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Previos a tener en cuenta
1. ¿Por qué cultivar la interioridad?
Trabajar la interioridad supone iniciar un camino donde el horizonte es vivirnos desde lo más auténtico de nosotros mismos, desde lo que realmente somos, desde la aceptación y la autovaloración; intuir que es en ese precioso “jardín interior” que todos poseemos donde existe la posibilidad de encontrarnos con Aquel que nos habita; y esa búsqueda de nuestro verdadero ser y de Dios tiene, en sí misma, todo el sentido. Pero, una no puede evitar dar otras razones que ha ido descubriendo al vivir esta hermosa experiencia.
Estamos ante un momento evolutivo ideal para ofrecer hábitos y rutinas que van a influir decisivamente en el crecimiento armónico y equilibrado de los niños.
En los últimos años he podido observar, entre otras cosas, que los niños que nos llegan a las aulas suelen venir estimulados en exceso y con escasas herramientas de control. Es por esto que me planteo intentar un cambio de enfoque donde la motivación ceda un espacio a la pausa.
Ese exceso de estimulación sensorial reinante en la vida de nuestros alumnos, ya desde la cuna, en muchos casos acaba provocando dispersión, déficits de atención y escasa capacidad de concentración. Una propuesta basada en la relajación, la serenidad y la calma es una buena herramienta para actuar a este nivel.
Asimismo es importante, para un desarrollo personal completo, iniciarles en un elemental manejo de sus emociones. Les acompañaremos en el proceso de identificar, nombrar y responder controladamente a todo eso que se va moviendo dentro de ellos. En este sentido, va a jugar un papel decisivo también su capacidad para salir de sí mismos, descubrir al otro e iniciar con él una relación. Además, el contacto físico es una necesidad elemental del ser humano que el individuo va a intentar satisfacer de un modo u otro. Si somos capaces de ofrecer y canalizar experiencias de contacto físico positivo estaremos haciendo una importante inversión a la hora de evitar conductas potencialmente agresivas que de fondo, en muchos casos, simplemente son una forma de buscar contacto con el otro.
En ese proceso de ir contactando con su interior, buscamos que los niños se formen una imagen positiva de sí mismos, que va a proporcionarles mayor seguridad y progresiva autonomía a la hora de asumir responsabilidades y afrontar nuevos retos. Van a construir su autoestima fundamentándola, no tanto en lo que son capaces de hacer bien, como en lo valiosos y llenos de posibilidades que son, más allá de actuaciones concretas. Con ello se va a mejorar también su tolerancia a la frustración, al no ponerse en juego su valía personal en una situación de fallo o error.
Finalmente, no podemos olvidar el intento de cultivar la dimensión espiritual que es inherente al ser humano. Como los niños aprenden por imitación deberemos ser modelos y referentes a la hora de ir explicitando aquello que va más allá de lo tangible. A partir de la experiencia de amor incondicional de sus padres, los niños pueden acceder a una experiencia primera de presencia de Dios en su vida. Hemos de poner mucho cuidado en las referencias que damos para ayudar a que esa primera imagen de Dios con nosotros sea cercana y amable.
En resumen, tenemos ante nosotros la posibilidad de ofrecer a nuestros alumnos un bagaje de recursos y de herramientas tanto de conocimiento, como de control y crecimiento personal que al final van a ser un regalo del que podrán disfrutar toda una vida.
2. ¿Qué queremos conseguir?
Entendiendo que se trata de un proceso, se plantean unos objetivos a largo plazo que, dependiendo del ritmo de cada niño y del grupo, se alcanzarán en distintos niveles al final de la etapa. Se trata de dar los primeros pasos en un camino que se extiende mucho más allá de Educación Infantil e incluso de la escolarización completa, un camino en el que seguir avanzando por siempre:
• | Cultivar el silencio y la relajación como herramientas de conocimiento y de control personal. |
• | Posibilitar situaciones y experiencias de contacto físico positivo. |
• | Reducir las conductas “agresivas” y mejorar la resolución adecuada de conflictos. |
• | Favorecer la cohesión entre los miembros del grupo clase. |
• | Suscitar el sentido de pertenencia e implicación con el grupo clase. |
• | Despertar la sensibilidad estética y el gusto por la belleza, además de estimular la creatividad. |
• | Cultivar actitudes de valoración y respeto hacia todos y todo. |
• | Comenzar cada día con una actitud d... |