Descubriendo las Riquezas de Jesucristo Volumen I
eBook - ePub

Descubriendo las Riquezas de Jesucristo Volumen I

Cursos Bíblicos para una Evangelización Fundamental

  1. 432 páginas
  2. Spanish
  3. ePUB (apto para móviles)
  4. Disponible en iOS y Android
eBook - ePub

Descubriendo las Riquezas de Jesucristo Volumen I

Cursos Bíblicos para una Evangelización Fundamental

Detalles del libro
Vista previa del libro
Índice
Citas

Información del libro

Tradición, como no se puede ofrecer la Tradición sin el acompañamiento de la Biblia. Biblia y Tradición son las dos formas con las cuales se transmite la Revelación divina.Pero todo esto no es suficiente para evangelizar. Además de este contenido doctrinal, es necesario contar con personas animadas por el Espíritu de Cristo resucitado. Lo que se enseña, debe pasar por la experiencia de quien vive, no con una doctrina, sino con una persona, Cristo. Evangeliza realmente quien, de alguna forma, puede decir con san Pablo: "Estoy crucificado con Cristo, y ahora no soy yo el que vive, sino que es Cristo el que vive en mí" (Ga 2, 20).Para facilitar el manejo de estos nueve cursos, hemos decidido dividir el volumen "La propuesta de Cristo a los hombres de hoy", en dos libros, titulándolos "Descubriendo las riquezas de Jesucristo" 1 y 2. El volumen 1 contiene los primeros cinco cursos: "Historia de la Salvación", "Vida en el Espíritu", "Orar evangelizando", "Evangelizar con los Sacramentos" y "Guía didáctica para dar el primer curso bíblico".

Preguntas frecuentes

Simplemente, dirígete a la sección ajustes de la cuenta y haz clic en «Cancelar suscripción». Así de sencillo. Después de cancelar tu suscripción, esta permanecerá activa el tiempo restante que hayas pagado. Obtén más información aquí.
Por el momento, todos nuestros libros ePub adaptables a dispositivos móviles se pueden descargar a través de la aplicación. La mayor parte de nuestros PDF también se puede descargar y ya estamos trabajando para que el resto también sea descargable. Obtén más información aquí.
Ambos planes te permiten acceder por completo a la biblioteca y a todas las funciones de Perlego. Las únicas diferencias son el precio y el período de suscripción: con el plan anual ahorrarás en torno a un 30 % en comparación con 12 meses de un plan mensual.
Somos un servicio de suscripción de libros de texto en línea que te permite acceder a toda una biblioteca en línea por menos de lo que cuesta un libro al mes. Con más de un millón de libros sobre más de 1000 categorías, ¡tenemos todo lo que necesitas! Obtén más información aquí.
Busca el símbolo de lectura en voz alta en tu próximo libro para ver si puedes escucharlo. La herramienta de lectura en voz alta lee el texto en voz alta por ti, resaltando el texto a medida que se lee. Puedes pausarla, acelerarla y ralentizarla. Obtén más información aquí.
Sí, puedes acceder a Descubriendo las Riquezas de Jesucristo Volumen I de Luigi Butera en formato PDF o ePUB, así como a otros libros populares de Teología y religión y Estudios bíblicos. Tenemos más de un millón de libros disponibles en nuestro catálogo para que explores.

Información

Editorial
EDISEPA
Año
2018
ISBN
9786078179725
Edición
1
Cuarto Curso
EVANGELIZAR CON LOS SACRAMENTOS
IMPRIMATUR
† Manuel Samaniego B.
Obispo de Cuautitlán, Méx.
Noviembre 19, 1981
PRESENTACIÓN
El P. Luigi Butera, ofrece a la Iglesia el catecismo para adultos «Evangelizar con los Sacramentos» que, por medio de estas líneas, me permito presentar.
Este instrumento de catequesis evangelizadora nos ayuda a romper el falso dilema pastoral entre «Evangelización» y «Sacramentalización», al que se refiere el documento de la III Conferencia del Episcopado Latinoamericano en el número 901: «… comprobamos que no se ha dado todavía a la pastoral litúrgica la prioridad que le corresponde dentro de la pastoral de conjunto, siendo aún más perjudicial la oposición que se da en algunos sectores entre evangelización y sacramentalización.»
Ya S.S. Pablo VI se había referido a esta falsa y nociva oposición en Evangelii Nuntiandi (No. 47), reafirmando que la evangelización no se agota con la enseñanza de la doctrina, sino que conduce a la vida, penetrando de sentido evangélico la vida natural, y dándole a la vida sobrenatural, que es purificación y elevación de lo natural, su expresión viva y su admirable fecundidad de gracia.
Que por mediación de María Santísima, «Estrella de la Evangelización», Dios N. S. bendiga este esfuerzo de educación en la fe para los adultos de nuestras comunidades y lo haga contribuir eficazmente a que la vida sacramental no se convierta en un «ritualismo vacío», y a que la catequesis no se aridezca privándose de la vida que brota de la auténtica práctica sacramental (cfr. Catechesi Tradendae No. 23).
Cuautitlán, Méx., a 19 de noviembre de 1981.
† Manuel Samaniego B.
Obispo de Cuautitlán.
INTRODUCCIÓN
La Iglesia tiene la misión de guiar a los hombres en el camino de la salvación; y esto lo realiza principalmente alimentándolos con la palabra de Dios y los Sacramentos.
La palabra de Dios y los Sacramentos son, por voluntad divina, los medios más eficaces para vivir conforme al plan de Dios, que «quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad» (1Tm 2, 4).
Después de haber conocido y gustado el mensaje de salvación, contenido en las Sagradas Escrituras, es lógico que avancemos en el descubrimiento del valor de los Sacramentos. Éstos, según la definición del Catecismo de la Iglesia Católica, «son signos eficaces de la gracia, instituidos por Cristo y confiados a la Iglesia por los cuales nos es dispensada la vida divina. Los ritos visibles bajo los cuales se celebran los sacramentos significan y realizan las gracias propias de cada sacramento. Dan fruto en quienes los reciben con las disposiciones requeridas» (CCE, n.o 1131).
Partiendo de la palabra de Dios y de la Tradición, procuramos explicar el contenido de cada sacramento y estimular la necesidad que tenemos en recibirlos.
La abundancia del material, con que desarrollamos los temas, podría presentar cierta dificultad para la comprensión y retención del contenido.
Para superar este posible inconveniente, hemos puesto al final de cada lección una síntesis titulada: «Principales conceptos de esta lección.»
Además, para profundizar mejor los temas, hemos pensado en la necesidad de que el alumno desarrolle una tarea.
Por la misma preocupación de hacer accesible el estudio a la mayoría de los cristianos, nos hemos esforzado en usar un lenguaje lo más sencillo posible.
El autor
Capítulo I
¿QUÉ SON LOS SACRAMENTOS?
Si buscamos en la Biblia la palabra «sacramento» no la encontraremos, por lo menos en el sentido que hoy le damos.
Esto no quiere decir que los Sacramentos que recibimos no tienen fundamento bíblico. En la explicación de cada uno de los siete Sacramentos, presentaremos las citas correspondientes.
Como tantas otras palabras, que reciben en los idiomas un proceso de asentamiento en el significado que tiene, así sucedió con la palabra «sacramento».
Su origen es latino: los romanos la aplicaban especialmente al conjunto de ceremonias consagratorias que acompañaban al juramento prestado por los soldados en su incorporación al ejército.
En un primer tiempo los cristianos usaron esta palabra para significar lo que se refiere a los signos litúrgicos, las celebraciones eclesiales y los hechos sacros.
Fue con esta mentalidad que se empezó a traducir la palabra griega «mysterion» de la Biblia como «sacramento».
Pero con el correr de los tiempos, esta palabra se fue usando siempre más exclusivamente para los signos sagrados instituidos por Jesucristo.
Ese significado que se daba a la palabra «sacramento», se debió a que en los primeros tiempos del cristianismo, no se tuviera claro el número de ellos.
El que más contribuyó a la clarificación del concepto de «sacramento» fue san Agustín, que vivió en el siglo IV.
El número septenario de los sacramentos, fijado ya en la Iglesia, sólo llegó a imponerse en el siglo XII.
Los sacramentos, como hoy nos los presenta la Iglesia, son:
«Actos salvadores de Cristo, instituidos por Él y encomendados a la Iglesia, en cuanto que son acciones de Cristo y de la Iglesia, son signos y medios con los que se expresa y fortalece la fe, se rinde culto a Dios y se realiza la santificación de los hombres, y por tanto contribuyen en gran medida a crear, corroborar y manifestar la comunión eclesiástica» (cf. c 840).
He aquí lo que esto significa:
a)Actos salvadores: Se trata de acciones que salvan al hombre en situaciones concretas y privilegiadas de su existencia, llenándolo de la fuerza del amor, fruto de la muerte y resurrección de Cristo.
Estas acciones salvíficas abarcan toda la vida del hombre en sus puntos más significativos:
En su nacimiento: Bautismo.
En su crecimiento: Confirmación.
En su alimentación: Eucaristía.
En las heridas del pecado: Reconciliación (confesión).
En la enfermedad: Unción de los enfermos.
En la consagración al servicio de la comunidad: Orden.
En la formación de un hogar: Matrimonio.
No son «simples ceremonias», que se hacen para cumplir con una «obligación», ni «acciones bancarias» que aumentan nuestro capital religioso para exigirle a Dios las puertas abiertas del cielo. Se trata de la comunicación de los frutos de la redención de Cristo. El hombre que recibe el sacramento se encuentra personalmente con Dios, se empapa de su amor y recibe de su infinita bondad lo que cada hombre necesita para vivir en el momento y en la circunstancia en que él lo necesita.
b)Instituidos por Él: Jesucristo es el verdadero autor y no otro. Por la expresión anterior, se entiende «que es la obra de Cristo y requiere la aceptación de dicha obra por parte de la persona creyente». Pero para la administración de los Sacramentos hay un ministro que lo confiere, y la mayor o menor santidad de éste no tiene importancia en sí misma. Su santidad puede ayudar a la persona que lo recibe a disponerse mejor, pero no aumenta o disminuye el valor del sacramento, porque éste acto depende exclusivamente de su autor, que es Cristo. Si queremos afirmarlo en palabras sencillas diríamos que es Cristo quien bautiza, confirma, perdona, etc.
c)Acciones de la Iglesia: Los Sacramentos son celebraciones de la Iglesia, de la que dice san Pablo: «ustedes son el cuerpo de Cristo» (cf. 1 Co 12, 27). Siendo la Iglesia, el «cuerpo de Cristo» se constituye en luz de las gentes (LG 1), signo levantado en medio de las naciones (SC 2), sacramento universal de salvación (GS 45). No es el individuo sino la Iglesia quien celebra los sacramentos en orden a su salvación y la de todos los hombres. Por lo tanto, el sacramento se debe administrar conforme a lo establecido por la Iglesia y según sus intenciones.
d)Son signos y medios con los que se expresa y se fortalece la fe: Los signos y los medios son «simbólicos» para el encuentro con Dios, pero no actúan de manera «mágica» e «impersonal». Esta acción mediante los signos lleva al encuentro entre dos sujetos libres. Es como un puente de comunicación entre Dios en quien creemos y el hombre que se beneficia de su bondad.
Antes que la Segunda Persona de la Santísima Trinidad se hiciera Hombre, toda la creación era un sacramento de la presencia operante de Dios. Los salmos hablan de los cielos que cantan la gloria de Dios (Sal 19).
San Pablo nos lo recuerda en la carta a los Romanos:
«Si bien no se puede ver a Dios, podemos, sin embargo, desde que Él hizo el mundo, contemplarlo a través de sus obras y entender por ellas que Él es eterno, poderoso, y que es Dios» (Rm 1, 20).
Jesucristo, al instituir los Sacramentos, tuvo presente esta necesidad que tiene el hombre de llegar a lo invisible a través de lo sensible.
Para comprender mejor qué son los Sacramentos, conviene tener presente lo que enseña el Catecismo de la Iglesia Católica: «Los sacramentos son signos eficaces de la gracia, instituidos por Cristo y confiados a la Iglesia, por medio de los cuales nos es dispensada la vida divina. Los ritos visibles bajo los cuales los sacramentos son celebrados significan y realizan las gracias propias de cada sacramento. Dan fruto en quienes los reciben con las disposiciones requeridas» (CCE, n.o 1131).
Condiciones para recibirlos
Recibir un sacramento no es igual que aceptar una medalla o algo bueno «que se acostumbra», sino que es un encuentro libre y personal con Cristo resucitado. Por lo tanto, es muy importante tener presente lo que dice el Concilio:
«Los sacramentos no sólo suponen la fe, sino que a la vez la alimentan, la robustecen y la expresan por medio de palabras y cosas; por esto se llaman sacramentos de la fe. Confieren ciertamente la gracia, pero también su celebración prepara perfectamente a los fieles para recibir con fruto la misma gracia, rendir el culto a Dios y practicar la caridad» (SC 59).
Siendo un encuentro personal con Cristo, para recibir el sacramento es necesario tener fe, conocer lo que se comunica, y quererlo recibir.
Es indispensable estar bautizado para que a uno se le puedan administrar los demás sacramentos.
Solamente el Bautismo de adultos y la Reconciliación se reciben con el arrepentimi...

Índice

  1. Cubierta
  2. Portada
  3. Créditos
  4. Introducción general
  5. Primer Curso: Historia De La Salvación
  6. Segundo Curso: Vida En El Espíritu
  7. Tercer Curso: Orar Evangelizando
  8. Cuarto Curso: Evangelizar Con Los Sacramentos
  9. Quinto Curso: Guía Didáctica Para Dar El Primer Curso Bíblico
  10. Comunidades Evangelizadoras Para La Reconciliación Y El Servicio
  11. Advocaciones De Cristo Misionero Y Virgen Del Magnificat
  12. Notas Al Pie
  13. Índice General
  14. Contraportada