1.
La gran paradoja en la aldea global
Nos encontramos hoy frente a una gran paradoja: al mismo tiempo que estamos creando todas las condiciones para la desaparición de la especie humana, también creamos las condiciones para hacer posible el relacionamiento y el encuentro global como especie. Amenazamos la supervivencia y al mismo tiempo fortalecemos los medios de convivencia y comunicación.
El calentamiento global, la disponibilidad de agua y de alimentos (o falta de alimentos), el tipo de consumo de energía y los límites y deterioro del territorio son factores que están poniendo en riesgo la supervivencia de la especie humana. Por su parte, internet, los teléfonos celulares de cuarta generación, los espacios virtuales de encuentro (Facebook, Youtube, Twitter, Wikipedia...) y el turismo masivo están creando las condiciones para que todos los hombres y mujeres podamos reconocernos, relacionarnos y encontrarnos como especie.
Reconocernos unos a otros como de la misma especie es uno de los desafíos del proyecto de humanización. El racismo, las guerras, la tortura, los etnocidios, los genocidios, las muertes masivas por hambre, entre otros, nos indican que aún tenemos que recorrer un camino para llegar a reconocernos como seres de la misma especie, lo cual solo es posible a través del encuentro y el reconocimiento del otro como distinto y diferente a mí, pero tan legítimo y digno como yo.
Para poder prever, prevenir y controlar el riesgo de autodestrucción de la especie humana y aprovechar la oportunidad para crear el proceso de autopercepción de la especie, se requiere de la definición de un nuevo orden ético.
Este nuevo orden ético debe ser un nuevo paradigma de civilización para el Estado, la empresa y las comunidades sociales en todas sus formas (desde la familia hasta las grandes confederaciones internacionales). Estando en riesgo la supervivencia humana, debe ser un paradigma de especie el que fundamente una nueva forma de ver el mundo (cosmovisión) frente al cual se diluyan todas las discusiones ideológicas, de fronteras y nacionalidades.
2.
El universo de valores del nuevo orden ético: la nueva cosmovisión
El conjunto de valores de un nuevo orden ético significa una nueva forma de ver el mundo, una nueva cosmovisión, la cual tiene diversos elementos (distinciones, juicios, emociones, posturas, etc.) que definen una manera particular de estar en el mundo, de ver la vida y de dar sentido a lo que nos acontece, y de la cual derivan nuestros patrones de comportamiento y el modo de ser que nos caracteriza; esa cosmovisión es nuestra estructura interna de coherencia. Toda cosmovisión, como ordenadora de la realidad, contiene un conjunto de valores que le dan coherencia y persistencia a las diferentes distinciones, juicios y emociones que cada persona produce al observar y actuar en la realidad. Todos observamos de diferente manera la realidad, pero somos guiados por el proyecto de hacer posible la dignidad humana y el cuidado de los bienes ecosistémicos del planeta;1 podemos construir observaciones compartidas y colectivas a través del diálogo y de la resolución pacífica de los conflictos.2
Los valores de la nueva cosmovisión para poder prever, prevenir y controlar el calentamiento global, el hambre, las inundaciones, el uso adecuado del territorio, de la energía y del agua son los siguientes.
• El cuidado: saber cuidar
• Saber hacer transacciones: ganar...