El libro de los quizás
eBook - ePub

El libro de los quizás

El libro que tarde o temprano acabarás leyendo

  1. 332 páginas
  2. Spanish
  3. ePUB (apto para móviles)
  4. Disponible en iOS y Android
eBook - ePub

El libro de los quizás

El libro que tarde o temprano acabarás leyendo

Detalles del libro
Vista previa del libro
Índice
Citas

Información del libro

¿A que no eres capaz de leer solamente el primer capítulo?Quizás el hecho de que un libro pueda cambiarte la vida podría parecer presuntuoso, pero lo es más aún si ya lo hizo y ni siquiera te habías dado cuenta. Este libro trata de alejarse de los denominados libros de autoayuda, pero si te ayuda no habría problema en aceptar esa etiqueta. Los seres humanos tenemos un serio problema con las etiquetas. Tu realidad, la que ahora vives, y la de este libro se unirán un día, lo creas o no. En esta última afirmación no hay quizás que valga. Este libro permanecerá girando alrededor de tu realidad hasta que decidas leerlo. Quizás para odiarlo o quizás para amarlo, no importa. Eres tú quien practicas, conscientemente o no, el eterno juego de prejuzgar todo; o peor aún, de asumir como tuyos los juicios de otros. Quizás por alguna razón quieras permanecer dormido y vivir la vida que tenías, es respetable. Lo triste es que la mayoría de las veces miras películas o lees novelas para vivir otras vidas; escapándote de tu propia realidad, tratando de buscar sentido a todo y hallar tu lugar en el mundo. Es hora de cambiar, de tomar las riendas y descubrir algo que ni siquiera llegas a imaginar. Está en tu mano hacerlo, siempre lo ha estado.Despierta y descubre tu poder y tu capacidad para hacer mágica tu vida. Mágica en el más literal y estricto de los sentidos.¿No te lo crees? Entonces no leas este libro y evádete por ejemplo con una novela, donde otro sea el protagonista, siempre otro.

Preguntas frecuentes

Simplemente, dirígete a la sección ajustes de la cuenta y haz clic en «Cancelar suscripción». Así de sencillo. Después de cancelar tu suscripción, esta permanecerá activa el tiempo restante que hayas pagado. Obtén más información aquí.
Por el momento, todos nuestros libros ePub adaptables a dispositivos móviles se pueden descargar a través de la aplicación. La mayor parte de nuestros PDF también se puede descargar y ya estamos trabajando para que el resto también sea descargable. Obtén más información aquí.
Ambos planes te permiten acceder por completo a la biblioteca y a todas las funciones de Perlego. Las únicas diferencias son el precio y el período de suscripción: con el plan anual ahorrarás en torno a un 30 % en comparación con 12 meses de un plan mensual.
Somos un servicio de suscripción de libros de texto en línea que te permite acceder a toda una biblioteca en línea por menos de lo que cuesta un libro al mes. Con más de un millón de libros sobre más de 1000 categorías, ¡tenemos todo lo que necesitas! Obtén más información aquí.
Busca el símbolo de lectura en voz alta en tu próximo libro para ver si puedes escucharlo. La herramienta de lectura en voz alta lee el texto en voz alta por ti, resaltando el texto a medida que se lee. Puedes pausarla, acelerarla y ralentizarla. Obtén más información aquí.
Sí, puedes acceder a El libro de los quizás de Fran Russo en formato PDF o ePUB, así como a otros libros populares de Personal Development y Personal Success. Tenemos más de un millón de libros disponibles en nuestro catálogo para que explores.

Información

Año
2018
ISBN
9788417284381
Epílogo primero

El autor
En mi propia vida actual fui gusano que pensaba que moría y luego se convertiría en mariposa. Pensaba que el final estaba cerca, que la oscuridad era hacia lo único que caminaba y que encerrarme en mí mismo era mi último acto de miedo para guarecerme del atroz exterior. No sabía que podía renacer, esta vez con alas, y que la gente pudiera decir que era un ser hermoso tras tantos años siendo oruga.
Yo no sabía quién era Garnier hasta no escribir este libro. No sabía esa historia del yo del futuro, del doble. Tampoco sabía muchas cosas más y, al documentarme por tratar de hacer bien lo que me lanzaba a hacer, descubrí que algunas de las menciones de este libro son enseñanzas que llevan años, décadas y siglos compartiéndose, con diferentes nombres.
No sabía mucho, pero sí sentía cierta información acudir a mí consciencia a veces, sobre todo cuando escribía. Como imaginarás soy Fran, el que ha tenido que firmar este extraño libro, aunque al comienzo me negaba a ello. La razón principal era la vergüenza, porque realmente no cumplo muchas de estas enseñanzas en mi vida y me sentí hipócrita.
Escribo sobre mí con la intención de compartirte hasta qué punto este libro proviene de mí y ha cambiado mi vida. Además, sé que te habrás preguntado quién es la persona que estaba detrás y es mi obligación responder a ello, aunque rompa la estructura natural de los libros tradicionales. Pero, ¿desde cuándo este libro lo ha sido? No tengo miedo a que no encaje en patrones previos ni que ello merme su cometido o su éxito comercial. Es más, creo que va más allá de ello en su misión.
Si bien llevo muchos años escribiendo, casi siempre lo he hecho para mí. Algunas veces nacían pequeños relatos y cartas extrañas en las que yo mismo me sorprendía de lo que había escrito. No puedo decir que me lo dictaran o que no sintiera que era yo el que escribía, pero, de alguna manera extraña, hermosas frases brotaban de mis manos y me aportaban un conocimiento que no me había planteado o que ni siquiera integraba en mi vida. Lejos de renegar de ello, traté de investigarlo y aprender lo que pudiera asimilar.
Desde hace casi una década, doy seminarios y conferencias sobre fotografía y, por mi manera de ser y de trabajar, me implicaba mucho emocionalmente. En casi todas las charlas y cursos, se me escapaban asuntos personales para que los que me escucharan comprobaran de dónde vienen la sensibilidad y la creatividad. Y, en muchas de esas ocasiones, los asistentes comenzaban a preguntarme más sobre mí o más sobre temas delicados que surgían.
Yo nunca tuve nada que ocultar y por eso me conocían bien en mi gremio y era la causa de que mucha gente quisiera aprender de mí. No podía, por lo tanto, esconder nada de mi vida personal si comprobaba que les servía a esas personas. Al comienzo me daba mucha vergüenza también, pensaba que nada podía enseñar y que no era nadie para hacerlo. Pero el clamor de la gente fue lo que me motivó y el ver que realmente les ayudaba me dio muchas más fuerzas.
Comencé a hablar de mi vida, porque les ayudaba a darse cuenta de que no me había sido sencillo llegar a donde estaba. Muchos me idolatraban y yo renegaba de eso, repudiaba eso. Quería mostrar que me había reinventado desde cero y que cualquiera de ellos podía hacerlo y superarme, con creces.
Es muy cierto que yo no soy ejemplo de todo lo que dice este libro, aunque lo intento, y con mayor fuerza aún desde que lo escribí. Para mí es un reto trascendental que está cambiando mi vida. Es como sentir la apremiante necesidad de ser coherente con lo que salió de mí pero, sobre todo, porque me parece una guía real hacia uno mismo. Eso sí que lo he comprobado en muchos aspectos. No sé por qué ni cómo, pero sí que sé que lo que el libro encierra es verdad, mi verdad al menos, y que es útil.
De alguna manera, siempre «supe» cosas o, mejor dicho, sabía que otras no eran ciertas o estaban alteradas. Desde pequeño fui un niño sensible que preguntaba el porqué de todo constantemente. Era muy pesado y muy insistente, además de ingenioso para las preguntas. Algunas explicaciones no podía aceptarlas, algo dentro de mí me decía que no eran así. Y las rebatía.
Sabía que la muerte no era más que un paso, por ejemplo. Mi madre siempre me ayudó en esta visión y me compartió una misma perspectiva que me abrió el mundo, el real. Su «educación» emocional y libre me hizo aprender a escucharme y a no rendirme ante las dictaduras de la sociedad y de los demás.
Es cierto que muchas veces uno siente vergüenza de tratar estos temas. Vergüenza y hasta miedo de que le miren mal, le alienen o se rían de uno. Hasta en familia o con amigos he pesando que lo mejor era disimular, ser más banal, superficial, poner el piloto automático, por no desentonar ni llamar la atención.
Yo viajo muchísimo y, cuando lo hago, trato de no llamar la atención. Si estoy en un país trato de no hablar para que no sepan que soy de fuera y, si digo algo, imito el acento. Quizás me sucedía igual en la vida, uno no quiere que lo miren mucho por vergüenza y se mimetiza con lo que ve y oye. Yo me hallaba hablando el lenguaje de los que me rodeaban, pero el lenguaje de mi corazón era otro. Y comprobaba que el de los pájaros, el del cielo, las montañas y el mar era más parecido a mi idioma que ese otro superficial de los humanos.
Mi vergüenza, inseguridad o miedo ha llegado a no querer mostrarle este libro a ninguna de las personas que amo en mi familia y amistades, como sintiendo que, si lo leían sin estar publicado, se iban a reír de mí, no me tomarían en serio.
También porque, si a alguien le fueran de ayuda mis palabras, le iba a condicionar que yo no sea ese maestro que parece mostrar este libro. Me daba tanta vergüenza que ni siquiera dije a muchas personas que había escrito este libro y que se iba a publicar. Siento la sorpresa para muchos, pero no es porque no les aprecie ni les ame, quizás todo lo contrario.
Mi familia y amigos pueden considerarme una persona espiritual y sensible, pero para nada un maestro. Callo mucho, por vergüenza, y solo por escrito me permito compartir algunas cosas. No es que sea ya una persona introvertida, aunque lo fui o lo soy cada vez más, pero me siento mal escuchándome hablar muchas veces, no me siento yo. Creo que por esa manía de hablar un idioma que no es el mío. La costumbre, el hábito de reaccionar así y hacer comentarios, me duele. Por dentro soy más como este que escribe, quizás es un signo de locura. No tendría problema en aceptarlo.
En el fondo, yo sé que soy más auténticamente ese Fran, no el que es superficial por ser condescendiente con los demás y no llamar la atención con cosas raras. Con la rutina, uno ya no sabe quién es. Lo doloroso es que, en el fondo, sabes que estás siendo falso. Muchas veces he sentido asco de mí mismo y he sentido una extraña sensación de arrepentimiento por no ser ese verdadero yo.
También sentía que el interlocutor a su vez era falso, que sentía lo mismo. Que hablar del tiempo no era la verdadera conversación que teníamos que tener. Pero, por esa vergüenza, casi siempre me enmascaro y trato de ser superficial. Algo que no está mal, solo que no soy yo mismo ni soy coherente.
Incluso con mi familia, mi pareja o personas muy cercanas me veo reaccionando de manera tosca y poco amorosa. Este libro me está cambiando. Me ha ayudado a detectar cuándo reacciono así y los motivos. Pequeños enfados, tensiones, nervios o vergüenzas que nos deforman sin dejarnos ser la mejor versión de nosotros mismos. También me ha cambiado a ser más sincero, y eso provoca algunos roces que debo aprender a lidiar.
Soy y seré siempre discípulo, de la vida y de todo aquel que tenga algo que enseñarme; que son todos y es absolutamente todo algo que he comprobado. Tener la actitud de creerse que ya lo sabes todo o que estás por encima de los demás solo te lleva a frenar tu crecimiento, y esa falta de armonía con lo que te rodea apaga tu luz. Creer que eres como eres y no tienes nada que cambiar también es limitarse, es atarse y consumirse. Quiero ser quien verdaderamente sé que soy, esa mejor versión. Y lo conseguiré.
Por otro lado, mi vida sí es en parte un ejemplo de muchas cosas que ahí se dicen. Me reinventé de cero hace algunos años, después de pasarlo muy mal y sucedió como dice el libro. Cambié muchas cosas y finalmente mi suerte dio un giro. Eso me hizo tener más certeza aún en lo que estaba viviendo y me hizo cambiar más.
He compartido mucho de lo que aprendí en el libro, aunque no sé cómo ha salido de mí, pero aquí te compartiré un poco más para ubicarte mejor y comprenderlo todo desde la perspectiva de mi vida.
Mi vida ha sido rara, y sé que lo será más aún. Pero aprendí desde pequeño a no tener miedo de eludir etiquetas e ir por libre. Me niego a entender al ser humano a medias, dependiente siempre de fuera. Yo lo siento fuerte, maravilloso y completo; solo que necesita recordar quién es realmente. No es un acto de orgullo, ni de creerme sobrado de todo, sino de comunión con todo lo creado y con la misma fuente de ese todo. En lo profundo de mi corazón siento esto como una verdad y me da mucha paz que así sea.
Si algunos quieren pensar que realmente somos asistidos por otros seres o por una parte divina de nosotros mismos, está bien que piensen así. Yo no sé bien qué me sucedió, pero en el fondo de mi corazón sé que es algo interno, no externo, o al menos que la comunión que hay entre mi ser y esa otra parte es tan grande que formamos un mismo todo.
Esa comunión, esa convicción interna, esa certeza es lo que muchos llaman FE. Para mí siempre me ha acompañado, como una llama en mi interior iluminando un poquito del camino y dando calor cuando todo era frío. No voy a decir que nunca dudé, porque lo hice, pero justamente esa llama me guio y me dio calor. Me costó a veces volverla a encontrar, localizarla dentro de mi vértigo, pero ahí estaba. Solo tenía que acallar toda esa agitación y sosegarme.
Siempre he sido una persona etiquetada como sensible y creativa. Incluso un poco loco. Mi familia promovió eso y me lo creí y lo hicieron desde pequeño. Tuve muchos problemas en la escuela y con los estudios, no llegando a la universidad. Era demasiado sensible, demasiado soñador y la respuesta feroz y fría de la sociedad me hizo encerrarme en mi propio mundo.
Sentía un vínculo con la naturaleza que se acercaba a la admiración y la reverencia, un amor hacia los animales desconcertante y un vértigo profundo al contemplar las estrellas. Mirar la noche estrellada ha sido algo que siempre me ha cautivado.
Me educaron en la creencia de que era libre de creer cualquier cosa, mientras lo hiciera con el corazón y buscara la verdad que hay en todo. Mi familia era católica, pero sin ahogar, como la mayoría, ni practicante ni devota. Pero la espiritualidad siempre marcó mi camino, sobre todo por mi madre y cómo respondía ella a mis continuos porqués. Ella abrió mi corazón en vez de cerrarlo. No acalló esta ansia de saber, sino que la potenció y la unió a su propio canto. Algo que siempre agradecí de mi madre fue decirme honestamente que no podía darme respuesta a todo y siempre me parecieron sinceros, hermosos y hasta pacificadores sus «no sé».
Amaba hacer muchas cosas. Podría haber sido médico, maestro, arquitecto, ingeniero, historiador, informático, pintor, escritor, músico y mil cosas más. Una serie de vuelcos radicales de tragedia y zarandeos del destino cambiaron mi existencia para siempre. Nunca pude estudiar, se me exigió demasiado rápido que madurara y, con veintiún años, fui padre tras una vertiginosa aventura llena de dolor y amor a cucharadas varias. Era un niño demasiado soñador, sin los pies en la tierra, inmaduro y dependiente, y la vida me robó todo de golpe obligándome a ver la realidad y vivirla.
Ahora sé que todo eso lo busqué yo de alguna manera, que me lo impuse como lecciones, que fue mi escuela. Seguramente, si no hubiera sido así, aún seguiría siendo un inmaduro, un ingenuo, uno mucho mayor de lo que ahora soy.
Tras muchos duros golpes q...

Índice

  1. Prólogo
  2. Capítulo uno Un libro extraño
  3. Capítulo dos Este libro no te pertenece, nada te pertenece
  4. Capítulo tres La vida puede ser mágica
  5. Capítulo cuatro Este libro lo escribiste tú
  6. Capítulo cinco Sé guionista de tu propia vida
  7. Capítulo seis El origen
  8. Capítulo siete ¿Eres feliz?
  9. Capítulo ocho Vive en armonía
  10. Capítulo nueve Cura tu pasado
  11. Capítulo diez Los dos caminos
  12. Capítulo once Fe o certeza
  13. Capítulo doce Eres más de lo que imaginabas
  14. Capítulo trece ¿Amas o necesitas?
  15. Capítulo catorce Sé quien quieres ser
  16. Capítulo quince Una remota imagen de lo que eres
  17. Epílogo primero El autor
  18. Epílogo segundo El final del principio