosófica a la que él mismo pertenece y sintetiza el camino que ha seguido desde que comenzó a reflexionar sobre el problema de la voluntad. Este camino hunde sus raíces en la filosofía reflexiva, toma su impulso en la dependencia de la fenomenología husserliana y prosigue en la hermenéutica y la filosofía del lenguaje para acabar en la acción y su dimensión ético-política. El itinerario de pensamiento no es lineal sino sistémico; todo se mantiene desde el comienzo y se desarrolla luego temáticamente según las preocupaciones del filósofo y la actualidad sociocultural en la cual se sitúa.

Nuestro plan es más clásico: vamos primero a explicar cómo la filosofía reflexiva conduce a Paul Ricoeur hacia la noción de identidad narrativa; luego cómo su reflexión fenomenológica le permite establecer la noción de verdad metafórica y, por fin, abordaremos su enfoque hermenéutico de la narración.

1. LA FILOSOFÍA REFLEXIVA Y LA IDENTIDAD NARRATIVA

1 Tradición filosófica de Paul Ricoeur

A Ricoeur le gusta decir que pertenece a esa gran tradición filosófica que comienza con Sócrates y su «conócete a ti mismo», prosigue con Descartes y su cogito, y se prolonga después con Kant, Husserl, Merleau Ponty y muchos otros. El cogito cartesiano es una verdad totalmente irrefutable pero también totalmente vana. Esta verdad no puede ser ni verificada, ni deducida: se plantea en el desierto de una ausencia. Este cogito se puede captar solo por el rodeo de un descifrado aplicado sobre los documentos de su propia vida. La vida está en el eje del deseo y de la pasión de ser. El ser humano compromete a cada instante toda su capacidad de ser sin saber hacia dónde le lleva esto. No hay saciedad para la existencia, ni tensión que pueda ser saturada. La reflexión no es otra cosa que la apropiación de este deseo de existir por medio de una crítica aplicada a las obras y a los actos que son sus signos o sus huellas.

Paul Ricoeur no ha olvidado que Marx, Nietzsche y Freud nos han enseñado que la conciencia pretendidamente inmediata es primeramente «conciencia falsa». La filosofía reflexiva no puede ser una filosofía de la conciencia. A través de este largo trabajo sobre sí mismo, el «yo» descubre que es siempre «como otro» (P. RICOEUR, 1969).

2 Dos maneras de percibir la identidad

Para la tradición de la filosofía reflexiva el ser humano está en búsqueda de sí y de su identidad. Esta noción de identidad reenvía a la cuestión de la permanencia de sí mismo en el tiempo.

A propósito de eso, Ricoeur distingue dos maneras de concebir esta identidad (1990: 140-150): la primera, que él llama «mismidad» («mêmeté») que en latín es «ídem», en inglés «sameness» y en alemán «Gleichheit»; el segundo que llama «ipsidad» («ipséité»), del latín «ipse», que en inglés es «selfhood» y en alemán «Selbstheit». La primera es bastante común: corresponde a la definición de las cosas y responde a la pregunta «¿qué es?». La operación de identificación es una reidentificación de lo mismo, ya que se trata de la misma cosa. La definición corresponde a lo que no varía, lo cual permite reconocer la permanencia de la cosa en el tiempo.

Para Ricoeur hay otra forma de permanencia en el tiempo que no tiene nada que ver con la permanencia sustancial de las cosas: él la llama identidad en cuanto «ipsidad». Esta se refiere a «una forma de permanencia en el tiempo que se relaciona con la pregunta «¿quién?» en cuanto irreductible a toda pregunta «¿qué?», una forma de permanencia que sea una respuesta a la pregunta «¿quién soy yo?»» (1990: 143).

La cuestión de esta identidad «ipsidad» no es fácil de resolver porque se la reduce a la identidad mismidad. Sin embargo, podemos apuntar dos direcciones de investigación: la de la permanencia del carácter y la de la fidelidad a sí mismo en el mantenimiento de la palabra dada.

• La permanencia del carácter

Abordemos primero la cuestión del carácter. Esta noción describe «el conjunto de las señales distintivas que permiten reidentificar a un individuo humano como siendo él mismo» (1990: 144). El carácter combina rasgos permanentes, un estilo indivisible con una singularidad insustituible. Podemos hablar de disposiciones duraderas, es decir, de hábitos ya adquiridos o en camino de serlo. La sedimentación de estos hábitos a través de la historia del individuo «confiere al carácter el tipo de permanencia en el tiempo que yo interpreto como recubrimiento del ipse por el ídem» (1990: 146). El carácter es así una coacción a la cual el ind...

Índice

• Didajé
• Portadilla
• PRESENTACIÓN. Una invitación a la catequesis narrativa [Enzo Biemmi]
• INTRODUCCIÓN. La dimensión narrativa de la catequesis. Problemática [Enzo Biemmi]
• PONENCIAS
• SÍNTESIS FINAL
• Bibliografía
• Contenido
• Créditos