ANDRÓMEDA ENCADENADA
Los Premios Literarios kutxa Ciudad de Irún han sido instituidos por kutxa con la intención de estimular la creatividad literaria y contribuir a su difusión social.
El certamen se convoca con periodicidad bienal, e incluye las especialidades de Novela y Poesía, tanto en euskara como en castellano. La presente obra ha obtenido el Premio de Poesía correspondiente a 2011 según resolución del jurado integrado por: Antonio Colinas, Manuel Rico y Ángel García Ronda.
D. Manuel Rico
portavoz del jurado de los Premios Literarios
kutxa Ciudad de Irún 2011
en la modalidad de Poesía en castellano
Andrómeda encadenada, de Fátima Frutos, es un libro complejo y enormemente ambicioso. Sus poemas tienen un considerable componente cultural puesto que parten de la tradición poética occidental (desde los grandes clásicos griegos y latinos hasta los románticos alemanes) para afrontar las grandes incertidumbres del presente. La mirada es la de una mujer. Una mujer que escribe cartas asumiendo la perspectiva de personajes históricos femeninos. Una mujer que reflexiona sobre la existencia: la vida, la muerte, los límites de la escritura. Una mujer que se sumerge en el amor y en el erotismo con valentía y delicadeza a la vez. Una mujer que no desdeña la ciencia como material inspirador de algunos poemas. Libro atípico, magníficamente escrito en el que la cultura no anega la verdad poética. Un libro contemporáneo que, a su vez, se aleja de la tendencia o la emulación. Un libro que no nos deja indiferentes.
Fátima Frutos (San Sebastián, 1971). Realizó estudios de Trabajo Social y Sociología, cursando además dos postgrados en Atención Integral a Víctimas de la Violencia de Género y Políticas de Igualdad. Ha sido formadora en Género y Políticas de Igualdad para distintas consultoras, y ejerció durante el 2005 como profesora asociada en la Universidad Centroamericana de El Salvador (UCA). Desde 2007 es Agente de Igualdad en la Administración Local de Navarra.
Forma parte del Grupo de Poesía “Ángel Urrutia” en el Ateneo Navarro desde el 2002. Su poesía ha sido publicada en las revistas especializadas Río Arga, Una Vez En Pamplona y Constantes Vitales, y en revistas de Humanidades como Bitarte y periódicos como el Diario de Navarra y Diario de Noticias de Navarra y la revista Trabajadores de la UGT. Es miembro de la Asociación ALAS Mujeres por la Literatura y las Artes desde 2004. Ha prologado el libro de relatos eróticos escritos por mujeres Herótikos (2005), y se publicaron poemas suyos en la antología Imágenes y palabras de mujeres malagueñas (2007), siendo la única participante foránea escogida.
En 2008 ganó la segunda edición del Premio de Poesía Erótico-Amorosa del Ateneo Guipuzcoano con su primer poemario De carne y hambre.
www.fatimafrutos.com
ANDRÓMEDA ENCADENADA
FÁTIMA FRUTOS
~ Poesía ~
A L B E R D A N I A
a s t i r o
A la Doctora Vigata y al Doctor Andonegui,
la Humanidad en bata blanca.
LO QUE RESTA DE NOSOTRAS
Tu nombre
se me cuela entre los dientes.
Yo sólo sé
que el olvido
tiene forma de fruta involuntaria,
no sé si sabe, no distingo,
coincide que estoy hecha
de gajos de naranja.
DULCE CHACÓN
Andrómeda encadenada
PROMETEO: ¡Oh divino éter y vientos
de rápidas alas, fuentes de los ríos,
abundante sonrisa de las olas marinas!
ESQUILO
La espuma me cosquillea los talones
y tú que tienes miedo de mi cuerpo mortal
y en él buscas algo imperecedero, algo etéreo
y las heridas abiertas encuentras inclinado sobre ellas
no aspires el dolor de mi sangre
no el castigo por el que enloquezco y ahogo peces.
He rastreado todas las corrientes de Océano
todas las aristas de este roquedal dormido
el horizonte donde resucitan las náyades
el mensaje cifrado de las nubes
y el vuelo preñado de las gaviotas.
Bajo el Sol, al que vanamente invoco el amor se me consume.
Mi carne es ya sólo un gran temblor que crece
que nadie recuerda por los caminos
y tu voz de hombre —cálida e inquieta—
mueve mi sombra de liquen que se evade y ofrece.
¿Quién eres que traes agua dulce
y a mi boca te ciñes alado?
No ves que estoy circuncisa por la mella del destino
y que ya naufragó esa docilidad que precisan los besos.
Quisiera amarte pero ignoro quién eres.
En la fugaz plenitud del mediodía aún tengo recuerdos
de cuando los dioses me prendían con salitre flores maceradas
pero mi rostro derrotado cedió ante las tempestades
por decoro o humildad no desparramé blasfemias
no salpiqué desde el vientre mi espanto a los corales.
La esperanza no me traiciona porque es cómplice de mi muerte.
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