A MANERA DE INTRODUCCIÓN
1 Prefacio a los escritos latinos, en: Obras de Martín Lutero, Tomo 1, Buenos Aires, 1967, pp. 337-38.
REFORMA Y CULTURA HISPANA
2 Borja Franco Llopis, La pintura valenciana entre 1550 y 1609. Cristología y adoctrinamiento morisco, Universidad de Valencia, 2008, p. 12.
3 Salvador de Madariaga, España. Ensayo de historia contemporánea, 14ta. Ed., Espasa-Calpe, Madrid, 1979, p. 25.
4 Juan A. Mackay, El otro Cristo español, 2da. Ed., Casa Unida de Publicaciones, México 1988, p. 31.
5 Ibíd.
6 Américo Castro, España en su historia. Cristianos, moros y judíos, 2da. Ed., Editorial Crítica, Barcelona, 1983.
7 José María Martínez, La España evangélica ayer y hoy, Andamio-CLIE, Barcelona, 1994, p. 18.
8 Ibíd., pp. 27-28.
9 Justo L. González, Historia del Cristianismo, Tomo 2, Unilit, Miami, 1994, p. 22.
10 González, op. cit., p. 21.
11 Martínez, op. cit., p. 48.
12 Ibíd.
13 Justo L. González, Luces bajo el almud, Editorial Caribe, Miami, 1977, p. 68.
14 Marcel Bataillon, Erasmo y España: estudios sobre la historia espiritual del siglo XVI, Fondo de Cultura Económica, México, 2da. Ed., corregida y aumentada, 1966.
15 Emile Leonard, Historia general del Protestantismo, Tomo 1, La Reforma, Ediciones Península, Madrid, 1967, p. 34.
16 José C. Nieto, Juan de Valdés y los orígenes de la Reforma en España e Italia, Fondo de Cultura Económica, México-Madrid, 1979, p. 182.
17 Marcel Bataillon, Erasmo y España, Fondo de Cultura Económica, México, 1966, p. 167.
18 González, Luces…, p. 14.
19 González, Historia…, p. 26.
20 González, Historia…, p. 126.
21 La Biblia Traducción Interconfesional, Biblioteca de Autores Cristianos, Editorial Verbo Divino-Sociedades Bíblicas Unidas, Madrid, 2008. La presentación está firmada por Adolfo, Obispo de Almería, y Samuel Escobar, Presidente Honorario de las Sociedades Bíblicas Unidas.
22 Mackay, op. cit., p. 36.
23 Cito según Santa Teresa de Jesús, Obras completas, BAC, Madrid, 1974, p. 502.
24 Mackay, op. cit., p. 37.
25 En este punto hago uso de mi artículo “El diálogo entre la espiritualidad evangélica y la católica”, en mi libro De la misión a la teología, Ed. Kairós, Buenos Aires, 1998, pp. 64-96.
26 Ángel M. Mergal, Reformismo cristiano y alma española, La Aurora-Casa Unida de Publicaciones, Buenos Aires, 1949, pp. 65-66.
27 Mergal, “Evangelical Catholicism as represented by Juan de Valdez”, en: George H. Williams y Angel M. Mergal, Spiritual and Anabaptist Writers, Library of Christian Classics, Vol. XXV, Westminster, Philadelphia, 1957; p. 308.
28 Ibíd., pp. 311-312.
29 Ibíd., p. 312.
30 Ibíd., p. 317.
31 Mergal, Reformismo..., p. 43.
32 Augusto Tamayo Vargas, Literatura peruana, Tomo II, José Godard, Lima, 1967, p. 296.
33 Ventura García Calderón, Los místicos, Desclée de Brouwer, París, 1938, p. 21.
EL CULTO CRISTIANO: UNA MIRADA DESDE EL PROTESTANTISMO LATINOAMERICANO
34 Al margen de referentes etimológicos y consideraciones de carácter semántico, se hará uso indistintamente de las expresiones “culto” y “liturgia”, en tanto servicio dado a Dios a través del cual la comunidad reconoce su señorío.
35 Diferenciado de la Iglesia Católica romana y de la tradición ortodoxa, el protestantismo comparte un núcleo doctrinal común, en la justificación por la fe, poniendo la primacía soteriológica en la justificación de pecados y la salvación solo por la vía de la fe, al margen de la realización de obras justificadoras; el sacerdocio universal de los creyentes, como responsabilidad personal de cada cristiano/a por sus actos delante de Dios, frente la centralidad mediadora del clero; la afirmación de solo dos sacramentos instituidos evangélicamente, el Bautismo y la Eucaristía; entre otros aspectos.
36 No es sino hasta el Concilio Vaticano II (1962-1965) que se inicia una reforma del culto católico —cf. Constitución dogmática Lumen gentium y Sacrosanctum Concilium— acentuándose la centralidad de las Sagradas Escrituras en la celebración, la formación litúrgica del laicado para la comprensión de los ritos, la utilización de las lenguas vernáculas, la mayor participación de los fieles en la liturgia, así como la necesidad de que los ritos y textos “expresen con mayor claridad las cosas santas que significan y, en lo posible, el pueblo cristiano pueda comprenderlas fácilmente y participar en ellas por medio de una celebración plena, activa y comunitaria” (SC 21).
37 Juan Mackay, El sentido presbiteriano de la vida. Lo que significa vivir y adorar como presbiteriano, traducido al español por A. Clemente, Prentice-Hall, New Jersey, 1970, p. 166.
38 Citado por Roberto Pajares, Historia de la Música. Ética y Estética, Visión Libros, Madrid, 2010.
39 En el calvinismo más tradicional la producción musical resultó menos prolífera, por privilegiarse en sus inicios únicamente el canto de los salmos en melodía métrica (salmodia métrica).
40 Cf. Gary William VanVeen, “El Culto. Desde la tradición de la Reforma hacia una tradición para hoy”, Instituto Bíblico Reformado, en: http://www.geocities.ws/ibredr/Materia/P5.htm (consultada 20 octubre 2016).
41 Citado por F. Pagura, Festejamos juntos al Señor, La Aurora, Buenos Aires, 1989, p. 14.
42 Paul Tillich, Teología Sistemática, Tomo I, Sígueme, Salamanca, 2009, p. 110.
43 Cf. E. Dussel, Historia general de la iglesia en América Latina, Tomo I, Sígueme-CEHILA, Salamanca, 1983, pp. 354ss.
44 Entre ellos: Jean-Pierre Bastian, Historia del protestantismo en América Latina, CUPSA, México, 1990; y Protestantismo y sociedad en México, CUPSA, México, 1983; Jean-Pierre Bastian, coord., La modernidad religiosa: Europa latina y América Latina en perspectiva comparada, FCE, México, 2004; Miguel Berg y Pablo Pretiz, Mensajeros de esperanza: los evangélicos, UNILIT, Miami,...