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Liderazgo educativo en la calidad de la enseñanza
Información del libro
Actualmente, ¿qué podemos entender por liderazgo escolar? ¿Cuántos tipos de liderazgo en la escuela pueden presentarse? ¿Existe un liderazgo informal y otro formal en el ámbito escolar? ¿Quiénes ejercen el liderazgo en las escuelas? Estas y otras tantas preguntas sobre el liderazgo educativo serán respondidas en la lectura de este texto en el que el autor nos muestra las características que definen un buen liderazgo.Si bien el liderazgo educativo no es el principal factor para el buen funcionamiento de la escuela, sí es uno de los más relevantes para impulsar una dinámica que permita la mejora de la calidad de la enseñanza, lo que hace valiosa la reflexión que nos propone Marchesi a lo largo de estas páginas.
Preguntas frecuentes
Información
Las competencias de los líderes escolares
Tal vez hablar de “líderes competentes” sea un poco tautológico, pues no es posible asumir una función de liderazgo sin ser competente, aunque sí se puede ser directivo o responsable político sin tener suficiente competencia y, por tanto, sin que manifieste o desarrollo un liderazgo efectivo.
Con esta salvedad, podemos hacer un breve repaso de aquellas competencias en las que se puede asentar el liderazgo educativo o, dicho con mayor precisión, que posibilitan el ejercicio del liderazgo en función de las oportunidades que ofrezcan el contexto educativo específico y las características de la escuela en las que trabajan. El acierto de un buen sistema educativo es potenciar que todos los docentes puedan sentirse convocados a ejercer algún tipo de liderazgo, lo que debería ser imprescindible para aquellos que ejercen alguna responsabilidad institucional.
Ha habido un amplio número de investigaciones sobre las principales competencias que han de manifestar los líderes para ser considerados como tales (Hopkins, 2010, Leitwood y Riehl, 2005, Day et al., 2011). La mayoría de estas investigaciones se refieren al liderazgo de directores y de equipos directivos, y apenas tienen en cuenta la distribución del liderazgo que abarca a los docentes que ejercen su influencia por su competencia pedagógica y por su dinamismo innovador. Podríamos apuntar dos dimensiones que son comunes a todos ellos: una visión estratégica y una capacidad para generar confianza. A ellas me referiré a continuación. Sin embargo, también son necesarias otras competencias, como sensibilidad tanto para el aprendizaje de conocimientos como para la educación emocional y moral, y una perspectiva que valore la importancia de crear redes y alianzas con otras escuelas e instituciones. Estas últimas las comentaré posteriormente, pues trascienden las competencias personales de los líderes y se integran mejor como elementos necesarios del funcionamiento de una escuela con un liderazgo transformador.
Visión estratégica
Con una visión estratégica se trata de tener la capacidad de mirar al futuro y no solo realizar la gestión de los problemas inmediatos y de atreverse a convocar a la comunidad educativa para impulsar un proyecto posible e ilusionante. Es necesario, por tanto, que los líderes escolares conozcan su escuela, su contexto, su comunidad educativa y las actitudes ante el cambio y sean capaces de comunicar la necesidad de implicarse en transformaciones educativas que conduzcan a mejorar la calidad de la enseñanza.
La visión estratégica supone, pues, conocer hacia dónde se dirigen los cambios educativos y qué tipo de iniciativas debe proponerse a la comunidad educativa para progresar y, en consecuencia, conseguir una mayor satisfacción de los profesores, de las familias de los alumnos y de los mismos alumnos.
Confiabilidad
La mayoría de los investigadores consideran que la confiabilidad es una de las cualidades o virtudes más valoradas y necesarias en la acción estratégica del liderazgo.
Ser confiable supone ganarse la confianza de la comunidad educativa y especialmente del equipo de maestros que trabajan en la escuela. Para ello, debe mostrar su capacidad de iniciativa, de escuchar las propuestas de los demás, su voluntad de llegar a acuerdos y el cumplimiento de los compromisos asumidos y de la palabra comprometida.
El líder educativo debe cuidar las relaciones sociales y la cultura positiva de la escuela, estar atento a las innovaciones que se produzcan dentro y fuera de la misma, abrirse a alianzas y relaciones externas y tener una actitud negociadora y equilibrada para ser aceptado como mediador en los conflictos que se produzcan en la escuela.
La visión estratégica y la confiabilidad se reflejan en el conocimiento de los otros, de sus ilusiones y expectativas, de su interés por sentirse partícipes en proyectos colectivos ilusionantes. Por ello, el líder educativo debe de tener un alto nivel de conocimiento social, de capacidad para percibir e interpretar lo que los otros desean, de empatía con los demás y de capacidad para generar entusiasmo en una tarea colectiva.
Liderazgo participativo
Índice
- Liderazgo educativo en la calidad de la enseñanza
- Portadilla
- Introducción
- Calidad en la enseñanza y liderazgo educativo
- Características del liderazgo
- Comentario final
- Bibliografía
- Acerca del autor
- Créditos