100 maneras de poner las pilas a tu familia

José Javier Ávila Martínez

• Editorial: Ediciones Rialp
• Año: 2013
• ISBN:
  9788432142611
• Categoría: Education
• Categoría: Education General

Al igual que todo arte se fundamenta en el dominio de una o varias técnicas, el buen desarrollo de una familia discurre en la arena de lo cotidiano. Este libro reúne modos de mejora y acciones concretas de probada experiencia. Sencillez, precisión y toneladas de sentido común para tomar el pulso de padres, adolescentes y niños. Una brújula para cualquier familia del siglo XXI.

100 MANERAS DE PONER LAS PILAS A TU FAMILIA

ORDEN

«Un año que empieza y pongo orden en mi cabeza»

Si hay algo en lo que los padres y los educadores dedicamos bastante esfuerzo, es en transmitir a los hijos (y a los alumnos) la importancia del orden en sus vidas, tanto en el aspecto material como en los sentimientos. Resulta muy difícil alcanzar la madurez personal sin tener un mínimo de orden.

«El orden es un valor que se encuentra en la ba­se de todos los demás valores humanos, a los que sirve de apoyo. El orden, en su acción directa, nos ayuda a disponer de más tiempo, ser más eficaces, aumentar el rendimiento, y conseguir más fácilmente los objetivos previstos. El orden nos proporciona tranquilidad, confianza y seguridad, nos evita disgustos y contratiempos y nos ayuda a ser más felices con menos esfuerzo.

»Los primeros años de vida de nuestros hijos resultan muy importantes para una buena educación en el orden, ya que el periodo sensitivo de este valor se vive con la máxima intensidad entre el primer y tercer año. A partir de los siete, por otro lado, interesa que los hijos interioricen los buenos hábitos adquiridos en los años precedentes»[1].

PADRES:

— Dispón en la casa de los medios necesarios para que cada cosa tenga su lugar correspondiente: libros, ropa sucia, juguetes, etc. El orden material facilita la eficacia, la comodidad y una grata armonía familiar.

— Fija un horario para vivir en familia: hora de acostarse y de levantarse (según las distintas edades), hora de la comida y de la cena, etc. Ya habrá distintas ocasiones para saltarse esos horarios, por algún acontecimiento que lo merezca o simplemente por romper la rutina. No estamos sometidos al orden, al contrario, el orden está a nuestro servicio.

— Fomenta en los hijos un especial cariño a sus her­manos, abuelos, tíos, primos..., también a sus com­pañeros de colegio, vecinos, etc. La afectividad tiene su orden, que además es mucho más importante que el orden material.

NIÑOS:

— Deja los libros y cuadernos en el lugar previsto, según las asignaturas correspondientes. Por la noche prepara la mochila para el día siguiente. No hará falta que mama o papá te ayuden en estos menesteres, tú sabrás siempre dónde tienes tus útiles de estudio.

— Recoge los juguetes al terminar de jugar, depositándolos en los lugares previstos para ello. Ya verás cómo tus juguetes te duran más y no perderás ninguno de ellos.

— Acuéstate a la hora prevista. El descanso es necesario para recuperar fuerzas para el próximo día. Es normal que te apetezca quedarte un rato más, pero entre semana tienes que cumplir con más esfuerzo tu horario.

ADOLESCENTES:

— Ten orden en tu vida afectiva: padres, hermanos, abuelos, tíos, primos, amigos, conocidos, etc. En su momento, tu novio/a ocupará su lugar correspondiente y si formas una familia, tu mujer/marido y tus hijos, ocuparán el lugar más destacado.

— Deja la ropa ordenada: en los armarios, en los cajones, etc., y deposita la ropa sucia en el cesto correspondiente. Contribuye con este pequeño esfuerzo a mantener el orden familiar.

— Ten un horario de estudio, comidas, descanso, diversión, etc., que redundará en un mejor rendimiento, y disfrutarás de una grata y placentera satisfacción. Notarás su eficacia en el día a día.

RELACIÓN CON LOS ABUELOS

«Estar con los abuelos son momentos muy entrañables y también inolvidables»

Los abuelos ocupan un lugar especial en la vida familiar. En la historia biográfica de todas las personas los abuelos desempeñan un papel insustituible, por eso los nietos tienen que poder verles con cierta frecuencia.

Con los abuelos se pueden hacer muchos planes, como cuenta Leopoldo Abadía:

«Ir a desayunar con un nieto o una nieta y contarse mutuamente y reírse juntos.

Yo me lo paso muy bien merendando con dos de mis nietos, que empiezan preguntando “¿Se puede pedir lo que se quiera?”. Os puedo asegurar que lo piden. Y que se lo comen. Y que repiten. A esos nietos les cuento cosas de su padre cuando tenía su edad…

Y me consultan cosas que igual a sus padres no se las preguntan.

Y, por supuesto, con un acuerdo no escrito pero totalmente “vinculante” para mí: que luego no voy a ir a contar a sus padres las intimidades de los chavales… son pequeñas cositas, pequeñas complicidades, como parece que se dice ahora, charlas de amiguetes en las que cada uno —el abuelo también— dice lo que quiere, con toda libertad»[2].

PADRES:

— Recuerda a tus hijos los cumpleaños de sus abuelos para felicitarles (por teléfono el mismo día). Estas fechas pueden estar en la Agenda Familiar, en el pequeño corcho, en la puerta del frigorífico, etc.

— Tened una comida familiar cada cierto tiempo (celebraciones de cumpleaños, cada dos meses, etc.). Los hijos mayores pueden encargarse de ir a por los abuelos para llevarlos a casa.

— Permite a los hijos, quedarse alguna noche en casa de los abuelos. Este plan ayuda a una estupenda interrelación de los nietos con los abuelos. Esos planes serán inolvidables para cada uno de ellos.

NIÑOS:

— Haz un dibujo a tus abuelos por su cumpleaños, aniversario, etc., al igual que sucede con el Día de la Madre y del Padre.

— Escucha historias de la vida de los abuelos: cómo se conocieron, qué hacían sus papás cuando eran pequeños, a qué jugaban a vuestra edad, etc.

— Ojea el álbum de fotografías de la familia, alguna que otra vez. La historia familiar, en fotografías, te resultará muy enriquecedora y entretenida.

ADOLESCENTES:

— Llama por teléfono a tus abuelos, de vez en cuando, aprovechando algún motivo a celebrar o simplemente para preguntarles por su salud o para darles alguna noticia que les alegre.

— Acércate a su casa a comer, procurando llamarles con antelación y evitando darles más trabajo. Ver a los nietos supone una gran satisfacción a los abuelos.

— En situaciones de enfermedad, tienes que volcarte especialmente con tus abuelos, dedicándoles lo mejor de tu tiempo, aunque sea a costa de recortar un poco el tiempo de estudio, pero merece la pena.

RESPETO

«Respetar es amar a los demás»

Respetar a los demás es mucho más que la mera tolerancia social, es el reconocimiento que todo ser humano merece, en base a la dignidad que posee como persona. A la persona se le debe respeto, aunque discrepemos de sus opiniones.

En primer lugar debemos respetarnos a nosotros mismos, luego a los más cercanos y, de esta forma, podremos respetar a todos los demás. «Enseñe a los niños a comprender la posición de los demás. Para tener respeto hacia otra persona, uno debe ser capaz de ver la vida desde el punto de vista de esa persona. Para enseñar a sus hijos a pensar acerca del punto de vista o del papel de otra persona, es importante pedirles que se coloquen en el lugar de esa persona…

»Elogie los actos amables y considerados. Para alentar a los demás a respetarlo a usted, es importante aprender a tratarlos a ellos con respeto. Fomente este aspecto de la amabilidad en sus hijos sugiriéndoles cosas amables que ellos puedan hacer por otras personas»[3].

PADRES:

— En la familia cada uno es diferente, por eso trata a cada uno de modo distinto, con el respeto debido, sin «clasificar» a nadie. Cada uno es único e irrepetible, por eso la familia es el único lugar donde se aman a las personas por lo que «son», no por lo que «tienen» o «hacen».

— Cuando hagas comentarios sobre actuaciones de terceras personas, no realices alusiones despectivas a su persona (por ejemplo, al ver los telediarios).

— Cumple con los deberes profesionales y sociales, haciendo ver a tus hijos que además de cumplir con tus obligaciones, estas contribuyendo a la mejora de la sociedad.

NIÑOS:

— No curiosees en cajones o pertenencias que no sean tuyos, el respeto a los demás también se demuestra en respetar su intimidad.

— Ayuda a los compañeros del colegio, especialmente a los más débiles y necesitados, poniéndote de su parte si son objeto de burla o b...

Índice

• PORTADA
• PORTADA INTERIOR
• CRÉDITOS
• AGRADECIMIENTOS
• ÍNDICE
• PRÓLOGO
• INTRODUCCIÓN
• 100 MANERAS DE PONER LAS PILAS A TU FAMILIA
• ÍNDICE ALFABÉTICO