V. Cultura política
Cultura política en perspectiva comparada
Jorge Aragón Trelles
Introducción
Sin duda alguna, el concepto cultura política ocupa un lugar importante dentro de la ciencia política contemporánea. En gran medida porque con relativa frecuencia se sostiene que la cultura política de individuos y grupos sociales puede ser considerada como una variable explicativa relevante en relación con determinados procesos o fenómenos políticos. Si bien no se puede negar que en las últimas décadas la centralidad de la cultura política como factor explicativo ha tenido momentos de mayor y menor popularidad, tampoco se puede pasar por alto que la comunidad de politólogos dedicados al análisis político comparado ha desarrollado una forma propia de estudio y discusión en torno a diferentes temas vinculados al concepto de cultura política.
En relación con lo que ha sido la agenda de investigación vinculada a la cultura política es indispensable destacar que desde muy temprano ella ha estado significativamente vinculada a la preocupación por la estabilidad de la democracia y el funcionamiento de los regímenes democráticos. Considérense, por ejemplo, los primeros estudios comparados sobre el tipo de cultura política que se requiere para el funcionamiento y la estabilidad de un régimen democrático (Almond & Verba, 1963), el debate en torno a la manera como los cambios a nivel de las percepciones y evaluaciones políticas de los ciudadanos de los países desarrollados significa o no un desafío para la legitimidad de la democracia representativa (Klingemann & Fuchs, 1995), la preocupación por el rol que la cultura política de los ciudadanos de a pie puede jugar en la estabilidad y eventual consolidación de los regímenes democráticos que han aparecido en las últimas décadas fuera del mundo desarrollado (Diamond, 1999) o la discusión sobre la naturaleza y dinámica de la legitimidad de la democracia en países en desarrollo (Booth & Seligson, 2009).
Dado que mucho de lo escrito sobre cultura política dentro del análisis político comparado ha estado vinculado, directa o indirectamente, a los temas de estabilidad democrática, gobernabilidad democrática y democratización; no deberían sorprendernos demasiado los importantes cambios que se pueden observar en las maneras como se ha teorizado e investigado la relación entre cultura política y democracia. Ahora bien, frente a todos esos cambios, es necesario contar con una mirada crítica sobre las principales perspectiva teóricas y metodológicas que han caracterizado a la literatura sobre cultura política dentro de la ciencia política contemporánea. Es igualmente necesario identificar cuáles han sido los cambios más importantes en la manera como se han venido estudiando temas vinculados al concepto de cultura política dentro de la comunidad de politólogos especialistas en análisis político comparado. Como se verá adelante, algunos de los cambios más recientes han sido particularmente significativos porque han tenido la capacidad de redefinir la agenda de investigación alrededor del concepto cultura política.
En relación con el origen y alcance de algunos de estos cambios, y pensando sobre todo en países como el nuestro, es absolutamente necesario destacar también el impacto significativo que han tenido los recientes procesos de democratización en América Latina, África, Asia y Europa Central y del Este sobre la agenda de investigación en torno al concepto de cultura política. Por ejemplo, una de las afirmaciones más comunes dentro de los estudios dedicados a estos recientes procesos de democratización fuera del mundo desarrollado —lo que Huntington (1991) popularizó como la «tercera ola de democratización»— sostiene que el futuro de estas nuevas democracias depende, entre varios otros elementos, de la existencia o desarrollo de una cultura política democrática dentro de las sociedades que han experimentado estos procesos de transición (Diamond et al., 1989; Linz & Stepan, 1996; Diamond, 1999). Esto explica porqué la gran mayoría de lo producido en los últimos años sobre cultura política, en particular fuera del mundo desarrollado, ha estado de una u otra manera vinculado a un tema muy específico: el apoyo de los ciudadanos a la democracia como forma ideal y real de gobierno.
Teniendo en cuenta este contexto, el presente trabajo ofrece un balance de lo aprendido en relación con las perspectivas teóricas y metodológicas que han demostrado una mejor y mayor capacidad para dar cuenta de las percepciones, actitudes y evaluaciones políticas de los individuos. Ofrece además un...