Arte del siglo XIX

Ernesto Ballesteros Arranz

• Editorial: Hiares
• Año: 2013
• ISBN:
  9788416014194
• Edición: 1
• Categoría: Arte
• Categoría: Historia del arte

eBook Interactivo. Una sensibilidad y una cultura tan explosiva y sorprendente como la de este siglo produce un arte semejante, que pretende fundir todos los hallazgos anteriores de un modo demasiado controvertido. Pese a todos sus descubrimientos particulares, el arte del XIX no consigue un sello de calidad como los siglos anteriores (Renacimiento y Barroco, por ejemplo), sino que mezcla todos sus descubrimientos para hacer brotar diversos estilos poco convincentes.

LA CORRIENTE REALISTA

El paso del romanticismo al realismo es uno de los cambios peor entendidos de la historia europea. En algunos casos no hay tal cambio. Casi siempre es un desenfoque de los temas románticos lo que determina el arte realista. Por otro lado, realismo y romanticismo conviven hasta la llegada del Impresionismo y aun del Modernismo en 1900.

Por regla general, los autores coinciden en admitir que el interés de los problemas sociales fue el factor determinante del cambio operado a mediados de siglo y conocido por el ambiguo título de realismo. Pero todos dudan en calificar a Millet de romántico o de realista y en situar a Courbet en uno u otro movimiento. Porque Courbet, el patriarca del realismo, tiene una gran dosis de romanticismo, y el propio Rodin, o Renoir, en pleno Impresionismo, resultan románticos en gran parte de sus obras.

Lo cierto es que, a partir de 1845, el romanticismo puro que había triunfado en 1820 denota síntomas de fatiga. El público y los mismos pintores prefieren temas más fuertes. Corot y la Escuela de Barbizón han abierto caminos sugestivos que los hombres del tercer cuarto de siglo quieren investigar.

Es preciso considerar la gran influencia del positivismo en el cambio de sensibilidad realista. La filosofía de Comte revolucionó los estratos científicos de Europa y repercutió en la política y en la sociedad toda. Los artistas no podían quedar fuera de su zona de influencia. El positivismo es una reacción contra el idea-lismo alemán, que es como decir una reacción contra el romanticismo. Como todas las reacciones, es opuesta y polémica. Si el romanticismo había luchado con todas sus fuerzas contra el neoclasicismo, el positivismo se vuelve furioso contra el subjetivismo idealista y romántico. Rechaza todo lo que sea interpretación, pasiones, conciencia subjetiva. Sólo admite lo dado, lo «positivo», que viene de «positum». Lo que encontramos fuera de nosotros, «puesto» ya en derredor nuestro sin que nosotros intervengamos para nada en su colocación. El positivismo sólo pretende registrar fenómenos y correlaciones.

Del mismo modo, el realismo plástico cierra los ojos a todas las torturas íntimas del romanticismo, a sus angustias y vacilaciones, y se decide a pintar lo que ve, como lo ve y sin otros aditamentos que los que tiene naturalmente. En un principio parece un arte contrario al romanticismo, tal como lo hemos planteado. Recordemos que Friedrich decía que un buen pintor no debe pintar sólo lo que ve fuera de él, sino, sobre todo, lo que ve en el interior de sí mismo. Los realistas, empujados por el positivismo, sólo pretenden pintar lo que ven fuera de ellos. En un principio parece una contradicción, pero no hay tal, porque ni el romántico puede pintar sus sensaciones íntimas sin pintar las cosas que lo rodean, ni el realista sabe pintar las cosas en torno sin rodearlas de un aroma personal, sin colocarlas en el sitio donde, según su personal y subjetivo criterio, deben estar.

Sería un largo debate explicar el sentido del positivismo. En líneas generales, creemos que Comte es creador de una reacción extrema que, por librarse de los excesos idealistas, cae en otros excesos aún más erróneos. Pero tampoco puede enunciarse con demasiada simpleza este juicio porque no hay ningún estudio de Comte que nos permita conocer, a la luz de la historia moderna, la verdadera dimensión de su obra.La literatura nota un profundo cambio por las mismas fechas. Lamartine, Víctor Hugo, George Sand, Michelet y Byron son sustituidos por Balzac, Zola, Flaubert y Dickens. El realismo se impone sobre la cultura europea. Los temas literarios se extraen de la vida diaria; son sucesos cotidianos y, con frecuencia, melodramáticos. Es la época dorada del folletín y el melodrama, que ha permanecido durante todo el primer cuarto del siglo XX en algunos grupos sociales poco evolucionados.

Por otro lado, el término...

Índice

• EL ROMANTICISMO
• ARQUITECTURA
• ESCULTURA
• PINTURA
• LA CORRIENTE REALISTA
• OTRAS PUBLICACIONES