Educación, colonización y rebeldía
eBook - ePub

Educación, colonización y rebeldía

La herencia del pacto Calderón-Gordillo

  1. 275 páginas
  2. Spanish
  3. ePUB (apto para móviles)
  4. Disponible en iOS y Android
eBook - ePub

Educación, colonización y rebeldía

La herencia del pacto Calderón-Gordillo

Detalles del libro
Vista previa del libro
Índice
Citas

Información del libro

La educación en México está en crisis. Los estudiantes no aprenden lo que se supone deben saber para desempeñarse en sociedad, la ética de los maestros no corresponde a su magisterio, el gobierno de la educación básica está colonizado por fieles del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) y hay una percepción generalizada de que en el sector educativo reina una corrupción aguda.

Preguntas frecuentes

Simplemente, dirígete a la sección ajustes de la cuenta y haz clic en «Cancelar suscripción». Así de sencillo. Después de cancelar tu suscripción, esta permanecerá activa el tiempo restante que hayas pagado. Obtén más información aquí.
Por el momento, todos nuestros libros ePub adaptables a dispositivos móviles se pueden descargar a través de la aplicación. La mayor parte de nuestros PDF también se puede descargar y ya estamos trabajando para que el resto también sea descargable. Obtén más información aquí.
Ambos planes te permiten acceder por completo a la biblioteca y a todas las funciones de Perlego. Las únicas diferencias son el precio y el período de suscripción: con el plan anual ahorrarás en torno a un 30 % en comparación con 12 meses de un plan mensual.
Somos un servicio de suscripción de libros de texto en línea que te permite acceder a toda una biblioteca en línea por menos de lo que cuesta un libro al mes. Con más de un millón de libros sobre más de 1000 categorías, ¡tenemos todo lo que necesitas! Obtén más información aquí.
Busca el símbolo de lectura en voz alta en tu próximo libro para ver si puedes escucharlo. La herramienta de lectura en voz alta lee el texto en voz alta por ti, resaltando el texto a medida que se lee. Puedes pausarla, acelerarla y ralentizarla. Obtén más información aquí.
Sí, puedes acceder a Educación, colonización y rebeldía de Carlos Ornelas en formato PDF o ePUB, así como a otros libros populares de Education y Educational Policy. Tenemos más de un millón de libros disponibles en nuestro catálogo para que explores.

Información

Año
2013
ISBN
9786070303623
Categoría
Education

1. CONTEXTO Y ORIGEN

Al patrimonialismo le debemos muchas cosas, unas abominables y otras admirables. Entre las primeras están la corrupción, el nepotismo, el espíritu cortesano, las camarillas, el compadrazgo y otros vicios de nuestra vida pública. Entre las segunda, buena parte de la espléndida arquitectura novohispana...
OCTAVIO PAZ, Pequeña crómica de grandes días
No obstante que la manufactura del SNTE se debe al régimen de la Revolución mexicana, mediante maniobras políticas, las camarillas que lo han controlado desde su nacimiento, consiguieron grados de autonomía de las cumbres del poder político. El corporativismo del SNTE sobrevivió a los gobiernos del Partido Revolucionario Institucional y se adaptó con éxito a la política del Partido Acción Nacional. Su presidenta, que lo será “hasta cuando ella lo considere conveniente”, Elba Esther Gordillo, mantiene un fuerte control de la estructura del sindicato y del Partido Nueva Alianza; ella es la mujer más poderosa de México, y también una de las más ricas. Muchos pensaron que Vicente Fox, quien resultó electo presidente de México en las elecciones de 2000 intentaría pujar por reformas democráticas y anticorporativas, mas se equivocaron. El SNTE, en lugar de debilitarse, incrementó su influencia en la administración pública y sus ganancias políticas. A pesar de que la opinión pública es conocedora de la corrupción de la cúpula del SNTE, el presidente Calderón la continúa aprovisionando de puestos y canonjías, con la esperanza, tal vez, de encontrar apoyo político y electoral de parte de los miembros del sindicato, el “más grande de América latina”.1

TEJIDO SINDICAL

El poder del SNTE, o con mayor precisión, de su grupo dirigente, es ilegítimo, mas su ejercicio se institucionalizó desde el régimen de la Revolución mexicana. Ese poder no emerge del seno de la organización de los trabajadores de la educación, el SNTE no es un sindicato libre. Éste se organizó desde la cúspide del poder político en 1943 y recibió el impulso del gobierno al reconocerlo como sindicato único y otorgarle el monopolio de la representación laboral de los trabajadores de la educación, en 1944.2 Antes del SNTE los trabajadores de la SEP y de otras dependencias, así como del pequeñísimo sector privado, se asociaban en sindicatos, federaciones, confederaciones u otras organizaciones dispersas y aun en rivalidad entre ellas. Algunas contaban sólo con algunas veintenas de miembros. Sus dirigentes no deseaban unificarse en un sindicato nacional, en especial aquellas agrupaciones en las que el Partido Comunista tenía cierta influencia; sospechaban que si lo hacían dejarían de elegir a sus líderes, como ya sucedía con los sindicatos obreros y las organizaciones campesinas.
La institucionalización del SNTE trajo dos consecuencias, una de carácter burocrático y la otra de índole política. El efecto burocrático fue que la SEP, después de más de dos décadas de existencia pudo por fin establecer las bases de una política nacional de educación con cierta homogeneidad y tuvo un solo interlocutor para arreglar asuntos laborales. Antes era imposible poner de acuerdo a cerca de 700 dirigentes de sindicatos de maestros para poner en práctica el Estatuto jurídico de los trabajadores y empleados al servicio del Estado; la SEP ni siquiera tenía el personal suficiente para negociar con tanta organización.
La consecuencia política fue que los trabajadores de la educación, al igual que los integrantes de las demás organizaciones de clase, quedaron encuadrados dentro del Partido de la Revolución Mexicana, después PRI. No fue un proceso sencillo, el gobierno recurrió al convencimiento, la represión selectiva y la cooptación de líderes, lo que produjo una disminución de la disidencia y del activismo social de los maestros. Pronto se formó y consolidó la primera partida hegemónica, la de Jesús Robles Martínez.3 A partir de entonces, la SEP y el SNTE pudieron negociar, de forma centralizada, los salarios, prestaciones, formas de contratación, promoción y los avances en el escalafón de los docentes. El SNTE no sólo monopolizó la representación de los maestros, sino que la gestión centralizada de sus asuntos laborales le otorgó al Comité Ejecutivo Nacional (CEN), potestad política sobre todos los trabajadores.
No obstante que los dirigentes del sindicato dependían de la política oficial y de los favores del gobierno, con los ciclos de expansión de la educación primaria, comenzaron a acrecentar sus facultades. Al igual que en otros segmentos de la burocracia, los dirigentes del Estado prestaron poder a los líderes sindicales y hubo grupos que supieron aprovecharlo, como los del SNTE. Al igual que con los otros sectores del partido oficial, el gobernante en turno otorgó al grupo dominante del sindicato “posiciones” políticas, dependiendo del número de miembros y su capacidad de movilización para el voto. Las elecciones eran innecesaria dadas las características de un sistema de partido hegemónico, pero que servían para legitimar al régimen. Los maestros eran los plomeros electorales (la frase es de Carlos Jonguitud). Gracias a ello el SNTE pronto tuvo regidores, síndicos, diputados y uno que otro senador.
Mas no sólo eso. Con el fin de garantizar estabilidad y al mismo tiempo premiar a los dirigentes sindicales por su labor de controlar a los maestros, el gobierno concedió al SNTE poderes dentro de la administración pública. Tan temprano como 1946, el gobierno otorgó (por omisión en el Reglamento de las Condiciones Generales de Trabajo) a los dirigentes sindicales la potestad de nombrar a los directores de las escuelas primarias. Dicho puesto, aunque sin sanción legal, dejó de ser de confianza y paso al escalafón, un instrumento que se ideó para regular los ascensos, promociones y cambios de los trabajadores, que en pocos años dejó de ser bipartito para convertirse en privilegio del SNTE. Por exclusión en el reglamento, los puestos de directores federales de educación en la república se le cedieron al sindicato.4 El Estado engendró poderes fácticos, dentro del poder del Estado.
La centralización del SNTE no sólo sirvió a los intereses del partido dominante; por un largo periodo tuvo escalas de legitimidad entre sus miembros. Por ejemplo, antes de consolidarse como profesión, miles de egresados de primaria y secundaria se enrolaron como maestros rurales y fue hasta la década de 1940, cuando Jaime Torres Bodet fundó el Instituto Federal de Capacitación del Magisterio, que pudieron aspirar a obtener la basificación o inamovilidad en su puesto de trabajo. Según Alberto Arnaut, los dirigentes del SNTE jugaron un papel central al insistir en la nivelación de la pirámide salarial y escalafonaria del magisterio en servicio.5 Gracias al SNTE, los maestros adquirieron plazas definitivas, que aunque con bajos salarios aseguraban un ingreso permanente, seguridad social, planes de retiro y otras prestaciones que hacían la profesión magisterial atractiva, en especial para los segmentos populares, que no podían enviar a sus hijos a las universidades.6
A partir de los años setenta, los trabajadores de la educación de casi todos los estados recibían los mismos incrementos de salarios y prestaciones que los docentes del sistema federal, mediante la “cláusula de automaticidad”. Los maestros estatales, sin embargo, tenían beneficios extra, como obtener una plaza urbana desde el comienzo de su carrera (los estados casi no apoyaban la educación rural), préstamos para vivienda y la jubilación dinámica, que significa que los maestros que se retiran, siguen disfrutando los mismos incrementos en sueldos y prestaciones que los trabajadores en activo.
El incentivo de otorgar posiciones administrativas a los dirigentes sindicales garantizaba su fidelidad al partido y al gobierno; en algunos fecundó la idea de comenzar a colonizar niveles superiores del gobierno de la educación. Pronto, los inspectores de zona, y luego los jefes de sector, pasaron a ser posiciones sindicales que los líderes distribuían. Así comenzó la formación de las redes que después sirvieron para consolidar camarillas.
En poco más de 66 años de historia, el SNTE ha sido dominado por tres grupos, con jefes carismáticos al frente. Aunque siempre en conflicto con otros corros y con disidentes de izquierda, esos dirigentes ocuparon el puesto de secretarios generales por un solo periodo, debido a la cláusula de no reelección plasmada en los estatutos.7 Cláusula que fue derogada cuando la señora Gordillo promovió reformas al Estatuto del SNTE y se hizo elegir presidenta en el V Congreso Nacional Extraordinario, en Tonatico, estado de México, en marzo de 2004.8 El XXIII Consejo Nacional Extraordinario del sindicato, en julio de 2007 extendió el periodo presidencial de la señora Gordillo, hasta cuando “ella lo considere conveniente”.9 Con esas reformas sucesivas al Estatuto del SNTE, la señora Gordillo institucionalizó su poder y amplió el de su corro.
Antes de Elba Esther Gordillo, dos jefes de sus respectivas cuadrillas tuvieron el control del SNTE: Jesús Robles Martínez (1949-1972) y Carlos Jonguitud Barrios (1972-1989). Ambos acumularon poder y estatus económico, ellos conquistaron fidelidades y colocaron a sus amigos y parientes en las “posiciones” que el PRI les otorgaba en recompensa por sus servicios al Estado, no tanto a la educación o a los maestros.10 Esos jefes diseñaron y consolidaron la estrategia de plazo largo para colonizar la administración educativa. Esta colonización mediatizó la acción de las burocracias y les redujo su poder. Robles Martínez desafió al presidente Luis Echeverría y éste lo expulsó del control del SNTE, junto con buena parte de su equipo. El destino de Jonguitud fue distinto.
Para mediados de los ochenta los cuadros del SNTE manejaban casi toda la educación básica, incluyendo las delegaciones de la SEP en los estados, después unidades de servicios educativos a descentralizar y luego servicios coordinados de educación, éstos nada más en 18 estados. También controlaban las escuelas normales públicas. La “joya de la corona” fue la Subsecretaría de Educación Elemental, que después de la promulgación de la Ley General de Educación (LGE), en 1993, se denominó Subsecretaría de Educación Básica. Jonguitud Barrios —el jefe de la Vanguardia Revolucionaria del Magisterio (VRM), un órgano paralelo que diseñó para investir y controlar a los líderes del SNTE— no ocultó su descontento con la política de descentralización que empujaba el presidente Carlos Salinas de Gortari. Además, criticaba a su primer secretario de Educación Pública, Manuel Bartlett, porque le restaba espacios en áreas que su grupo había colonizado.
Aprovechando un movimiento de maestros disidentes de grandes dimensiones, el gobierno obligó a renunciar a sus puestos a los dirigentes formales del CEN del SNTE, en realidad polichinelas del cacique. Eso marcó la defenestración de Carlos Jonguitud, aunque prosiguió siendo senador de la República. A pesar de que la señora Gordillo asegure que ganó su puesto por medios legítimos, para nadie es un secreto que el presidente Salinas, a sugerencia de Manuel Camacho, entonces unos de los consejeros distinguidos del Presidente, la designó como nueva secretaria general del CEN, en abril de 1989. “Los maestros de base estaban jubilosos por la renuncia de Jonguitud, pero rechazaron el nombramiento de Gordillo por ser antidemocrático. Consideraban a Gordillo cortada con la misma tijera que su ex jefe, Jonguitud.”11
No obstante que la señora Gordillo carecía de una base amplia dentro del SNTE, con el apoyo de altos funcionarios, incluyendo a Manuel Bartlett, ella negoció con todas las facciones, otorgó concesiones y puestos a ciertos grupos y personalidades disidentes y estrenó una retórica ajena a las prácticas de los cabecillas anteriores. Además de las demandas tradicionales de mejor salario, apoyo para vivienda y otras prestaciones para los trabajadores de la educación, ella aceptó (al menos en la retórica) el discurso modernizador del presidente Salinas, y comenzó a hablar de equidad y calidad, así como del papel central que los maestros representaban en el proceso de reforma educativa.
La señora Gordillo contrató como asesores a académicos con prestigio —y a otros con no tanto— e instituyó la Fundación SNTE para la Cultura del Maestro, cuyo primer presidente fue Olac Fuentes Molinar. Además, convenció a intelectuales famosos como Carlos Fuentes, Fernando Savater y Carlos Monsiváis para que escribieran libros sobre educación, que distribuyó entre los agremiados al SNTE. También organizó el Primer congreso nacional de educación con el fin de preparar propuestas para el futuro acuerdo de descentralización educativa. Dado el valor simbólico de reunir a representantes de docentes de todo el país y ofrecer la perspectiva de que había una participación abundante de maestros en la elaboración de la política
sindical, la señora Gordillo repitió la experiencia y organizó sendos congresos, en los años siguientes a las elecciones presidenciales. De ellos emergieron documentos con las “posiciones del magisterio nacional” para los programas de educación de los gobiernos de Ernesto Zedillo, Vicente Fox y Felipe Calderón.
Con un aparato de prensa bien financiado, mediante entrevistas de radio y televisión, organizando congresos internacionales para educadores y una actividad política permanente, la señora Gordillo pintaba al nuevo SNTE como un sindicato moderno, abierto, participativo y democrático. Sus asesores le ayudaban a escribir artículos periodísticos, ponencias y piezas oratorias, donde mezclaba conceptos de autores que es presumible...

Índice

  1. Página de créditos
  2. Dedicatoria
  3. Epígrafe
  4. PRÓLOGO
  5. AGRADECIMIENTOS
  6. INTRODUCCIÓN
  7. 1. CONTEXTO Y ORIGEN
  8. 2. ARTEFACTOS DE LEGITIMACIÓN
  9. 3. DE LOS POSTULADOS A LA PRÁCTICA
  10. 4. PROMESAS, FORMALISMO Y FRUSTRACIÓN
  11. 5. PODER, TRANCES Y EMPANTANAMIENTO
  12. 6. MORELOS: QUEBRANTO INESPERADO
  13. 7. CESIÓN DE FACULTADES, MAYOR COLONIZACIÓN
  14. 8. LA ACE UNA REFORMA INSOLVENTE
  15. EPÍLOGO: HACIA LA CONSTRUCCIÓN DE UNA EDUTOPÍA
  16. BIBLIOGRAFÍA
  17. ACRÓNIMOS, CONVENCIONES Y SIGLAS
  18. ÍNDICE TEMÁTICO
  19. Notas
  20. ÍNDICE